Lamela bajo la advocación mariana

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No es exactamente que en el PP falten vocaciones lo que pasa es que no están orientados, no saben en qué dirección rezar. Esto Fraga lo tenía mejor solucionado cuando se llevaba a los consejeros de ejercicios espirituales, pero en cambio Aguirre los lleva a ver a José Tomás, (para que tomen ejemplo de cómo hay que hacer unos estatuarios cuando el peligro aprieta). A Manuel Lamela no se le puede achacar falta de fe, en todo caso que anda desorientado por el cisma y no sabe a qué advocación ponerle dos velas, si a Aguirre o a Rajoy. Desde una perspectiva laica se podría considerar que Lamela ?tiende puentes? entre el PP de Génova y el de la Puerta del Sol, en función de su título de consejero de Transportes.
El alcalde de Morón, que también es del PP, lo acaba de solucionar de un plumazo: ¿qué dice el manual del buen militante cuando todo se complica?: rezar al cielo. Por eso Manuel Morilla ha nombrado a Nuestra Señora la Virgen Maria Auxiliadora de los Cristianos como alcaldesa honoraria, con un par y mucha fe. Morilla, igual que Lamela, aduce antiguos motivos que le llevan a tomar la decisión. Lamela recuerda sus años de militancia en el PP, y la mili que hizo en Alianza Popular. Pues Morilla, que no es Lamela pero sí Manolo, tira de una vieja ilusión que debió prometerse algún día; ¡ea, la Virgen es la alcaldesa de Morón, y olé!
Los dos, consejero y alcalde, tienen un pasado común en política y en creencias. Lo que le falta a Lamela para completar su aspecto de eterno novillero que nunca termina de tomar la alternativa, es el curriculo de Morilla que fue apoderado de Manuel Díaz ?El Cordobés? y de Jesulín de Ubrique. Y una tarde en la que se sentía eufórico de torería se echó al ruedo vestido de calle a dar un par de capotazos, y el toro que no entiende de jerarquías le dio un meneo que aún le deben escocer las calandracas. ¿Perdió la vocación Morilla?, pues no, en todo caso perdió parte de la noche en urgencias mientras le cosían el pundonor con hilo quirúrgico. Jesulín nunca le debió dejar que pisara el albero pero cuando alguien está tan convencido de lo bien que va a torear, nadie, (ni siquiera su maestro), le puede sacar del error. En realidad ese ?alguien? fue el toro que lo desencuadernó como un libro viejo de los que venden en El Rastro.
Lamela, sin necesidad, ha sido el primer miembro del gobierno regional que ha reconocido su fe en Rajoy. Luego, al darse cuenta de que quizá rezaba en la dirección equivocada, ha admitido ser devoto de Aguirre. ¿Podría ser Lamela un converso?, quizá, lo que también es probable es que el mismo toro que le dio el revolcón a Morilla vuelva del desolladero para empitonarle por hereje. Algunos no aprenden ni viendo a José Tomás cinco tardes seguidas.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*