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La función continua

mayo 24th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Madrid… Madrid, madre de todas las bodas: ciudad de los prodigios que hoy se levantan como si nunca hubiera pasado nada. Madrid se desmonta a sí misma y se recoge después de los grandes acontecimientos como si fuera una silla de tijera. Asombra la capacidad mágica de esta villa por reponer el pulso después de las tragedias, o a renglón seguido del cortejo de una boda real. Bendita ciudad con lluvia, o sin ella, que alberga a los pícaros del Siglo de Oro, a los buhoneros que fascinaron a Valle Inclán, a los elegantes que se meten la mano en el bolsillo «mejor que nadie», como decía Gómez de la Serna. Hoy, en los puestos de los mercados huele a lechuga fresca y a fruta recién cortada. Asombrosa recuperación la de esta ciudad que si ya es veterana, nunca llegará a la condición de vieja.
Asoma el lunes como una realidad inevitable del resto de nuestros días, como si Nacho Cano no hubiera compuesto nunca una sinfonía, como si Carolina de Mónaco no hubiera cruzado por el patio de nuestros recuerdos con figura exquisita, como si nunca hubieran mojado las nubes a una novia, como si nunca Gallardón hubiera alfombrado de claveles la Gran Vía. Tal cual se presenta el día en el que los peatones recuperan las calles una vez que se han ido las comitivas oficiales, que nos obligaron a recogernos como pájaros a los que la falta de luz les adelanta el atardecer.Repelús nos entró cuando vimos que se volvían a abrir las puertas de El Pardo (la memoria también tiene tatuajes indelebles). No se extrañe el forastero que nos visite de nuestros bostezos y estirones musculares, no es pereza, salimos de un fin de semana en el que nos han vigilado hasta los empastes de las muelas (qué peligrosa es la seguridad cuando se invoca el interés común del gran ojo selectivo).

Saber que un avión espía ya no nos controla cuando cruzamos a por el pan es un gran consuelo. La normalidad hoy es poder recuperar los atascos y meterse el dedo en la nariz sin que nos mire un centauro municipal motorizado. Disfrutar de las otras princesas civiles que taconean la mañana con la elegancia de sus cuerpos serranos que se ofrecen a mayo como rituales de fertilidad. Ya puede el oso mordisquear al madroño, el repartidor aparcar en doble fila, el ciego cantar sus cupones, la vida asomar por las bocas de metro que son el escote de la normalidad. En este Madrid que pintó Velázquez y al que pone letra a diario, Umbral, los hijos de los republicanos felicitan al hijo de un Rey. Un día más en la hoja del calendario.

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Tiembla París

mayo 19th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Para ser un acto de deportistas, ningún chándal con tacones (de esos tan cómodos que se utilizan para ir a comprar el pan). El alcalde nos juntó en la misma carpa donde doña Letizia le dio un centrifugado a Peñafiel del que el cronista escapó a tiempo.Gallardón ha superado el carpe diem de Horacio por el ‘días de carpa’; el resultado es una divertida jaima donde los políticos se codean y se rozan sin tensión.
Empatados con París, rápidamente entró el comecome de que hay que mejorar los cuerpos de aquí al 2012, no sea que la causa olímpica nos coja con el michelín mórbido. En esa cuestión lleva ventaja Esperanza Aguirre; la presidenta ya sale de la Puerta del Sol contenta y eso se le nota, además es la que tenía mejor silueta de los presentes. S.A.R. doña Pilar de Borbón demostró unos reflejos propios de Casillas; sabido es que no hay nada con más peligro que un periodista ávido de curiosidad, pero hay algo peor que lo supera: un periodista informatizado. Doña Pilar tropezó con uno de los cables de las televisiones y si no está atenta habríamos tenido real porrazo a tres días de la real boda.Muy cerca andaba Bernardino Lombao, el entrenador personal de Aznar, al que se le echa en falta que no camine con las manos o que haga algo circense. Ana Botella llegó justo a tiempo para que comenzara el acto y metida en una burbuja de velocidad. Junto al alcalde se sentó Trinidad Jiménez de blanco olímpico. Tan emocionados y pendientes de las imágenes de Suiza estaban que les hubiera pegado más decir «sí quiero» a «¡bieenn!». No falla, cuando hay que mostrar alegría colectiva, ya sea en acto oficial o en comunión de sobrino, reaccionamos respondiendo al grito de Fofó de: «¿cómo están ustedes?».

