(“LAS PROVINCIAS”/VOCENTO, martes 25 de febrero 2014)
Una vez pasado ARCO, de nuevo ante pasmos porque no está hecha la modernidad para el gusto medio, nos quedan los verdaderos “artistas” que durante hoy y mañana debaten en el Congreso con fina oratoria. De nuevo nos podemos preguntar, no sin cierta angustia: ¿el arte dialéctico que nos ofrecen Rajoy y Rubalcaba se entiende y llega? Rajoy pinta un cuadro hiperrealista de la economía a gran escala que luego se difumina cuando desciende al detalle, su particular tríptico se llama “Moody’s Attraction”. Por su parte Rubalcaba se empeña en trabajar con un barro que ilusiona poco, su obra se titula “Pesadilla en Ferraz”.
Esta edición de ARCO en el Congreso presenta algunos espantos, como siempre los artistas dirán que la culpa es de aquellos que no entienden su obra porque son unos analfabetos que no distinguen el video arte del anuncio de Lotería de Navidad. El arte está pensado para prolongarse en el tiempo como continuo diálogo con el público, por eso hay etapas que se olvidan y otras que regresan recuperadas por las modas. Tanto a Rajoy como a Rubalcaba les interesaría comunicar de manera más sencilla y dejarse de figuras barrocas que no llevan a nada, pero la creatividad es libre y si el artista decide que un volante pegado al marco de una ventana que da a un callejón es un giro del destino pues no hay más que hablar aunque nos parezca una obra desconcertante. Menudo era Dalí para lo suyo, no había quién le tosiera. Aquella fue la exposición más vista en Madrid el año pasado; dudo que la mayor parte de las personas que hacían cola ante el Reina Sofía sacaran una idea clara de un artista que jugaba a la confusión como nadie.
Hasta la tauromaquia tiene sus leyes, la principal dice que cuando no hay toro no hay faena, por lo tanto cuanto más deprisa despache el torero el trámite mucho mejor; un desprecio al arte de Cúchares es adornarse sin motivo. Rajoy acude al debate sobre estado de la Nación con ganas de brindar el toro que le queda para acabar la legislatura aunque los tiempos dicen que no está la cuestión para florituras, quizá haya que prescindir de faroles y verónicas para hacer faena aseadita que transmita al tendido. Tampoco Rubalcaba le puede pedir permiso para hacer un quite a Rajoy porque la economía carece de trapío y jugar con ventaja es quitarle honradez al toreo.
La tendencia en este ARCO-político es dialogar porque parece difícil repetir mayorías absolutas, UPyD, IU, Ciudadanos y nacionalistas emergen con fuerza y cada uno de ellos presenta una obra original que debe tenerse en cuenta porque el público se detiene en sus exposiciones. No olvidemos que Mas también tiene una propuesta que mostrar a la que ha bautizado “Adiós Muy Buenas”.
El público es soberano y escoge a sus artistas. También se comenta mucho que en el taller de Moncloa sobran algunos ayudantes pero a Rajoy no le gusta hacer cambios en el cuadro de los ministros.
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