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Luto en colorines

junio 29th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Al español que dimita Luís Aragonés le da igual, lo que quiere es que le devuelvan el dinero que se ha gastado en la pantalla de plasma para ver el Mundial. Llevados por la emoción patriótica nos hemos comprado unos televisores mayestáticos en los que caben todos los arcos de la puerta de Brandeburgo con la cuadriga encima y la diosa Eirene estirada, una compra pasional que costó no pocas discusiones familiares, (aunque el consejero Huget estaba encantado porque en las teles planas no se puede colocar el toro y la flamenca encima por peligro de desprendimiento). Nos lo había dicho Zapatero: esta vez llegaríamos a Berlín antes que los rusos y estábamos tan convencidos de que íbamos a pasar buenos ratos con nuestro cine de verano; lustros de penurias deportivas nos daban la razón, era como si a Carpanta se le apareciera el pollo con el que soñaba.
Tan sólo la generación que siguió los Juegos de Munich 72 en una tele pequeña, en blanco y negro, con interferencias y nieve en el mes de julio, sabe apreciar el lujo a lo ancho. Una de esas teles en las que o te apartas cuando lanzan a la barrera o te dan un pelotazo. En algunos hogares la pantalla de plasma gigante obligó a situar a las visitas contra la pared para que pudieran apreciar la nitidez de la imagen. Para nuestra desgracia van a quedar como monumento interno al fracaso deportivo nacional, dentro de unos años se venderán de segunda mano con la leyenda: ?de cuando palmamos en Alemania?, de aquel tórrido junio de 2006 cuando fuimos como el duque de Medina-Sidonia y regresamos en canoa al comprobar que se trataba de la ?Armada Si Vencible? (titulada ?grande y felicísima armada? por Felipe II). En materia futbolera no conocemos nada que sea invencible y que además resista al rival noventa minutos sin mascar la tragedia. Mucho se ha escrito de la ilusión que representaba el relevo generacional en la selección, pero pocos se atreven a calcular los millones de euros que nos hemos gastado en el pantallón. Y todo para ver luto en colorines.
Son tan grandes que cuando sale Lorenzo Milán en el Telediario me da pena verlo tan sólo. Y qué decir del despliegue espectacular de la Cuatro en la Plaza de Colón, demasiado amplio para ver el show del tío que vende cuchillos que cortan la chapa de un cohete de la NASA. Y junto a las pantallas las consignas y coreografías que hemos vivido con intensidad, la canción del verano es ?¡a por ellos, oé!?. El Gobierno debería permitir la doble nacionalidad en materia deportiva, darnos la opción de ser españoles y brasileños, o españoles y argentinos, de esa forma se multiplican las posibilidades de ser feliz. Por lo tanto no es por ti, Luis Aragonés, por lo que llora España, es por el pantallón de plasma donde ahora ruge en las siestas el viejo león de los documentales de La 2, más sólo que nunca.

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Un tipo genial

junio 28th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Para hacer una revolución no hace falta estornudar con el olor a pólvora como le pasaba al Ché (porque era asmático). El empresario más poderoso del mundo, Bill Gates, anima a que los ricos se hagan benefactores con su ejemplo personal. De entrada ha conseguido que el segundo de la clase, Warren Buffett, se apunte a la causa con entusiasmo juvenil, ya son un club y buscan más socios. Entre los dos tienen mucho dinero, carros de dólares, las sacas de oro colocadas unas encima de otras formarían el nuevo valle de las pirámides de las vanidades. De haber sido faraones le habrían regalado un yate a Ra con grifos de oro, para que navegara seguro durante las noches que tanto temían los egipcios. Pero en lugar de atesorar sin sentido, Gates en compañía de su mujer Melinda y de Buffett van a hacer un gesto revolucionario: ocuparse de los demás. Su línea de actuación tiene dos vectores, expandir la educación y erradicación de las 20 enfermedades más peligrosas. Por lo tanto mejora de la Humanidad gracias a la cultura y la investigación biológica, nos salvarán los poetas y los médicos en lugar de la superstición y el individualismo. No ha habido otro mensaje más solidario desde hace siglos, se trata de algo más que de caridad, sorprende viniendo de personas que tienen resuelto su final de mes hasta que la tierra se enfríe y regresen los dinosaurios.
Los ricos tienen mala imagen pero muy buena vida (una cosa compensa la otra). Grandes fortunas se han construido sobre los beneficios de perpetrar expolios o la invención de máquinas perversas, históricamente, el mal como empresa ha sido muy rentable; en cambio la fundación de los Gates va a igualar a los hombres desde abajo con el mensaje sencillo de misma educación igual calidad sanitaria. El acuerdo se firmó en una biblioteca pública de Nueva York, los tres se sentaron detrás de una mesa común para hablar de un proyecto histórico. Buffett bromeó acerca de la eximia fortuna que donará a sus hijos porque no cree en las herencias familiares sino en la igualdad de oportunidades, esperemos que sus descendientes también. Y lo ha dicho el que podría ser la representación más perversa del capitalismo acelerado, un empresario acostumbrado a las ganancias como el gallo a los amaneceres, cualquiera diría que después se marcharon a comer una hamburguesa en el parque y a charlar sobre Gandhi y las letras de Lennon.

