Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
El grupo del PP en el Ayuntamiento de Getafe está ?muy unido?, excesivamente juntos porque en apenas sesenta metros cuadrados se agolpan los once concejales, dos secretarias y una jefa de prensa. Ese es el espacio que le concede el alcalde al principal grupo de la oposición. Para realizar el trabajo varias personas se ven obligadas a compartir mesa y un perchero del que cuelgan los abrigos en desordenado pelotón textil que tiende a Torre de Pisa. Tontos no son, pero tantos sí; reducidos al mínimo común denominador municipal al que se accede tras subir dos tramos de escalera porque el ascensor está averiado. Quién no haya visto la escena del ?camarote de los hermanos Marx? pensará que Groucho le copió la idea a Carlos González, portavoz del PP en el ayuntamiento gobernado por Pedro Castro.
Carlos González Pereira, (de 41 años), está al frente de un grupo municipal que aglutinó casi al 40 por ciento de los votos en las municipales y que obtuvo 38.108 votos el pasado mes de marzo en las Generales. Se hizo cargo de él hace un año, cuando Jose Luís Moreno, hasta el momento cabeza de lista, fue nombrado director general de la Comunidad de Madrid. Es concejal de Getafe desde el año 1995, comenzó en las Nuevas Generaciones del PP, y cree que la política es un oficio digno que no se puede degradar con insultos.
?Cuando me dijeron que Pedro Castro nos había llamado tontos de los cojones no me lo podía creer, pedí que me pusieran el video varias veces, lo tuve que escuchar detenidamente. La primera impresión fue quedarme estupefacto aunque en los plenos ya me tiene acostumbrado a este tipo de expresiones?. Coincidió ayer con Pedro Castro a las puertas del Ayuntamiento en los cinco minutos de silencio convocados por la Federación Española de Municipios y Provincias en repulsa al último atentado de ETA, pero el alcalde y presidente de esa Federación no le dijo nada. Ni una explicación, ni una disculpa. ?Yo creo que Pedro Castro es un alcalde agotado, lleva demasiados años en el cargo, (veinticinco), y ha ido expulsando a los críticos de su grupo municipal hasta quedarse sólo y con un proyecto muy personalista y gris?.
La vieja ?amistad? entre Castro y los populares subió de tono hace un mes cuando Carlos González denunció que el coche del alcalde había costado ciento veinte mil euros, un lustroso auto alemán de gama alta cuya factura iba a cargo de los presupuestos municipales. ?Lo desvelé yo que desde hace un año no tengo coche oficial porque me parece que hay que reducir gastos, a Madrid voy en Metro, o me desplazo en mi vehículo particular?. A partir de esa denuncia le cayeron chuzos de punta, en el pleno del 5 de noviembre le llamaron ?mamporrero de Esperanza Aguirre? y así hasta completar una colección de epítetos de ?alta política?.
Está asombrado por los apoyos que ha recibido, también de personas que votan al PSOE en su ciudad, y otros que han llegado a su correo de Internet desde diversos puntos de España. El exabrupto de Pedro Castro, la coz dialéctica, le ha dado categoría de rival a tener en cuenta. Le ha sacado de ser ?uno de tantos? de los concejales del PP en Getafe.
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