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La alegría de la huerta

octubre 26th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Nada más conocerse la noticia del nombramiento de Miguel Sebastián el runrún se extendió por los bares castizos, (alguno queda de los que todavía no se ha convertido a la religión del Burguer). Chulapos y chulapas se daban codazos: «¡el Sebastián!», «¡es el Sebas!», «fíjate tú, amos, anda»… para luego caer en la nostalgia que provoca el vermut de grifo con una pregunta: «¿pero quién es Miguel Sebastián?». Imaginemos que Aznar hubiera nombrado al profesor Barea en lugar de a Gallardón; lo mismo. Un debate sobre Madrid con Barea y Sebastián moderado por Punset puede ser la tumba del share, el holocausto de la televisión en España.
El candidato socialista de carisma va cortito, cumple perfectamente el perfil de un técnico pero para ganar elecciones hace falta ser algo actor, (o mucho), aunque seas un actor soso como su jefe; no olvidemos que mister Bean vende más entradas que la Royal Shakespeare Company. A primera vista más parece el clavo ardiendo que la solución idónea, de tan próximo que estaba al presidente le han cogido a lazo y ha tenido que aceptar porque el despacho le quedaba muy lejos de la salida de emergencia. Antes, por la gatera se escaparon Bono de portazo, de la Vega (silbando una melodía), Borrell, Solana, Zerolo y Peces-Barba. Las princesas de la Edad Media tenían menos candidatos donde elegir, pero finalmente la zarza ardió y Zapatero encontró al elegido, (para completar el cuadro bíblico se desató una tormenta como Dios manda en Madrid, a la misma hora del anuncio. Estaba claro: el cielo había hablado). Ahora entra en marcha la maquinaria de comunicación y marketing para convertir a un ilustre desconocido, para el madrileño, en el alcalde de su vida ad eternam. El proceso se resume en: cuatro fotos, dos entrevistas con afines, una de sastre, dos tertulias con los mismos afines, un guionista para las ocurrencias, otra cena con los afines, una clase de pilates con la mueca de la sonrisa y finalmente un premio que le den los afines en agradecimiento a comidas, cenas, tertulias y parabienes. Nunca hay nada imposible: ¿podría ganar a Fernando Alonso un carricoche tirado por unas humildes mulillas?, ¡podría!, pero va a resultar trabajoso.

Más bien parece que a Miguel Sebastián le han tirado en paracaídas sobre la Alcaldía de Madrid pero lo han hecho a cota muy baja, no le va a dar tiempo para desplegar la seda y las cuerdas. Si fuera gato todo el mundo diría que se iba a gastar las siete vidas en el intento, pero de eso no tiene la culpa sino el capitán que indica la maniobra en el momento más inoportuno.

El silencio de Zapatero podría interpretarse como una estrategia digna de Alejandro, cuando en realidad más bien parece que esperaba a que la musa se diera una vuelta por La Moncloa, y no habiendo musa que captar se ha dado a la urgencia del nombramiento. A favor del candidato hay que destacar la gran dosis de moral de la que hace gala, comparte la doctrina de Jordi Sevilla aquel que le decía a Zapatero, cuando era el candidato ZP: «la economía se aprende en dos tardes, José Luís». Pues ese mismo espacio de tiempo le va a hacer falta para ponerse al corriente de pago de cómo está la actualidad madrileña y qué tipo de bacteria afecta al madroño en el que se apoya el dócil oso. Un curso intensivo de cheli, otro de castizo, otro de atascos y varias reuniones con afectados por los parquímetros. Le harían falta unas tardes alargadas y densas, reloj no marques las horas, un poco de distancia y algo de inmersión en la realidad de la villa y corte, sin olvidar un «té con Tita», (insuperable onomatopeya).

Es posible que en el PSOE no supieran leer la estrategia diseñada por Gallardón con las tuneladoras: «Dulcinea» no estaba tanto para horadar la M-30 como para hacer un butrón en la calle Ferraz y llevarse las ideas de la caja fuerte. Lo han hecho de forma sibilina como el que tiene una novia monja y la devuelve al amanecer al convento después de haberle dado una noche como Dios manda. A Gallardón no es que se lo hayan puesto fácil, se lo han dejado chipén, incluso puede hacer la campaña sin manos como los niños que andan sobrados sobre una bicicleta. Sebastián erraría al entrar en un debate sobre presupuestos con el alcalde, tendría menos audiencia que Carmen Sevilla leyendo el discurso de entrada en la Real Academia de la Lengua. Pero no le han dejado otra opción más que afianzarse como el gran contable de la ciudad que nos va a sanear a todos demostrando que el PP es gasto injustificado, lujo, boato, frenesí especulador. Debería tener en cuenta que el voto está en la ilusión, nunca en una fórmula matemática, en ese caso Stephen Hawking sería primer ministro en lugar de Tony Blair.

