Entradas etiquetadas como ‘opinion’


Una foto con premio

agosto 1st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En la última feria de Madrid hubo más emoción que aplausos, sin duda que el momento de mayor angustia es el que recoge Juan Pelegrin en esta foto premiada como la mejor de San Isidro, según Taurovent. Juan Pelegrin es un joven fotógrafo que acumula talento y ganas, un filósofo tan extraño que pasa de estudiar mitología griega a calzarse el traje de fotógrafo de fieras en el callejón de la Plaza. Allí, desde hace unos cuantos años, practica el arte de poner el ojo donde pone la intención (que decía Ana Belén).

Ser fotógrafo de toros no es fácil, hay que atrapar la escena y congelarla para siempre. Juan sabe de congelados más que el capitán Pescanova.

Esta foto es de premio pero les aseguro que tiene otras muchas más porque las he visto, pero Juan Pelegrin no es amigo de exposiciones sino de trabajos, si no le hubieran dado el premio nunca habría trascendido este momento sublime de la tauromaquia de urgencia. El toro, “Peletero” de la ganadería de Palha, y el torero, Rafael Rubio “Rafaelillo” se veían las caras después de un encontronazo terrible. Sus manos apoyadas en el suelo recuerdan una escena de Gladiator, el toro 513 kilos y el torero apenas sesenta. El miedo les pesaba igual a los dos pero el toro fue más fuerte y lanzó a Rafaelillo a sus lomos como el que se echa una mochila sangrante a la espalda. La muerte jugó entre los dos pitones pero esa tarde llevaba prisa, tan sólo una lesión de tendones en la mano para “Rafaelillo”. Según Juan “es el milagro más grande que he visto en mi vida”. Según los que lo vieron en directo, también.

La suerte tiene amigos muy extraños y a veces da besos en la boca. Esa tarde del último día de mayo de 2006, “Rafaelillo” tuvo suerte y Juan también. Ninguno de los dos sabía cómo iba a ser la siguiente escena. Pasó tal cuál. Hoy queda el premio y un cierto espanto cuando recuerdan el segundo, esculpido en mármol, en el que el diablo preguntó por el alma del torero sin saber que Juan estaba al otro lado dispuesto a hacer el quite con una reflex.

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El barco

agosto 1st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Una barca la tiene cualquiera, un yate algunos, pero barco sólo lo disfrutan los muy ricos tirando a fortunón. Paco ‘El Pocero’ tiene un barco inmenso porque con un barco se marca estatus, más si la tripulación te pregunta en inglés qué deseas tomar.Los barcos han definido la opulencia en España; Mario Conde tuvo un banco para tener un barco, cuando dijeron que le habían intervenido para quitarle el timón lo decían de manera acertada, el Banco de España lo mandó a pique. Vanidad es con uve de verano pero debería ser con be de barco. Hasta Felipe González en su día se contagió de franquismo para subirse al Azor y ahí la fastidió, porque si no quieres que te asocien con Franco no compartas su camarote donde las siestas son el roncar de la memoria histórica.Valentino tiene otro en el que se entra por la popa, (a posta), y donde Gwyneth Paltrow hace de mascarón policromado, a su lado un batallón de julais anodinos formados en la intelectualidad de los gimnasios de Grecia y Roma que no hablan lenguas muertas sino de las otras. Los Albertos suben y bajan continuamente de sus respectivos barcos para que se vea donde hay, porque en función de la desidia se aprecia quién tiene y cuánto manda. Alguien no entrenado, un pariente pobre que les visite, tropezaría y caería al agua del muelle donde se lo comerían unos tiburones con pedigrí, porque si uno tiene para barco también puede contratar el tipo de pez que le acompañe.
El barco-Pocero está hecho para fardar, como todos, ¡qué se creen!, no para salir al encuentro de los personajes de las novelas de Salgari. Un barco en condiciones tiene asegurado la mar tranquila, la incertidumbre se queda para los obreros de las olas. Si Madrid copiara a Venecia y los túneles de Gallardón se llenaran de agua, la M-30 sería un atasco de ego con las velas desplegadas con escudos de armas bordados. El barco-Pocero es un hotel de lujo hecho para recibir, lo que don Alvaro de Bazán se gastó en cañones, él se lo ha pulido en decoración y aparataje. Las páginas amarillas de la alta sociedad se redactan con los apellidos de los que toman el aperitivo en los pantalanes de la opulencia. A veces salen del puerto pero vuelven pronto porque se dan cuenta de que el salitre afea, de tal manera que es mejor instalar una cabina de rayos uva a bordo. El rico de verdad encuentra una satisfacción sublime en lo artificial, el moreno de máquina es de una elegancia exquisita, tuesta pero no cansa.

