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Pura seda china

junio 19th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si Marco Polo trajo la seda… de oriente causando furor en los salones de Venecia, Esperanza Aguirre está dispuesta a traer el liberalismo a Madrid porque no hay otro sistema posible, fuera del liberalismo no hay salvación, vayan tomando nota. La alusión al paño no es gratuita. El diputado del PP Juan Soler, el hombre que marca tendencias en la Asamblea, lucía un traje de chaqueta de seda china y la derecha nunca da puntadas sin hilo.

La presidenta hizo un discurso positivo, bien construido, elegante en la forma y trepidante en el fondo. Aguirre no quiere que se le duerman los suyos; porque «yo soy liberal» baja los impuestos, porque «yo soy liberal» está empeñada en la educación bilingüe hasta conseguir que en las tiendas de Moratalaz pongan el cartel de «se habla español», porque «yo soy liberal» crea guarderías en las empresas, porque «yo soy liberal» inventa una consejería de Deportes con direcciones generales de cuerpos sanos y abdominales de mármol -anuncio que cogió a su Gobierno en la inopia del continuismo; fue la sorpresa de la mañana-. Ser liberal es poner al madrileño al trote, como se empeñe Esperanza Aguirre se nos va a poner cuerpo de bifidus a todos. Lo siguiente es decretar taichí obligatorio antes de entrar en la empresa por la mañana. Unos estiramientos ayudan a la espalda y alejan la mente de las peligrosas doctrinas socialistas y comunistas.

El poder de convocatoria… de Aguirre se dejaba notar en la tribuna donde sólo faltó el presidente del Real Madrid, porque, sin duda, habría pasado una noche también muy liberal. Alberto Ruiz-Gallardón siguió el discurso muy atento. A su lado, Concepción Dancausa, Ana Botella, el Defensor del Menor -el de ahora, Arturo Canalda, y el que no quiere dejar de serlo, Núñez Morgades-, Alvarez del Manzano, que llegó tarde, Fermín Lucas, que es el hombre amable de Madrid, y Salvador Santos Campano, en calidad de nuevo jefe de la patronal, amén del secretario general de UGT José Ricardo Martínez y de Javier López de CCOO, y Pilar Gallego y Oscar Iglesias del PSOE del Ayuntamiento de Madrid.

Muestra de lo sobrada que comienza la presidenta la nueva legislatura es que estaba en los folios y en el percal de la tribuna, así interrumpió la lectura para decir: «Déjenle pasar, es el alcalde de San Sebastián de los Reyes, ustedes no lo conocen, pero se puede sentar». Risas. Y en los pasillos, fotos con la nueva alcaldesa de Leganés, Guadalupe Bragado, a la que le soltó «eres mi héroe», por aquello de alcanzar la vara por el silencio de IU. Al diputado más joven, Pablo Casado, que se había vestido de ejecutivo de Torre Picasso le dijo: «¡Cómo te has vestido así!». Hay que añadir que la imagen de Casado en la Asamblea era de vaqueros.

Rafael Simancas estaba mustio, le han salido canas por la parte de la gestora. Más activas Matilde Fernández, que tomó nota de todo, e Inés Sabanés, crecida al aumentar su grupo. La sesión la presidía la nueva mandamás de Vallecas, Elvira Rodríguez, aunque sus palabras no se escucharon porque la megafonía no estuvo en servicio hasta pasados tres minutos del discurso de Aguirre. Tampoco nos perdimos mucho al no escuchar a la señora Rodríguez. La pareja superliberal la formaban Lucía Figar y Juan José Güemes, cuya corbata era de color indescriptible. Güemes debió ser compañero de viaje de Marco Polo sin lugar a dudas.