Sebastián tiene fama de hombre entregado al trabajo y de carácter, que se lo digan a Rato con el que tiene una vieja cuenta pendiente, (de resultar elegido alcalde, Rodrigo Rato se va a encontrar cuando vuelva de Whashington que todas las calles alrededor de su casa serán direcciones prohibidas imposibles de franquear; tal vez le ponga un parquímetro sólo para Rato). En Moncloa había perdido fuelle, no entraba en el núcleo duro, debido a sus enfrentamientos con De la Vega y sobre todo con Pedro Solbes. De ser cierto este último dato lo que ha hecho Zapatero es quitárselo de en medio buscándole una ocupación tan exótica como es limpiar las caries de los cocodrilos. Sabe que el destino que le espera es peligroso, insólito, exótico y hasta de color marrón, pero le ha tocado bailar este chotis.

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La familia, fuente de conflictos

octubre 23rd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hay una escena en ‘Casablanca’ que se produce cuando la policía irrumpe en el bar de Rick s y detiene a los que estaban con las cartas; en el tumulto de los silbatos un camarero le entrega un sobre al capitán Renault, (Claude Rains) y éste exclama: «¡Qué escándalo, en esta casa se juega!», pero se mete el sobre en el bolsillo y como tal cosa. Cambien el sobre por una comisión y al policía por un concejal de Urbanismo y podrán disfrutar de un avance de Casablanca II, la película que se está rodando en Madrid con más extras que cuando Nicholas Ray dirigió 55 días en Pekín, (y Samuel Bronston contrató a todos los empleados de los restaurantes orientales del Madrid de los 60).
El PSOE madrileño propone un pacto imposible: que los políticos hagan un juramento de virginidad fiscal de sus respectivos parientes hasta cincuenta generaciones atrás; un juramento de Santa Gadea o en caso contrario se marchen al exilio como El Cid, «sangre, sudor y lágrimas». Inclúyase en la medida a consortes, rollitos de primavera, pibones ocasionales y amores de taburete en un bar. Todos tienen que renunciar a la mejora de sus condiciones de vida futura si, (llegado el caso), un pariente saliera elegido presidenta de la Comunidad de Madrid. Como el escándalo promete, servidor ha despejado una estantería para ir poniendo las figuritas de la corrupción urbanística: un tío decimoquinto, una prima casada con un primo de Cascorro, un cuñado que fue ayudante de Almanzor, y así hasta completar el nuevo monopoly regional del pille. Por supuesto con la casilla de Enrique Porto en la que sí caes tienes que volver a empezar desde la salida.

Quizá cuando llenen las estanterías de los despachos de figuritas absurdas se den cuenta de lo inútil de esta pelea del «y tú más que para eso tu abuelo se coló en el cine un domingo que llovía». Las campañas de urgencia tienen su punto de locura que las hacen atractivas, igual aparece un loquito y asegura que la batalla de Guadarrama (de 30 de noviembre de 1808), en realidad no fue para deshacerse de las tropas de Napoleón sino para que una tatarabuela de Esperanza Aguirre se quedara con el suelo por el que iba a pasar el AVE dos siglos después. Y, que en realidad, la caballería polaca que iba con los franceses representaba los intereses de la izquierda. Pásmate Mariano.

A este paso exhumaremos a Viriato para saber si su prima Antolina tuvo algo que ver con alguien de Ciempozuelos. Mientras, Paco El Pocero manda construirse un barco con una cubierta parecida al portaaviones Nimitz, una pasada náutica lograda en nombre de la especulación más rotunda y sin gastar una neurona en ideologías.

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Iglesias es el candidato

octubre 21st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Oscar Iglesias está demostrando que el mejor candidato que tiene el PSOE para la alcaldía de Madrid es él: ha trabajado en la oposición, conoce el Ayuntamiento y lo que es mejor: ha aguantado el tirón de la salida de Trinidad Jiménez con mucha honestidad. Otro en su lugar se hubiera plegado al suelo pero él ha preferido destacar los puntos de su actuación como alcalde, entre ellos la creación de un tranvía de La Paz a Legazpi. Durante la semana pasada denunció todos los baches del proyecto Gallardón.