Alguien dirá que los Gates y sus amigos son unos rojazos, unos tipos peligrosos porque pervierten el mensaje que les obligaba a cumplir el sistema, estaban llamados a aburrirse en un sillón de cuero mientras la vida pasa en un balneario para jeques reumáticos. El acuerdo en la biblioteca de Nueva York les lleva a su vez por dos caminos, que pudieran ser tres: una película de Hollywood, (Melinda tiene perfil de estrella), hacia el Nobel de la Paz. Y quién sabe si hacia la Santidad laica.

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Algo personal

junio 27th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Para llevarse mal uno elige a quién tiene cerca, en ese aspecto las naciones funcionan como juntas de vecinos (tal cual); no hace falta profundizar en los libros de antropología de Darwin. España puede mantener unas relaciones excelentes con Polonia, pero secularmente se ha llevado fatal con Francia, país al que siempre se le ha llamado vecino en lugar de hermano, término que se reserva para Portugal. El encuentro de esta noche con la selección gala es la posibilidad (otra más) que nos da la vida para ajustar cuentas con la Historia.

El penúltimo episodio fue lo de Luis Aragonés con Thierry Henry, un asunto que los dos dan por zanjado. Realmente el mal rollo comenzó en los tiempos de las dos coronas: la de Castilla y la de Aragón. Los primeros se llevaban bien con los franceses (¡no tenían frontera para pleitear!) y los segundos fatal. Acudo a la fuente de inspiración de Juan Adriansens, conocido por Le Petit Larousse, y me dice que la enemistad viene desde los Austrias cuando Carlos VIII de Francia expulsó a los navarros porque estaba de la presión hispana hasta la coronilla, que viene de corona, se nos veía en Italia y en los Países Bajos que hasta el XVIII llegaban casi al norte de París. A Francisco I le tuvimos preso una temporada, pero se marchó porque lo suyo eran las amantes, su potencia sexual estaba fuera de toda lógica, un Makelele con cetro carnal. Con él Nostradamus acertó lo único que se le conoce en toda su vida de pitoniso: le previno de que no luchara con el conde de Montgomery y santa palabra porque la diñó, el conde le atravesó un ojo. Más tarde, Enrique III de Navarra (que en Francia fue Enrique IV por aquello de que allí no iba a ser menos), fue el autor de la famosa frase: «París bien vale una misa». Y, por no hacer el cuento muy largo, les recuerdo que tuvimos ciertas diferencias con Napoleón a pesar de que era el líder de la modernidad en su tiempo. Bofetadas y garrotazos aparte de Agustina de Aragón, el aceite hirviendo que les tiraba La Galana a los franceses en Valdepeñas y la victoria de Bailén… el pueblo español prefirió al absolutista Fernando antes que la Carta de Bayona de José Bonaparte. Antes catetos que ilustrados.

Desencuentro histórico alimentado por varias generaciones de españoles que fueron incapaces de conjugar el verbo être, en el plan del Bachiller antiguo, y por la consiguiente chanza cuando un francés preguntaba por el camino a «Guadalajara, por favor». Pero anécdotas aparte, nuestra admiración es mutua, puesto que también uno sólo se enamora de quién tiene cerca. Enfrentarse a un equipo que entona La Marsellesa es mucha osadía. Ya no somos el tópico que describió Merimée, ni todas las casas de París dan a la Torre Eiffel como en las películas, pero aún tenemos algunas cuentas pendientes. Y, el fútbol no es más que la continuación de la guerra por otros medios, con permiso de Chou En-Lai.

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?Si dices buenos días todo empieza mejor?

junio 26th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

¡Si pasas por una obra da igual que estés trabajando que no!, el uniforme amarillo fosforito no impide el comentario? / ?El problema de la Historia es que la gente quiere saber la verdad y sólo podemos acercarnos a ella?/ ?no hay conciencia que la calle es de todos. Los lunes son terribles?/

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Orígenes: Barcelona, 1975.
Currículo: licenciada en Historia, especializada en prehistoria, ?cuando terminé la carrera encontré trabajos muy precarios, nada estables. No se puede estar todo el tiempo aprendiendo sin cobrar, en algún momento tienes que mantenerte?. Ha hecho de secretaria, mensajera, repartidora de periódicos y publicidad. A la vez ha dado clase particulares, ?siempre me ha gustado dar clase a adolescentes, es muy gratificante?.
Al servicio municipal de limpieza accedió en noviembre de 2005.
Aficiones: ?leer cualquier cosa y el cine por encima de todo?.
Debilidades: ?me gusta implicarme con la gente?.
Virtudes: ?soy buena enseñando, me gusta transmitir?.
Defectos: ?muy (mucho) cabezona y algo pejiguera?.

