Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Nota previa.- (Madrid, 23 de abril de 1808: las tropas de Murat ocupan posiciones en los alrededores de la capital.
Madrid, 23 de abril de 2008: las tropas de Aguirre se mueven. Doscientos años después han aprendido que a un ejército se le tumba con una guerrilla. De la Puerta del Sol salen consignas que son escaramuzas bien organizadas. Napoleón de Génova se pregunta si podrá con ese reducto de peperos madrileños indomables?)
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En el PP consiguen un acuerdo: Aguirre apoyará a Rajoy en el Congreso pero éste se abre a la posibilidad de unas primarias en el 2012. Teniendo en cuenta el carácter del actual presidente del PP, y que el Congreso será antes del 2012, nos podemos preguntar: ¿a quién beneficia este acuerdo? Rajoy respondería con un ?quizá a mí, o no?. Por lo que respecta a la democracia del PP hay serias dudas de que salga reforzada, en todo caso sale maltrecha de un mientrastanto que es otra manera de silbar y mirar para otro lado. Le han puesto un parche a la realidad pero esa rueda gira pinchada.
Hay comportamientos que no se cambian así pasen los años, sobre todo el de Fraga que es un machista de los que manda callar a la mujer cuando dice algo inconveniente. Su frase ?que se calle?, dirigida a Esperanza Aguirre es una invitación a que ésta le muerda la mano con la que quiere poner la cinta aislante en la boca. Cuando Fraga habla es tan insólito como si un cuadro de Velázquez estornudara.
Parece una alineación de astros que se han cruzado en el camino de la prudencia del PP. En una semana han mostrado lo peor de un partido político sin que hayan conseguido deshacer el nudo que les aprieta. El pacto del mientrastanto es de un equilibrio frágil, más bien parece que Rajoy quiere contentar a Aguirre con buenas palabras.
Pero el problema de democracia interna, y de posicionamiento frente al Gobierno, existe. ¡Y Fraga, también!
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Etiquetas: madridiario.es, opinion