Iglesias es partidario de un transporte limpio, regular, sin atascos y tradicional, el olvidado tranvía que tantos momentos de gloria dejó en las películas de los años cincuenta. Es casi “un tranvía llamado deseo” como diría Elia Kazan. Poner los raíles de nuevo en La Castellana es casi una provocación divertida, algo que por práctico puede resultar estupendo. A menudo se piensa que las obras que necesita Madrid son mayestáticas y se olvida que la racionalidad es siempre el resultado de combinar lo bello con lo útil.

Lo mejor de esta crisis sin candidato es descubrir que existe una persona preocupada por los problemas de Madrid, y está en las filas del socialismo local. Por lo tanto no debería el partido andarse por las ramas y hacer una excursión de caza mayor para abatir a un gran paquidermo, después del “bonazo” que se han metido conviene retomar la posición inicial.

Iglesias tiene discurso, es sólido y sólo necesita una maquinaria que le apoye

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Historias contadas en un sms

octubre 20th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La I Guerra Mundial empezó por la interpretación parcial de un telegrama, y es posible que la próxima contienda se origine por un mensaje de móvil, un “sms” cruzado. A un personaje de la vida pública española le delató enviar un escueto “te amo” a su mujer para que ella se diera cuenta de que se había equivocado de persona; él nunca habría escrito “te amo” a su mujer, (la paloma mensajera se metió en casa del buitre y fue devorada).
Tengo un amigo que recibió un “sms” pidiéndole consejo para invertir una cantidad de dinero y a punto estuvo de recomendar al remitente que lo diera todo a los pobres porque así su conciencia caminaría más tranquila. Hoy quién no recibe un mensaje equivocado es una persona muy extraña, los teléfonos móviles son tan pequeños y las agendas tan apretadas de números que resulta fácil poner a Diego donde dije digo. El habla de los móviles tomado como experimento lingüístico es apasionante, lo manejan mucho mejor los jóvenes, capaces de crear un mundo a partir de abreviaturas imposibles, condensan un libro en ciento veinte palabras. Es periodismo en estado puro: a la noticia y sin aditamentos.

El “sms” es el esqueleto de las palabras, las jibariza de tal manera que las reduce a pasta de caligrafía, poca cosa, extracto de zumo de sintaxis. Hay que saber manejar el diccionario de los móviles, iniciados no intentarlo. Pino Aprile escribió un libro magnífico “Elogio del error” en el que sostiene que los errores nos hacen mejores, según él la naturaleza no ha hecho otra cosa que equivocarse durante el largo proceso de la evolución. Más que estar aquí de milagro estamos por el error que provocó la casualidad que nos sostiene.

Hay cocineros excelsos capaces de desestructurar una tortilla de patatas, o unas lentejas, pero nunca le pidan a un poeta que haga “un soneto corto”, como dijo una locutora. Y si tenemos en cuenta que los sentimientos son más de los poetas que de los forenses del estilo, podríamos pensar que reducir un mensaje de amor a un “tq +” es un pecado contra el diccionario de la pasión. Luego añada usted el error y la opción incorrecta de teclado para terminar de fastidiar el asunto. Deberían pedir carnet de manipulador de teléfonos móviles como se exige carnet de manipulador de alimentos. No podemos permitir que el futuro de la paz mundial se tuerza por enviar “te amo” a la persona equivocada. Su error inició una carrera de equivocaciones cuyas consecuencias aún desconocemos. El desamor tiene un efecto mariposa alargado. Y, el amor, circula con cierta ligereza por los canales de lo virtual. Don Juan no abreviaba.