El barco-Pocero es un trasatlántico hecho para no zarpar nunca, dotado de los adelantos más sofisticados, no tanto para la navegación sino para cascar hígados por la envidia. Lo que el rico busca es un barco con varios pisos y helicóptero mini. Ahora que termina la temporada, Paco El Pocero y sus compañeros de muelle deberían montar unas jornadas de puertas abiertas como hace Marín en el Congreso. Es lógico el despliegue naval, para un constructor todo el mar es nostrum.

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El beso

julio 31st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Dos se quieren, chico y chico, y otro los casa, fin de la historia, (en el caso de que todo fuera normal), pero si es Gallardón el oficiante de una boda gay todos los relámpagos de la estratosfera se desatarán sobre su persona. A estas alturas lo que haga, y lo que deje de hacer el alcalde de Madrid, será sometido a crítica afilada. Tampoco creo que le sorprenda y mucho menos que los palos vengan de su partido donde le tienen unas ganas inmensas, el pensamiento y la libertad de acción siempre han estado mal vistos en una formación política. Luego se quejarán de los partidos monolíticos, de las listas cerradas y del pensamiento único. Cuando sale alguien original como Gallardón, todos a por él.

Ya veremos si la boda no se convierte en el culebrón del verano a base de acciones/reacciones, dimes, diretes y palabritas del niño Jesús. El PSOE pide coherencia cuando en sus filas cuentan con Paco Vázquez, nada partidario de las bodas gays. No hay partido coherente y mucho menos cuando se trata de defender libertades individuales.

Lo que más asombra de esta crónica de ira y agostos es que nadie habla de la pareja, quienes son, cómo se conocieron, qué piensan hacer de su futuro, qué representa para ellos la boda, qué compromiso han adquirido y por qué pidieron que fuera Gallardón su casamentero.

Lo importante es que son matrimonio y un beso ha sellado el compromiso que esperamos sea de felicidad. Lo otro, las iras del partido y los comunicados del arzobispo son una marejada en un vaso de agua. Lo importante nunca puede ser otra cosa cuando es el amor lo que transcurre.
Si acusan a Gallardón de ser cómplice de la felicidad no es mala cosa, ciertamente.

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Rehenes con tarjeta de embarque

julio 30th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hace falta una ley de huelga y hacen falta unos sindicatos en condiciones, de otra manera la que se ha liado en el aeropuerto de Barcelona se puede repetir. Antes las grandes broncas quedaban reservadas para las huelgas de astilleros pero después de lo vivido en El Prat, átense los machos porque vienen turbulencias. Imaginen que el personal médico interrumpe en un quirófano y cortan el oxígeno y la anestesia, o que los bomberos acudan con cerillas en lugar de con extintores, o que los jueces liberan presos en señal de protesta y dejan las cárceles vacías. De todas las formas que existen para reivindicar una justa causa hemos elegido la que más ruido hace, y si podemos fastidiar a un tercero mucho mejor.
El cabreo social es evidente y el poder de los sindicatos nulo, la gente no confía en ellos porque ellos (a su vez), cambiaron la pana por la moqueta y decidieron que tampoco había que pelearse tanto con el poder porque siempre es mejor fumarse un puro que pasar un apuro. El resultado son unas confrontaciones que nunca habíamos visto y que plantean un futuro color oscuro, más bien a tortas. Por el momento los conejillos son los pasajeros de avión, con su paciencia se están haciendo pruebas similares a las nucleares sobre atolones del Pacífico, primero fueron los pilotos y más tarde el personal de tierra de Iberia. Para quién se ve obligado a dormir con un cartón en el suelo de un aeropuerto, cada mañana que pasa es una atrocidad contra los derechos del consumidor. Una vez comprobada la virulencia de las reivindicaciones podemos afirmar que un pasajero con tarjeta de embarque es un bulto sospechoso, un rehén, un ser indefenso y un sujeto pasivo de la ira de los demás. Que se lo digan a Tom Hanks cuando hizo el papel de Víctor Navorski, un turista de un país del este que se quedaba en el limbo jurídico del aeropuerto de Nueva York a causa de un golpe de Estado. Cuando te coge una huelga de pilotos o de personal de tierra, te puedes dar por liquidado al amanecer.
La aventura hoy no está en viajar a parajes secretos, (no queda ni uno sin una tienda de Zara), sino en ser atrapado en la telaraña de un aeropuerto moderno, de una perversidad digna de Torquemada. A pesar del escándalo social que ha provocado la huelga canalla del personal de tierra, eso no es nada comparado con lo que puede venir. Siempre hemos sido el país de los nostálgicos y de los cabreados, y si a un cabreado le das una pista de embarque puede liar una bronca de enormes proporciones. Así que cambiemos el Ministerio de la Vivienda por el Ministerio del Cabreo con tres direcciones generales: cabreo de tierra (atascos), de aire (aeropuertos) y de mar (grandes cruceros y pequeñas barcas de recreo).