A Florentino Pérez le buscaba Arturo Valls, al que se le ha quedado sonrisa de Alfonso Guerra tras pasar por Caiga Quién Caiga, pero el presidente del Real Madrid estaba para pocas bromas y se sentó en cuarta fila, algo insólito para quién está acostumbrado a asomarse al palco de la vanidad. El más feliz, Alvarez del Manzano que recogió la flor del tiempo, el guiño olímpico. Al ex alcalde todos los homenajes le vuelven angelote de Rafael y se le pone aire de canonizado. Si a Fraga le cabía el Estado en la cabeza a Manuel Cobo le cabe toda la parte administrativa y la serenidad de ser el alcalde en la sombra. Cobo era el único capaz de descifrar el galimatías de las nominaciones sin acudir a otras fuentes, cumplía el papel del compañero de colegio que entendía de ecuaciones de segundo grado mientras los demás mirábamos como vacas sordas.

El espíritu olímpico vino hacia nosotros y ya nos dejamos llevar por la emoción del momento y la anchura de la carpa. Lo suyo habría sido una copa de vino español, pero en lugar de un recuerdo para la copla de la Piquer salió el champán. ¡Tiembla París! ¡A por tí vamos!

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Eso sí que es vida, Esperanza

mayo 10th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado consejero de Empleo y Mujer: así se habla. Olé sus principios.Ya era hora. Repiquen las campanas, fetén-fetén; ha llegado el momento de quitarle unos kilos a la bola de hierro que arrastramos en el tobillo todos los trabajadores, un alivio si tenemos en cuenta que tiramos de ella desde que Adán pecó. Eso de ganarle motitas de polvo al reloj de arena para aprovechar el tiempo libre sí que es una conquista social de primer orden. No está mal que la autoridad competente se dé por enterada de algo que era muy comentado en la calle: la vida comienza tras los muros de la oficina. Bien está lo de la productividad y la obligación en contribuir al engrandecimiento de las empresas, pero también los empleados tienen derecho a disfrutar de su vida familiar.Ha llegado el momento de que el empresario descorra la cortina del engaño y se dé cuenta de que fuera del trabajo hay vida inteligente.
Sugiero para el anuncio que hagan ustedes que pongan de fondo la canción de Antonio Molina: soy un pobre presidiario, seguro que ilustra las imágenes y orienta mejor el mensaje. Es una gran idea concentrar la jornada en las horas productivas y no incluir las comidas, descansos, tentempiés y meriendas. En las llamadas comidas de trabajo se pierden varias vidas, y nunca son ni lo uno ni lo otro: ni se come bien, ni se trabaja un pimiento. Más bien al contrario, son la madre de todos los vicios y la principal causa de dolores abdominales y cagaleras de trompetilla. La productividad mal entendida nos lleva a la perversión de tomar a las personas como piezas en la cadena de producción: cuando se cansan se sustituyen por otras nuevas. Muy al contrario, la persona que ha descansado rinde mejor salvo, insisto, que se busque rodamientos y no personas.Conste que todavía hay muchos trabajos de producción industrial en los que los empleados tienen que pedir turno para ir al cuarto de baño, no sea que con su actitud alocada se estropee el empaquetado de galletas. Metáfora perversa del beneficio mal entendido.

La presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, ha pedido a Juan José Güemes, su consejero de Empleo y Mujer, que empiece a desmontar el mecano de la sinrazón, aquello de camina o revienta, trabaja o fenece, curra sin beber agua. Pensemos que se trata de una partida de ajedrez y estamos en el primer movimiento, no olviden que el empresario mueve blancas y a los demás nos ha dejado las negras. Será largo y costoso, habrá que imaginar soluciones alternativas, avances prodigiosos. Lo cierto es que el primer paso ya está dado.

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Perdonen la tristeza

mayo 3rd, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado madrileño: por si acaso se le ha pasado por alto le recuerdo que ayer, ese día de chichirinabo metido en aguas y charcos, fue el Día de la Comunidad, nuestro momento de afirmación nacionalista cheli (que reivindica el churro y el vermú de grifo como señas de identidad). Jornada que no fue festiva porque cayó en domingo por caprichos del bisiesto. Tendría que hacer un salto en la memoria de trapecista del circo para recordar un 2 de mayo tan gris. Ayer ni el tiempo acompañaba, ni las ganas apetecían, ni los políticos estaban por la labor; sin nada que celebrar, este aniversario ha pasado por alto.
A poco menos de cumplirse dos meses de los atentados del 11 de marzo, la maquinaria festiva se resiste a ponerse en marcha.Normal, y eso que anuncian grandes fastos para finales de mes debido a una boda real. Ayer no se vieron chulapas y manolos, no había aire de verbena ni de chotis bailado con un radiocasete (porque ya no quedan pianolas), fue en todo caso una festividad de puertas para adentro y sin tarta. A falta de un informe sociológico que nos evalúe lo que vivimos, se me viene a la cabeza uno de los Poemas Humanos de César Vallejo: «Fue domingo en las claras orejas de mi burro, / de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)». Dos de Mayo clandestino y en la intimidad, más bien oculto y sin comprarle barquillos a los chavales, dándole la razón a la abuela, que le dolían los huesos porque iba a cambiar el tiempo. La primavera no termina de llegar, los ánimos no logran recuperarse y aquí llueve como en las películas de cine negro: para contribuir a la intriga. Ya no quedan espías del otro lado del telón de acero, pero el perfil de la lluvia cayendo en el ala del sombrero de una rubia que fuma, envuelta en una gabardina clara, es muy inquietante.

Aunque es cierto que ayer vi a un niño vestido de comunión, pero su madre lo llevaba envuelto en plásticos, no fuera a echar a perder el traje de pequeño brocker de Manhattan (a esa edad hay que empezar a enseñarles el recto camino que lleva a la continuidad de la estirpe). Supongo que ese chiquillo tampoco disfrutaría internado en un salón de bodas, banquetes y bautizos, uno de esos campos de concentración de las emociones que cada día abundan más. No es un feo hacia los Héroes del Dos de Mayo, tampoco una falta de respeto con nuestra historia más reciente de la Comunidad, no es una dejadez ni un olvido aposta. Sencillamente ayer no teníamos el bolsillo para cacahuetes, ni el santo para ruidos.

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Razones de peso

abril 29th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado gordito/a: y el que lea esta carta que no se ponga a reír porque en esa categoría estamos muchos; el sobrepeso afecta a más personas de las que se piensa, mire usted en las tablas y verá qué susto se lleva. La gente rellena ha tenido que aguantar durante siglos las chanzas de los políticamente correctos que les han hecho la vida imposible. Bastante tenían ellos con su cruz para además convertirse en rechifla marinera. A mi amigo Javi, cliente habitual de tallas grandes, la voz grabada de un banco le dijo: «Por favor, pasen de uno en uno», tomándolo por un grupo de personas que intentaban entrar en la sucursal. Por lo tanto, la vida no está hecha para los que se salen de la norma, ya sea por alto, bajo, gordo o singular.
Si hay algo realmente desagradable es subir a la báscula y esperar a que cante el tonelaje correspondiente; en ese sentido, las básculas parlantes que tenían algunas farmacias hicieron mucho daño a la causa del adelgazamiento. Era preferible sentirse humillado y un ser marginal antes que pasar por la vergüenza de resultar subastado en público como el gordito del barrio. Prueba de que muchos lo han intentado dejar son las dietas milagrosas (santo negocio) y esos aparatos absurdos que anuncian en las teletiendas de madrugada, en los que una vedette recostada en un triclinio afirma guardar su dieta.