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Pero mira que eres Lorca

octubre 15th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Le tomo prestado el título al grupo Intrussion Teatro que animará la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. No sé si el encuentro tiene eslogan pero éste me parece el más adecuado, con los libros se puede enloquecer como Alonso Quijano, se puede viajar, se puede vivir dos y cien vidas a la vez, se puede reír y se puede uno volver ?lorca?, (acertada expresión que podría definir a aquel que es feliz por culpa de los libros y se bebe la vida a versos).
Todo libro antiguo es un tratado de biología emocional, uno nunca sabe a quién le llegó a el alma, ni a quién le pudo resultar útil. En un mercadillo de La Habana encontré primeras ediciones de autores de la generación del 27, poesía de Gerardo Diego y de Pedro Salinas tostándose al sol del Caribe. ?La voz a ti debida? con el lomo amarillo de todos las noches de boleros y todos los días de exposición. Mezclados con ellos aparecían una serie de volúmenes de medicina con anotaciones a lápiz de alguien que habría llegado a cirujano mayor. Los libros hablan por sí solos y según el lomo uno puede saber la vida que han llevado. Lo mejor de todo es que son indestructibles, aún en hojas sueltas se pueden seguir los mejores textos del mundo, no le hace falta a la Literatura un traje de gala para lucir hermosa.
Le llaman también libros de ocasión cuando en realidad todos son de la ocasión más adecuada posible; aparecen en nuestra vida sin pedir permiso y una vez leídos no hay quién los baje de la estantería de la memoria. Acaso dirán ocasión porque siempre hay un momento oportuno para charlar con ellos en la intimidad que da la lectura a pierna suelta. No hay otra actividad placentera que se pueda hacer en todos los sitios, leer está especialmente recomendado en momentos de ocio pero también de duda; un libro despeja la mente mucho más que cien cajas de aspirinas.
Y si finalmente uno/una se vuelve ?Lorca? del todo, al menos habrá sido por una buena causa. A diario hay tantos motivos para perder la cabeza, algunos tan insanos, que encontrar uno que merezca la pena es casi dar con el camino de la verdad, (la letra impresa nos libera de muchos pecados ligeros y hasta es posible que nos aporte la salvación eterna que buscaba don Juan).
Los libros salen de paseo a la Plaza Mayor para hacer festivo el fin de semana. Son tan inteligentes que no se anuncian a voces como el vendedor de fruta, ellos esperan a que pases por su lado y seas capaz de adivinar en qué páginas está escondido el tesoro. En los puestos de libros de viejo y de ocasión hay tanta vida oculta como en el fondo de los océanos. En la selva de la ciudad han puesto un oasis de palabra, disfruten de la aventura.

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El cuervo

octubre 14th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los ornitólogos reunidos en el congreso de Elx (Alicante) discuten este fin de semana acerca del comportamiento de pájaros y aves. En esas ponencias se habla de «lucha de clases» (es el único lugar donde se puede plantear sin levantar sospechas), de la inteligencia de las aves o de la propagación de la gripe aviar. Hasta el momento, lo más fascinante ha sido la intervención de Alex Kacelnik, profesor de la Universidad de Oxford, que ha desvelado la verdadera vida de los cuervos de Nueva Caledonia.
Según Kacelnik, los cuervos de Oceanía tienen una capacidad de construir herramientas y una organización del trabajo que supera a los primates, chimpancés incluidos (hasta el momento la fama de listos la tenían los pinzones carpinteros de las islas Galápagos, como todo el mundo sabe). El argumento de los monos inteligentes ha sido una coartada para justificar nuestro pasado aristocrático en la evolución de las especies, queda mejor venir del gorila que del grajo, seamos sinceros. Resulta pasmoso conocer que los cuervos son capaces de montar una estrategia para buscar alimento en las cavidades de los árboles, aplican las técnicas de Adam Smith en lo relativo a la división del trabajo sin haber leído un libro en su pajarraca vida ni haber hecho un máster. Tienen una extraña habilidad a la hora de crear herramientas y sólo les falta formar un sindicato para reclamar su parte en los beneficios de la explotación forestal. Además, manejan disciplina, coordinación, comen cualquier cosa por pútrida que sea y son respetados porque lucen un uniforme oscuro, muy vistoso y temido por el resto de animales. No se conoce a cuervo que se haya dejado engañar con unas miguitas de pan como las palomas, que son unas inocentonas de barandilla de parque. Ellos trabajan de sol a sol, no admiten el término fracaso, son duros y aguantan la climatología con una serenidad pasmosa. Todo cuervo en la copa de un árbol es un catedrático emérito con experiencia demostrada; no son tan pandilleros como los buitres, ni tan pijos como las águilas.

Los congresos de ornitólogos resultan muy interesantes para descubrir rasgos humanos, no sólo porque haya mucha gente con cara de pájaro. Kacelnik ha demostrado que el verdadero poder es oscuro, nos sobrevuela, nos observa con mirada de depredador inteligente y sobre todo no habla porque no le hace falta. Igual que el cuervo de Nueva Caledonia desprecia a los otros pájaros, a ojos del poder somos todos unos colibrís desplumados, panolis, alpiste mojado para gorriones solitarios, poca cosa.