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El limbo de Bush

julio 28th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Se va a enterar Bush, que se vaya preparando porque el abogado del español que estuvo preso en Guantánamo va a por él. Marcos García Montes le va a empurar por detención ilegal, maltrato, vejación, abuso de barras y estrellas, y silencio administrativo. Gracias al relato emocionado de Abderramán Hamed, el joven ceutí que cayó en la trama, hemos conocido hasta dónde llega la crueldad con los presos acusados de ser talibán. Lo más terrorífico fue el viaje en avión desde Pakistán, 24 horas con los ojos tapados y comiendo sándwiches de mantequilla de cacahuete, mucho peor que el rancho habitual de lentejas cocidas en lodo de orines. Hay que ser muy malvado y muy mala gente para intoxicar a los prisioneros; si Bush es partidario de la mantequilla de cacahuete hay que abrirle un proceso en el Tribunal Internacional de La Haya. La ingesta de según qué alimentos puede ser tipificada como tortura, bombardear un estómago vacío es una crueldad.
También se le podría acusar de enviar a presuntos a Guantánamo, sin garantías jurídicas, sin asistencia letrada, sin dejarles escuchar el guajira-guantanamera de Joseíto Fernández, canción que Alejo Carpetier recogió en su libro La música en Cuba. Hacinados en esa prisión que es la catedral de plástico del mal gusto donde a los carceleros se les extirpa el músculo de la compasión para que no tengan pesadillas. En España se aplicó la prueba del cerdo a los moriscos para calibrar su grado de conversión, si se rilaban ante la carne de puerco es que eran culpables, (mucho peor que tragarse un sapo de los de ahora). El Tribunal Supremo ha dicho que la penitenciaría norteamericana en suelo cubano es «un limbo jurídico», o lo que es lo mismo: una fruslería prescindible, un lamentable accidente gramatical, un moco, un imposible fuera de la Ley. Además, establecer un limbo en el Caribe es una referencia geográfica absurda, a Hamed le pusieron un plástico en la cabeza para que el sol del trópico le situara ante las puertas del infierno. De aquello le ha quedado un tartamudeo, timidez a ráfagas y algo de pérdida de visión; poco para lo que podía haber sido.

Que se vaya preparando míster Bush, (como le llama Hugo Chávez en sus discursos de megafonía de hipermercado), porque de estas va a tener que vender la Casa Blanca para ponerse a corriente de pago, que rasque en el fondo de la hucha donde ahorra para comprar misiles. García Montes estima que si en Estados Unidos los divorcios son millonarios también lo deben ser las demandas por enviar a un inocente al limbo de la Justicia. Si la chica Playboy Anne Nicole-Smith consiguió quedarse con la herencia del octogenario dueño de pozos de petróleo que murió de gusto, el ceutí puede aspirar a más. Lo peor es lo de la mantequilla de cacahuete aplicada sin posibilidad de recurso, para siempre tatuada en su paladar y que le recordará el horror masticable. No se conoce un caso mayor de perversión jurídico-gastronómica.