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El miedo a ir a mejor

junio 17th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si la Revolución Francesa inventó el concepto de ciudadano, la Constitución norteamericana el Estado liberal y de los incómodos escaños de los Comunes de Londres salió el parlamentarismo moderno… España también aporta su creación política: el sentido del tiempo que nada ha tenido que ver con las conquistas normativas de Occidente. Cuando pudimos crear un Estado moderno fuimos contra los hermanos Bonaparte, luego apostamos por Fernando VII, más tarde nos dio el bajón del 98 y alargamos el siglo XIX hasta la muerte del general Franco, de tal manera que la melancolía por la pérdida de Cuba y Filipinas llegó hasta 1975; ahí se acabó el hombre de negro. Y, curiosamente, en ese equilibrio imperfecto hemos crecido incluso a nuestro pesar hasta dar con los cimientos de un país avanzado y ejemplo en nuestro entorno más inmediato. Pero en los genes llevamos una visión pesimista de la historia política en escala descendente que nos lleva a pensar que nada fue como ayer. Una visión catastrofista, (y muy nuestra), que tirando del hilo negro llegaría a afirmar: «aquí no hemos vivido nunca como en tiempos de Al Manzor».

Negar que España está mejor políticamente que hace 30 años es una osadía porque en aquel junio de 1977 había tensiones económicas, recelos históricos, cuentas pendientes, franquistas a los que se les había apeado del coche oficial, medios de comunicación golpistas sin reparos, y lo que se llamó «ruido de sables», (a los jóvenes de hoy les debe parecer el ensayo de una clase de esgrima). A pesar de algún cenizo que proclama que España se rompe por el momento no hemos escuchado ni siquiera el crujir de las velas del barco, por lo tanto navegamos juntos; esto flota. De hace 30 años hemos heredado la amenaza de ETA, (entidad mafiosa que se niega a mirarse ante el espejo de sus miserias), pero por el camino hemos superado conflictos importantes. Llaman milagro español al avance espectacular de la economía pero ese milagro también debería ser que estamos en condiciones de responder a los retos políticos que se presenten. Hace 30 años la propuesta de referéndum del lehendakari habría tensado un eslabón en la cadena de un tanque.

Sostener que éramos mejores entonces es de nostálgico y de antiguo cargo del Régimen, (en los primeros tiempos de la Transición los viejos políticos del Movimiento, aquéllos que pidieron ser amortajados con su camisa azul, se quejaban de los hombres de Suárez porque ni eran de apellidos pluscuamperfectos o «pluscuancompuestos», ni habían accedido por oposición a los altos cuerpos de la Administración del Estado. Pero los pipiolos fueron capaces de soplar sobre las Leyes Fundamentales franquistas). Para un diputado por el tercio familiar los nuevos aires de Adolfo Suárez eran peligrosas soflamas de La Pasionaria.

España hoy está en condiciones de plantear debates de altura pero con la serenidad de que hay democracia, parlamento, jueces y sistema capaz de responder a cualquier envite. Y, en último caso, tenemos la edad política que dice nuestro carnet de identidad de demócratas, no lo podemos disimular. No podemos temblar de miedo sino estudiar los problemas para darles solución. Dentro de tres décadas no sé cómo seremos, pero espero que para entonces no asuste ni la diversidad ni la pluralidad.

Rafael Martínez-Simancas es periodista y director del informativo

EL MUNDO en portada

de Veo TV.

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Nuestra Señora de Loreto

junio 17th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A Jose Luis Sestayo no le recibirán los Reyes en audiencia, y hasta es posible que el Gobierno no se acuerde de él cuando reparta distinciones del mérito al trabajo. Sestayo es el capitán del pesquero ?Nuestra Señora de Loreto?, pero además es un buen tipo y un poeta que ha sentido como nadie dejar a los inmigrantes que recogió en alta mar en los pantalanes del puerto de Libia. ?Los chavales lloraban al dejar el barco?, decía al verlos sentados en el muelle de Trípoli. Estaban cansados, decepcionados, engañados y sin rumbo pero en ningún momento le habían planteado un conflicto al capitán. Entre los inmigrantes y el español se había establecido una relación de amistad, una de esas extrañas convenciones que apenas existen entre caballeros del mar.
Sestayo es heredero de los marinos ilustrados: Gravina, Cosme Damián de Churruca y Dionisio Alcalá Galiano, incluso del almirante Cervera y si me apuran de Elcano. Por coraje no ha sido, le ha echado un par de pelotas al recoger a unos náufragos a los que intentó llevar a España o a Italia pero las leyes de emigración se lo impidieron. Entonces de su barco hizo albergue de vivos y panteón de muertos, en la bodega buscó espacio entre las cajas de quisquillas para alojar a un muerto, no quiso lanzarlo al mar como hubieran hecho otros. Le ha importado poco perder cuatro días de pesca, antes está el hermano que el boquerón, antes socorrer al náufrago que el negocio. Pero no crean que todo el mundo en la mar es como Sestayo, también los hay que pasan de largo con sus yates donde ven atardecer con un Martini en la mano y unas pateras como decoración del paisaje.
A estas alturas que un hombre se preocupe de sus semejantes es noticia, y que sea capaz de compartir cubierta, agua, pan y mantas. Sestayo igual no lo sabe pero se ha convertido en esos héroes anónimos de los que se habla durante unos días para luego no volver a mencionar nunca. Así es el precio que le damos a los ilustres, el abandono más inmediato.
A él le hubiera gustado traerlos a Europa pero las leyes no están hechas con el corazón, y como hombre sensible le ha partido el alma ver como esos desgraciados son devorados por la miseria de África. Es posible que lo vuelvan a intentar, si son capaces de reunir el dinero para dárselo al mafioso que hace las listas de embarque. El riesgo de su aventura es que paguen con la vida las ganas de mejorar. Mientras exista un Sestayo en el mediterráneo estarán a salvo, saben que él los recogerá? vivos o muertos. Lo que ha hecho este hombre es como para darle un premio y que lo recoja junto a Bob Dylan, se merece el reconocimiento por ser un digno hijo de la mar, un noble marino sin entorchados de almirante.

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Blair y Elvira Rodríguez

junio 14th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A esta columna de humilde opinión, (uno no quita ni pone presidentas), le podía haber titulado: ?ahora me toca a mí?? pero me parece obvio que lo estoy haciendo. Y lo hago con todo el respeto que tengo a los lectores de Madridiario.es, esta web de libertad que es ventana abierta a Madrid y a sus ciudadanos. Si algo tengo que me enorgullezca es la amistad con Constantino Mediavilla que es periodista cabal y amigo para prestarle mis únicos zapatos, llegado el caso y en tiempo de lluvia. Y si se quedara sin caballo me bajaría de él para prestárselo y seguir la batalla a pie.

Sucede que una opinión, (sin duda que tan personal como errónea para algunos), ha desatado un volcán de ríos de tinta y de mensajes. Nada más lejos de mi intención que molestar a Doña Elvira Rodríguez, presidenta electa de la Asamblea de Madrid y que sea por los años que Dios quiera. Sencillamente decía lo que pensaba, y eso ha provocado que me lleguen más correos de los que puede soportar el servidor de mi correo electrónico, (está ahí abajo indicada la dirección y además pueden opinar acerca de este artículo, es una de las ofertas que tiene este medio).

Los remitentes se han molestado con mi apreciación de Doña Elvira, en adelante Ilustrísima Señora y me suena a que no es casual. Es posible que en alguna delegación del PP les hayan puesto como tarea: ¡anda, envíale un correo a este idiota para que vaya sabiendo con quién se las gasta! Pues bien: el idiota ha recibido el mensaje.
Y digo que no es casual puesto que la misma tarde en la que publiqué la columna ya la Señora Rodríguez, Ilustrísima Presidenta de la Asamblea de Madrid, me envió a un propio para ponerme a caldo. No le había gustado esa idea de la patada hacia arriba y menos que dijera lo de los sindicatos, (porque ella ?siempre ha tenido una relación exquisita con ellos?). Bueno, pues dicho queda y por esa parte no añado más.

