Entradas etiquetadas como ‘opinion’


La enfermedad de la patata

noviembre 12th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Símbolo de la riqueza que nos define es que las patatas aparecen como aperitivo, (tal vez para acompañar a unas aceitunas con el vermouth); ya han dejado de ser el plato principal y casi único de nuestra dieta. La patata castellana hizo por la unidad de España mucho más que diecisiete estatutos de autonomía, aquella patata que nos liberó de las hambrunas y le dio sabor a los guisos de posguerra. Hoy la patata está amenazada por la bacteria “ralstonia solanacearum” que se ha dado una vuelta por las plantaciones entre Villagonzalo y Cabrerizos. Las bacterias es lo que tienen: aprovechan el menor resquicio de la higiene para colarse en nuestros alimentos, sobre todo cuando el río baja contaminado.
Al Gore, el que fuera vicepresidente de Estados Unidos con Bill Clinton, denuncia el calentamiento global del planeta y su total destrucción si no hacemos nada de aquí a los próximos diez años. Si quieren pasar un rato agobiante no dejen de ver el documental “Una verdad molesta”. La teoría de Al Gore podría parecer ingenua comparada con la de James Lovelock, que sostiene que los cambios climáticos aniquilarán al 80 por ciento de la población antes de que termine este siglo. Los polos se deshelarán, los ríos bajarán con agua púrpura y todo lo que proceda de la tierra serán productos tóxicos. La culpa no hay que buscarla muy lejos de nuestro entorno: somos los únicos responsables de la falta de respeto con los recursos naturales que nos fueron dados cuando aparecimos en el planeta.

El ser humano es tan estúpido como para destrozar el entorno natural a base de continuos desprecios, a pequeña escala tiramos latas y plásticos al campo y en mayor grado se consiente que haya empresas que contaminen sin ninguna inspección. El mal es colectivo pero la responsabilidad es individual, a cada uno nos corresponde una parcela en este infierno climático.

La “ralstonia solanacearum” dejará mudos durante cuatro años a los campos afectados, es el tiempo prudencial para que el suelo se oxigene, pero seguro que en ese plazo surgen otras amenazas a la tierra que nos parió. La capacidad de regeneramiento que tiene la tierra es menor a la destrucción de los hombres. Las patatas son inocentes tubérculos que honran nuestros platos en múltiples formas de presentación, sin ellas no existiría nuestra tortilla (con o sin cebolla). El documental “Una verdad molesta” deja varios interrogantes difíciles de explicar: los obvios son los climáticos, pero también uno se pregunta por qué aquella escasa diferencia de votos favoreció a Bush, un presidente radiactivo, dejando a Al Gore fuera de la Casa Blanca. Será otra consecuencia del calentamiento global y de la crisis de la patata

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Paco Fernández Ochoa

noviembre 7th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Unas imágenes en blanco y negro nos recuerdan que Francisco Fernández Ochoa fue nuestro primer campeón de esquí olímpico, aquello fue una proeza teniendo en cuenta que el Régimen era cualquier cosa menos amante del deporte, (a excepción hecha de la demostración sindical en el Bernabéu). Franco sólo cazaba, la nieve le parecía esa cosa tan exótica que practicaban sus nietos los modernos.

Nada más cruzar la línea de meta le pusieron una corona y el locutor le bautizó como Paquito, un término del que no se ha librado ni en las necrológicas. Luego montó una tienda y siempre estuvo a disposición de quienes le querían hacer una entrevista. Quizá a veces demasiado dispuesto por lo que no era extraño verle en programas tan extraños como “Furor”, o en cabalgatas de reyes magos.

Tiene uno la impresión de que siempre fue un niño al que premiaron demasiado pronto, es como si a un escritor le dieran el Nobel con diecinueve años. Era un gran deportista pero mejor persona; afable, risueño, inocente y sentimental.

Luego vino el cáncer a horadar sus cavidades hasta que lo derrumbó por dentro como se hace con las casas de las que se quiere conservar la fachada. En realidad se ha muerto en plena juventud, siempre se lo tomó todo con mucho sentido de la juventud.

La muerte no tiene piedad ni con los niños que se llaman Paquito.

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Lo incómodos y molestos que son los pobres

noviembre 6th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Puede que los seres humanos sean iguales, pero a veces cuesta admitirlo; en muchas ocasiones somos tan distintos como animales de otra especie. En la Corredera Baja de San Pablo, los vecinos se han manifestado porque están hartos del desorden que provocan los mendigos que acuden al comedor de caridad. Quede claro que no tienen nada en contra de los indigentes, sino que tiran por elevación contra la Santa, Pontificia y Real Hermandad del Refugio y Piedad de Madrid que desde 1615 se ocupa de que los pobres coman, algo muy revolucionario. Si la Real Hermandad de etc y etc estuviera en la calle de Castelló, los vecinos del Barrio de Salamanca saldrían con idénticas pancartas, idem en Moratalaz o en Chamartín. Los pobres son gente muy molesta y de escasos modales, arrojan los bocadillos que no les gustan al suelo y orinan. Baroja retrató un Madrid con pobres pero ahora que somos ricos ni leemos a Baroja ni nos gustan los mendigos, ¡hay que joderse! Se le podría pedir al alcalde que los meta en unas galerías subterráneas para que dejen de estropear el paisaje, crear una reserva de pobres en El Retiro donde se tiren bocadillos a la cabeza.

Nadie puede culpar a los vecinos de la Corredera, en realidad casi todos haríamos lo mismo, pero tampoco se puede negar la labor centenaria de este albergue de caridad donde a veces se remangan ricos empresarios para ayudar con el tute de las bandejas. Si supieran la identidad de algunos de ellos se pasmarían. Es cierto que ofrecen comida pero lo mejor es el alimento que dan al espíritu: muchas de esas personas son escuchadas al menos una vez al día, alguien les mira a los ojos para decirles «ten, buen provecho, amigo». A menudo pensamos que el prójimo es algo tan lejano y exótico como la ciudad de Samarcanda, pero en Madrid tenemos a unos cuantos indigentes que sólo son noticia cuando los mata el frío. Me refiero a esos parias que cuando mueren se les entierra por el procedimiento de caridad y nadie va detrás de su ataúd.

En cierta ocasión, a un ex director general de Industria de la Comunidad le plantearon la queja de unos vecinos afectados por un poste de electricidad, y resolvió: «¿Quién estaba antes el poste o los vecinos?». Pregunta que nos podemos hacer de nuevo: ¿qué fue antes, el pobre o el vecino? Pobres de Madrid que una vez al día tienen la oportunidad de comer caliente. Luego están los pobres de espíritu, ésos tienen de todo incluso poca vergüenza.

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La libertad vigilada de ETA

noviembre 5th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los voceros de la banda no tienen munición para disparar, por eso arrojan comunicados de madrugada. Los dejan en el suelo como si fueran anónimos, en el fondo lo que pretenden es seguir contando en el pulso con el Estado, más que amenazas son reclamaciones de amante despechado. Zapatero le llama a toda esta desazón ?proceso de paz?, aunque el ciudadano corriente lo entienda como una libertad tutelada, en el fondo los canallas se arrogan la capacidad de soplarnos el miedo en la nuca, infame condición la suya, (nada nuevo por otra parte).
El proceso, el diálogo, todo aquello que se haga para acabar con ETA debe tener un silencio pactado, por eso incomoda que hablen los que más tienen que callar. No olvide el presidente que también somos muchos los que guardamos un prudente silencio con tal de no jorobar la negociación, pero eso no quiere decir que no tengamos opinión, sentimientos, deseos y ganas de que se cumpla la justicia. Callamos pero no olvidamos el largo sendero de la pólvora que ha roto España en mil tumbas, pero insisto en que nos merece la pena acabar con el terrorismo. Hubo otros intentos como el GAL que fueron execrables y que avergonzaron a todos los que creemos en la pureza del Estado de derecho; por lo tanto es nuestra oportunidad y quién sabe si la última.
Me incluyo en la parte de población que estamos dispuestos a no hacer preguntas mientras se negocia el final de la banda, siempre y cuando se haga por cauces legales, también sin pagar facturas ocultas. Todos los gobiernos lo han intentado y a mí no me preocupa quién sea el presidente que lo consiga sino cuándo y a ser posible pronto. No olvidemos que la incertidumbre juega de su lado y la congoja en el nuestro.
Los más débiles son, como siempre, los periodistas que escriben sobre ETA para que luego unos tipos de ?Gara? los anoten en su lista de ejecutables. Sepan que nos podrán matar por la espalda pero no podrán callarnos por la cara. De ese tipo de periodismo de matones y canallas también nos queremos librar para siempre, viva la libertad aunque nos cueste y nos duela, aunque nos pinten una diana en la cara. Uno lo único que pide es que la paz avance sin que le salgan lobos en forma de comunicado a cortarle el camino. Aunque tengamos que pagar un curso de reciclado a los matones cuando se queden en paro, (urge buscarles una ocupación para que no se aburran cuando llegue el final). Pensar en el fin de la violencia no es una utopía, es un deseo tras el que empuja la mayoría de la población española consciente de que la paz puede tocarse con los dedos.

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Todo por la pasta

noviembre 4th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En una biblioteca de barrio colgaba un cartel: «Hay dos tipos de tontos, los que prestan libros y los que los devuelven». Aplicado a la política municipal también hay dos tipos de tontos, los alcaldes que falsifican una firma y los que admiten haberlo hecho, como el ex alcalde de Ciempozuelos, Joaquín Tejeiro, que ha marbelleado con un descaro que le ha llevado a admitir que había cometido la tropelía como «único error». Total, nada, unos eurillos y luego una trama que termina en Andorra que como todo el mundo sabe linda con Ciempozuelos, localidad limítrofe. Moraleja: si te puedes forrar con un pozuelo de petróleo, mucho más con cien pozuelos de ladrillos.
Las cantidades que ingresaron tanto Tejeiro como Torrejón, que le sucedió en el cargo, alertaron sobremanera a la autoridad monetaria del Principado, aquellas sacas no podían ser producto del ahorro de los alcaldes de un pueblo de Madrid. Si hubiera sido Manama, capital de Bahrein, todavía… pero es que no iban al banco con turbante. Así que avisaron a los del blanqueo del dinero del Banco de España, unidad más conocida por el mosqueo del dinero. Total que el «único error» se les fue de las manos y ahora declaran ante el juez como Sinatra hacía los grandes conciertos, con expectación y muchos flashes en la puerta del juzgado.

En este diccionario urgente de la corrupción española anotamos que Marbella se traduce al castizo como Ciempozuelos, en Toledo le dicen Seseña y así hasta llenar las páginas de un nuevo Cossío de tauromaquia trincona y colorista. Ahora sólo nos falta identificar a las gunilas y a los palmeros del descapotable para tener la ficha completa de lo que ha pasado en este pueblo de Madrid que ocultaba una mina de oro, hasta que la Fiscalía Anticorrupción decidió preguntar. Es posible que la avaricia de los alcaldes les llevara a Andorra, igual que hacen algunos deportistas que abrazan la bandera cuando ganan pero inmediatamente después se tiran al monte Pirineo para hacer el Camino de Santiago de la pasta. Andorra, sin duda que será el clima, provoca una atracción fatal en el español del pelotazo igual que Suiza lo era en tiempos de Franco. Además, siempre tiene la ventaja de que cuando vuelves de ingresar la saca te puedes comprar unos quesos, o una cazadora, o unas botellas de whisky, o le cambias las ruedas al coche, ahí es nada.

La trama de Ciempozuelos es digna de seguimiento en una escuela de negocios, cómo montar un emporio económico de donde no había es un ejemplo de la multiplicación de la riqueza a través de la economía creativa. Bien es verdad que el pueblo ha quedado al margen de la especulación, ciertamente el riesgo es que los pillaran con unas firmas. Tampoco David Copperfield explicó nunca un truco y eso que nos gustaría saber cómo hizo lo de Claudia Schiffer. Tiran más dos ladrillos que dos carretas, comprobado está.

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Los muertos de Madrid

noviembre 3rd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Yo tuve un amigo poeta, cuando empezábamos en esto de contar y escribir, que decía con cierta frecuencia: “hablemos de los muertos mientras estemos vivos, porque cuando estemos muertos no podremos hablar de los vivos”. Ha pasado mucho tiempo y mi amigo ya no está, se murió por un error como se muere la gente decente, un médico le inyectó una sustancia que le arrancó de este mundo enviándolo al de la poesía para siempre. Y yo pienso en él porque me toca escribir de muertos cuando mi amigo no puede hacerlo de los vivos; se cumplió su sentencia.

Hay un Madrid de los muertos que nos supera en número y posiblemente en calidad humana. Un Madrid de cementerios, nichos y lápidas que nos espera con la certeza de que acabaremos en su censo. Es cuestión de vida, o mejor cuestión de muerte.
Uno no tiene el menor interés en acelerar el proceso, todo lo contrario, mientras haya personas en este mundo que merezcan la pena es mucho mejor estar en esta aventura, aunque nos duela. Creo que es el amor el que nos mantiene vivos, la soledad despelleja.

Ese Madrid de difuntos que se atasca en los cementerios una vez al año es una cita obligada. No tenemos la elegancia de los campos santos de Francia o de Italia donde la muerte es elegancia artística. Aquí es una muerte más funcional pero no menos sentida.

Mi amigo hubiera preferido que le enviara una copa de vino tinto a su tumba antes que un recuerdo escrito. No sé si en el más allá tienen banda ancha, no sé si me leerá.
En los cementerios he encontrado páginas de héroes escritas en el telegrama de un epitafio. Para el día que llegue, (lo más tarde posible), he encargado que me pongan: “ha sido un placer”.

Mi amigo el poeta, el que escribía a Madrid desde el sur, el que tenía la capacidad de reducir sentimientos a unas líneas métricas, aquel se comía la vida a versos, nunca me habría dejado escribir con pena de los muertos. Lo sé.

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Aguirre fomenta la crisis de pareja

octubre 30th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A pesar de que el Consejo de Estado haya emitido su negativo dictamen sobre el reglamento regional que desarrolla la ley del tabaco (que a los efectos tiene tanto valor como echar la Primitiva fuera de plazo), la Comunidad de Madrid tiene manos libres para permitir que se fume en las bodas, asunto que parecerá baladí, pero que tiene preocupados a los analistas de la Casa Blanca. En Washington, siguen con interés el pulso de la presidenta regional con el Gobierno de Moncloa. Lo que para unos pueden ser colillas sin importancia, para Esperanza Aguirre es munición de calibre grueso. En caso de permitir fumar en las bodas, se abre un debate regional de primera magnitud: uno se puede casar por la Iglesia, por lo civil… o por lo Aguirre.

Pongamos un ejemplo: una pareja que tenga programado el matrimonio para el mes de diciembre puede ir adquiriendo la correspondiente caja de habanos en la certeza de que podrá fumar en su boda. El Gobierno regional, al fomentar el tabaco, hace poco por la salud de sus ciudadanos pero sí legisla en pro de su felicidad, un puro en condiciones alivia los cuerpos embargados de la emoción nupcial. Además, también el matrimonio hace estragos y nadie se atreve a prohibirlo. Nótese el empeño de la Comunidad de Madrid en subrayar las bodas como lugares emblemáticos donde romper la prohibición del tabaco; podían haber dicho despedidas de soltero, que son más lúdicas y fomentan otro tipo de relaciones más dionisiacas.

Pero no sólo el Pentágono y el Kremlin están preocupados por las consecuencias de esta ruptura, también lo está el sindicato de monaguillos, sacristanes y diáconos, ¿puede un monaguillo acercarse con el descaro acostumbrado a pedirle un pitillito al padrino?, ¿afectará la medida a las vocaciones religiosas? Marx habló de la religión como el opio del pueblo, pero nada dijo del tabaco. Por lo tanto ignora la señora presidenta el problema que traslada a la conciencia de miles de monaguillos, sacristanes y diáconos que ya se habían hecho el cuerpo a fumar de tapadillo en las sacristías, o a embriagarse con el incienso no habiendo otra cosa que fumar debido a la ley seca impuesta por el Ministerio de Sanidad.

Tampoco podemos ignorar el conflicto que se presenta en las parejas, la libertad es muy bonita pero ¿cómo se pueden casar un fumador con una no fumadora? En lo sucesivo veremos que los testigos se dividen no en función de novio o novia, sino en banquillos de fumadores y no fumadores. Ya está: la tenemos liada, ni Lutero se atrevió a tanto. El cisma Aguirre se estudiará en los libros de Historia. Apliquemos el efecto llamada que se puede producir en iglesias y juzgados de Madrid. Parejas que tenían prevista sus bodas en comunidades limítrofes vendrán a nuestra región atraídas por la permisividad ante el pitillito. Amén.

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Historias de la tele en España

octubre 29th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El Aniversario fue ayer sábado, por lo tanto se cumplen hoy ?cincuenta años y un día? de la primera emisión de TVE en España, ceremonia que para mayor exotismo tuvo lugar en el Paseo de La Habana de Madrid. Si para la humanidad la revolución vino el día en el que se descubrió el fuego, o se inventó la rueda, para los españoles la televisión nos cambió la vida por completo. Las imágenes nos atrajeron de tal forma que todo el mundo quiso tener un televisor en su cuarto de estar, y Franco no paró hasta lograr que la clase media se identificara por tener un 600, una nevera y una tele. Franco no llegó a alcanzar el fin del blanco y negro pero sí se le alegraban las pajarillas con Laura Valenzuela en las Galas del Sábado.
De las canciones de Mónica Bell y de la actuación de la llamada Sección Femenina, hasta la fecha, han pasado más que imágenes. Todo lo que ha tenido importancia en nuestra vida se ha visto en una tele. Ningún otro electrodoméstico, (?electroduende? para Alaska), tiene la carga emocional de haber disfrutado con John Wayne, Chanquete, el fútbol, Induráin, bodas reales y productos del teletienda. Por eso no resulta extraño que haya gente a la que se le estropee la tele y lo sientan como la muerte de un pariente cercano. Un símbolo de nuestra opulencia es que cambiamos de televisor antes de que éste nos abandone; en otra época se le aplicaban cuidados paliativos cuando sus lámparas agonizaban en mal estado. Ya no es así; nos hemos pasado a la pantalla plana, tecnología oriental, lo que se conoce por una tele de ?plasta?, (plasma para muchos).
Objeto denigrado, negado, manipulado y descafeinado pero sin el que no pueden pasar políticos, artistas y famosos. Para los mediáticos si no apareces en la pantalla con regularidad y bien maquillado, no existes. Y para el espectador no hay tragedia más sublime que descubrir que ?su? tele no funciona. En un hogar español se puede estropear cualquier otro aparato menos la tele, ¿cómo es posible que se nos niegue la posibilidad de cenar ante unos despojos, unas vísceras de la serie CSI?
El que mejor ha escrito de nuestra tele es el sociólogo Lorenzo Díaz, a cualquiera de sus libros me remito para entender mejor qué lugar ocupa en nuestra vida cotidiana. La parte emocional que la explique cada uno y que levanten la mano los periodistas, abogados, médicos o policías que encontraron su vocación en una serie que les marcó para siempre. Cincuenta años después uno tiene claro que Tico Medina o Miguel de la Cuadra son de la familia, me siento unido a ellos por el cordón umbilical que es el cordón del cable que va a la pared. No me pregunten cómo ni de qué manera la televisión consiguió convertirse en uno de los nuestros.

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Me sobra una hora

octubre 29th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Uno comprende que el cambio de hora es en beneficio del consumo eléctrico y de la reducción de petróleo, pero uno no tiene la capacidad de un reloj japonés para cambiarse de hora tocando un botón. Dicen que la medida afecta más a ancianos y niños, por lo tanto tampoco tengo muy claro cuál es el grupo en el que debo encajarme teniendo en cuenta que paseo por los 45 años, (como dice Carlos Herrera, a esa edad se está de los “cuarenta hacia la muerte”). Y el cambio de hora me ha descolocado más que a la defensa del Real Madrid cuando Roberto Carlos decide tomarse la tarde libre.

Iré al veterinario a hacer cola junto al sindicato de gallos despertadores que también tienen un cabreo sordo en el pico.

El cambio de luz me ha hecho comer a destiempo, amar a destiempo y tener sueño a destiempo. La pregunta que nos podemos hacer es si la realidad es la que marca el reloj o la que uno siente en su cuerpo. En ese sentido estoy como un exiliado con la realidad puesta en la muñeca. O mejor dicho: un muñeco sin muñeca.

Para colmo de males este veranillo adelantado me aleja del otoño. En resumen: un desastre a todas horas. A todos nos llegará nuestra hora, está escrito, pero según parece a los madrileños nos llegará sesenta minutos más tarde. La parca ajusta también su reloj para continuar con el negocio de recoger cuerpos por la ciudad, (he visto como los furgones de la morgue hacen su último viaje por la M-30).

Es la realidad, dicen, pero tiendo a pensar que nos la han cambiado. Me sobra tiempo, ahora mismo pongo un anuncio por si alguien quiere comprármelo.

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Sonrisas de hiena y bufones

octubre 28th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A mí las hienas siempre me han parecido animalitos muy respetables, cada uno expresa su efusividad como le sale, más me molestan las risas a destiempo y los palmeros de la información. Debe resultar muy progre y muy jocoso reírse del trabajo de otros compañeros y darse codazos llamando idiotas a quienes no piensan (o escriben) como tú. Algunos expiden carné de intelectual como en las ferias se despacha el algodón dulce.
La tele cumple hoy 50 años, lo que no quiere decir que sea un electrodoméstico adulto, para algunas cosas tiene una ingenuidad de elefante rosa. Ya sé que no son los tiempos de La Codorniz, me queda claro que triunfa el brochazo grueso y la patada en la espinilla. En pro de la audiencia hay quien siembra de cáscaras de plátano las aceras y deja una cámara de video conectada toda la noche para luego despiparse con las caídas. La distancia entre el humor y la canallada es la misma que separa a una risa de un estornudo, ambas son estruendosas pero sólo una es inteligente. Pero la tele tiene un ritmo y marca una estética que soporta todo gracias a unas capas de maquillaje, aunque a veces la risa se convierte en mueca macabra y se hace patente, lo decía aquella canción de Siniestro Total: «Bailaré sobre tu tumba…».

La línea de investigación de diversos medios sobre el 11-M puede ser objeto de crítica, o materia de debate, pero nunca acabar denigrada en un mal chiste de paso. Hay comentarios que rascan la sangre seca y por extensión se convierten en infames gracietas. Hasta que se esclarezca la verdad y en función del dolor de las víctimas, (y también en respeto al trabajo de otros compañeros), hacer chistes sobre el ácido bórico es una barbaridad con muchas pulgadas. Y tome nota la autoridad competente de la televisión que consiente el linchamiento de la información como materia de ocio y disfrute.

A ningún columnista se nos ocurrió hacer unos chistes de Antena 3 TV, o de Onda Cero, cuando llevaron a cabo un extraordinario expediente de regulación de empleo dejando a cientos de familias en la calle. Casualmente, en aquel ejercicio las acciones del grupo subieron, por lo tanto no había motivo para la eliminación de esos puestos de trabajo, salvo oscuros intereses que nunca se conocieron, bendecidos por el Gobierno del PP. Pero no leí ningún comentario, por sutil que fuera, que dijese que unos tocan la lira y otros se llevan la Lara.

Desengañémonos: la televisión cumple 50 años pero a los efectos de la madurez sigue siendo una pipiola. Cualquiera tiene licencia para contar. El más listo de todos fue Chicho Ibáñez Serrador, que nos dejó aquellas historias para no dormir, ahora nos tratan de engañar con historias para no reír. Flaco favor le hace el bufón a su señor cuando le engaña con una risa tonta que esconde un desprecio por aquello que ignora.

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