Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
RETRATO
Orígenes. Alcudia (Mallorca), 1968. Currículo. Licenciada en Arte Dramático y en Ciencias de la Información: «A mi madre no le hacía ilusión que estudiara teatro, ¡con lo lista que es la niña, que se haga titiritera! Por eso estudié también Periodismo». Ha participado en El club de la comedia, Aquí no hay quién viva, 7 Vidas, Hospital central… También en la película Princesas. Aficiones. «Nadar y perderme por la montaña para recuperar olores y sonidos». Debilidades. «Tengo hiperactividad mental. Me cuesta relajarme, es un martirio para los que están alrededor». Virtudes. «Soy positiva, trabajadora y tengo mucho humor». Defectos. «Pienso demasiado y como Sagitario meto la pata».
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Llum podría anunciar una caja de vitaminas para las horas bajas, tiene una inagotable vitalidad que provocaría agujetas en el hombre de goma. Cine, tele, teatro y lo que haga falta. Está en Madrid en el teatro Amaya, junto al actor Nacho Fresneda, para representar la obra Angel, una tragicomedia que nos ofrece una visión menos satírica de la que nos tiene acostumbrados.
Pregunta.- ¿Tiene usted «mucha cara»?
Respuesta.- Para las cosas de mi trabajo tengo bastante jeta, (si no tienes labia y jeta no sales en televisión). Pero también soy bastante gilipollas, soy incapaz de reclamar.
P.- ¿Quizá en un restaurante?
R.- Una vez me pusieron una botella de agua en mal estado (que ya es difícil) y hasta el segundo plato no la hice probar.
P.- ¿Se bebió la pócima?
R.- Pues casi, pensaba que era yo que tenía el aliento mal (Risas).
P.- ¿Es una chica «normal»?
R.- Mucho. Me sueño alta, rubia y con ojos azules… luego me despierto y soy de medidas españolas, con mis curvas y mis ojos marrones. Soy del montón.
P.- ¿Querría ser alemana?
R.- ¡No por Dios! Pero si soy rubia y alta igual me dan las campañas de promoción de Baleares que le dan a la Schiffer.
P.- ¿Habrá cursos para ser rubia?
R.- Lo que hay son tintes con los que pierdes menos el tiempo.
P.- ¿Tiene morro para haber sido político?
R.- Visto el patio, sí. A los políticos les falta mucho sentido del humor y también sentido común.
P.- ¿En su pueblo es alguien?
R.- Cuando empecé a salir en la tele a mi madre le preguntaban si me había blanqueado los dientes o me había puesto tetas, ¡no ven que soy así!
P.- ¿Discutiría con Zapatero?
R.- Le admiro porque es muy paciente con toda la que le está cayendo encima. Pelearse con él es muy difícil. Tomará algo para la úlcera…
P.- ¿Y charlando con Rajoy?
R.- Me gustaría estar con Rajoy y Zapatero juntos, pero con Zaplana no sé si me atrevería, no le he visto el sentido del humor. Rajoy es más humano, titubea, fuma puros…
P.- ¿Deberían pasar por el teatro?
R.- Sí, porque todos los políticos usan el mismo tonito (que es muy cargante). Les vendría bien unas clases del Club de la Comedia.
P.- ¿Cómo a Urdaci?
R.- Cuando le conocí le dije que le tenía por un sieso aburrido, pero de repente descubrí que era un cachondo (Risas).
P.- ¿Ya lo parecía en el telediario?
R.- Cuando Urdaci presentaba junto a Letizia podías pensar que luego se daba con el látigo o algo.
P.- ¿Curioso como acabó ese dúo?
R.- Pues sí: uno en el Club de la Comedia y otra en la Casa Real.
P.- ¿Los telediarios son su competencia?
R.- No, no me veo haciendo teatro con Urdaci (Risas).
P.- ¿Hay otra verdad que el teatro?
R.- Aquí notas a todas las personas, notas si hay mucho caramelo y si te quedas en bragas, se ve. En la tele puedes cortar.
P.- ¿Pero la tele le hizo rica y famosa?
R.- Me hizo famosa, lo de rica no sé, el interés de la hipoteca sigue subiendo.
P.- ¿Si no sales en la tele no existes?
R.- Eso es verdad, una gran cabronada. A los actores de teatro nos dicen que somos incapaces de hacer tele o cine, pero Javier Bardem es incapaz de hacer teatro y es el más grande.
P.- ¿Qué hace cuando no es famosa?
R.- No soy nada glamourosa, me pongo el chándal y voy con el carrito al híper, como todo el mundo. Y tal vez lleve una camiseta de embutidos López.
P.- ¿Le dan la brasa en el súper?
R.- Ser tan simpática es un poco coñazo, es verdad que te da cercanía con el público, pero cansa.
P.- ¿Tanto le acosan?
R.- Una vez tomando copas con mi chico apareció un tío para contar chistes y le dije: no sé contar chistes y no estoy trabajando.
P.- ¿El mitómano es un oficio?
R.- Entiendo lo que hizo Fernando Fernán Gómez con aquel señor que le pedía una firma. Hay gente que te agarra temblando como si fueras Chenoa.
P.- ¿Pero la fama le ayuda?
R.- Cobro un poco más por el coñazo de salir en la tele, pero no soy más importante. Seguro que cobra más Pedro J. ¡mire qué camisas lleva, todas de marca! (Risas).
P.- ¿Madrid le divierte?
R.- Madrid es el novio malo, el novio formal es el catalán (Barcelona) y yo soy más del cachondeo. Madrid me mata y Mallorca me cura.
P.- ¿Tenía razón Tim Robbins?
R.- Lo que dijo sobre Ruiz-Gallardón le salió del alma. Yo se lo hubiera dicho en privado al alcalde.
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Etiquetas: el mundo, entrevista