Y esto lo digo por los que han intentado los planes milagrosos que venían con nombres fascinantes: dieta del astronauta, del piloto de caza, del hombre bala del circo o de la mujer del embajador.Todas ellas acabaron en un fracaso que, de nuevo, sirvió para conducirnos a la más amarga de las soledades, de nuevo un careo con la báscula para saber quién decía la verdad. Todas esas dietas milagrosas convertían al paciente en un ser desgraciado que jamás alcanzaría la meta, era como si la delgadez fuera un planeta al que nunca llegaríamos con vida.

Pero frente a la magia y los hechiceros se levantan la medicina y el deporte, dos vías de redención de condena contra michelines, lorzas, barriguitas, cartucheras, flacideces, pliegues mórbidos, tejidos adiposos, grasa en general. Tan sólo el médico y la práctica habitual de deporte nos pueden sacar de la estadística. Es curioso que un país de agnósticos tenga fe ciega en cremas reductoras.Puestos a creer, prefiero hacerlo en la ciencia y en los discípulos del profesor Grande Covián, aquel sabio feliz convencido de que lo que realmente adelgaza es lo que nos dejamos en el plato.

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Espe y Obélix

abril 24th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimada presidenta de la Comunidad de Madrid: ¡menuda semanita! Primero le planta cara a Gallardón y a poco más monta un cisma en el partido a cuenta del Metro. Una vez superado el escollo, ahora a por la ministra de Educación, ¡anda que no! Mientras que el Gobierno de Zapatero se muestra contrario a la Ley de Calidad de la Enseñanza, usted da un paso al frente y saca su Ley con dos narices y un boletín (el BOCAM, órgano oficial de la Comunidad de Madrid). Se pasa por alto las recomendaciones que le sugieren esperar a la conferencia sectorial y hace oídos sordos a la moratoria que plantea Navarra. La Comunidad no quiere esperar más tiempo. La justificación oficial es que el curso que viene tienen que prepararlo y hay que sacar libros de texto.
La maquinaria oficial tiene que alimentar el horno de los docentes para que no se pare la combustión. Usted contra el resto del mundo le otorga estatus de compañera de Obélix en aquella pequeña aldea aislada de los romanos, la que resistía los envites de las legiones sin flojear la moral. La cuestión es saber de dónde saca la pócima mágica para no perder el ritmo, hasta cuándo va a fomentar su aislamiento sin tregua. También la imagino un poco Penélope, que teje durante el día y por la noche deshace para que le dure más el jersey, pero recuerde lo que decía Ortega: que todo esfuerzo inútil conduce a la melancolía. Razones tendrá para aguantar la apuesta, pero tenga en cuenta el desgaste que supondría dar marcha atrás y donde dije digo ahora me tengo que tragar un Decreto Ley del Gobierno de Zapatero. Con todo lo que supone de fracaso de ideas y de imprenta. Valor no le falta y personalidad tampoco, pero igual entre sus filas cunde el desánimo del que escribe versos en la orilla para que luego los borre el mar.

Tenga en cuenta que se ha quedado más sola que la una y que el timón ha cambiado de mano. Aunque le cueste reconocerlo y le salga la ministra de Educación que fue con el primer Gobierno popular. Empecinada y convencida navega ahora contra el viento, aunque me pregunto a qué precio. Titulares en los periódicos no le van a faltar y tampoco presencia en los medios, algo que le gusta especialmente porque los políticos alimentan el debate como los náufragos agitan la toalla. Pero ya que estamos en la semana de Cervantes, calcule vuestra merced si son gigantes o aspas de molino lo que tiene delante, no vaya a lanzar la caballería contra empresas que superan la mano del hombre.

