?El Perlo?

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Para saber cómo va a ir el año no hay nada como esperar la salida de la marmota. En apenas un mes ?Phil? hará la predicción de cuánto va a durar el invierno en un pequeño pueblo de Pensilvania donde un cortejo esperará a que el animalito asome el hocico con gesto de teatral desdén. También puede que no asome porque la condición de marmota es bastante perezosa, es un animal de sangre espesa del que no se han anotado graves patologías coronarias, (el estrés no va con él).
Por aquí no tenemos marmotas pero podríamos encontrar otros indicadores que sean más próximos y nos den algunas claves del futuro económico. A Camilo José Cela le gustaban las historias de ?El Perlo?, sacristán y enterrador de Iznájar, (Córdoba), pueblo en el que nació el presidente José Montilla; allí creen que es posible que oficiara en su bautizo tal y como hizo durante su dilatada vida profesional truncada hace apenas unos meses. Antonio Cañizares, ?El Perlo?, había adquirido la peculiar costumbre de desenterrar a su hermano mellizo que llevaba amortajado desde los años cincuenta, tiraba de martillo y cincel, y con cierto cuidado le rescataba del fondo del nicho para acercarlo hasta la luz de los vivos. Es verdad que la caja rechinaba pero él estaba acostumbrado a esos sonidos, todas las cajas fúnebres están afinadas por el mismo ?luthier?. Una vez liberado de la tapa del ataúd, (los herrajes en peor estado cada año), se fijaba en el aspecto que tenía el hermano para hacerse una idea de los tiempos que vendrían. Por muy muerto y descompuesto que estuviera no había perdido la condición de ser la persona que más se le pareció en vida, y su consejo era tenido en cuenta. El experimento no era nada científico pero si no te puedes fiar de la familia entonces nada tiene sentido.
Puede, tal y como le contaba Pascual Rovira a Cela, que ?El Perlo? deseara comprobar si ambos hermanos seguían teniendo un cierto parecido aún después de muerto uno de ellos. Su condición de enterrador le daba algunos privilegios. ?El Perlo? era además un artista naif reconocido, le encantaba hacer figuritas de escenas bíblicas. Unos años antes de su muerte la entonces Ministra de Cultura, Carmen Calvo, visitó Iznájar para rendirle homenaje. Y mucho tiempo atrás, a principios de los noventa, Rafael Alberti se empeñó en que le hiciera un portal de Belén para colocarlo encima de su televisión, (ahora con las televisiones planas sería imposible porque Herodes se despeñaría arrastrado por una gallina enorme y jurásica). Alberti era comunista no iconoclasta.
Cela escribió sobre don Serafín, el cura para el que trabajó ?El Perlo?, un hombre tan conservador que tenía a Manuel Fraga por peligroso bolchevique de las izquierdas. Carlos Castilla del Pino tiene documentada a Iznájar como una comarca donde se triplican los suicidios y donde más historias de fantasmas se cuentan. ?El Perlo? no tenía ni idea de proyecciones económicas, nunca llevó la extremaunción por las calles de Wall Street, pero manejaba un peculiar método de adivinar el futuro.

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