El asunto de los voluntarios que escriben me recuerda aquella anécdota de una manifestación de la Plaza de Oriente, en tiempos del ?Invicto?, que terminó a pedradas ante la embajada del Reino Unido, me sitúo en los tiempos de ?¡Gibraltar español!?. El entonces ministro de la porra, llamado del Interior, llamó al embajador de Su Graciosa para decirle si le enviaba más policías? y el británico estuvo sembrado en la respuesta: ?no, gracias, con que me envié menos manifestantes es suficiente?. Genial.
Lamento no recordar el nombre de los protagonistas pero lo cuento tal y como me lo narró en su día Fernando Díaz-Plaja con el que tuve el inmenso honor de compartir un ratito de radio. Fernando, te echo de menos, desde la distancia ideológica pero en la amistad personal.

Dicho lo cuál espero que estas líneas sirvan en mi descargo y para que los enviados puedan dedicarse a otras tareas más que a ponerme a caldo.
Tony Blair se agarró un enfado similar y llamó a la prensa de todo, incluso agentes al servicio del mal.

Uno sólo está al servicio de lo que cree y no tiene maldad, créanme.

Prometo, en lo sucesivo, seguir opinando con la libertad que me da este medio y estar a la altura de sus lectores. No tengo otro compromiso. Y de Su Ilustrísima, con la que he tenido siempre un trato exquisito, hablaré cuando toque. Le guste o no. Es mi obligación de cronista. Eso no se discute. Uno tiene libertad hasta para acertar en lo que piensa.

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La Marianina

junio 14th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La jornada de ayer en el Parlamento bien podría titularse ?El Congreso se divierte? en alusión a la película de Eric Charell. Parece que Rajoy ha conseguido inocular en los suyos un mensaje de ?marianina? que es una sustancia que relaja el ambiente y permite hablar de otros temas, (y lo que es más insólito, permite hacer juegos florales sin llegar a la bronca carnal). Se agradece la mejora y la contribución a la conservación de la atmósfera y de su CO2.
Por desgracia ese clima idílico se irá al traste cuando ETA dispare, y los informes que se han publicado en distintos medios de comunicación apuntan a que podría ser en breve y de forma llamativa. Mostrar a la banda la unidad de los demócratas es su mayor derrota, y luego a confiar en la acción policial que tan buenos resultados está dando esta semana.
Por otra parte con Otegi y De Juana en el trullo, cumpliendo sus respectivas condenas, la vida política nacional parece menos turbia. Aquellos paseos de De Juana eran un escarnio a la inteligencia dijera lo que dijera Instituciones Parlamentarias.
Esta noche toca otro tipo de ?sarao? en el Congreso y es la presencia de los Reyes para conmemorar los treinta años de las primeras elecciones democráticas tras la muerte del general Franco. Una fiesta en la que hasta los leones se han vestido de gala.
La ?marianina? incluso hizo que Acebes pudiera reírse y que se comentara el desliz ante el micrófono que tuvieron los populares, en clave de humor. Ayer todos estaban en la música de Bod Dylan; un día grato por tanto.

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¡Socorro, la gestora!

junio 11th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Imagine que ha sufrido un accidente, supongamos que le ha pasado un ataque liberal por encima y que medio aturullado recupera el sentido… se encuentra en una camilla, en el quirófano, la lámpara del techo está iluminada con muchos focos de luces frías, (igual que en un capítulo de Emergency Room), le han puesto una bata verde horrorosa de esas que abrochan culo-fuera, el anestesista le dice unas palabras inconexas y de repente aparece el médico que le va a operar. Imagine que le mira el fondo de ojos con una linterna, luego baja su mascarilla para saludar y dice estas tranquilizadoras palabras: «¡Hola, no se preocupe que todo va a salir bien, soy la doctora Cristina Narbona!». ¿Usted no gritaría: ¡socorro, la gestora!?

Narbona, la misma pitonisa que dijo que el 2007 iba a ser el año más seco del milenio, la que pretendía cambiar el reglamento taurino para que las faenas acabaran besándose en la boca toro y matador. Narbona, otra idea genial de la marca Ferraz, (heredera de productos Acme), para Madrid. Si con Sebastián íbamos a tener playa, incluso anegando parte de las provincias de Valencia y Cuenca, con Narbona vamos a dejar el PSM como el catre de un loco. De ahí el mosqueo de Acosta y Leguina que están hasta el pirri de las genialidades de salón, de los estrategas que se ponen a pensar en Madrid y terminan diseñando un plan para la permanencia del Imperio Austro-Húngaro. Hay un chiste francés que dice que un camello es un caballo diseñado por una comisión; pues en el socialismo madrileño Narbona es el camello regional que entró marcha atrás en la cacharrería.

Si buscaban una solución de impacto podían haber nombrado a Alfonso Guerra, «¡Alfonso dales caña!». Un debate Guerra/Aguirre en la Asamblea de Vallecas habría sido un gusto para la inteligencia, en cambio la gestora suena a cuidados paliativos de enfermo terminal. Ya el nombre se las trae; a los atléticos nos pusieron una gestora y bajamos a Segunda, y en Marbella crearon otra y poco más y liquidan el Ayuntamiento por derribo. De las gestoras sólo salen experimentos extraños, (Zapatero surgió de una de ellas). Ante el pavor a que Cristina Narbona se dedique a pensar en la crisis del PSM, pero sin contar con la opinión de sus actores, el enfermo prefiere salir del quirófano renqueante y dar los buenos días. El torero Manuel Domínguez Campos se ganó el apodo de Desperdicios cuando el toro Barrabás le sacó el ojo derecho de su órbita; en la misma plaza del Puerto de Santa María dijo: «¡Para estar así fuera desperdicios!», y tiró del nervio óptico con sus uñas sucias. A veces es mejor equivocar el camino para encontrar uno nuevo que ponerse en manos de quien no sabe, y arrancarse un ojo para verlo todo más claro. De aquí a final de julio la gestora puede tener cualquier idea genial, (también con ge), lo mismo terminan convirtiendo al PSM en un club de tenis. Esto pasa por dejar el timón al grumete cuando más cruda se pone la tormenta.

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Con cariño de Esperanza…

junio 10th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Esperanza Aguirre tiene bien asumido la cualidad de autora porque se presentó en El Retiro con traje de lino crudo y gafas oscuras de escritora de best-sellers. «Parece Melanie Griffith», decían Susana y Begoña, funcionarias de la Comunidad, a lo que otra remataba: «y eso que hoy no viene de peluquería». Habían pregonado su presencia por megafonía pero apenas hizo falta porque ella misma es su anuncio, por lo tanto besos previos en el paseo, en la entrada de la caseta y gritos de «Espe, una foto… Espe aquí, aquí…». A efectos del espectáculo de la Feria del Libro, la editorial «La Esfera» habilitó un espacio de su caseta, la 159, donde el exceso de extras, lectores, curiosos y periodistas contribuyó a dar calor al ambiente. Incluso bochorno de tormenta y agasajo espontáneo, tanto que al escritor congoleño Londry-Wilfrid Miampika (que firmaba pared con pared un libro de poesía), le ocupó su espacio la turbamulta de los fans de Aguirre que no respetaban autores ni orden en la firma. Moraleja: cuando el público aprieta ni la gana de leer poesía, africana, se respeta.

Junto a Aguirre la autora de La Presidenta, Virginia Drake, en un discreto segundo plano, porque una cosa es la literatura, otra la realidad y una última muy distinta cuando el personaje supera a su biografía. Era Esperanza Aguirre en estado puro, en corto, en regate verbal, besos a los niños y recuerdos a los abuelos, bolígrafo en la mano derecha y firmas dedicadas a petición del lector.

La angostura de la caseta y el fervor de los formados en rigurosa «cola popular» le daba al encuentro un cierto aire de tenderete de carta a los Reyes Magos, allá que iba desde un concejal chileno de Concepción, ¡que había venido a un seminario en Albacete!, a una señora de la calle Orense que olvidó el libro en casa (a ésta última le dijo: «oiga, con lo bien que hemos dejado el Metro a usted le da tiempo de ir y volver en un periquete»). La firma era la excusa, en realidad se acercaban mayoritariamente para darle dos besos y para hacerse la foto que enviar por el móvil. Nadie preguntó por el asunto de los techos altos; nadie le preguntó por Gallardón, no estaban en la crítica literaria sino en la romería de las firmas. Aguirre y Drake ejercían a la perfección su papel de pajes de Sus Majestades de Oriente. A saber: igual se recogían peticiones de informáticos de La Paz a sugerencias de militantes de Guadalajara desplazados al efecto. Los piropos también se aceptaban, Virginia le dijo que la había visto muy guapa vestida de chulapa en la pradera. A muchos más que preguntar si eran lectores les pregunto si eran votantes; a una señora que vivía en Moncloa le dijo que se pasara a afiliarse por la delegación. «Está en la calle Ferraz pero no se vaya a equivocar de número y se vaya al PSOE, que está un poquito más allá». No hay puntada sin hilo ni firma inocente.

Aguirre estaba en todo, «¿es tu novio?», le preguntó a una joven, (en el «Un, Dos, Tres» habrían dicho que eran amigos y residentes en Madrid. Él puso sonrisa de no poder disimularlo). A un señor le dedicó la foto del cartel electoral en la que viste de negro y posa de rubia. Carlos le pidió una dedicatoria para su hijo Iñigo, «tiene cinco años, póngale de parte de la rizos que es como la conoce a usted». Y se la puso. A una señora de cierta edad, pero con el carné de baile aún sin caducar, le firmó un libro para un amigo de la residencia. No hace falta ser Acebes (Octavio, no Angel), para darse cuenta de que el lunes va a haber lujuria literaria en el Centro de Mayores de Sagasta. Es lo que tienen los libros cuando se comparten a medias.

Esperanza al quite, hasta en el detalle de una niña pequeña en brazos de su padre: «¡Qué guapa es!… Mar, eres tan guapa que vas a ser presidenta de la Comunidad!», quizá en alusión freudiana a que quién le sucederá en la Puerta del Sol aún anda en pañales. Hasta tuvo tiempo de hacer referencias gastronómicas: «¡así que es usted asturiano!, pues el verano pasado estuve en un sitio que daban fabes con centollas!». Y de prometer Metro, de estudiar su caso, de llame por favor y veremos qué podemos hacer. Hubo hasta quien le preguntó: «¿Ha venido Rajoy?». Y ella hizo como el que oye firmar; no estaba la política en su orden del día.

La directora de «La Esfera», Ymelda Navajo, le dio categoría de Vargas Llosa, de ahí el tumulto y cerca de 500 libros para firmar en dos horas. Sudaba todo el mundo, menos «La Presidenta», claro.

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El espectáculo más viejo del mundo

junio 3rd, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Uno está convencido que es el toro el que le dio dimensión al hombre, no sólo como primer graffiti de cueva sino como viejo compañero. El hombre ha sentido hacia el toro la atracción totémica y el respeto al mayor símbolo conocido, (al caballo logró domarlo, al perro amaestrarlo, al pájaro lo metió en una jaula, pero al toro no y quizá ahí resida el mayor respeto). Su figura está ligada a las fiestas de celtas y de íberos, hasta que llegó la televisión y convirtió al toro en un espectáculo a colorines. Hoy quizá haya más vanidad que fiesta pero no deja de ser un espectáculo, el que toca ahora, el de meretrices acompañando a egregios cadáveres vivos con coche alemán y tarjeta oro.
En la plaza se representa, como en ningún otro sitio, la división del pueblo en estados, ahí está el sol antagónico con la sombra, y los ricos de barrera tan ajenos al peligro. Más arriba los jubilados, los jóvenes y los novilleros con hambre de toro, esos que van a aprender lo que no enseñan en las escuelas de tauromaquia. En las grdas se da la democracia más antigua, la de la aclamación, y el presidente ejerce de jefe de la tribu que tarda unos solemnes segundos antes de dictar sentencia. El trofeo es el aplauso y una pieza del animal que sólo se cobra después de la muerte, nadie en su sano juicio sería capaz de tocarle la oreja a un toro vivo. Los ricos de barrera son mucho más que ricos, son acaudalados personajes que se fuman la vida en un puro y piden güisqui para quitarse la carraspera de albero. En la mayor parte de las ocasiones les importa un bledo que el torero se juegue la piel a escasos metros de su opulencia, tampoco a los patricios romanos les importaba que saltara la sangre de los cristianos en el circo, (ellos lo llevaban con natural elegancia).
Al torero le haría falta que estuviera su madre cerca pero ellas prefieren pasar la tarde fabulando que su hijo es oficinista y que si viene a casa con un problema en la camisa es porque se ha echado la tinta encima, no porque le haya hecho un boquete un toro. Las madres de los toreros son madres de clausura cuando dan las cinco de la tarde en el reloj de Federico. El toro no tiene hora, aunque después de tantos años algo se barrunta cuando escuchar el murmullo de gente que se aproxima a la plaza. Existe la intuición de animal bravo. Alrededor, en los soportales, están los ganapanes, los trileros y los vendedores de pipas; no forman parte del espectáculo pero intervienen en él prestando color y voces a una tarde festiva.
Es un espectáculo que se aprecia o se detesta pero que es España en estado puro. Arte o carnicería, según se mire, que practicamos desde antiguo. Como el fuego o la rueda nadie lo inventó pero todos lo conocemos.

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El ‘probe Migué’

junio 1st, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En lenguaje deportivo la carrera de Miguel Sebastián se enmarca en el clásico «no pudo ser». Sebastián fue el hombre que quiso traer el mar a Madrid y se ahogó en una playa de plexiglás con un fondo de estudio de fotografía; tanto nadar para morir en la orilla, ésa es la vida del boquerón. Los del tendido del 7 de Las Ventas habrían dicho (no sin razón): «¡pum, petardo!». Sebastián con las palitas fue la versión castiza de ese espanto que anuncian como ciudad de las vacaciones; ahora le queda la tumbona para ir haciendo castillos mientras le confirman la vuelta a la Complutense. Probablemente tendría un gran programa para cambiar Madrid pero hizo todo lo posible por evitar transmitirlo, de tan reservado que era el candidato su campaña acabó en pronóstico grave y ya veremos si no se lleva a la PSM a la UVI. De momento, la orina del enfermo tiene muy mal color.

Le recordaremos por el episodio de la foto y por el deseo de poner un tranvía que cruzara Madrid en plan remonte por la Castellana de todos los vicios y todos los servicios. La verdad es que para no quedarse a hacer oposición en el Ayuntamiento ha tardado mucho en decir adiós. Su apuesta era tan arriesgada como su nombramiento: o todo, o me piro (un compromiso muy pobre con la ciudad, una manera de confirmar que era un paracaidista con piel de candidato). Eso sí, tuvo el mérito de unir a todos los de la PSM (en contra), y de poner a Leguina de los nervios. En el entierro político de Miguel Sebastián nadie enviará rosas.

Si su llegada fue curiosa su salida fue airada; no hizo más que bajar las escaleras de Ferraz y la gente empezó a decir lo que piensa, por debajo de los despachos salieron las iras de mayo. Le aconsejaría por su bien que no volviera en un tiempo por allí, no vaya a ser que Alfonso Guerra le confunda con el repartidor de pizzas. Tanto criticar las obras de la M-30 y él ha tirado al río las ilusiones de miles de votantes socialistas. Si tenía cerrado el billete de vuelta que lo hubiera dicho antes, nos hubiéramos ahorrado un disgusto.

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Un hombre un voto y una foto

mayo 28th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Gallardón, que es melómano antes que político, acudió a votar acompañado por sus hijos pero con cara de violinista solitario, Madrid no tiene playa y Gallardón apareció sin Mar. El alcalde aparecía en el colegio sin su mujer, supongo que Miguel Sebastián estará contento, su pregunta me temo que la ha respondido la persona más débil; las balas de mercurio apenas dejan señal al entrar pero destrozan el interior. Gallardón eligió una chaqueta de John Wayne en homenaje al centenario del actor, una prenda clásica del western, (señal de que Sebastián erró y disparó contra el pianista, lamentable efecto secundario de un duelo que nunca tuvo que ser y del que ahora se arrepiente). Manuel Cobo le acompañaba en calidad de amigo del alma, hace tiempo que el vicealcalde decidió que mientras él tuviera fuerzas Gallardón nunca caminaría sólo, le honra. Luego se fueron a desayunar a una cafetería donde dejan echar humo y se acerca el votante para hacerse una foto con el móvil.
Por su parte el candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, libre de la corbata de los mítines eligió su mano izquierda para depositar el voto, un pase natural dejando a la derecha libre de compromisos. Miguel Sebastián la ?lió parda? al intentar introducir en la urna el DNI en lugar de la papeleta (que no portaba en un olvido histórico), hubiera tenido que esperar al cierre del colegio para recuperar el documento porque no dejan meter el dedo ni aún en caso de extrema insolvencia, si mete las llaves del coche se vuelve a pie. El lío fue completo cuando estuvo a punto de poner la papeleta de la comunidad en la urna municipal y al revés, reedición del rosa al amarillo pero esta vez del blanco al sepia. Apenas tres minutos de grabación insuperables, antológicos, ni Mister Bean. De ahí la risa floja y el desoriente del candidato descorbatado.
La más previsora Esperanza Aguirre que acudió a votar por la mañana ?porque por la tarde se anuncian tormentas?, (no sabemos si se refería a una información del INM, Instituto Nacional de Meteorología, a datos del CIS, o a impresiones personales después de haber consultado con la almohada de la reflexión). Aguirre iba vestida con vaqueros y un chaleco de pasar inolvidable fin de semana en Las Vegas con Nicolas Cage, siendo ella una corriente renovadora de sí misma para que luego no digan que es conservadora y continuista. Los Aguirre, (familia completa, familia Gil de Biedma), acudieron en sólida formación para apoyar a la presidenta en un acto de civismo que tiene mucho de conciliación familiar. Ella le dijo a Sánchez Dragó que acababa de votar ?por esa chica que sale en los carteles?, y Dragó le respondió ?ésa tan guapa y tan joven?. En ocasiones los encuentros casuales dan un subidón notable de estima, Dragó en corto siempre ha tenido mucho peligro.
También debe ser cierto que el video engorda porque Rafael Simancas asegura que perdió siete kilos en la campaña aunque se le veía exactamente igual, claro que siempre es mejor perder siete kilos que dos diputados como pasó hace cuatro años cuando le dejaron sin habla, sin boca y sin hambre. Será que le hicieron efecto los pasteles que compró el sábado con gesto de niño insaciable. Acudió con traje de presidente y corbata roja de revolucionario, una mezcla entre tradición y nuevos tiempos. Simancas fue de los pocos que sacó el DNI de la cartera, (Aznar lo sacó del bolsillo de atrás del vaquero como si fuera un chico de pandilla que va a pagar unas litronas).
La más tardía de todas y todos, Inés Sabanés que votó cerca de las doce, (se nota que no tiene la presión de los que van a misa y antes han de comprar los pasteles de la merienda). Sabanés también hizo referencia al cielo azul de la mañana como si las tormentas fueran siempre cosa de los demás. Ser la última en despertarse te garantiza un cuerpo excelente en la noche electoral.
El más castizo Ángel Pérez, casualidades de un domingo votó en el Colegio de San Isidro, le persiguen los santos, (recordemos que en la pradera dijo que aún siendo ateo se pensaba convertir si el santo cambiaba Madrid). Ironías de la vida el candidato de IU votaba en el barrio del Buen Retiro: el simbolismo irónico acompañó a su formación durante toda la campaña? por culpa del mal tiempo cerraron actos en el Matadero.
No hay palabras inocentes, sino fotos con muy mala leche.

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