El poder, como el cuervo, termina sacando la sustancia que desea del árbol señalado, todo es cuestión de tiempo. Si no puede a la primera volverá más tarde con herramientas adecuadas o con unas ofertas que no se pueden rechazar. Los congresos de ornitólogos y los de jueces especializados en la mafia se parecen mucho: en ambos casos se habla de pájaros de cuenta y se analizan los excrementos con serenidad.

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Dice que le agrada

octubre 10th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La perdiz puede dar muchas vueltas y remontar varias veces el vuelo pero al final regresa al mismo punto. Parece que José Bono está haciendo el vuelo de la perdiz sobre la cabeza de los pensantes socialistas. No dice que sí a la alcaldía de Madrid pero tampoco la rechaza. No hay uno no, y cuando algo no se niega es que se aspira alcanzar de una manera nada modesta.

Bono se marchó porque estaba harto de la política y de los paraguazos, y poco tiempo después está dispuesto a situarse frente a la artillería de Gallardón (que no es poca). Bono es un Lord de La Mancha, no creo que se le arrugue la camisa, más bien será un candidato intelectual, por eso quiere jugar la baza de ser heredero de Tierno.

La indecisión, la falta de cintura para nombrar candidato está perjudicando al PSOE, pero no a Bono que aparecería como redentor de las causas nobles, y vinculado al socialismo utópico. No quiere una candidatura popular sino algo más elaborado.
A ojos de cualquiera analista es una locura pero él sabrá por qué.

Mientras que el PSOE no cierre el interrogante y Bono no lo niegue, su candidatura es un hecho cada vez más real. No sé si será “bono” o malo, lo cierto es que desde que se marchó la anterior candidata a hacer las Américas, en el PSOE muchos están que “Trini”.

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El fin no justifica los medios

octubre 6th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

¿Hizo bien el padre al sustraer la cámara con la prueba? NO

Legitimado por actuar en salvaguardar un bien mayor (la integridad de su hijo), el padre del niño agredido (en adelante Alfa) cometió un presunto hurto al quitarle el teléfono al presunto agresor (en adelante Beta). Acción que no es justa; comprensible tal vez. La legítima defensa, con toda la proporcionalidad que conlleva y tomada en el sentido paternalista, nos llevaría a pensar que Alfa tendría que haber grabado a Beta en plena fechoría, valiéndose de las artimañas que la tecnología ofrece, quizá un bocadillo trampa con una cámara adosada al pan. El Derecho le ampararía de haber cumplido los tres requisitos de una defensa legítima: repeler una agresión con medios proporcionales, hacerlo tras una provocación y no causar un mal mayor del que pretendía cometer el agresor.

Si dejáramos que todos los Alfas que tienen fundadas sospechas de algo acometieran contra los Betas por presuntos, entraríamos en la locura penal de lapidar a diez mil inocentes con la seguridad de que «alguno algo habrá hecho, aunque sea dejar la bicicleta en doble fila». En realidad Beta ha puesto en antecedentes a otros padres (en adelante Gammas) para que inicien un revisionismo histórico de patio de colegio que puede resultar muy peligroso. Aquello de róbale el móvil al compañero de tu hijo porque algo malo habrá hecho, o seguro que estará a punto de hacerlo. Elaboremos el teorema de los Gammas: «Todo niño inmerso en un aula experimenta un empuje de odio hacia fuera proporcional a la ira que desplaza el volumen de maldad que le rodea». En resumen: ¡cómo para fiarse de los compañeros! Los Alfa son de los que cuando dejan a su hijo en la puerta del colegio les despiden con indicaciones de comando: «Suerte hijo mío, que cumplas con tu misión. Y ahora sincronicemos nuestros relojes». En ese sentido hacen falta los Betas porque así les refuerzan la idea de que si el hombre es un lobo para el hombre, el niño es un cocodrilo en pantalón corto.

