(“COLPISA“/VOCENTO, martes 18 de febrero 2014
Si pusiéramos una cámara en el despacho de la secretaria general del PP como existe en la isla de El Hierro veríamos salir humo provocado por la agitación constante del magma volcánico. Todo lo que Cospedal tenía por estable se mueve y como ocurre casi siempre no es por su voluntad. Algo ha pasado desde el congreso de Valladolid a la designación de Juan Manuel Moreno como candidato a Andalucía gracias al “dedo divino”, (copyright de Esperanza Aguirre), de Mariano Rajoy. Moreno no estaba en las quinielas y si José Luís Sanz. Hasta figuraba Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola, que abrió cuenta de candidata en Twitter.
Prueba del malestar sumergido es que una semana después de nombrado el candidato Cospedal no ha encontrado tiempo para llamar a Juan Manuel Moreno, se entiende que aún se está recuperando del estupor que le produjo la noticia. Para despejar dudas afirma que no tiene tiempo “para dimes y diretes” porque no quiere entrar en asuntos menores que le distraigan de su labor. Debería saber que si a ella le falta tiempo a otros en Madrid les sobran horas para conspirar lo que haga falta, la silla de la secretaría general es pieza codiciada ahora que se barrunta cambio de ministros. Javier Arenas no le haría ningún asco si se la volvieran a ofrecer, ya tiene ensayada ante el espejo la cara de incredulidad automática. Aunque Cospedal no quiera verlo tiene una corriente en contra que sería feliz si se retirara a sus dominios de Toledo para que otro ocupara su despacho en la calle Génova. Por lo tanto el señor “Dimes” y la señora “Diretes” tienen mucho que decir todavía en este juego turbio de poder e intereses cruzados.
Rajoy le comisionó para que fuera a Sevilla para apaciguar los ánimos y para que José Luis Sanz contara con el apoyo del partido y de repente la situación dio un vuelco en lo que se tarda en leer un teletipo urgente. De ahí que no haya encontrado tiempo para llamar a Juanma Moreno, un susto así provoca hasta que se te borre la agenda del móvil, (no es de extrañar). Debe ser consciente de que le han desautorizado de manera poco elegante y que esas malas formas puedan ser el prólogo de una despedida. El papelón en el que le han dejado es bastante duro para una persona que ha demostrado lealtad y ha trabajado para su partido. Rajoy gana, Cospedal pierde.
Los volcanes pueden estar en silencio durante años pero eso no quiere decir que permanezcan inactivos, bajo la tierra siempre se cuece algo misterioso, prueba de ello es el humo que de vez en cuando se libera. Cospedal convertida en personaje de Malcolm Lowry, autor de “Bajo el Volcán”, aguarda en el bar del “Bella Vista” a que pase la tormenta o a que se confirmen los malos augurios. Por falta de un feroz enemigo interno no será, su apoyo principal y casi solitario es quién ahora le ha desautorizado. Una vez perdido el sur lo que puede pasar es que también perdamos el norte.
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