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La cita es nada más acabar el turno, y aparece sonriente, piel manzana y uniforme niquelado. Le gusta el cine, ?hace poco he vuelto a ver 2001, de Kubrick?; no sabe que el traje de Audrey Hepburn está en Madrid, le sugiero que se da un aire, ?soy más grande que ella, no cabría en el vestido?. También tiene algo de letra de Sabina. En el servicio de limpieza hay mujeres, (muchas), y licenciados (también) ?sobre todo opositores?.
PREGUNTA.- ¿Qué hace una princesa barriendo Madrid?
RESPUESTA.- Es un buen trabajo, bien pagado y con un horario que me permite estudiar oposiciones por la tarde.
P.- ¿Es muy rutinario?
R.- Básicamente es el carrito por la calle pero no es aburrido, ¡al revés!, lo prefiero a una oficina.
P.- ¿Hay vocación por la escoba?
R.- Creo que esto engancha, es muy cómodo. Barres a tu gusto.
P.- ¿En la calle qué se aprende?
R.- Se aprende lo que pasa de verdad, ves lo que le afecta a la gente. Luego lees el periódico y te preguntas quién está en lo cierto.
P.- ¿Su relación con los vecinos?
R.- Son muy majos, te dan agua si te falta. Y dicen algo muy bonito: ?¡qué limpio me lo tienes!?
P.- ¿Se fijan más porque es mujer?
R.- ¡Hombre, si pasas por una obra da igual que estés trabajando que no!, el uniforme amarillo fosforito no impide el comentario.
P.- ¿Se puede contar?
R.- Nada de lo que me dicen en una obra se puede contar, ¡menudas barbaridades!, pero al día siguiente les da vergüenza y saludan amables.
P.- ¿Se imaginaba el trabajo así?
R.- Lo imaginaba más tranquilo, al estar en la calle estás rodeada de ruidos, gente con prisa, acabas un poco aturullada.
P.- ¿Dónde irán con tanta prisa?
R.- Eso me pregunto yo. Cuando pitan me dan ganas de decirles tranquilos.
P.- ¿El pasado histórico también se barre?
R.- Más que el presente, más que las calles, se limpia y se vuelve a pintar diferente.
P.- ¿El historiador es algo barrendero?
R.- Más bien el político al que le interesa borrar el pasado que no le conviene. No me parece bien.
P.- ¿Hay polémica en el paleolítico?
R.- Se interpretó mal la aparición del hombre. El problema de la Historia es que la gente quiere saber la verdad y sólo podemos acercarnos a ella.
P.- ¿En qué época estamos?
R.- Hemos vuelto a la prehistoria no tenemos tiempo para pensar. Sólo para trabajar, para ir al supermercado?
P.- ¿Qué piensa mientras trabaja?
R.- Te da tiempo a pensar pero no de manera continuada, cuando estás empezando a llegar una conclusión la calle te devuelve a la realidad.
P.- ¿La conclusión es importante?
R.- ¡No, lo importante es el camino!, la reflexión.
P.- ¿Qué cambiaría del pasado?
R.- Cambiaría la Historia para que ganaran los buenos, como en las novelas y en el cine. Pero no sería productivo, me conformo con que todo el mundo tenga acceso a la Historia.
P.- ¿Le gusta el cine de ciencia ficción?
R.- Mucho, y también leo libros de ciencia ficción. Fuera de este planeta hay vida inteligente.
P.- ¿Serán cabezones y paticortos?
R.- ¡Quién sabe!, todo depende de las leyes del universo? igual son como Ronaldo, (RISAS).
P.- ¿Si cojo el cohete: a la derecha o a la izquierda?
R.- Yo creo que están fuera de nuestro sistema planetario.
P.- ¿Más limpieza o menos ensuciadores?
R.- Un poco de todo, no hay conciencia que la calle es de todos. Los lunes son terribles, todos los compañeros tenemos que aplicarnos más.
P.- ¿Le gusta el fútbol?
R.- No hasta ahora, pero estoy enganchada con el mundial, me gustó el 4-0 a Ucrania.
P.- ¿Usted tira papeles?
R.- Alguna vez he tirado una colilla pero me estoy corrigiendo. Y si veo a alguien que lo hace le reprendo.
P.- ¿Se molestan?
R.- No, tengo vocación docente y creo que lo digo bien.
P.- ¿Es importante sonreír?
R.- Totalmente cierto, si sonríes es un brebaje mágico. Si dices ?buenos días? todo empieza mucho mejor. Es como si se pegara.
P.- ¿Hay gente especial?
R.- Pienso en la señora que pasea un perrito y cuando me ve me da un caramelo. Y en otra que limpia un portal en Ofelia Nieto.
P.- ¿Lo peor: un chicle pegado?
R.- Es cierto y los residuos de animales de compañía.
P.- ¿Su casa está limpia?
R.- Está medianamente regular, tengo dos perros y el tiempo lo utilizo en estudiar. Esto de emanciparse es un engaño (RISAS)
P.- ¿Lo más poético que ha visto?
R.- Una maleta abierta con dibujos de colegio y ropa infantil. Me pregunté qué sería de ese niño hoy.
P.- ¿Cuántos kilómetros con el carro?
R.- Nunca lo he pensado, me compraré el cuenta pasos que anuncian en ?Saber vivir?.

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«Los ricos son lo más rata que hay»

junio 21st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

CON MUCHA CARA / «No hay ambición política de hacer cumplir la Ley de Comercio, como en otras comunidades» / «No me preocupa lo que gano teniendo cubiertas las necesidades» / ¿El cliente siempre lleva razón? «¡¿Qué?!… ¡No y lo sabe!» / «Los probadores hacen de gabinete psicológico» / «Cada vez hay más gente que sólo habla con los vendedores en todo el día»
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RETRATO

Orígenes: Madrid, 1957. Currículo: «Estudié Empresariales y enseguida me puse a trabajar en la tienda de la familia. Me gustaba no por ser negocio familiar, ni porque fuera en la moda, sino porque trabajaba para mí». Lleva siete años de presidente de ACOTEX (Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos), son 800 empresas con cerca de 3.000 puntos de venta. Aficiones: «Me encanta el tenis». Debilidades: «Todas son inconfesables, créame». Virtudes: «Miro el trabajo como si fuera un juego. Y no llevo reloj». Defectos: «Que se encarguen los demás de recordármelos».

