Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
No se irrite la señora edil de las Letras, no es nada personal, pero resulta curioso, extraño, insólito (tal vez) que para festejar algo tan castizo como es la pintura madrileña de Goya se haya acudido a una compañía catalana. Si querían montar un cuadro, lo han conseguido de narices. Leyendo el prospecto que han repartido a la prensa, uno llega a la conclusión de que salvo el director de la banda, aquí no hay nadie que huela a ?gato? ni de lejos. Y que será una ceremonia memorable pero la ?Giganta? con las tijeras en la mano no es un prototipo de ?manola? madrileña. Vamos, que no cuela, que no. La propuesta del área de las Letras recuerda aquel anuncio en el que unos tipos vestidos de ?pichis? intentaban hacer un ?castellet?, rodando todos por el suelo. El más avispado se levantaba diciendo: ?no es fácil hacerse catalán, rediez?, y se daban a la cocina preparada. Por la gloria de aquellos que cayeron en el combate contra el francés, al menos se podía haber hecho una visión más localista de la fiesta, algo que fuera menos progre pero más auténtico. Es verdad que no queda un organillero vivo y que les debe parecer una antigüedad manifiesta el mantón de Manila de las zarzuelas de Ruperto Chapí y de Joaquín Gaztambide. Le prometo que he repasado los nombres y ninguno de los apellidos de los organizadores aparece en la lista de caídos por el 2 de mayo, (lista que se puede consultar en la Exposición de El Canal de Isabel II). De Fukuyama hasta la fecha la Historia se puede manipular a voluntad, pero a los que nos gusta el western no vemos a Jackie Chan haciendo un papel de John Wayne. Goya hubiera flipado en colorines, o en blanco y negro porque le gustaba más para reflejar los horrores. Es como si el Real Madrid celebra la Liga en una reproducción de la Fuente de Canaletas. Igual es que le han querido adelantar a Esperanza Aguirre por la izquierda, si ésta propone un colegio catalán, el Ayuntamiento idea que el madrileño grite: ?¡Visca el 2 de maig!?. Y ni un cuplé, ni un chotis, ni un humilde vendedor de barquillos con gorrilla de los que se ganaban la vida con las monedas sueltas que le daban los niños. Cualquier artista de El Retiro tiene mejor encaje en la ?perfomance? de Goya. Sin acritud, señora mía, la famosa ?Giganta? se me aparece en las pesadillas con la tijera, y unos chisperos bailan sardanas en la Plaza Mayor, y a la Virgen de la Paloma se le ha puesto cara de Nuestra Señora de Montserrat. Si toda fiesta tiene un punto de locura, adelante, lo ha conseguido. Ahora bien: si Daoiz, Velarde, y Manuela Malasaña, levantaran la cabeza se volvían de cabeza al panteón de ilustres, (es mejor vivir en la Historia que morir en la confusión). Es como si los fusilados el 3 de mayo en la Montaña de Montepríncipe hubieran caído víctimas de un atracón en una calzotada. En fin, que muy original pero que los mamelucos no llevaban en el uniforme el escudo del Barça.
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