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Patadas subterráneas

abril 19th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado alcalde… de Madrid: un mar de fondo tan espeso como el que se ha creado a cuenta del control del Metro tiene que terminar aflorando a la superficie. Las patadas que le da a la Comunidad de Madrid por debajo de la mesa dejan al partido del sábado en el Calderón como modelo de juego limpio. Por un lado coloca a sus peones de confianza días antes de las elecciones y por otro agita lo que puede los movimientos de Esperanza Aguirre, para que se note quién es el alcalde aquí y quién maneja los laberintos. Lo que era una leve incomodidad se ha convertido en una lucha fratricida, (el Metro será de todos pero su gestión se la reserva, para eso usted es el Cousteau de las vías madrileñas, el primero que bajó al fondo y descubrió el tesoro).
Es tal su obstinación por no soltar el juguete y dejar que en la Comunidad puedan disfrutar también de él que en el entorno de la Puerta del Sol empiezan a sospechar si no habrá convertido los vagones en submarinos desde los que lanza torpedos a la línea de flotación del buque presidencial. Con su actitud y cabezonería ante los ojos de Esperanza Aguirre está quedando como aquel niño romano, Tarsicio, que subió a los altares porque no dejó que los paganos le robaran el cáliz con las sagradas formas. El acólito Tarsicio prefirió antes el martirio a soltar lo que tenía entre manos, y como en aquellos tiempos eran un tanto brutos y las piedras abundaban por las calles, le dieron una buena tunda.Usted verá si quiere que le recen como el santo que lleva un convoy de Metro en las manos que se negó a entregar a los responsables de la Comunidad de Madrid, una suerte de santo cabezón con la mirada perdida en algún punto del cielo.

Iturbe, el gerente de la EMT (uno de los suyos), ya ha dejado caer su opinión contraria a mantener abierto el Metro durante las noches de los fines de semana. Otro palito en los radios de la bicicleta de la presidenta, para que tome nota. La opinión de Iturbe sólo se puede entender desde el punto de vista de que vale igual el billete para el Metro que para el autobús. A partir de ahí cuenta más bien poco, salvo que sea otro emisario con recadito, una botella que flota pero que habla en lugar de dejarse ver el papel. Nos esperan jornadas apasionantes en este duelo bajo el sol por el poder de las tinieblas de los pasillos oscuros del subterráneo. Igual la presidenta tiene que cambiar las medias de seda por unas tobilleras más adecuadas. Todo sea por el control del Metro: ese oscuro objeto político del deseo.

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CSI canino

abril 13th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado dueño de perro: no lo tenías fácil con las actuales normas municipales que obligan a seguir el trasero del can con un guante de plástico y estar pendiente de lo que aflora tu campeón. Ciertos piensos compuestos anuncian maravillas para el pelaje del animal, pero no indican que el exceso de fibra ayuda a una deyección abundante. Hay que tener mucho amor por los animales para recoger, a dos manos, la cagarruta de Sultán a las ocho de la mañana.Para complicar un poco más tu caritativa existencia, el Ayuntamiento de Madrid ha dispuesto normas que dificultan la tenencia y disfrute.Una brigada especial, el CSI canino, va a descubrir de quién es la caca que está fuera de su espacio autorizado y perseguirá al infractor (que no es el animal, sino el dueño al que se le puede caer el pelo por mucho friskis que tome en el desayuno).
El método para dar con el dueño del cagón roza uno de esos capítulos de serie norteamericana en la que encuentran un pelo y le echan la culpa a una muñeca de Famosa. En Cuba hay un dicho popular que sostiene que Al pájaro se le conoce por la cagá, una forma poética y popular de señalar que todos dejamos un rastro y que por el tamaño de la pieza se encuentra al infractor. La medida va a ser muy dura de cumplir, sobre todo por los dueños de perros de tamaño importante; los restos orgánicos de un caniche se pueden disimular bajo un vehículo aparcado, pero ya me dirán cómo te las apañas con un dogo o con un gran danés. La solución es el diálogo permanente entre animal y dueño para dejarle claro dónde se puede y dónde no conviene. A partir de ahora los canes de Madrid van a ser los animales más educados del mundo por la cuenta que les trae: las multas son como para cortar el hipo.

