Manual de perfección

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La diferencia entre plan, planazo y planeo empresarial depende de la ministra de Fomento. El plan puede ser hasta que ella se dé por enterada, el planazo es cuando te deja actuar y el planeo se termina cuando emite una sutil norma de comportamiento que luego deriva en cierre (que se lo digan a Air Madrid, compañía a la que han llevado a tierra como se aplica el acoso y derribo a los toros en la dehesa, dos empujones y al suelo).
El Gobierno siempre tan interesado en la salvación de nuestras almas parece dispuesto a meternos en el cielo a base de patadas testiculares, menos mal que alguien piensa en nosotros. Primero la cruzada contra el tabaco, luego la bronca con las hamburguesas y ahora le cortan las alas a una compañía aérea con el laxo argumento de que no cumplía sus compromisos. Si aplicamos ese mecanismo en algunos organismos oficiales habría que cerrarlos por ausencia de actividad intelectual, véase el ministerio de la Vivienda donde apenas constatan que la vida es muy cara y los alquileres están muy altos. Cuando el organismo oficial da encefalograma plano lo mejor es desconectarlo para que no sufra, seamos piadosos.

No se descarta que después de amarrar la flota de Air Madrid el Gobierno siga con su campaña ética y aplique el manual de perfección hasta sus últimas consecuencias. Tal vez reconviertan a los burgers (donde sirven el pescado poco hecho) en salas de lectura para la mejora de nuestra sensibilidad estética, y allá donde estuvo el fogón pongan a un virtuoso del arpa. El colesterol siempre fue cosa de la derecha que nos quiere envenenar con grasas saturadas. Hasta es posible que también el anisakis.

También pudiera ser que la compañía hubiera elegido un nombre peligroso, todo lo que suene a Madrid (reducto pepé de resistencia zapateril) mosquea, chungo. Seguro que en una sesión de psicoanálisis podríamos encontrar la conexión neuronal de la titular de Fomento con Madrid, algún cortocircuito emocional, un muelle flojo. Si la compañía se hubiera llamado Air Cibeles por lo menos le hubieran dado 15 días de plazo más, pero que Madrid tenga alas y remonte el vuelo es una insolencia que algunos no están dispuestos a dejar pasar. Y que encima oferte precios más económicos es otra locura insoportable.

En los casos de Air Madrid y de las hamburguesas, los Ministerios de Fomento y Sanidad actúan como si fueran oficinas de consumidores más que organismos del Gobierno. Así que, la próxima reclamación que tengan acerca de sus electrodomésticos se la envían a Magdalena Alvarez y ya verán como empiezan a cerrar fábricas de planchas, lavadoras y microondas. Si creen que con el amarre de la flota aérea el Ministerio se queda a gusto, van dados; muy al contrario, el que come carne cruda nunca termina de saciar su apetito. Los lobos no pueden dejar de roer hueso, no es crueldad, es parte de su entrenamiento.

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