Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Cuando algo ocurre de manera casual y afecta de forma negativa, se puede considerar un accidente, pero cuando las cosas se desencadenan con frecuencia hay que concluir que algo/alguien está detrás. El metro de Madrid ha sido un ejemplo en funcionamiento y gestión, no hay nuevos factores que hagan dudar de la capacidad de sus líneas ni de su mantenimiento.
Sería canalla pensar que algo/alguien está detrás de las continuas averías del suburbano madrileño, porque eso sería tanto como dar cancha a una nueva teoría de la conspiración local. Asunto que abriría el campo a otras posibles manipulaciones, hoy el metro y mañana el abastecimiento de aguas del Canal, etc?
Teniendo en cuenta que el metro es el principal transporte de los trabajadores madrileños a todos nos interesa su correcta gestión. No es un metro del PP sino un transporte de todos, (hasta de los que no comulgan con la ideología que manda en Sol).
También se podría pensar que la presencia de las elecciones de mayo sirve como excusa para desestabilizar bajo tierra. O en otras palabras que haya alguien dispuesto a darle patadas al gobierno regional en nuestro culo; lamentable supuesto de malestar real.
Entre los orgullos que cuenta nuestra región está el excelente funcionamiento de los servicios asociados al 112, la labor de la Escuela Taurina (no suficientemente reconocida), y el metro que es envidia de otras capitales europeas.
Si funciona mal es malo para todos. Por eso es deseable pensar que no se van a producir nuevos ?accidentes?, porque llegado el caso de encontrar al responsable de esos sabotajes se le volverían las lanzas en su contra.
Pero igual es sólo eso, casualidad, puñetera casualidad.
Nada más, (por el momento)
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Etiquetas: madridiario.es, opinion