Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
No hace falta remontarse al 2 de mayo para evocar comportamientos heroicos del pueblo. Ayer por la tarde, la ?nación en armas? salimos al encuentro de las tropas de la crisis a las que hemos disparado con carne de cañón, (es decir, con nuestros ahorros). Con nuestras reservas le hemos hecho un torniquete a la corneada economía española; lo que se conoce por un torniquete preventivo puesto que todavía nadie nos ha cogido por la taleguilla.
Se supone que el sistema está en remodelación y que necesita nuestra ayuda, (es costoso entender que cuando las cosas iban bien no nos hicieron ni puñetero caso, pero cuando han ido mal nos han pedido la hucha con el cerdito y ya verán si nos la devuelven). Tampoco sería muy descabellado pedir al sistema que reflexione y nos diga qué quiere ser de mayor.
Recordaba ayer ?Le Monde Diplomatique? que el presidente Bush se había negado a meter a los niños menores de nueve años en la Seguridad Social estadounidense, pero en cambio meses después había aprobado una gran inyección de dinero a los mercados. La moraleja del cuento es que las ruinas son parciales y transitorias si eres rico empresario, en otro caso le operas al niño en la consulta de Carlos Jesús, (aquel vidente que decía haber venido de Raticulín).
En el fondo el ciudadano es la gran ONG que sostiene al sistema, lo diga Bush o Zapatero. A mí me ha entrado complejo de boy-scout horroroso; en breve Solbes repartirá unos pantalones cortos, un pañuelo y una cantimplora. Y los sábados de excursión por los picos de las bolsas.
Compartir:
Etiquetas: el boletín, opinion