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Hoy comienzan las rebajas de verano, que para el sector que representa Hilario Alfaro supone el 30% de las ventas. «Hace unos años era la gran locura, pero hoy la administración regional y municipal permite que otros empiecen antes a rebajar». Su oficio le viene por herencia de sangre; su abuelo tenía una tienda en la Gran Vía ya en 1926, en la que pasó la guerra, «luego se vino a Velázquez esquina con Goya, pero se volvió al centro porque decía que en aquella zona no se vendía».
Pregunta.- ¿Hoy es la gran locura?

Respuesta.- Ya apenas se nota porque la administración deja que otros se adelanten.

P.- ¿Le veo dolido?

R.- No se están haciendo cumplir las fechas de las rebajas. No hay ambición política de hacer cumplir la Ley de Comercio, como en otras comunidades.

P.- ¿Tan mal andamos?

R.- Nos agarramos al clavo de la libertad que, al final, se termina convirtiendo en algo muy exótico.

P.- ¿El consumidor pierde?

R.- Con tanta rebaja y oferta especial se le intenta engañar.

P.- ¿Quiénes rebajan hoy?

R.- Los que cumplimos la ley que dice que es el día fijado, aunque hay gente que lleva un mes con rebajas adelantadas, y la administración mira para otro lado.

P.- ¿Ustedes no ganan?

R.- En el pequeño comercio incluso se vende por debajo del coste, sirve para quitarte un producto perecedero, hacer liquidez y dejar espacio. Tienes que hacer el doble de caja para vender lo mismo.

P.- ¡Qué pena me está dando!

R.- Somos una obra benéfica (risas).

P.- ¡Un empresario llora!

R.- Y un comerciante con mucha más razón. Pero en el comercio se puede ganar mucho dinero, si tienes imaginación.

P.- ¿Se lleva bien con el jefe?

R.- ¡Siempre mal!, me miro al espejo y ya lo sé. Además, no me preocupa lo que gano, teniendo cubiertas las necesidades.

P.- ¿Benefactor como Bill Gates?

R.- Nosotros tenemos el Proyecto Estela para colocar en comercios a chicos con Síndrome de Down que sean mayores de edad. Hoy son 78 los que han encontrado trabajo.

P.- ¿El madrileño es rebajista?

R.- Cada vez menos, ya no existe la necesidad de antes, somos más hedonistas.

P.- ¿Compramos mal?

R.- No, pero sí de forma caprichosa. En julio, con 250º C en la calle, se venden abrigos de piel.

P.- ¿Usted compra en rebajas?

R.- ¡Nada!, ni ahora ni fuera de las rebajas, soy muy mal ejemplo para mi sector. Soy un auténtico desastre.

P.- ¿Se puso mono para la foto?

R.- (Risas). Yo creo que sí, mi armario está lleno de camisas viejas.

P.- Entonces, ¿las rebajas son un mito?

R.- Son una necesidad de los comerciantes.

P.- ¿Y los que se agolpan en los grandes almacenes?

R.- Seguro que están en nómina de esos mismos grandes almacenes, no le quepa duda.

P.- ¿Todo se vende?

R.- Todo tiene su precio, ¡hasta nosotros!

P.- ¿Todo es oferta y demanda?

R.- Así es, y adelantarnos a esa oferta para potenciar la demanda.

P.- ¿Dónde queda la poesía?

R.- El sector textil está lleno de poesía, nosotros vendemos vanidad, color, optimismo. Los probadores hacen de gabinete psicológico.

P.- ¿Con espejos adelgazantes?

R.- Cada vez hay más gente que sólo habla con los vendedores en todo el día. Es muy triste.

P.- ¿Son un confesionario?

R.- A veces salen conversaciones que van más allá del «¿qué tal me queda?». Es otra de las funciones que realizamos y de la que nunca se habla.

P.- Dan para un libro…

R.- Quizá con la historia de la tienda de mi abuelo en la Gran Vía, donde mi padre pasó la guerra. Un pequeño comercio que atravesó un obús, de lado a lado.

P.- ¿La felicidad es una bolsa grande?

R.- Consumir y comprar sin sentido produce angustia. Pero yo no tengo clientes así.

P.- ¿El cliente siempre lleva razón?

R.- ¡¿Qué?!… ¡No, y lo sabe! (Risas).

P.- ¿Los ricos gastan más?

R.- Los ricos que conozco son lo más rata que hay. Siempre que he tomado café con uno he pagado yo.

P.- ¿Por qué no hay rebajas de pompas fúnebres?

R.- Porque nos pillan en un momento muy bajo, sino seguro que discutiríamos por el precio.

P.- ¿Es buen empresario?

R.- Yo disfruto, igual a veces el traje de empresario me queda grande.

P.- ¿Le pregunto a sus empleados?

R.- No, ¡tampoco hace falta! (Risas).

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Allá en el convento

junio 20th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Las cámaras de televisión se fijan en los partidos y en los entrenamientos pero no cuentan nada de la vida en el hotel. A estas alturas de competición (y para lo que algunos estiman que les queda en el convento), las relaciones entre jugadores dan para un manual de Aquilino Polaino, ese psiquiatra que quitaba las dudas con calambrazos. Diez días de estrellonas del balompié compartiendo habitación son un gran hermano insuperable del que nos llegan notas sueltas. Se supone que la concentración eleva la moral y neutraliza las hormonas que destilan cuerpos jóvenes y acostumbrados a la marcha, pero también pueden caer en la memez de unos ejercicios espirituales. La idea es que entonen el Amo a Laura en la ducha, pero gracias a internet los futbolistas se pueden escapar de la prisión-escuela que les montan para cada sarao internacional.

El actual técnico italiano, Marcello Lippi, hace lo contrario que su antecesor, Giovanni Trapattoni (adicto al agua bendita y a visitar jugadores en sus habitaciones para confesarlos). Lippi tira por el lado iconoclasta y a riesgo de ser tomado por sacrílego, prefiere evitar que un defensa sediento tome el agua del Jordán por bebida isotónica. Es que una concentración como Dios manda, sin capellán y sermón previo, no es lo mismo. Velar armas con la play o chateando con los fans es poco serio.

Además, como por algún lado tienen que salir las calenturas lo que hacen es fomentar a un grupo de salidos que se dedican al onanismo, o miran con ojitos tiernos a su masajista. El sistema no sabemos si es idóneo pero no se conoce alternativa. Más bien parece estar pensado de cara a la galería, para contentar a los forofos, de otra forma no se explica que las habitaciones del hotel suizo donde se concentró Brasil se subastaran a precio de oro por internet.

Los afortunados pudieron entrar en la habitación caliente de Ronaldo, Ronaldinho y Roberto Carlos. Pujaron por meterse en las sábanas blancas donde Ronaldo soñó con Raica Oliveira a balón parado (y quizá con otras, pues para dormir cuenta garotas conocidas que saltan una valla, método que le mantiene fresca la memoria y le lleva al sueño).

Aunque en las habitaciones mezclen a veteranos con novatos y mantengan el debido respeto a sus mayores, 10 días después de oler la colonia de Beckham (sin ser de la familia Adam’s), ha de volverse harto duro. Más que cantar letrillas de excursión rasgando una botella de anís.

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“El mayor trofeo, una sonrisa”

junio 19th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«La paternidad y la maternidad ya es una aventura. Pero no más por que los niños sean adoptados» / «Un responsable de Exteriores chino me dijo que tenía claro que acabarían viniendo a España a casarse. Aquí están todas las chicas» / «A un chino se le convence brindando con licor de arroz tomado hasta el fondo» /«Los adultos somos como niños mal criados»
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RETRATO

Orígenes: Madrid, 1965. Currículo: Licenciada en Derecho. Trabaja en el departamento jurídico del Grupo Zeta. Desde hace 10 años es presidenta de ACI (Asociación para el Cuidado de la Infancia), una entidad colaboradora de adopción internacional. Hoy es la número uno en España, en cuanto a adopciones, y la segunda a nivel mundial. Acaba de crear la Fundación Infancia de Hoy, de ayuda a los niños.

Aficiones: «Estar con mi familia, el campo y no pensar».

Debilidades: «Demasiado sensible ante las situaciones».

Virtudes: «Muy tenaz, valiente y sincera».

Defectos: «Poco flexible con los amigos, algo radical también».

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Ha olvidado cuántas veces ha viajado a China para visitar «casas de bienestar social», coge el avión con la facilidad que otros se montan en la línea 1 del Metro. Después de 10 años ayudando a que las familias madrileñas puedan adoptar, Blanca también lo va a hacer. Esta semana inicia un nuevo viaje, esta vez acompañada de su marido y los tres hijos, todos van a por el hermano Xiao, «¡igual se asusta cuando nos vea llegar a toda la panda!». Una expedición completa, como las que hacía Marco Polo. Le llamarán Titi, que quiere decir hermano pequeño.
PREGUNTA.- ¿Son la segunda oportunidad?

RESPUESTA.- Es una opción que tienen las familias y es también el destino de los niños.

P.- ¿Condenados a encontrarse?

R.- Está clarísimo: padres e hijos adoptados se tenían que encontrar aunque hubiera otro idioma, varias fronteras y distinta lengua.

P.- ¿Todo es una aventura?

R.-La paternidad y la maternidad ya es una aventura, (ya sea de hijos biológicos o adoptados). Pero no más por que sean adoptados.

P.- ¿Ustedes por qué lo hacen?

R.- Porque pensamos que tenemos una vida que podemos compartir con un niño. Para nosotros es un placer, le aseguro que es un acto que proporciona mucha felicidad.

P.- ¿Por qué China?

R.- Es un país que conozco muy bien, llevo muchos años paseándome por los orfanatos. Siempre tuve claro que íbamos a adoptar.

P.- ¿Recuerda su primer orfanato?

R.- Perfectamente, estaba en Guatemala y fue tremendo por lo que pude ver allí.

P.- ¿A qué huele un orfanato?

R.- Aquél olía a polvo, a miseria y a suciedad. Los de China no, ¡huelen a mucha desinfección!

P.- ¿Y a qué más?

R.- A sonrisa de niños, a arroz y a mucha felicidad. Los niños mayores son muy alegres, te agarran y son divertidos.

