Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
RETRATO
Origen: Málaga, 1964. Currículo: «¿Te lo mando?»… Su primer trabajo remunerado consistió en meter la comida en las bolsas de un supermercado. En 1986 obtiene la corona de Miss España, ese mismo año participa en Miss Mundo y un año más tarde en Miss Universo. Remedios supo aprovechar la fama para reciclarse en actriz. Aficiones: «Montar en bicicleta por Madrid y navegar por Internet».
Debilidades: «El sofá después de comer. No hay Dios que me quite de la siesta». Virtudes: «Leal; mucho (aunque no todos los amigos se pueden conservar). Y muy trabajadora».
Defectos: «Cabezona, y a veces escucho poco porque hablo muy rápido».
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Remedios a cara lavada es un escopetazo en el entrecejo: hermosa y descarada. Tal cual aparece en la obra Buenas noches, madre que representa en el Teatro Arlequín, donde hace el papel de una suicida. Hasta ahí el personaje, más allá empieza la persona que es mucho más interesante. Remedios tiene aspecto de presidenta del club de Harley Davidson, (será por las botas). El pasado viernes le dieron el Premio Día de Andalucía.
Pregunta.- ¿Tan joven y con premios?
Respuesta.- ¿Sí, tu crees?… premiaron mi trayectoria profesional.
P.- ¿Es la parte positiva de la fama?
R.- Una de ellas, sin duda.
P.- ¿Tiene parte oscura la popularidad?
R.- Hombre, claro… la parte más oscura es la fama en sí misma en algunos momentos. Yo trato de no ir de Remedios Cervantes a todos los sitios.
P.- ¿En realidad qué somos?
R.- Somos lo que los demás nos quieren ver.
P.- ¿Cómo lleva el teatro en Madrid?
R.- Es difícil llenar un teatro todos los días; yo no sabía lo complicado que es Madrid.
P.- ¿Actriz y productora?
R.- Somos productoras Carmen de la Maza y yo, nos jugamos todo pero esa es la gran satisfacción. Cuando eres productora, primero cobran los demás y luego tú.
P.- ¿Se juega su patrimonio?
R.- Para hacer teatro no te tiene que importar el dinero, en otro caso no llegas porque la cabeza no te deja.
P.- ¿Tampoco es una ONG?
R.-Claro, a mí me va bien porque si me costara el dinero ya lo habría dejado.
P.- ¿Qué encuentra en el teatro?
R.- Hay que tener narices para hacerlo pero es una maravilla, yo guardo todo lo que me ocurre en la vida por si luego lo puedo incorporar al teatro.
P.- ¿Incluso haciendo de suicida?
R.- Es un papel duro pero muy de verdad y desgraciadamente lo que acaba de pasar en este país…
P.- ¿Qué ha pasado?…
R.- Lo que ha sucedido con la hermana de la princesa. Aquel día Carmen de la Maza y yo tuvimos a esta chica en nuestra mente, y a su madre.
P.- ¿Hay cobardía en el suicidio?
R.- Todo lo contrario, lo triste es llegar ahí, qué clase de laguna mental te lleva hasta el borde. Realmente nos ocupamos poco de la gente que tenemos cerca.
P.- ¿Su opinión del Estatuto andaluz?
R.- Me ha decepcionado la fuerte abstención que ha habido, creo que deberíamos tomarnos las cosas más en serio.
P.- ¿Usted viene «así» de serie?
R.- Sí, en el código de barras venía así… (Risas), algunas barritas estaban poco definidas pero ya se han afianzado.
P.- ¿Es una bella de cuento?
R.-Para nada, nunca lo he sido. En el colegio siempre hice de pastorcilla (Risas).
P.- ¿Ser tan guapa es un «coñazo»?
R.- Pues nunca lo he llevado como estandarte en mi vida. Lo mío con el tema de las misses fue algo accidental, no era una meta.
P.- ¿Hay un peaje de guapa oficial?
R.- A veces me hubiera gustado ser mujer invisible para que no me miren sólo por la belleza.
P.- ¿No todas las miradas son inocentes?
R.- Me da igual como miren… no me preocupa: «lo verás pero no lo catarás» (Risas).
P.- ¿Qué es una actriz de raza?
R.- Lola Herrera por ejemplo, me encantaría llegar a ser actriz de raza.
P.- ¿Le ha costado ser actriz?
R.- Aquí te encasillan, yo venía del mundo de la moda. Por mi parte ha sido un atrevimiento además con esta obra tan difícil. Pero no tengo que demostrar nada a nadie, eso lo pensaba cuando era más joven.
P.- ¿Cuándo dejó de ser joven?
R.- Sigo siendo joven… mejor dicho antes de madurar.
P.- ¿Y esto de madurar?, ¿qué es?
R.- Que te da «tó igual», «tó igual» (Risas), es aquello de «¡que me dejes!, cuando te da igual ocho que ochenta.
P.- ¿Incluso la crítica?
R.- Los críticos están para criticar. Pero me he dado cuenta de que en Madrid hay funciones que no se citan, (nosotras por ejemplo). ¿Qué parámetros siguen para ir: los autores, el texto o el teatro?
P.- Madrid en bicicleta, ¿qué osadía?
R.- Los fines de semana la uso mucho. Para desplazamientos más largos tengo una scooter que es copia de un modelo antiguo.
P.- ¿Haría el papel de Esperanza Aguirre?
R.- Haría tanto de Esperanza Aguirre como de Maria Teresa Fernández de la Vega, ¡cualquiera de las dos!
P.-¿Si midieran el índice de masa intelectual?
R.- Sería curioso. En realidad, parece que aquí sólo interesa el triunfo, la belleza y el poder.
P.-¿Una chica bien tiene malos pensamientos?
R.-Perdona, yo soy canalla, muy canalla. A partir de ahí hablamos cuando quieras (Risas). No soy políticamente correcta.
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Etiquetas: el mundo, entrevista