El buen profesor

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La última lección de Derecho la ha impartido Jesús Neira a los pies de una cama en un hospital de Madrid. Está más delgado pero vivo, las manos más huesudas pero firmes, y la mirada igual a la que aparece en una vieja foto vestido de catedrático en un acto universitario. Sobre la cabeza no lleva un birrete sino un tubo de oxígeno. El golpe traicionero que le dio el todavía presunto agresor, Antonio Puerta, le tumbó en el suelo pero no consiguió derribar sus ideas. Pedro Blasco, autor de la exclusiva para EL MUNDO, nos ha traído la mente intacta del profesor que afirma que volvería a mediar en una agresión contra una mujer. Y lo dice quién ha sufrido una de sus peores consecuencias, una persona que no teme al miedo.
Neira, que ha estado a las puertas del limbo durante cinco largos meses, no dudaría en volver a actuar de la misma forma, aún sabiendo que no es posible repetir la misma suerte y que actuaciones como la suya se suelen pagar con la vida. Lo que nos podemos preguntar es cuántas veces la mujer agredida volvería a denostar la actitud valiente del profesor, y cuántas veces más está dispuesta a cobrar en televisión por decir que su pareja es un buen chico aunque algo atolondrado, (repetir con voz nasal el eslogan de aquel anuncio: ?¡las cosas que tiene mi novio!?). Ha hecho falta que Jesús Neira saliera del coma para que nos dijera que las agresiones crecen cuando nadie reacciona contra ellas, y que es en el entorno laboral, familiar y vecinal donde se cuecen odios ciertos que nadie se atreve a denunciarlos salvo cuando aparecen los micrófonos para preguntar datos sobre la víctima. Entonces es cuando mucho hipócrita de pacotilla sostiene que eran unos vecinos normales que aparentaban llevarse bien, y hay hasta quién justifica la agresión basada en un arrebato pasional transitorio. Fariseos que engolan la voz para aparecer en programas de las tardes de la tele cuyos testimonios cómplices se alternan con unas recetas para hacer un buen roscón de Reyes.
Si quiere Bibiana Aido hacer campaña de prevención de los malos tratos ya puede distribuir la entrevista de Pedro Blasco por todos los buzones y así aprenderemos que hay que reforzar a la Cultura frente a la violencia, tal y como admite el profesor. Y de paso muchos tomarán nota de que no hay mal trato que sea inocente ni bronca de la que uno se pueda inhibir. Y de esa manera podremos llegar a la conclusión de que convertimos a Jesús Neira en héroe en la medida en la que no somos capaces de imitar su gesto. Tenemos por héroe a una persona normal que resuelve una situación extraordinaria; Neira no está por recibir medallas sino por repetir que cualquier debería haber actuado igual. Esa distancia entre lo ideal y la realidad se paga con cinco meses de cama. Jesús Neira es un español coherente y de principios, por lo tanto alguien extraordinario.

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