La reina y yo

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No creo en reyes sino en personas, por lo tanto creo que doña Sofía tiene todo el derecho a opinar y los demás a respetar sus palabras. Otra cosa es que doña Sofía siente cátedra o quiera establecer una nueva moral española siglo XXI; respeto sí pero asumir todo lo que dice es muy discutible. La reina tiene criterio, ¡y hay quién se pasma!, pues claro, ¿o acaso los miembros de la Casa Real son marcianos asexuados? Son personas que viven en este siglo y que se relacionan con las altas magistraturas, por lo tanto su opinión es bastante cualificada. Que verbalicen comentarios acertados, o no, es otra cosa.
No le debería extrañar que los demás también podamos opinar y discrepar de lo que ella dice, libertad para todos del rey y de la reina para abajo hasta el último monosabio de esta cuadrilla nacional. Por otra parte podríamos plantearnos, de una vez por todas, un referéndum para aprobar o rechazar a la corona. Si doña Sofía no cree en los matrimonios del mismo sexo tampoco le extrañará que haya gente que no crea en la monarquía. Es una pena que no discrepara de las dictaduras en su época porque en ese caso nunca le habría recomendado a su marido que se dejara designar ?heredero a título de rey? por Franco. Pero todos tenemos derecho a evolucionar y a cambiar de criterio con tal de mejorarlo.
Algo no le debió gustar de lo que adelantó Pilar Urbano puesto que de inmediato se redactó un comunicado oficial en el que se matizaban sus palabras. Un paso atrás en sus declaraciones que no se entiende; se supone que escogió a Pilar Urbano para sincerarse y eso es precisamente lo que se ha publicado y la periodista no se cansa de subrayar para no quedar de imprudente o malintencionada. La reina no debe temer porque a ella también le ampara la libertad de expresión y tiene todo el derecho a mostrarse como le parezca. A nadie le extraña que doña Sofía sea carca, tradicional y de derechas. Sería extraño que se expresara como portavoz de las vanguardias. Entorno a sus palabras se ha creado un ?meapilismo? insólito en un país que se tiene por maduro.
Nada de lo que cuenta el libro de Pilar Urbano debería llamar a escándalo puesto que son las reflexiones autorizadas de alguien que sabía que se iban a publicar. En España cada biografía que se publica es un escándalo en letra de imprenta, es casi patológico el miedo que tenemos a que las personas expresen sus ideas. Pero el revuelo pasará y la historia seguirá su curso. En el lenguaje cotidiano tenemos las expresiones ?vivir a cuerpo de rey? y ?quedar como una reina?. Y no pasa nada. Somos libres hasta para discrepar de manera real. Eso sí: feliz cumpleaños Señora y salud.

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