Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Si Fernando Sánchez Dragó hubiera sido torero, (¡ya le hubiera gustado a él!), habría inventado la ?dragontina? que es una manera de hacer el quite para luego dejar el toro listo para la faena. El quite, a diferencia de otras suertes taurinas, se hace para lucimiento del matador y sin menosprecio del torero que está en la faena. El quite es un préstame a tu novia que te la devolveré muy contenta.
La ?dragontina? consiste en ser más guerrero que soldado, puesto que el guerrero cuando ha conquistado se dirige a otro enclave mejor. No hay metas sino retos, no hay rellanos sino escalones, no hay calma sino inercia continua. Sánchez Dragó se marcha del ?Diario de la Noche? de Telemadrid porque ya era plaza conquistada, y se pira el muy tunante a La Maestranza a ver toros y después a la India a ver vacas. Es tal su afición por la tauromaquia que sólo encuentra la felicidad allá dónde hay cuernos. Esto le pasa por ponerse a escribir una historia mágica de España que empezó con ?Gargoris y Habidis? y que concluye con ?Si habla mal de España? es español?, (libro de recomendada lectura).
Dicen que se marcha porque se ha metido con Rajoy en Telemadrid pero me consta que no es la causa puesto que llegado el momento de buscar enemigos seguro que los elegiría de mayor enjundia. Hay tal osadía en el Dragó guerrero que podría cuidarse Hillary Clinton de no acabar con él en una escena del sofá del becario.
Así que se marcha y adiós muy buenas, sin hacer un brindis, sin recoger la última rosa amarilla. Nos deja el tío con la música de Sinatra y con esa extraña manera de mirar a la cámara: mitad coña, mitad soldado. Adiós templario destemplado. Y, ahora, que pongan publicidad.
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Etiquetas: madridiario.es, opinion