Bonito trabajo el de las famosas motoscaca, que recogerán una muestra abundante de residuo fecal para analizarla con lupa en el laboratorio. Es fácil imaginar a un grupo de científicos buceando por las heces, con su naricilla, hasta encontrar el DNI del propietario.Cientos de botecitos con etiquetas pegadas al dorso esperan a los infractores. Con esta normativa municipal estricta tenemos razones para empezar a creer que no es el perro el mejor amigo del hombre. En todo caso puede serlo cuando no sulfate en lugares no autorizados, que para eso se han acotado espacios de libertad de esfínter. Dice ahora el Ayuntamiento de Madrid que pasear al perro puede ser perjudicial para la salud, sobre todo cuando obre donde no debe.

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Aguirre envida y una más

marzo 23rd, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimada señora Aguirre… si alguien dudó de (o tuvo la osadía de poner en cuarentena) su promesa electoral de construir siete hospitales en la Comunidad, aquí aparece usted y se planta en ocho con dos jeringas y una tirita, dicho en castizo. Para los que no conozcan a Esperanza Aguirre, he aquí una muestra. Es tal su empeño sanitario que igual le entregan el próximo Premio Nobel de Medicina y la vemos en Estocolmo bailando el vals de los ilustres como una nueva madame Curie; por falta de hospitales no va a ser, los que hagan falta, que lo ha dicho la presidenta.Dicen (ya sabe lo que se aburre una lengua quieta) que el Hospital de Valdemoro se lo ha sacado con fórceps el consejero de Infraestructuras.Granados fue alcalde de esa localidad y quería trabajarse lo de su estatua ecuestre en un parque público, acto cargado de simbolismo nacional, sobre todo si aparece la tuna para completar la foto. A Fausto Fernández le huele a que las sábanas de estos hospitales van a estar llenas de gaviotas del pepé. Serán cosas de la insidiosa oposición.
Dicen también que el sistema de financiación es estupendo para el que encarga las obras, pero no tanto para el que tendrá que pagarlas dentro de treinta años, que es un plazo más largo del que decía la letra del tango pero que esperamos usted lo vea (y los demás también). Las cifras son de paseo lunar, algo de los que no tiene capacidad de comprensión el ser humano sin padecer el vértigo de las alturas. A grandes obras grandes deudas, eso mismo pensaban los egipcios. Aunque ya veremos si a quien le toca pagar no decide convertir esos centros en otra cosa, por ejemplo en grandes almacenes.

Jugar al mus consiste en llevar buenas cartas o al menos poner cara de impresionar al contrario, y en esta ocasión usted ha elevado el envite en un hospital más; sabe que es una decisión que se va a comentar mucho. Y en todo caso es una inauguración más (también usted se está trabajando la estatua ecuestre en un jardín de cualquiera de sus residencias sanitarias). Los madrileños que sufren trombos hemorroidales agudos y que desesperan en listas interminables se lo van a agradecer. Lo que me pregunto es si cuando elimine las esperas va a poner la obligación de operarse de fimosis, o cualquier otra fruslería para mantener los quirófanos calientes. Por la tranquilidad de los madrileños, Dios no quiera que le dé por jugar a los médicos con nuestra salud. Construya los hospitales, nosotros intentaremos no ingresar en ellos.