Es el pensamiento del recelo aplicado a las relaciones vecinales primarias. En realidad Alfa se vio despojado de la defensa adecuada, no hay protección jurídica si no se aportan las pruebas; las collejas de patio no dejan marca física, son pequeñas torturas chinas aplicadas en dosis físicamente soportables pero síquicamente insufribles. La bota malaya se inventó en un recreo, luego el uso la hizo menos cruel. Por supuesto tengamos en cuenta que Beta nunca habría confesado la tropelía si no aparece un juez que le llama tras visionar la grabación, (su papel de malo social tiene que cumplirlo con todas las consecuencias). El agravante de exhibición pública se le debería aplicara a Beta porque pudiendo quedarse en el hecho delictivo para regocijo propio, le añade publicidad en espacio abierto y común. Es como si Beta tuviera por finalidad la consecución de un diploma al mejor videocámara aficionado, cuando no hay calidad la crueldad suple el espectáculo; de ahí el cine gore.

Aquí se demuestra que hay instituciones como el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid que son perfectamente prescindibles. Si Alfa hubiera encontrado protección en el Defensor, Beta no habría llegado a grabar las agresiones. Parece que los niños son ingobernables y que algunos patios de colegio son peores que Fort Apache; con las zonas de sombra del Defensor del Menor se podría construir el mapa de la cara oculta de la Luna. Esta teoría no sé si es completa pero sé que es suficiente para explicar el caso en el que Alfa hurtó a Beta el teléfono móvil para defender un valor superior: su hijo. Siempre y cuando padres, profesores, sociedad, alfas, betas, gammas y Defensor del Menor hayan leído a Aldous Huxley, y crean en un mundo feliz.

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Las abejas

octubre 6th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Me persiguen las abejas pero no creo que sea nada personal, más bien es que yo también las persigo a ellas. Me producen respeto porque me parecen mosquitos con un curso de pilotaje de guerra, expertas en bombardeos de zonas blandas a traición, (por lo tanto no es conveniente pasear por el campo sin estar protegido del ataque de las abejas, son capaces de estropearte la lectura de un buen libro porque pueden meter el aguijón entre la lectura y la realidad). Lo extraño no es que las tema, eso sería lo normal, lo insólito es que a estas alturas del otoño que no decide ejercer, las abejas vuelen por las calles como si tal cosa. Este año no se piensan marchar ni recluir en el convento de los insectos a pasar un invierno tranquilo, si existe al cambio climático ellas también tienen derecho a disfrutarlo. No estamos en verano, y ya pasó la recurrente primavera donde rimas, insectos, enamorados y puestas de sol se mezclan en un todo revuelto que le llaman naturaleza, los cuadros de los renacentistas están llenos de abejas secundarias que miran con sus ojos vivos de periscopio carnal. Machado engarzaba las abejas con los enamorados; seguro que no le tenía miedo (al amor, claro). Podríamos pensar que ambos pican, escuecen, se hacen notar y el remedio es a muy largo plazo.
Mi calle está llena de abejas que pasean miran. Yo reo que son espía que cotillean lo que ocurre. Si el gran hermano existiera tal y como lo pensé Orwell, las abejas serían sus ojos en la tierra. No hay nada que escape o que se mueva sin que ellas estén presentes, acuden a los duelos como las moscas pero también se meten en los ramos de las flores que se envían sin tarjeta, están en los cumpleaños de los niños, en la lectura de las oposiciones, atemorizan en las bibliotecas y chulean alrededor de los coches en los semáforos. Es el insecto más macarra que conozco pero que goza de mejor fama, hasta se hizo una serie de televisión con Maya, la abeja simpática que puso de moda los jerseys de franja ancha y punto gordo, colores que eran fáciles de asociar a los del River Plate cuando Maradona era un jugador de fútbol gordito pero feliz. Casi un abejorro con dos pies alados.
Tienen peor fama sus primas: las avispas, que en realidad son los últimos kamikazes que no saben que Japón capituló en la cubierta de un portaaviones de la Navy. Una avispa encelada es un toro bravo en un pasillo estrecho: mortalmente inevitable. Las abejas tienen otra prensa, de hecho no existen sprays contra ellas (como sí se pueden adquirir para luchar contra las moscas, mosquitos, cucarachas y hormigas). El toro de Osborne es un gran símbolo nacional pero la abeja inoportuna nos define perfectamente.

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La lengua de Peñafiel (autor Iniciatus) escrito en elconfidencial.com

octubre 5th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Es posible que a ustedes, que son casi todos envidiablemente jóvenes, la peña periodística Primera Plana les suene a cosa un tanto antigua, de otro siglo (del pasado, para ser exactos). Los desmemoriados quizá caigan en lo que les digo al recordar que ese grupo de periodistas, que se dedican muy mayoritariamente a la información ?del corazón?, entregan cada año, más o menos desde los tiempos del Tratado de Versalles, los premios Naranja y Limón, que honran a los ?famosos? que, respectivamente, se muestran más amables y más cardos son con los informadores.

