Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
En los albores de un lunes, a las 8 de la mañana, se prendió un club de alterne de Collado Villalba. Dada la hora tan temprana y tratándose de un puticlub, (donde se vende y compra carne a tarifa tasada), podría pensarse que el edificio había ardido vacío, ¡pues no! Al parecer algunos clientes festejaban la Navidad adelantada con ese simpático gorrito de Papá Noel que le sienta mal a todo el mundo.
Solbes diría que no hemos interiorizado el euro y dejamos propinas en los cafés, pero algo tendría que decir acerca de la inflación y la subida de los precios de la carne cuando los puticlubs se llenan los lunes de amanecida. Será por la recomendación de acercarse a la carne de conejo, ?un comentario informal que se ha sacado de quicio?, según José Blanco.
Pero volvamos al grave incidente de Collado Villalba y que se ha saldado con un balance de ocho heridos. Según informa la Guardia Civil el local tuvo que ser desalojado a toda prisa y tanto clientes como trabajadoras tomaron la calle con lo puesto, (que es una casa de citas es más bien lo indispuesto, poca cosa).
La uniformidad de ellas es muy escueta y tuvieron que sufrir los rigores de las bajas temperaturas.
Sirva este incidente para reflexionar acerca de la carestía de la vida y de la bonanza de algunos negocios, aunque sean tan lamentables como los de la carne humana.
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Etiquetas: madridiario.es, opinion