Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
RETRATO:
Orígenes: Oviedo, 1968
Currículo: quiso ser militar pero no pudo alcanzar la Academia de Infantería porque usaba gafas, luego se hizo Guardia Civil y lo vio todo más claro. Dieciséis años de benemérito en los que hizo de todo, desde patrullar en pareja a participar en los antidisturbios. Sus ganas de meterse en problemas le llevaron a tener un cargo en la Asociación Unificada de Guardias Civiles, ahí se ganó varias ?amistades?. Un día se cansó y ahora conduce un camión de sal para las piscinas, ?sí, me he pasado al lado oscuro, ahora soy camionero?. En realidad le hubiera gustado dar clase de Físicas en un Instituto.
Debilidades: ?mis dos hijos, tocar la guitarra y escribir?
Virtudes: ?tengo buen humor, me pongo en el papel de los demás?.
Defectos: ?no sé envolver nada con papel albal, y un pronto exagerado?.
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No hace un año que Juan Carlos Córdoba dejó de vestir de verde, pero sigue pensando en verde porque para eso ha escrito una novela, (con humor), de beneméritos. Se llama ?Ni pies ni cabeza? y en ella mezcla ficción con cruda realidad. Córdoba es un tipo listo, de verbo rápido, un coñero de su propia sombra, ?hice la mili en Operaciones Especiales, luego fui Guardia Civil y ahora escritor, ¡siempre me he dedicado a oficios de alto riesgo!?.
PREGUNTA.- ¿Ahora que no es del ?Cuerpo?, cómo vive?
RESPUESTA.- Ahora vivo en el cuerpo de mi pareja que es mucho más cariñosa que la pareja que tenía cuando estaba en el ?Cuerpo?.
P.- ¿Se pueden mosquear sus compañeros?
R.- Ha habido gente que se ha irritado por cómo cuento las cosas en el libro, (pero son los menos).
P.- ¿Tiene nostalgia del tricornio?
R.- Ninguna. Podía echar de menos a la gente, pero tengo a muchos amigos. Allí decimos que los compañeros los pone el Cuerpo y a los amigos los elijo yo.
P.- ¿Es verdad que les pedían ?puntería??
R.- Vi un cartel en el que nos animaban a hacer puntería en el retrete para no manchar, (era una queja de la señora de la limpieza).
P.- ¿No era una buena queja?
R.- Bueno. También hubo un guardia al que le hicieron corregir porque gastaba un ?paquete? más exagerado de lo normal.
P.- ¿Eso fue objeto de nota oficial?
R.- Se lo prometo, se redactó para que no marcáramos mucho. Estaba prohibido llevar un uniforme ceñido.
P.- En el delito, ¿siempre ganan los malos?
R.- Los malos no ganan siempre pero van un paso por delante, hay que innovar siempre. Decía Tsun-Tsu que hay que conocer muy bien al adversario para poder compartirlo.
P.- ¿Nunca le han robado por la calle?
R.- No, pero sí me pasó algo curioso en la calle Serrano? avisé a una señora de que le robaban el bolso unas gitanas y lejos de imponer autoridad, una de ellas dijo: ¡cómo va a ser Guardia Civil éste si fuma ducados!
P.- ¿La señora le dio las gracias?
R.- ¡Qué va!, luego se encaró conmigo porque pensaba que estaba compinchado con las gitanas.
P.- ¿Allí aprendió la ley de la calle?
R.- Lo que aprendí es que los Guardias Civiles teníamos que fumar rubio para crear autoridad, (pero es que acababa de salir de la Academia y no tenía un duro).
P.- ¿No mostró su placa?
R.- Los Guardias Civiles no llevamos placa sino un carnet que es como el del Parque de Atracciones, en el mismo color.
P.- ¿Impone poca autoridad?
R.- Es poco creíble, pasa un rato hasta que el chorizo lo lee. Y luego te encuentras con muchos que no saben leer.
P.- ¿Se aprende mucho en la calle?
R.- ¡Vaya!, antes de ser Guardia Civil cobraba morosos de un dentista del centro. Trataba con una gente ?curiosa?. También he currado llevando a las marujas la compra del supermercado. He descargado plátanos en Mercamadrid?
P.- ¿Un hombre pluridisciplinar?
R.- Yo digo que soy incapaz de buscarme un trabajo honrado, encima ahora me he metido a escritor?
P.- ¿Sabe donde se ha metido?
R.- Tiene poco de honrado quedarte en casa escribiendo lo que te gusta, ¡y encima te pagan por ello!
P.- ¿Se ve de académico?
R.- El siguiente paso es que me den un escaño, ser diputado en el Congreso y entonces ya lo bordo?
P.- ¿En Madrid faltan policías?
R.- Estamos de acuerdo porque no todos están bien colocados. Hay que distribuir bien a todos los cuerpos de seguridad del Estado.
P.- ¿El tricornio imprime carácter?
R.- Con el tricornio puesto me daba la risa porque me quedaba fatal.
P.- ¿Lo tuvo que devolver?
R.- No encuentro el tricornio por ningún sitio, no sé dónde está en mi casa.
P.- ¿Nunca se le ha ido la mano?
R.- Al contrario, sí he tenido que llamar la atención a personas que se les iba la mano con algunos detenidos.
P.- ¿Le gustaría ser el escolta de Inés Sastre?
R.- No porque es un trabajo muy sacrificado, mal valorado. Es difícil el equilibrio entre seguridad e intimidad.
P.- ¿Tanto como para acabar en la cama?
R.- No me hubiera gustado porque le hice escolta a Barrionuevo y Michel Domínguez.
P.- ¿Le divierte Madrid?
R.- No podría vivir en otro sitio. Tengo la suerte de vivir siempre encima de un bar, soy muy urbanita. Y de Cuatro Caminos.
P.- ¿En su camión qué suena?
R.- ?Boicot?, ?Extremo Duro?, ?Platero y Tú?, rock español.
P.- ¿Y música en inglés?
R.- No tengo ni puta idea de inglés, fui de los que se quedó colgado con ?Opening?.
P.- ¿Le gustaba la ?movida madrileña??
R.- Si la ?movida? fue una guerra, yo que tengo cuarenta años, he vivido la pos-guerra de la movida madrileña.
P.- Mucha suerte como autor?
R.- En todo caso, como les decía a mis compañeros: ¡nos vemos en el Telediario!, (por lo que pueda pasar).
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Etiquetas: el mundo, entrevista