(Pausa para respirar. La otra mañana me decía Jesús Hermida: ?¿Tú te das cuenta de a qué velocidad cambia el significado de las palabras? La palabra famoso, por ejemplo. Hace veinte años, famoso era Cela, que haría muchas cosas raras, pero que había escrito La Colmena. Ahora, famosa es Belén Esteban. Y sale ese señor, Julián Muñoz, y suelta ante los micrófonos: ?¡Nosotros, los famosos, tenemos derecho a que se nos respete!? ¿Ves? Ser famoso, antes, era una circunstancia, incluso una consecuencia de determinados méritos. Ahora es una profesión?. Estoy de acuerdo con el maestro. Y me alegro por mucha gente que, de no ser ?famosa?, ¿qué sería? Aparte de hacer todo eso tan lucrativo que le ha llevado a la cárcel, ¿qué más sabe hacer ese señor Muñoz? Es cosa que ignoro por completo. Fin de la pausa).

No voy a meterme con la peña Primera Plana porque, además de gloriosos ancianitos fundadores y de gente como Mariñas o ese tal Alix, que a mí me da una alergia invencible, allí están grandes y admirados periodistas, como Amilibia o nuestra Paloma Barrientos. Y el presidente de la peña es, ahora mismo, Luis Melero. Así que déjenme que sea amigo de mis amigos, ¿eh?

La peña se reúne a comer todos los martes en torno a un invitado a quien preguntan cosas. Fue Melero quien me propuso acudir al almuerzo del otro día, en el hotel Miguel Ángel. El protagonista era Jaime Peñafiel, a quien yo profeso un sincero e invariable afecto desde hace muchos años. Melero me aseguró que también estaría Rafael Martínez Simancas, uno de los genios del humor que hay ahora mismo en la Prensa. Por cierto, ¿saben qué mensaje tiene grabado Simancas en el buzón de voz de su móvil? ¿No? Pues es éste:

Suena una voz gangosa y cantarina que dice muy deprisa: ?Buena tarde. Soy segletalio japoné de siñor Martínesimanca. Tú deja mensaje cuando oye gong. ¡Gonnng! Ya puede, ya puede?. Y luego el pitidito?

Llegué, como suelo, antes de la hora. Saludé a Melero y de pronto me hallé completamente sitiado por un señor al que yo no había visto en mi vida y que me soltó, del tirón, lo que sigue:

?Hola, encantado de conocerte. Me llamo Juan Carlos Ruiz y he escrito un libro muy entretenido, muy ameno y maravilloso.

?Ah.

?¿Hablamos de tu próstata?

?Hombre, es que ahora mismo vamos a comer y no creo yo que sea el tema de conversación más adec?

?No, no, es que mi libro se titula así, ¿Hablamos de tu próstata? Está muy bien escrito y es de lo más entretenido.

?Me lo figuro, me lo figuro.

?Verás. No conocemos a nuestra próstata. ¿Tú sabes por qué en China no existe el cáncer de próstata? No, ¿verdad? Pues es por la alimentación. Como consumen tanto arroz y tanta soja, la próstata les va fenómeno. Pero los chinos, en cuanto viajan a Occidente, empiezan a padecer de la próst?

Vi que llegaba Peñafiel y me libré sin contemplaciones de aquel apóstol de la prostacidad contemporánea, me acabo de inventar la palabra y espero que exista; si no, que la pongan. Mejor dicho, se lo endilgué a otro, porque el pelmazo, sin perder un solo segundo, enganchó por el brazo a otro comensal y empezó de nuevo con toda su alma: ?Hola, encantado. Me llamo Juan Carlos Ruiz y he escrito un libro maravilloso y de lo más entretenido. ¿Hablamos de tu próstata?? Creí oír un grito de socorro, pero yo ya estaba con Jaime.

