Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Preguntado hábilmente por Ely del Valle, en el programa ?El Círculo a Primera Hora? de Telemadrid, el candidato a la secretaría general del PSM, José Cepeda, admitió cierto desencanto en el militante de base. Uno cree que tal y como están las cosas, más que nuevas afiliaciones al partido lo que deben conseguir es que no se les escapen los que les quedan. Es verdad que el PSOE tiene una amplia base social en Madrid, (donde crecen en mayor proporción las afiliaciones al PP), pero bajo sus siglas se esconde el pánico del navegante. Después de las elecciones, después del leñazo de las urnas, después de quemar a sus candidatos de Madrid y a la Comunidad, viene el desencanto de la señora Gestora. Cuanto antes cierren la herida y más rápido, mejor.

Cepeda es hombre serio y capaz, tanto como Tomás Gómez el otro candidato. Sería deseable que en ese debate interno no salieran perdedores sino una persona capaz de afrontar el reto de ser oposición real y no virtual. Si gana Cepeda debería contar con Gómez, y ?viceinversa? que es palabro castizo. Cepeda tiene a su favor que es parlamentario y que puede lucir en la tribuna la oratoria que se espera de un secretario general.
Pero si gana una tendencia sólo conseguirán que pierdan todas.

Al respecto de la tristeza del militante recordaba Cepeda las lágrimas de Marcelino en la noche electoral. Más que lagrimas era un torrente abierto, le habían dado una cornada en la femoral que nunca mejor dicho era fe-moral. A Marcelino nadie era capaz de explicarle como su partido, en el que llevaba afiliado poco tiempo, había cedido terreno a favor de la derecha.

No sabemos lo que pasará después de la señora Gestora pero alguien le tiene que poner un torniquete en el lagrimal a Marcelino, y a tantos otros que creyeron en un proyecto socialista para Madrid y que aún suspiran por los tiempos de Leguina. En el cine hubo un ?Marcelino, Pan y Vino?, ahora gracias a Cepeda hemos sabido que también existe un ?Marcelino, Llora y Calla? en el socialismo madrileño.

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Etiquetas: madridiario.es, opinion