(“EL BOLETIN“, miércoles 6 de febrero 2013)

Hace poco tiempo llegaron a España las casas de apuestas deportivas por internet, en ellas se puede apostar no solo por el resultado también puedes aventurarte por detalles del juego: si habrá penalti o no, cuántas tarjetas mostrará el árbitro, etc. Al amparo de esa manera de entender el deporte se me ocurre que estamos en condiciones de hacer apuestas por los corruptos que en España son, sobre todo teniendo en cuenta que los procesos se acumulan con apestoso baile ante distintas audiencias, (al menos le podemos sacar una rentabilidad económica a este choriceo sin fronteras, en especial a ese hermanamiento con Suiza).
Las posibilidades son múltiples, se puede apostar por el color de la corbata de Bárcenas, si hablará Urdangarín al bajar la rampa, o qué puñetas anotaba Cachuli en su cuaderno malayo durante el juicio “pantojil”. Las apuestas son tantas que quizá habría que crear un programa de radio, un “Carrusel Corruptivo” con sus anunciantes y con Pepe Domingo animando los tiempos muertos.
Si se trata de llevar a los medios aquello que se habla en la calle nada mejor que la web www.micorrupto.com que esta mañana no estaba registrada y que nos puede proporcionar grandes momentos de disfrute. En los bares hace tiempo que no se habla del plasta de Mourinho, si se va o se queda, las conversaciones son de alto nivel de Derecho Penal y Procesal. Gente que hasta hace poco no distinguía un hurto de un robo, o una prisión mayor de una cárcel, ahora se marca unos monólogos de los que dejan frío el café.
La lista de corruptos es interminable, tenemos que añadir a los recuperados de la trama Gurtel versión madrileña y que al parecer se acogieron a la amnistía fiscal de Montoro. De nuevo vuelven los Martín Vasco, Sepúlveda, López Viejo & Cia, regresan como cortejo de la santa compaña que nunca termina de irse a hacer puñetas del todo. Agotada la burbuja inmobiliaria es un momento estupendo para blanquear dinero en este tipo de apuestas que no solo se ocupan de estos presuntos delincuentes, también puede apostarse por cuándo dejará Ana Mato el Gobierno o si se quitará las penas entrando en alguna tienda de la calle Serrano. Y, por supuesto, si Rajoy se quitará las canas antes de reaparecer ante un monitor de la casa Sony.
Meter la corrupción dentro del PIB es una de las maneras de salir de la crisis por nuestros propios medios. La imaginación al poder y los demás al juzgado donde tienen tanto que contar y va a resultar tan agradable su relato.

Compartir: