Entradas etiquetadas como ‘el mundo’


La nieve desinhibe

enero 11th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ya están aquí: los que faltaban para el anuncio. Me refiero a ese en el que se cuenta cómo una embarazada rompe aguas y en el vagón hay un equipo médico al completo. Eso es: metro de Madrid, la suma de todos. Y en días como los presentes, en los que se hiela hasta el pensar no es raro encontrarse a un grupo de voluntarios dispuestos a quitarse la ropa sin temor a que se les escarche la buganvilla.
Siempre se cumple la regla de que ninguna buena acción queda sin su “justo” castigo. A ellos también les han criticado, no tanto por la ausencia de tela sino por la ropa interior. Nunca llueven calzoncillos a gusto de todos, de ahí el cotilleo de los andenes para criticar si tal prenda está a la moda o si por el contrario es del ropero de Tarzán. Somos así, no es maldad sino tendencia al despelleje del prójimo como actividad social. Las alegres comadres, y los alegres compadres, no se van a quedar sin hacer la disección de los autores del despelote metropolitano.
El frío es el responsable. Igual que en San Sebastián siempre hay un abuelo dispuesto a meterse en el mar cuando nieva, en Madrid hay gente que hace cosas raras cuando caen copos. Psicoanálisis al margen lo cierto es que el frío nos desinhibe de mala manera. A diferencia de lo que ocurre en la playa de la Concha, en Madrid hemos podido saber que esta “performance” del nudismo urbano terminó bien. Lo que ocurre en la playa de San Sebastián está por demostrar puesto que nos quedamos con la intriga de saber si el abuelo regresó de las aguas, (al menos uno sí, el que sale en el anuncio con Susana Griso).
La nieve que provoca arterosclerosis urbana y ralentiza las comunicaciones también es capaz de inducir a comportamientos extraños. Puede que en las próximas horas haya colectivos que se quiten hasta los pendientes. Los de la foto lo hicieron por un “pásalo” de internet, y no porque la crisis les hubiera desmantelado el armario.
Ante las nevadas intensas se recomienda siempre al menos una pequeña prenda porque en algún lugar hay que llevar las llaves de casa y el móvil. Y aunque estés desnudo hay que usar cadenas, no todos tenemos un cuerpo cuatro por cuatro. Y silbar: “¿Frío, yo?, ¡nunca!”.

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El espejo de la Puerta del Sol

enero 2nd, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La Puerta del Sol además del “topicazo” del kilómetro cero, sede del Gobierno regional y recuerdo histórico de balcón republicano es “plaza”, y en semejante lugar se ha desarrollado siempre la democracia desde los griegos hasta la fecha, y no íbamos a ser nosotros menos. La fuerza de un público en una plaza tiene mucho de empuje de riada, es ese público el que otorga orejas en los toros, o el que manda callar a su presidente, o el que inicia las revoluciones bien contra el francés invasor o contra la monarquía de Alfonso XIII. Y el mecanismo es siempre el mismo: uno se concentra en el ágora con ánimo festivo pero nunca se sabe como puede acabar la tarde, (o noche). Otro año más, y como es costumbre, miles de “valientes” se ponen el frío por montera y se “incomodan” para seguir la versión castiza del Big-Ben, el reloj que nunca falla ni en tiempos de crisis ni en época de bonanzas. Y lo hace con tal rigor y puntualidad que ese dicho que afirma que a cada uno nos llegará nuestra hora debe ser cosa del relojero de Sol.
El encuentro no deja de tener su punto reivindicativo, ya que uno acude a tomar las uvas al menos que le hagan caso y pueda dejar constancia de su sentir. En ese magma social hay de todo, desde borrachos sin taberna a parejas recién “deshechas”, pasando por guiris, paisanos, transeúntes y reivindicantes. De tal manera que si Noé tuviera necesidad de hacer una segunda reedición de su famosa Arca le bastaría con rescatar a los que toman las uvas en la Puerta del Sol para poner a salvo a la especie humana. No hay otro catálogo más vivo y más interesante. Y, al margen de los “barridos” rápidos que ofrecen las imágenes de las cámaras de televisión, merece la pena detenerse en el paisanaje atrapado en el objetivo de una cámara digital. Una imagen es una verdad mil veces presenciada.
Este año se utilizó la fachada del edificio para proyectar deseos europeos y para jugar con las luces, y el resultado no pudo ser más espectacular; las estrellas amarillas de la Unión Europea plasmadas en la fachada del edificio, (epicentro durante un semestre del sentir europeo). La causa europea encaja tan bien en Madrid que no se entiende cómo estuvimos más de cuarenta años fuera de las instituciones comunitarias; es más, parece que el edificio fuera construido para la ocasión sin recordar, (para nada), su pasado como Dirección General de Seguridad en época franquista, un reducto del pensamiento único y de su brazo armado tanto en lo ideológico como en lo que tuvo de cachiporra. Ahora los madrileños saben que en sus balcones igual asoma un ciclista que un tenista o un equipo vencedor. Balcones que tienen el valor simbólico de los adoquines del foro de Roma.
Uno acude a la Puerta del Sol para reivindicar lo que tiene a bien: la amistad, el ensalzamiento del alcohol, la soledad o el cabreo por no tener trabajo, de ahí la enorme pancarta con “Paro No”, para que en Europa se den cuenta de las necesidades que tenemos por aquí, y para que aparezcan esos brotes verdes que tanto les cuesta aflorar. O esa otra que pedía la supresión de la tauromaquia, y se entiende que el envío inmediato al exilio de Enrique Ponce, José Tomás y también de los ganaderos de reses bravas, (no todas las plazas tienen que ser taurinas, ni mucho menos). Y ese otro que se curró una pancarta-collage en verso para decir que era catalán, español y que se tomaba las uvas en la Puerta del Sol, sin esperar a que el Tribunal Constitucional le estropeara un buen momento. Todo eso se puede hacer mientras uno espera a que den las uvas, en legítima unidad de pluralidad y diversidad de opiniones. Luego vendrá el futuro en forma de nueva década y pondrá las cosas en su sitio. De momento la idea es que el 2010 sea “feliz”, lo decía el tradicional luminoso sobre el reloj. Doce uvas para doce meses, y un deseo de bienestar para el resto del año que ha empezado.

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Carreras de galgos

diciembre 28th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si los marcianos decidieran visitarnos vendrían en un taxi, lo tengo claro. Dejarían el cohete en algún polígono industrial y luego se dirigirían al Ayuntamiento a ver al alcalde. Todo lo que ocurre en la capital pasa a bordo de uno de esos coches que los madrileños han elegido para ir al hospital, (para nacer de sopetón), para su boda o, sencillamente, para ir tan “pichis” dándole al palique. Si no te puede llevar un taxi es que no existe la dirección, y si no se atreve a llevarte es que tampoco te conviene andar por allí.
Los lugares poco recomendables son los habituales, esos en los que la calle se convierte en camino y de ahí en adelante en fango. No hace falta ser Marco Polo para darse cuenta de que en algunas zonas es mejor no entrar si quieres salir indemne. Cuando la noche cae, con mayor motivo, entonces los lobos miran desafiantes los tapacubos esperando que las ruedas se detengan. En el GPS no aparecen como zonas peligrosas pero cualquier taxista sabe lo que es caer en las arenas movedizas de los barrios marginales. No resulta extraño que esas zonas dónde acaban las vías se encuentren señaladas en rojo. Peligro: no entrar. Si uno se mete en una película del oeste lo normal es que salga con alguna bala incrustada en el sombrero, (sí tienes suerte). Una cosa es hacer de buen samaritano y trasladar al cliente hasta dónde lo pida y otra es jugarse la recaudación en callejones oscuros. A nadie le parece raro que los taxistas no tengan intención de entrar en “La Barranquilla”, (con la bandera levantada como si fuera bandera blanca).
La novedad es que en la geografía de los temores de los taxistas madrileños se encuentre el Barrio de Salamanca, no por miedo físico sino por temor a sufrir un atraco olímpico; dícese de los niños de papá que salen del coche huyendo como galgos en alocada carrera para evitar hacer frente al pago del taxímetro. Jóvenes que tienen tanta cara como “posibles”, y que lejos de hacer frente a la deuda prefieren coger las de “Villadiego” hasta cruzar el umbral de su portería dónde el conserje les llama de usted y les da las buenas noches.
Si en las paradas hubiera fotos de “clientes más buscados”, los “borjamaris” estarían junto a los hijos de “La Barranquilla”. Tipos de poco fiar.

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La puerta abierta del cielo

diciembre 23rd, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Muestra de la importancia que le damos a una vivienda es que en la iconografía cristiana a San Pedro se le representa con unas llaves en la mano, y no con un puro, o una taza de té, ni con unas manzanas cogidas en el jardín de Eva. Tener un techo es de los primeros deseos que le haría uno a un genio en caso de tropezar con su lámpara y de no maldecir a causa del esguince. Es verdad que la Constitución reconoce el derecho a una vivienda digna pero los padres de la patria no tuvieron en cuenta la especulación, ni el esfuerzo económico que representa una hipoteca para el común de los mortales que carecen de las garantías que exigen los bancos. Ese derecho elemental a la vivienda no llegaría a cumplirse si las administraciones no se pusieran manos al ladrillo y construyeran viviendas protegidas, una actividad en la que Madrid le lleva una notable distancia al resto de comunidades autónomas, (y a la administración central). Madrid ha hecho una notable inversión en vivienda protegida luchando, en no pocas ocasiones, contra la especulación de los devoradores de suelo que son esos tipos de ideología «trasversal» que al carecer de escrúpulos pueden navegar bajo todo tipo de pabellones, de ahí que se les conozca por los del «marxismo-ladrillismo», (un pragmatismo ideológico que abarca de la derecha a la izquierda).
El Palacio de Congresos era un cruce de campanilleo de llaves entregadas que se mezclaban con el jolgorio de los agraciados, llaves que sonaban como las campanitas del bar de la película «¡Qué bello es vivir!», (título de obligada referencia navideña), y que según nos dejó dicho Frank Capra tintineaban cada vez que un ángel había conseguido sus alas. Pero no hace falta llegar a una discusión teológica para darse cuenta de que un piso de protección oficial le da «la vida» a cualquiera.
A ochocientas veintidós familias les tocó ayer la lotería sin ir a Doña Manolita; es decir, que los pusieron en su casa. A los que como Antón tuvieron que refugiarse con sus padres pero, desde ahora, gozarán de vida propia con cuatro paredes para su familia y dejarán de ser «okupas» de sus mayores. A ellos no les hace falta un ático para tocar el cielo.

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La Caja Mágica

diciembre 19th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Mira por dónde el destino quiso apartar a Ignacio González de Caja Madrid pero le ha puesto delante una “caja mágica” en su condición de responsable de la cultura regional; en cuestión narrativa es mucho mejor encontrarse una botella de náufrago que a un oso verde en un prado. Lo que se ha descubierto es algo más que un objeto, es la puerta al pasado. Da escalofrío-vértigo pensar en las manos que depositaron la caja con la fe de que algún día se abriera. No sabemos quién fue pero ya puede descansar tranquilo, mensaje entregado, objetivo cumplido.
Apenas unas manchas de moho sirven para desmentir que todo se pasa, todo se olvida o todo se rompe; los recuerdos no. Y si están bien conservados mejor porque nos dan una imagen de aquel día en el que los próceres de la patria se reunieron entorno a la estatua de Cervantes frente al Congreso. De ellos no nos queda más que el recuerdo en estampas litografiadas y unas monedas que dejaron de ser de curso legal hace mucho tiempo.
Nos podríamos preguntar qué objetos serían imprescindibles para encerrar en otra caja del tiempo que reflejara nuestra actualidad: por ejemplo la foto de Belén Esteban, (pero no vale porque dentro de cien años estará aún más joven), quizá un disco de Raphael por el que no pasa el tiempo, alguna jaculatoria de Bono y vaya usted a saber si unas estampas de la casa de “Gran Hermano”. Quizá lo más aconsejable sería una caja del PSOE, otra del PP, otra del Gobierno, otra de los sindicatos, otra del obispado y una última con los objetos que vote el público en un programa de televisión. De esa manera el tipo que la encuentre dentro de dos siglos se hará una idea de cómo nos las gastábamos por aquí.
Este hallazgo puede provocar una avalancha de topillos anónimos a la caza del tesoro, ¡y qué mejor ciudad que Madrid para hociquear entre la tierra fresca! Nos va el “desentierrin”, una palabra que podría definir nuestra costumbre por cotillear en el pasado sin respetar objetos, momias, santos, poetas, ni reyes, ni generales. Recordemos al entonces consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, cuando buscaba como un poseso la tibia de Velázquez en la Plaza de Ramales, afortunadamente el fantasma del pintor supo huir a tiempo de la voracidad por la Historia.

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Mi paquete y yo

diciembre 17th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Alguien dijo que la igualdad entre hombres y mujeres llegaría cuando los tíos hicieran el mismo ridículo que ellas en los anuncios de colonias. Esto ya ha sucedido en una calle de Madrid. Igual que ellas se han preguntado cursiladas tales como “¿A qué huelen las nubes?”, y han cantado “pim-pum, taca-tá” cuando tenían la regla, ahora sólo faltaba que un subsecretario diera saltos por la acera cuando estuviera contento. O en su defecto un jefe de negociado de los que usan pisacorbatas.
No sabemos si los modelos que se metieron en la urna a lucir paquete pertenecían a algunas de las múltiples administraciones que hay en Madrid. La verdad es que el personal se acercaba a mirar otra cosa, y tampoco parecía que les importara el cargo sino el físico porque cuando hay carne se pierden los protocolos. Y físico había para llenar una urna, bien es verdad que con algo de relleno pero sí no hay ilusión no hay truco, eso lo enseñan en primero de Harry Potter en cualquiera de las academias para magos que hay en la Gran Vía, en esas que también se puede opositar para el Ayuntamiento. Como Aznar acabó con el servicio militar tampoco sirve aquel eslogan de la ilusión que entraba “al cumplir como soldado”, de ahí que la firma comercial optara por mostrar cómo es un hombre cuando se quita los calcetines. Estos chicos han sido abanderados de la moda teniendo a su cuerpo por mástil en el sentido más literal, y también onírico, del término. Es aquello de lucir lo que se va a comer el gusano.
En cuestión de ropa interior los señores hemos llegado mucho más tarde a la revolución industrial, hasta hace muy poco las mercerías tenían a los calzoncillos entre sus prendas más vergonzantes por la ausencia de imaginación y diseño. Ahora es distinto, también porque se lleva la moda del vaquero holgado que deja asomar el calzoncillo resbalón. Y un señor que se precie debe estar bien vestido desde la camisa hasta sus últimas consecuencias puesto que nunca se sabe en qué momento tiene que mostrar su anatomía. Carmen Rigalt cuenta que su madre le recomendaba llevar siempre ropa interior limpia “por si la tenía que ver un médico”; ese consejo se extiende ahora a los ejecutivos que lo deben entregar todo a la causa de la multinacional.

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La matinal de los sindicatos

diciembre 13th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Una extensa mancha roja de lado a lado de la calle. Se buscaba la foto del poder de los sindicatos y se consiguió reunir de manera notable a representaciones venidas a Madrid de toda España. Muchos con el cansancio de una larga noche en autobús, ojeras “rojeras”. Otra cosa es preguntarse por qué han esperado hasta el día 12, del mes 12, a las 12 horas, para ponerse en marcha y por qué no lo hicieron antes, si acaso los motivos han cambiado mucho de ayer a hoy. Todos contra el desempleo, sí, ¿pero contra quién en concreto?, ¿a quién se le carga el mochuelo de la crisis?, la cabecera de la manifestación no podía ser más confusa, junto a los líderes sindicales estaban Pedro Zerolo y concejales socialistas del Ayuntamiento de Madrid, pertenecientes al partido que gobierna y que tiene la responsabilidad de tomar decisiones económicas. Así las cosas la presencia de Celestino Corbacho no hubiera resultado extraña.
Los actores conocidos, los que forman “el equipo médico habitual” contra el PP, emergieron en la tribuna de la Puerta de Alcalá; de manera hábil evitaron el recorrido a empellones entre la multitud. “Alguien” había olvidado retirar las vallas entre la cabecera y el escenario, y de no ser porque “alguien” levantó una de ellas, los miembros de la cabecera hubieran salido magullados y con las chaquetas hechas jirones. En fila india y mesándose los cabellos pasaban con cuenta gotas entre manifestantes, banderas, curiosos, pancartas y un cordón de seguridad tan inútil como mal organizado. Sin duda que esa valla la puso Díaz Ferrán que era el malo de la película, la patronal como gran obstáculo para la recuperación económica española. Y para completar la sátira la música de “Macaco” que cantaba “moving”, (con el disco rayado dando saltos), mientras los líderes sindicales apenas podía moverse por culpa de las malditas vallas amarillas.
Al personal le divirtieron más las ocurrencias de Wyoming, (ha nacido un líder para la causa. Ya lo dice Gallardón que Wyoming es “muuuy bueno”), que los discursos de Toxo o Méndez, anclados en una retórica tan antigua como ya repetida mil veces. El malo es el empresario y Esperanza Aguirre también, los buenos son ellos y Zapatero no tiene culpa de nada, (salió indemne de los escasos gritos que se escucharon durante el recorrido). Mucho ruido de bocinas, mucho petardo lanzado por los representantes asturianos, y algún bailecito gracias a la percusión de un grupo tipo Mayumaná. Y para que nadie se fuera sin descargar adrenalina se repartieron huevos con los que se podía hacer prácticas de tiro contra una foto de Díaz Ferrán.

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Mujeres sin rostro

diciembre 12th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La actriz Emma Thompson ha venido a Madrid para hablar de prostitución, pero no para presentar la segunda parte de “Pretty Woman”, sino para narrar la miseria que hiede entorno a la esclavitud sexual. De la exposición “The Journey” nadie sale ileso, no hay baños de espuma como le pasaba a Julia Roberts en el cine. Muy al contrario los baños son estercoleros donde se recoge el semen con pañuelos de papel y luego se amontonan en papeleras metálicas hasta hacer una montaña de desprecio y desahogo. Hay dolor y olor también en esta exposición, quizá parezca demasiado pero con esa intención la inauguró la ministra Bibiana Aido. Todo lo que se ve no es que sea terrible, simplemente es verdad.
No apto para los que creen en cuentos de hadas y en abrazos con música de jazz, aquí los sonidos son bajantes de cañerías, muelles flojos, portazos, y broncas. No hay una sola mirada de piedad en un entorno caníbal en el que se compra carne fresca para ofrecerla al peor postor.
Pudiera suceder que cuando se muestra la cruda realidad surja la duda de hasta dónde llega la recreación del artista, en este caso aseguran que no hay adjetivos sobre la narración sino un reflejo llano de la miseria cruda. Son paredes desconchadas porque son vidas desconchadas, hay luz tenue porque son animales de la noche perpetua, hay carmin para bocas serias, colorete para caras tristes y medias que impiden a las piernas huir. Hay persianas sin cuerda, cuadros sin paisajes, espejos rotos para no verse. Y un vaso medio lleno en la mesilla de noche, por si hubiera que tomar la pastilla de no pensar.
La única licencia de toda la exposición es que hay quién le llama “hacer el amor” a alquilar a una persona, como si fuera una producción industrial en las que el cuerpo de la mujer fuera la principal maquinaria. Y su corazón una pieza más de recambio. De esa forma puede que haya ganancias para el proxeneta, (nunca beneficios que sería un término mal usado), en todo caso maleficios.

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Los niños del Coro y otros corros mas

diciembre 5th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Después de varios años de conmemorar a la Constitución en la Puerta del Sol, la conclusión es que la única forma de poner de acuerdo a todas las fuerzas políticas madrileñas es hacer que cante el Coro de Niños de la Comunidad de Madrid, su excelente textura en la voz pasmó a los presentes y provocó un silencio de auditorio muy reconfortante por lo que tiene de extraño en sede oficial. A Gregorio Gordo, (que es el candidato joven de IU), le habían puesto en la tribuna al lado de los niños, un poco por razón de edad y otro por alejarlo de la punta opuesta de la tarima en la que estaba la defenestrada Inés Sabanés. Todo el arco político-social madrileño cabía en el patio de la sede del Gobierno regional, desde la delegada del Gobierno Amparo Valcarce, (esa señora que tiene voz de narradora de cuentos infantiles), hasta Micaela Flores Amaya más conocida por “La Chunga”, pasando por algún mosén de alzacuellos y un pope de iglesia ortodoxa de los de crucifijo de pared pero puesto en el pecho. En caso de prosperar la Ley de Símbolos Religiosos el pope ortodoxo tendría que renovar necesariamente el armario.
Leguina, Gallardón y Aguirre juntos en una misma tribuna, la crónica viva de esta joven Comunidad que no es histórica pero está llena de múltiples historietas que se cuecen entre los corros cuando termina de sonar el himno nacional que en la Puerta del Sol es siempre en versión Lp. Leguina repetía acto con Aguirre en menos de veinticuatro horas, lo cuál tiene bastante mosqueados a los socialistas. Más allá Rafael Simancas, el hombre que pudo reinar y que ahora ha encontrado su hueco en Fomento junto a José Blanco. De una manera natural empresarios, sindicatos, periodistas, izquierdas y derechas formaron sus otros corros, el más demandado era el de los “Fernández y Fernández”, José Ricardo Martínez y Javier López, (UGT y CCOO), nunca van solos. A ellos se acercó Tomás Gómez y se los llevó de manera discreta detrás de una columna, pero nunca hay columnas discretas en Madrid. Luego ellos se marcharon, juntos por supuesto, y Tomás Gómez buscó al vicepresidente Ignacio González con celeridad. Es decir, o le contaba un chiste de sindicalistas o le reportaba acerca de la última hora de Cajamadrid. Se les veía tan concentrados en la charla, a Gómez y González, que hasta los camareros les esquivaban con las bandejas del croissant por no molestar. No andaban lejos los empresarios entorno a Arturo Fernández por si fuera necesario un pacto social o una cita a tomar café. Los diputados regionales encabezados por su jefa Elvira Rodríguez, entre ellos Maru Menéndez y David Pérez, (portavoces de PSOE y PP), un tanto perdidos porque no discutían entre sí, puesto que tocaba tregua constitucional. Mención aparte para la camisa de Juan Soler que es el chico elegante de la Asamblea con gran diferencia. Más allá el consejero Güemes que se ha cortado las puntas por una causa benéfica, y Lucia Figar que no se corta nada cuando le tocan la autoridad del profesorado.
Gallardón y Cobo, (este último con incómodo sentimiento de estar en “territorio comanche”), se marcharon sin hacer corro porque tenían sarao municipal aparte. Alcanzaron la puerta con celeridad, nada que ver con los pasos cortos que daba la presidenta Aguirre a la que seguían varios corros más: ahora representantes diplomáticos de diversas tonalidades, ahora artisteo con Olga María Ramos, ahora alcaldes de la región que se tienen que hacer ver para ganar puntos; y Adolfo Suárez Illana, y Ana Botella, y los diputados del PP Jorge Moragas, Cayetana Álvarez de Toledo y Cristóbal Montoro. Aguirre en la Puerta del Sol es un atasco en sí misma, una manifestación y una romería. Si diera turno para el besamanos la cola sería de exposición en el Museo del Prado.

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Unos liberales y Leguina

diciembre 4th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Todo era cita culta y homenaje a lo liberal, así que en ese ambiente hubiera sido espectacular la conversión de Joaquín Leguina a la “fe verdadera” de los Tatcher, Luther King o Churchill, pero a pesar de que el copresentador y ex presidente de la Comunidad de Madrid se prestó al acto con gran entrega, no hubo arrepentimiento público. También es cierto que un verdadero liberal nunca aceptaría que su bautismo estuviera basado en un documento en cuanto lo consideraría parte de una obsoleta burocracia innecesaria.
Esperanza Aguirre es autora, y editora, de “Discursos para la libertad”, un manual culto y no al alcance de todos los públicos que congregó al sector “liberal y esperancista” del partido, de ahí las ausencias de miembros del PP del Ayuntamiento o de la calle Génova, a excepción de un aclamado Ángel Acebes, (a pesar de que no ha escrito ni una línea del libro). El vicepresidente Ignacio González en primera fila y así hasta completar un salón del Palace que se llenó también de ilustres canaperas y canaperos de los que confunden a Tocqueville con una marca de colonia. Un salón repleto como ese anuncio del metro que dice: “¿Voy bien para Príncipe Pío?”, hasta con embarazada que era una señora de la editorial. Estos últimos, los canaperos y canaperas se extasiaron un poco con la erudición de Carlos R. Braun que ese español con acento argentino que en realidad es un liberal británico de los de sillón de cuero y club antiguo, y verbo embaucador. Braun, también copresentador con Leguina, introdujo giros de voz para que el canapero no cayera en la tentación de distraerse con el papel pintado de la pared porque el libro es un manual de ideas para la reflexión, por lo tanto filosofía política en estado puro.
Además de Fernando Ramírez de Haro, (en calidad de consorte de la presidenta), y de un hijo de ambos, el acto nos desveló la presencia de la madre de Aguirre que es quién puede atestiguar lo pertinaz que es su hija cuando persigue una idea: “hace más de treinta años que defiendo los principios liberales”, dijo la presidenta. Antes de eso Joaquín Leguina había reivindicado su condición de socialista en tanto que seguidor de Giner de los Ríos, y añadió: “no comentaré el talante, (del libro), ni el buenismo porque yo no soy de esa cuerda”. Aplausos y risas.
El profesor Neira aguantó de pie la hora larga de festín liberal. Todos los autores citados en las páginas fueron cuestionados en su día por sus respectivos partidos, a Churchill le llegaron a considerar “persona no grata” en el suyo. Esperanza Aguirre dejó claro que a ella le gusta mucho la figura de Churchil, tanto para comentario de libro como para ejemplo de perseverancia política.

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