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Los ofendidos con el santo

julio 26th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Apenas un año juntos y no se ponen de acuerdo para acudir a las celebraciones oficiales del Día de Galicia, hay parejas que de la convivencia hacen un oficio de alto riesgo, un equilibrio inestable a la par que agotador. Quintana dejó plantado a Touriño ante los pies del Apóstol Santiago, en el mismo altar y con las flores en la mano, según el BNG la ofrenda es más bien «afrenta» digna de «los tiempos de Fraga». Aunque a los nacionalistas gallegos les duela reconocerlo, la ceremonia viene de 1643, idea de Felipe IV; por lo tanto antes de Fraga había ceremonias, es una realidad. Más bien parece que es una cuestión de celos, (tú a Boston y yo a California), y le da la oportunidad a Núñez Feijoo para decir que Touriño es el presidente que no preside, que es tanto como decir el que reza pero no cree, o el que hace ofrendas por cuenta ajena. Resulta insólito que desde la vicepresidencia de la Xunta se acuse a Touriño de exceso de protagonismo por cumplir con una tradición centenaria que es, además, ceremonia oficial de las que vienen en el calendario.
Después del «Viva Fermín», aquel que toda la vida fue conocido por San Fermín hasta llegar el chupinazo laico de Pamplona, podemos adentrarnos en el Día de Santi, a celebrar con unas nécoras y unos cánticos todos los 25 de julio. Y convertir el Camino de Santiago en la Ruta del Santi, todo quedaría más iconoclasta, más faltón y más que se jorobe Dios. A Quintana no le gustaba ir del brazo del presidente a la catedral, agarraditos los dos como en una letra de María Dolores Pradera, y mucho menos rendirle pleitesía a quién es patrono de España. Dentro de los esquemas de lo políticamente correcto, y más estos días, tener una figura con el sobrenombre de «mata moros» no es muy conveniente, pero todo hay que situarlo en su contexto histórico. Quizá lo de Quintana tampoco se entienda pasado el tiempo, o lo que es igual: esto le pasa por cogobernar con un creyente. Entre los pactos previos hay que dejar claro si se va a misa, o no, o si se tiene alergia al botafumeiro.

La ofrenda al Apóstol ha tenido otros episodios singulares en nuestra historia reciente como cuando al general Mohamed Mizzian le tocó representar a Franco, fue de gran comentario jocoso que un rifeño rindiera pleitesía a un santo batallador contra los moros. Si se lee el libro de María Rosa de Madariaga, hija del diplomático y escritor, Los moros que trajo Franco, se verá también que Mizzian tuvo poco de santo y más de especialista en escabechinas en la Guerra Civil. El encargo debió ser parte del sentido del humor del General que era muy suyo.

Touriño hizo la faena esperada en la catedral: que nos vaya bien y no nos hagamos daño, y que el Apóstol nos ampare incluso de nuestros amigos. Y también una petición por la paz en el mundo, (sacado del ideario de Miss Venezuela), o en su defecto que Blanco no opine mucho para no enfadar a Israel.

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Lujuria y vértigo

julio 25th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A la ministra de Cultura le va la Lujuria, pero en disco, un grupo heavy de Segovia que cuando ensaya se le escucha en Badajoz, no hay roquero discreto. Lo ha dicho Carmen Calvo y además ha desvelado tener una «agenda de vértigo»; lo del heavy se comprende porque después de un Consejo de Ministros debe dar un gustazo cósmico poner Lujuria en el coche oficial hasta que tiemblen los subsecretarios. El heavy depura el alma y afloja los tapones de cera en el oído. Lo del vértigo de la agenda es más contradictorio, aunque una vez conocí a un comandante de aviones mastodónticos que lo padecía, «el truco es no mirar para abajo», me recomendó.Y no es mal consejo. Si uno tiene miedo a nadar entre tiburones lo mejor es pensar que son chanquetes que han ido al gimnasio y continuar hasta la orilla. Si ignoras el peligro, él te respetará, es lo que pensaba Caperucita hasta que tuvo una diferencia de opiniones con un lobo que no era culto.
Para organizar la agenda y no caer en la Teoría del Caos de Feigenbaum, la ministra cuenta con la ayuda de un gabinete que le marca las horas. Dice que son ellos los que le maquillan el vértigo, tengamos en cuenta que todos los grupos roqueros (o no), desean ser bendecidos por carta de la ministra de Cultura. Antes, cuando una familia veía que su niña tenía posibilidades de artisteo, procuraba llevarla a la capital para que la viera una figura. En ocasiones empeñaban lo que no tenían para que el secretario de la estrella les recibiera con mala cara y les dijese que se volvieran a casa. El pueblo cordobés de Carmen Calvo, Cabra, está al lado del mío, Rute, y creo que los dos conocemos proyectos que naufragaron por no tener un conocimiento. Los productores de discos saben que si le mandan un ejemplar ella les devuelve una carta de puño y letra, que es como el abrazo del señorito, no hace mal y dice mucho.A los Lujuria les ha puesto: «¡Animo chicos, hay que seguir teniendo ideales!», sin duda, letras muy emotivas, pero que a nadie se le ocurriría escribirle a Rosendo: «¡Animo chico!». El verso heavy admite otro tipo de licencias gramaticales.