Peñafiel, a su edad, está guapo, ofrece un aspecto admirable. A mí a veces me da por pensar que duerme, de okupa nocturno, en el Panteón de El Escorial, donde no hay una sola bacteria ni una mala idea dinástica que turbe el augusto reposo de los Grandes Reyes. Jaime tuvo durante muchos años una relación envidiable, casi diría que un afecto personal, con la Familia Real. Eso se rompió hace mucho, en circunstancias muy dolorosas para él, y desde entonces ya no tiene la información directa que tenía. Sigue sabiendo mucho, pero aquellas fuentes han dejado de manar. Se limita a hacer análisis de lo que sabe o cree adivinar, a juzgarlo, a opinar. Naturalmente, en contra: sangra por la herida, le guste o no. De ser el más honesto monárquico que había en el papel couché, se ha convertido en un republicanote anticortesano que, a pesar de serlo, exige de la Familia un comportamiento medieval, un puritanismo que ninguna Casa Real del mundo (salvo la japonesa, pero eso no es una Casa Real, eso es un Escorial de dioses medio vivos) tiene hoy.

Lo que conserva el buen Jaime es una lengua que, el día en que se la muerda, nos ponemos todos sus amigos de luto, porque cae fulminado. Yo sólo puedo repetir aquí, de todo cuanto soltó por esa boca el granaíno, apenas una frase magnífica: ?La Casa Real ha pasado de Sabino a Sabina?. Aludía Peñafiel al incombustible Fernández Campo, el último ?padre? que tuvo el Rey, y al poeta Joaquín Sabina, que ha tenido la increíble desvergüenza de hacer público un chiste que le contó la princesa Letizia en una cena privada. El chiste de funambulistas, grosero y muy poco gracioso, iba sobre ella misma. Cotillear con eso, ustedes disculpen la expresión, es una cabronada de las que no se perdonan jamás. Pero, como decía Jaime, es una cabronada merecida, casi buscada: los Príncipes, yendo a aquella cena, corrieron un riesgo que no se puede correr cuando uno tiene el trabajo que tiene.

A los muy escasos contertulios de Primera Plana, la verdad, les daba más o menos igual el presunto problema sucesorio-leonórico que se plantearía si el vástago que esperan ahora mismo don Felipe y su esposa es varón. La inmensa mayoría estaba convencida de que no habrá nuevas guerras carlistas por una cosa así. Pensaban casi todos que la Monarquía, en España, durará muy poco más que don Juan Carlos. Porque falta vocación en el relevo, decían?

Peñafiel, que no necesita ganar más dinero para vivir como un jeque durante el resto de su vida; que se ha reconciliado (esto sí me asombró), después de veintitantos años, con Eduardo Sánchez Junco, el tipo que le echó de ¡Hola!, entraba al trapo de todas las preguntas y decía cosas sobre el Príncipe, sobre las infantas, sobre los negocios de Urdangarín y, desde luego, sobre Letizia, que no deberían decirse nunca delante de periodistas. Supongo que él sabrá por qué lo hizo. Creí distinguir en sus ojos una gota de descomunal y creciente rencor que puede que tenga, eso no lo sé: yo nunca se la había visto antes.

Acabamos recitando él y yo, a dos voces, a Gutierre de Cetina y hablando de Franco, que eso tiene menos peligro. Recordamos aquella cacería memorable de febrero de 1964 ?él estaba allí? en que Manuel Fraga, que no había cazado en su vida, se presentó en la finca de Santa Cruz de la Mudela vestido de austriaco, de ?extra? alpino de las películas de Sissi, con sombrero verde de fieltro y pluma en la cinta, y le acertó, a la primera, a una perdiz de descomunal tamaño que vio por la mirilla.

Tan descomunal que no era exactamente una perdiz: era el culo de Carmen Franco Polo, la hija del dictador. Si en vez de perdices hubiesen estado cazando venados, que llevan otra munición, Nenuca, marquesa de Villaverde y madre de esa chiflada gorda y bailongona de Carmencita Martínez Bordiú, se hubiese quedado en el sitio. Pero la hoy suegra del cántabro ?Pedro Picapiedra? sólo quedó malherida y propició una frase asombrosa del ?caudillo?: ?El que no sepa cazar, que no venga?. Y ni siquiera quitó a Fraga de ministro, cuando los alcaides de las más lúgubres prisiones de España ya andaban, entusiasmados, mandando disponer grilletes y calabozos para el ?Nemrod? de Villalba.

Así terminó la comida. Nos dimos un abrazo: ?Tenemos que vernos más, Jaime?, sonreí yo. ?Eso mismo me decía Letizia?, se mondaba él. Salíamos del hotel cuando oí una voz a mi espalda: ?Pues, como te estaba diciendo, la próstata?? Me lancé a un taxi con el mismo juego de cintura que usa Pau Gasol para colarse entre la defensa contraria y arrear un mate de los de bandera. Cuando hace falta, no estoy tan

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