(“ABC“/MADRID, martes 26 de febrero 2013)

Otros presumirán de ser mas que un club, Estudiantes tiene a gala ser cuna de “ba-lon-ces-to” que es idea acuñada por Pepu Hernández buen conocedor de la casa que nunca fue hogar de ricos si no cantera de ilusiones y de jugadores que cruzaron la acera para irse al Madrid de la chequera en blanco. Habrá que preguntar al esqueleto de Garibaldi tan presente en los cánticos de la Demencia qué opina del negocio del gimnasio. El difunto Garibaldi que decoraba las clases y al que se le ponía un cigarrito en la mano tiene mucho que decir aunque a él los músculos ya no le hagan falta y sonría con toda la boca que para eso su cráneo es pelona calavera.
En el parqué del Magariños Garibaldi reunirá al pasado del Estu para en cónclave extraordinario conocer la opinión de los mayores. Ese parqué que apenas tocó David Rusell en su calidad de ala-pivot “flotante”, el mismo que aporreó John Pinone con zarpazos de oso. Una tarima que vio mas derrotas que triunfos pero que supo valorar ambos sucesos como lo mejor que podía pasar. Donde botaba Vicente Gil con la osadía de un Laker´s sin saberse un español bajito.
En honor a la verdad la vieja tarima desapareció cuando se elevó un poco el suelo pero la de ahora sirve para rendir homenaje a cuantos hicieron que un equipo orgulloso de ser de patio de colegio llegara a semifinales de la Liga, o a Estambul que tampoco está cerca.
El lema del gimnasio será: “demente sana… in corpore in sepulto”, bien lo sabe el viejo Garibaldi al que los sustos le han dejado en los huesos, perder es poético pero ganar ha de ser espectacular. Se gana también con el gimnasio porque el negocio es el negocio, que don Antonio Magariños nos perdone.

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