P.- ¿Todos están en adopción?

R.- Hasta ahora no enseñaban a los que estaban malitos, por eso hemos creado con China el llamado Pasaje verde, (así se cruzó en nuestro camino un niño precioso).

P.- ¿Cómo fue el encuentro?

R.- Fue un expediente médico que adjuntaba fotografía. No lo dudé, desde el primer momento supe que sería nuestro hijo.

P.- ¿Qué vio?

R.- Estaba claro… era el hilo rojo (según la tradición china, lo que une a las personas).

P.- ¿Por qué se adopta?

R.- Adoptamos porque al final del camino hay un niño, un gran premio.

P.- ¿Puede hacer más la Comunidad de Madrid?

R.- Nunca se hace lo suficiente, la Comunidad tendría que mejorar el proceso y agilizar los trámites. Están a tope, pero tendrían que poner más medios.

P.- ¿Madrid, barrio de Pekín?

R.- Como decía un padre de Cádiz: «¡si tenemos un Chinatown!». Un responsable de Exteriores chino me dijo que tenía claro que acabarían viniendo a España para casarse. Aquí están todas las chicas.

P.- ¿Cuántos rollitos de primavera hay que comerse para conseguir gestiones?

R.- ¡O patos laqueados! A un chino se le convence brindando con licor de arroz tomado hasta el fondo.

P.- ¿Alguna nos hemos cogido?

R.- ¡Alguna he tenido que engañarles y poner agua para no agarrarla!

P.- Dirán: ¡esta española lo que aguanta!

R.- Efectivamente.

P.- ¿La entrevista generará más adopciones?

R.- Me gustaría que quien la leyera reflexionara y supiera que cuando los padres chinos abandonan a sus hijos lo hacen por un acto de amor. Son niños muy queridos, no abandonados en la calle.

P.- ¿Los niños aceptan la adopción?

R.- Pueden sentir curiosidad, preguntan si estuvieron en tu barriguita, pero como otros niños. Los problemas los tenemos los padres.

P.- ¿Son una agencia de amor?

R.- Nos gustaría serlo.

P.- ¿Y usted, Peter Pan?

R.- Yo creo que no ha sido por contagio con los niños, ya lo era antes.

P.- ¿El madrileño nace donde quiere?

R.- Madrileño es el que vive como tal allí donde esté.

P.- ¿Padre es quien se lo gana?

R.- Lo eres por el hecho de tener un hijo, hacer tu papel bien es muy diferente. El premio es cuando tus hijos tienen un desarrollo correcto.

P.- ¿Somos como niños?

R.- Los adultos somos como niños mal criados, nos falta espontaneidad.

P.- ¿El mayor trofeo?

R.- Para mí es una sonrisa y verles felices.

P.- ¿Cuántos trofeos lleva?

R.- Afortunadamente muchos…

P.- ¡Suerte con la expedición Marco Polo II!

R.- Ya le contaré cómo sale todo y si nos dan algún premio.

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Diplomacia a la española

junio 15th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En materia deportiva, durante años que han parecido siglos, la fama nos perseguía pero los españoles fuimos más rápidos. El gafe histórico nos acompañaba de tal manera que la desgracia nos había hecho callo en la espalda, nos fuimos acostumbrando a sufrir salvo en algunos destellos que fueron brindis al sol, crónicas del Maracaná. Sin embargo desde Induráin hasta la fecha las mayores alegrías colectivas como nación nos las ha dado el deporte. Rafa Nadal, Fernando Alonso y la selección de fútbol han hecho más por la diplomacia española, en cuatro días, que cien mil millas del avión de Moratinos. No sería descabellado pensar que el Ministerio de Exteriores pasara a ser una dirección general de la secretaría de Estado para el Deporte, menos diplomáticos y más deportistas. A Lissavetzky le correspondería la tarea de buscarnos una letra que encaje en el himno para que el personal pueda hacer karaoke en los estadios; si llegáramos a la final no resultaría serio Plácido Domingo runruneando la melodía entre dientes.
El llamado milagro español no es tanto el crecimiento económico como que una multitud con la cara pintada de rojo y amarillo pueda entusiasmarse junta, sin avergonzarse por ello; eso es tanto como afirmar que mientras Fernando Torres tenga piernas elásticas, España no se rompe. Gracias al deporte uno se puede entusiasmar como simple aficionado o como un príncipe con la chaqueta colgada en la barandilla de la tribuna; el vaso de plástico con cerveza a don Felipe le daba más aspecto de hincha que de autoridad, pero en cuestión de pasiones no hay rangos.
Un señor del barrio de Hortaleza y que no domina idiomas más bien es seco y muy suyo, Luís Aragonés, ha conseguido la unidad de la nación durante noventa minutos y quién sabe por cuántos días más. La moral es tan alta que pensamos llegar a Berlín esta vez antes de que lo hagan las tropas rusas, lo ha dicho el comandante Zapatero. Ayer se vieron numerosas banderas españolas, por lo tanto el deseo existía sólo hacía falta una ocasión para manifestarlo en público. El Gobierno debería aprovechar esta buena racha en materia deportiva para trazar el nuevo mapa del sentimiento español, aquí me gustaría ver a Tayllerand. Resulta insólito que un país encuentre su gran señal de identidad en el deporte, es posible que seamos un equipo más que una nación, los brasileños de Europa. No es nada científico pero por algo se empieza.