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TRAS EL 11-M

marzo 15th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La capital tiene ahora dos enormes mausoleos civiles en plena calle, dos inmensos monumentos funerarios plagados de fotos, velas, ramos de flores, poemas, mensajes de paz y frases de repulsa al terrorismo. Es el homenaje de toda una nación a las víctimas de la masacre del pasado jueves. En la estación de Atocha, las vidrieras y vestíbulos se encuentran inundados de cirios y crespones negros, mientras la Puerta del Sol amanece cada día con decenas de ramos de flores frescas y muestras de cariño hacia aquellos que ya no podrán volver a pasear por el kilómetro cero o contemplar el oso y el madroño.
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Después de cuatro días… seguimos llorando en seco. Apenas quedan lágrimas, pero nada nos rescata de esta sensación de heridos maltrechos, terrible resaca de pena que se alarga en el tiempo como una mancha de tinta en una pila bautismal. El Madrid bombardeado ha organizado unos templos civiles donde se guarda silencio ante las velas, los mensajes escritos con trazo infantil, las fotos de los que se fueron, las letras de las canciones que nos gustaría oír, las flores sin remite, el humo de la tragedia. Antes de que las autoridades levanten el monumento oficial, la gente (una ciudad sin gente no tiene sentido… es un parque temático del cemento) ha construido una escultura del recuerdo junto a las vías del tren. Mariano Benlliure nos enseñó que el monumento funerario debe ser lo más realista posible. En cada vela que palpita uno encuentra el aliento de los que perdieron la voz, un escalofrío cierto que tiene nombre y apellidos. Los templos son, en cierto modo, fundiciones de buenos deseos que someten la voluntad a altas temperaturas para luego convertirla en ríos de corrientes solidarias. Madrid siempre fue muy dada a movimientos de carácter anónimo que le salvaron en los tiempos difíciles, e igual que escondió a La Cibeles o trasladó los cuadros del Museo del Prado, no va a dejar que un lobo pardo se coma a sus hijos cuando salen de casa con la tartera y el cuaderno de clase.Esta ciudad no se dobla, puede que se sienta herida pero está fuerte.
La poesía urbana se puede leer en cada uno de los mensajes que se han trenzado con el cariño con el que se peina a un hijo enfermo.El grado de emotividad de los templos civiles hace que los versos más sencillos se conviertan en hermosas piezas literarias. Para entender a esta ciudad hay que leer los epitafios escritos en hojas cuadriculadas de cuaderno escolar. El antropólogo curioso sabrá lo fuertes que fuimos cuando haga una tesis acerca de los mensajes depositados, escritos para que duren más que las inscripciones del Valle de los Faraones. Cada uno de ellos es una nota a la deriva que lanza un náufrago de afecto por si algún día llegara a la persona interesada, porque aquello que se escribe toma naturaleza de idea permanente. Decía Machado que un hombre no es hombre hasta que no oye su nombre en la boca de la mujer que ama, por eso Madrid escribe a sus hijos perdidos para que sepan cuánto les llegó a querer. Obligación de todos es mantener prendidas las velas más allá del tiempo que duren sus mechas. Si la tumba del soldado desconocido la conserva un jardinero municipal, las velas y los mensajes deben ser conservados con mayor motivo.

Uno de los templos está en Atocha, que es el puerto de Madrid al que cada amanecer llegan riadas de trabajadores, la puerta de entrada a la que hemos llamado los hijos de la emigración para pedir paso libre. Atocha es el gran corazón de hierro modernista que bombea gente de bien que viene cargada de sueños (y de sueño).Entre esos mensajes de la estación leo un «Madrid te quiero» que simboliza mucho en este momento en el que las vías que tradicionalmente se unen en el horizonte se nos han estrechado aquí mismo. Querer es echar en falta el roce de las personas que ya no están y comprobar cuánta falta nos hacemos mutuamente, aunque a diario coincidamos en el mismo vagón sin cruzarnos una palabra.

Madrid del crespón del recuerdo es un espacio en el que se mezclan lenguas y colores de piel, un pasillo ancho por el que cada mañana transitan trabajadores y estudiantes para probar fortuna, una ciudad de enorme variedad étnica que mira al suelo y ve flores y velas, mensajes y letras de paz, que se niega a olvidar y busca un buen motivo para creer que hoy será un día mejor.

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