Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Zapatero quiere buenos tiempos y por eso ha creado un nuevo Gobierno en el que destaca una mayor presencia de la mujer y una apuesta por el futuro, (una cosa lleva directamente a la otra). Para Jesús Caldera, Zapatero ha reservado la tarea de pensar el socialismo del futuro y por eso lo ha sacado del gabinete. Desde los tiempos de los eremitas hasta la segunda legislatura de ZP, siempre ha hecho falta distancia para pensar, de ahí la recomendación de Fray Luis en la que se alababa la descansada vida del que huye del mundanal ruido. Decía Fray Luis que era senda de sabios el retirarse a tiempo. A Caldera le han dado oficio de sabio, esperemos que sepa estar a la altura. Se entiende que la condición de ministro está ligada a la del ruido de las declaraciones, los tumultos de los actos oficiales, la tiranía de la agenda y la necesidad de acabar proyectos con la saludable finalidad de contribuir a la prosperidad de un gobierno. Esas son las condiciones que se aceptan cuando se jura, o promete, el cargo. Y, pareja a esas cláusulas, está la pérdida de la vida privada para pasar al escaparate público donde todo se controla desde un punto de vista mediático y bastante cotilla. Que se lo digan a Bermejo del que todos sabemos cómo es su vivienda, o a De la Vega tan vigilada en su forma de vestir. Zapatero le endosa a Caldera una misión parecida a la que tienen las FAES en el Partido Popular: crear ideas que sirvan para perpetuar la presencia socialista en el poder. Todo eso estaría muy bien si luego los partidos hicieran compatibles sus pensamientos con algo más de democracia interna. A efectos de estructura y andamiaje sigue vigente aquella idea de Alfonso Guerra de el que se mueva no sale en la foto, a pesar de que la fotografía digital permite mayores licencias que antes no se contemplaban. Según el FMI, y según contaba Rato en la Bolsa de Madrid, viene una borrasca de las que obliga al hombre del tiempo a ponerse gabardina. Así Caldera se aparta del oficio de contar parados y buscar acuerdos con empresarios y sindicatos. Sin duda que a Zapatero le preocupa tanto el cambio climático como el cambio de ciclo económico. Durante un tiempo no sabremos dónde estará Caldera, no se le podrá localizar. Se entiende que si a un nuevo ministro se le dota de coche oficial, secretaria y teléfono móvil? a un pensador se le desprende de todo eso. En cierto sentido Zapatero le envía a una cámara isobárica donde no haya presión ambiental, en cierto sentido le han convertido en un astronauta no sometido a las leyes de la gravedad, en cierto sentido le ha puesto en órbita. Caldera se ha convertido en el cartujo de Ferraz. Silencio, se piensa.
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Etiquetas: la gaceta de salamanca, opinion