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«Esperaría por un chico guapo»

junio 15th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

CON MUCHA CARA / «A todo el mundo le parece un trabajo divertido»/ «Alguna vez he tenido que oír eso de ‘mujer tenías que ser’, ¡ni caso!» / «Cada estación y cada línea son diferentes porque las hace el público, eso es lo bueno» / «Al único que he visto es a Leguina, y a Esperanza Aguirre cuando viene a hacer inauguraciones acompañada del séquito»
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RETRATO
Orígenes: Madrid, 1964. Currículo: Le hubiera gustado ser trabajadora social, pero en 1988 comenzó a trabajar en Metro. Estuvo seis años en la taquilla, «un trabajo muy duro, créame». Lleva una máquina desde 1994, «me gustan los trenes». Con otra compañera las tumbaron en la oposición, «en mi caso por el ácido úrico, un año más tarde nos presentamos ocho mujeres y aprobamos tres». Conduce en la línea del aeropuerto. Aficiones: «Leer, estar con mis hijos y tiempo para mí». Debilidades: «Viajar y gastar». Virtudes: «Dicen que soy abierta y nada conflictiva». Defectos: «¡Que tengo muy mala leche de golpe!, luego se pasa».
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No es la primera mujer que conduce un metro, (Estrella Aranda fue la pionera), pero es de las pocas, sólo 14 en una plantilla de 1.400. Trabaja en la Línea 8 que va de Nuevos Ministerios a Barajas, distancia que recorre 15 veces al día, «es la mejor línea sin duda». Algún día le gustaría visitar una cabina del AVE, ese primo mayor del metro. Sumergida en la ciudad se convierte en un personaje de Julio Verne en su peculiar viaje al centro de la tierra.
Pregunta.- ¿Conduce un submarino?

Respuesta.- Bueno, es muy parecido porque también voy bajo tierra. Y a todo el mundo le parece un trabajo divertido.

P.- ¿Es la capitana Nemo?

R.- Es un trabajo monótono como el de casi todo el mundo. Yo conduzco, abro puertas y arranco. Rutina.

P.- ¿Y saltarse una estación para romper la monotonía?

R.- ¡Ya me la he saltado!, no fui yo sino el tren; el sistema automático (ATO) no le hizo parar.

P.- ¿Se fija en el pasaje?

R.- Claro, porque cada día es una historia. Te puede pasar desde que te saluden con cariño a que te insulten.

P.- ¿Escucha los insultos?

R.- ¡Bueno, soy una experta en leer los labios!

P.- ¿Se enfadan?

R.- A veces porque tengo que salir y vienen corriendo por el andén.

P.- ¿Más por ser mujer?

R.- Alguna vez he tenido que oír eso de «mujer tenías que ser», ¡ni caso!

P.- ¿Tiene que hacerse valer?

R.- Con la categoría que tengo y con la plantilla que trabajo tengo que sacar el genio.

P.- ¿Me lo explica?

R.- Pues cuando las conductoras llegamos tuvimos que hacernos un hueco entre hombres: no teníamos taquillas, ni servicios.

P.- ¿Tuvo algún problema?

R.- Al revés, por parte de los compañeros han sido todo ayudas pero puedes chocar.

P.- ¿Se adaptó a su lenguaje?

R.- ¡Hombre! Leía la prensa deportiva el lunes. Llegué a saber de fútbol más que mi marido.

P.- ¿Trabaja en soledad?

R.- Ya puede ir el metro a rebosar de gente que yo voy sola en mi cabina donde puedo pensar, planeo cosas, pienso historias…

P.- ¿Puede leer?

R.- No, tenemos expresamente prohibido leer o escuchar música. Tienes que atender al tren.

P.- ¿Ni llevar llaveros colgados?

R.- No, (RISAS), tampoco. Lo único que llevo son mis llaves y mi bolso.

P.- ¿Es la única que viaja sentada?

R.- ¡Qué a gusto! (RISAS), mientras los vagones van llenos de gente.

P.- ¿Cuántas millas submarinas hace?

R.- En kilómetros más de 130 kilómetros diarios. No todos seguidos, tenemos un descanso obligatorio de media hora.

P.- ¿Pasa por boxes como Fernando Alonso?

R.- ¡Justamente!, paradas técnicas… pero en nuestro caso entramos en nuestra sala de descanso, tomas un café y luego sigues.

P.- ¿Viene a trabajar en metro?

R.- Pues hasta hace poco traía coche pero con los parquímetros no puedo, así que dejo el coche en Santa Eugenia.

P.- ¿Todas las estaciones son iguales?

R.- Cada estación y cada línea son diferentes porque las hace el público, eso es lo bueno. Por la mañana curritos que miran el reloj, los de por la tarde más tranquilos.

P.- ¿Esperaría por un chico guapo?

R.- ¡Pues sí, esperaría por un chico guapo! Mis compañeros me lo preguntan y les digo: si tú abres a una mujer, yo a un hombre (RISAS).

P.- ¿Y porque dos se besan?

R.- No, aunque luego veo como se despiden tras el cristal. Escenas muy bonitas.

P.- ¿Su tren es un lujo?

R.- Sin duda, yo conocí una línea antigua donde los trenes chirriaban, les llamábamos las segadoras. Eran una invitación al heavy-metal.

P.- ¿El metro cómo se arranca?