Al desvelar que responde a todas las muestras culturales que le llegan al despacho, la ministra lo que ha hecho es darle una vuelta a la noria del vértigo. A partir de ahora no habrá rondalla, ni coro rociero que no le mande una grabación; a todos les pondrá «¡Animo chicos!»”. Al final de la nota escribe que su música no es de karaoke, ahí comete una ligereza porque en los karaokes se concentra la voz del pueblo. La estrella es Frank Sinatra, que era todo menos un hortera; todo es como se toque. Cuenta David Torres que enmudeció escuchando El Bimbó tocado por un bajo. Y, en todo caso, puestos a escoger es mejor lujuria que vértigo, más que nada porque hay mareos que son un placer (musical).

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Lujuria y vértigo

julio 25th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A la ministra de Cultura le va la Lujuria, pero en disco, un grupo heavy de Segovia que cuando ensaya se le escucha en Badajoz, no hay roquero discreto. Lo ha dicho Carmen Calvo y además ha desvelado tener una «agenda de vértigo»; lo del heavy se comprende porque después de un Consejo de Ministros debe dar un gustazo cósmico poner Lujuria en el coche oficial hasta que tiemblen los subsecretarios. El heavy depura el alma y afloja los tapones de cera en el oído. Lo del vértigo de la agenda es más contradictorio, aunque una vez conocí a un comandante de aviones mastodónticos que lo padecía, «el truco es no mirar para abajo», me recomendó.Y no es mal consejo. Si uno tiene miedo a nadar entre tiburones lo mejor es pensar que son chanquetes que han ido al gimnasio y continuar hasta la orilla. Si ignoras el peligro, él te respetará, es lo que pensaba Caperucita hasta que tuvo una diferencia de opiniones con un lobo que no era culto.
Para organizar la agenda y no caer en la Teoría del Caos de Feigenbaum, la ministra cuenta con la ayuda de un gabinete que le marca las horas. Dice que son ellos los que le maquillan el vértigo, tengamos en cuenta que todos los grupos roqueros (o no), desean ser bendecidos por carta de la ministra de Cultura. Antes, cuando una familia veía que su niña tenía posibilidades de artisteo, procuraba llevarla a la capital para que la viera una figura. En ocasiones empeñaban lo que no tenían para que el secretario de la estrella les recibiera con mala cara y les dijese que se volvieran a casa. El pueblo cordobés de Carmen Calvo, Cabra, está al lado del mío, Rute, y creo que los dos conocemos proyectos que naufragaron por no tener un conocimiento. Los productores de discos saben que si le mandan un ejemplar ella les devuelve una carta de puño y letra, que es como el abrazo del señorito, no hace mal y dice mucho.A los Lujuria les ha puesto: «¡Animo chicos, hay que seguir teniendo ideales!», sin duda, letras muy emotivas, pero que a nadie se le ocurriría escribirle a Rosendo: «¡Animo chico!». El verso heavy admite otro tipo de licencias gramaticales.

