Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Estimado ciudadano: el viernes de Dolores, (que ya es casualidad), las tres administraciones se pusieron de acuerdo para inaugurar un presente mejor. Fomento terminó el nuevo túnel de Guadarrama, la Comunidad presentó la mayor estación de Metro, ¡y Ruiz-Gallardón descubrió el mayor túnel urbano de Europa! Espectacular, toma ya despliegue de medios. La pregunta es: ¿y cómo reacciona el ciudadano madrileño en un día tan señalado?… yéndose de vacaciones, ¡de vacaciones!, (repito). Con todo lo que «hemos hecho desde las administraciones públicas» y el que ha podido se ha dado el pirillo del membrillo camino de la playa o de la montaña penitencial. Vamos, soy Gallardón y les persigo hasta la playa con un camión de escombros de la M-30, aunque ese desplante le quedaría mejor a Esperanza Aguirre. Imaginen por un momento a Aguirre, brazos en jarras, en mitad de la calle Sierpes de Sevilla: «¿qué les parecerá bonito?, ¡todos los que sean de Madrid a casa, anda tiren no me caliente!». Porque para eso la Comunidad ha estrenado una estación de Metro que es Matrix en estado puro, con una cascada espectacular que recuerda a la de Iguazú. De momento no hay pirañas, quizá esa parte del plan la dejen para la siguiente legislatura. Háganse a la idea: una cascada en el Metro, aunque con las ganas de orinar que provoca el ruido del agua y ante la ausencia de servicios públicos no va a haber prostático que aguante. Simbólicamente no se puede pedir más: la Comunidad ha roto aguas. Igual de espectacular es la nueva M-30 donde se dieron cita desde un ex presidente de Chile al alcalde de Abu Dhabi, (¿será que Gallardón tiene en mente otro túnel que una Lavapiés con el centro de la capital de los Emiratos Arabes?). Y encima el túnel de Magdalena Alvarez que es una maravilla de los agujeros de España. Cierren los ojos y dense cuenta: ahora somos nosotros los alemanes. Así que me hagan el favor de estar a la altura y de no atascarse, no me hagan pis en el Metro y no me atoren el túnel del Guadarrama. El esfuerzo que han hecho las administraciones debe ser correspondido. Como decían en el final de Salvad al Soldado Ryan: «hágase merecedor de todo esto».
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