Al desvelar que responde a todas las muestras culturales que le llegan al despacho, la ministra lo que ha hecho es darle una vuelta a la noria del vértigo. A partir de ahora no habrá rondalla, ni coro rociero que no le mande una grabación; a todos les pondrá «¡Animo chicos!»”. Al final de la nota escribe que su música no es de karaoke, ahí comete una ligereza porque en los karaokes se concentra la voz del pueblo. La estrella es Frank Sinatra, que era todo menos un hortera; todo es como se toque. Cuenta David Torres que enmudeció escuchando El Bimbó tocado por un bajo. Y, en todo caso, puestos a escoger es mejor lujuria que vértigo, más que nada porque hay mareos que son un placer (musical).

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Enseñar el plumero/ POR CARMEN RIGALT

julio 23rd, 2006 - Rafa en la prensa - Sin comentarios

Por: EDITORIAL / REDACCIÓN

CARMEN RIGALT El disfraz es una cosa muy seria. Todos los políticos, cuando están en el ejercicio del poder, tienen problemas a cuenta de sus disfraces. No lo digo por Zapatero, a quien durante meses hasta le dio apuro ponerse el traje de ir al Parlamento. Hablo en general. Dudo que exista un solo político capaz de resistir la tentación del disfraz. En el caso de los políticos españoles se trata de una tentación enmarcada en la memoria etnográfica del árbol de familia (rama trajes regionales). Los políticos de antes se ponían la barretina o el sombrero cordobés. Entonces aún no existía el exotismo porque sólo cultivábamos los viajes de cercanías. Pero la globalización estaba ya germinando en los kilométricos de los jóvenes interrail. Cuando la vida abrió nuevos destinos turísticos, la política se convirtió en un desmadre de ponchos, chilabas, gorritos esquimales y guayaberas de flores.

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Había una vez una banda

julio 23rd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El taxista que me llevaba al aeropuerto de Málaga por la antigua carretera N-340, (y sin darse cuenta de que la cárcel de Alhaurín, donde se tuestan los presuntos de la Operación Malaya, está próxima), dijo: ?ezta tarde jase un zól de Justicia?, ¡No lo sabe usted bien! le respondí mientras el calor húmedo apretaba al asfalto por la espalda, como en las películas de cine negro ahogan a los soplones. El último residente es Julián Muñoz, sentimentalmente vinculado a Isabel Pantoja que vive su peculiar ?annus horribilis?.
La prisión de Alhaurín se ha convertido en Villa Presunto, el ambientazo que tiene que haber en el patio debe ser de aúpa. Los que se odiaban y no se podían ver, juntos. Los que trincaron y los que soltaron la pasta, juntos también. Los que hablaban de libertad, en el trullo. Los que estiraban la nariz en señal de asco por la época Gil, al talego. El juez Torres va a tener que habilitar pases de patio para que los cronistas podamos acudir a tomar nota, en pro del llamado ?interés general? urge que alguien nos cuente lo que está pasando allí.
Quién tiene un amigo concejal tiene un tesoro pensaron todos y empezaron a darle pellizcos a la caja de tal manera que a Roca, (el cerebro de la trama), le imputan haberse gastado en champán francés lo que el Estado español en carreteras, más o menos. Lo raro de todo esto es que no saltaran las alarmas antes, salvo que se quiera dar una acción ejemplarizante con Marbella. Más bien parece que la corrupción municipal ha sido otra de las ladillas que le salieron a nuestra democracia, y que un grupo de listos se montaron el casino para ellos solitos bajo el eslogan de: ?tus amigos no te olvidan?, una forma de crear una sociedad de socorros mutuos. El esquema era perfecto salvo que no contaron con la realidad. Si bien se confirma que no hay crimen perfecto también se puede asegurar que la estupidez es contagiosa.
Este verano va a haber mucho sitio para poner la toalla en las playas de Marbella, el grueso del pelotón se agolpa ?bajo el sol de Justicia? en un patio con muy mal ambiente. La ex alcaldesa echa en falta las obras de su baño; Isabel García Marcos cuando era el azote del PSOE; Roca a su discreta mansión modelo VPO con pabellón de caza y cuadros en el jacuzzi; Julián Muñoz al pollo a la Pantoja y Tomás Reñones cuando era un simple pero afortunado futbolista. Ya sólo falta por caer el aparcacoches de Puerto Banús, (estemos atentos a las próximas horas). Pasen y vean el poderoso circo de la España de siempre que se devora en careos y querellas.

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