R.- No tiene llave ni es de patada como las motos antiguas, cuando meto la rana se activa.

P.- ¿Qué es Madrid por debajo?

R.- Es una gran circunvalación de cruces de metros bien trazados, una autopista oscura.

P.- ¿Canta en su cabina?

R.- ¡Claro!, y me doy la vuelta y saludo a los viajeros, (RISAS). Más que cantar hablo sola.

P.- ¿Nota la responsabilidad?

R.- A la gente le parece bonito conducir un tren pero en realidad eres el responsable de todos tus viajeros, eso es más serio.

P.- ¿Los políticos cogen el metro?

R.- Al único que he visto es a Leguina, y a Esperanza Aguirre cuando viene a hacer inauguraciones acompañada del séquito.

P.- ¿Se nota la velocidad?

R.- Sobre todo cuando te cruzas con otro tren, en mi línea cogemos los 110 Km/h. Te da tiempo a saludar al compañero que viene de cara.

P.- ¿Florecen las plantas?

R.- Aquí no, salvo alguna maceta que puede traer una taquillera.

P.- ¿En qué estación está?

R.- En una época de mi vida fabulosa, cuando cumples los 40 estás mejor. Yo estoy muy hecha.

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Las mujeres tenemos más elastina

junio 13th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

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RETRATO
Orígenes. Madrid, 1973. Currículo. «Estudié Periodismo pero no lo acabé, ya era entrenadora personal entonces y cambié mi destino. Ten en cuenta que venía del atletismo donde hice salto de longitud -fue campeona de Madrid- y velocidad». Hace cuatro años conoció el método Pilates por una amiga y pudo estudiarlo en Nueva York en el estudio de Romana, discípula de J. Pilates. Da clases en el gimnasio Zest de Madrid. Debilidades. «Colaborar con la Fundación Teresa, en Etiopía. Y mi sobrina Andrea». Aficiones. «Me vuelven loca los niños, el teatro y la música». Virtudes. «La sensibilidad, la capacidad de escuchar y la alegría». Defectos. «Peco de cabezona a veces».

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CON MUCHA CARA / «Soy más elástica que el resto porque lo he trabajado más» / «En el Ejército Español están todos muy tiesos» / «Las pasiones liberan porque te sacan de ti» / «El reclamo estético es mayor que el intelectual» /«Jamás he fumado o bebido. Pruebo una cerveza sin alcohol y me mareo» / «Pilates aporta equilibrio y armonía con tu cuerpo»

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Ha sido atleta y ahora se ha pasado al lado de la docencia, enseña y corrige posturas de sus alumnos con el método Pilates, inventado por un norteamericano con poco espacio para hacer gimnasia. María viste mayas negras y zapatillas planas que le hacen caminar con paso corto de novillera. Ha hecho trabajos puntuales como modelo y pinchadiscos. Y por supuesto fue la chica guapa de su COU. Le gusta leer poesía antes de dormir, aunque luego el libro se le caiga de las manos. Seguro que a Rielke no le importa.

Pregunta.- ¿Es usted de goma?

Respuesta.- ¡No! De carne y hueso… Soy más elástica que el resto porque lo he trabajado más.

P.- ¿No tiene bisagras ni tornillos?

R.- Por ahora no he visto ninguno.

P.- ¿Viene así de serie?

R.- Las mujeres tenemos más elastina por cuestión genética.

P.- ¿Qué es la elastina?

R.- Son cositas que tenemos dentro. Las mujeres necesitamos más para facilitar el parto.

P.- ¿Flexible de carácter?

R.- Alguna vez me he enfadado, pero en una pelea la flexibilidad es un arma a tu favor.

P.- ¿Es mandona en clase?

R.- Un pelín, hay que dar ese toque de exigencia con los que tienen poca disciplina.

P.- ¿Le siguen con terror?

R.- No estamos en un campamento, es algo que la gente elige por propia voluntad.

P.- ¿Daría clase a la Legión?

R.- Les vendría fenomenal porque en el Ejército Español están todos muy tiesos.

P.- ¿Imagina a Aguirre?

R.- Sí, la veo muy capacitada. Esperanza Aguirre es muy dispuesta.

P.- ¿Y a Gallardón?

P.- Menos, con él me gustaría ser más mandona.

P.- ¿Noto resquemor?

R.- Soy madrileña, con eso te lo digo todo.

P.- ¿Qué aporta Pilates?

R.- Equilibrio y armonía con tu cuerpo. Vivimos en un mundo que no te deja escuchar a tu propio cuerpo y eso provoca vicios posturales.

P.- ¿Todo es vicio?

R.- No estamos adaptados anatómicamente para ser bípedos.

P.- ¿Mejor a cuatro patas?

R.- Estamos hechos para eso, fíjese en el tamaño del omóplato.

P.- ¿Qué nos falta para evolucionar?

R.- Un poco más de sentido común también aplicado a lo físico para no maltratar a nuestro cuerpo.

P.- ¿El alma cómo se corrige?

R.- Pilates no tiene nada trascendental, pero sí se trabaja con los cinco sentidos.

P.- ¿No es usted la señora Pilates?

R.- Yo no soy la señora Pilates (risas), ¡no llegué a tiempo!

P.- ¿Es algo pijo?

R.- Se puede entender así porque es una actividad elitista, pasa la media del desembolso económico. El precio lo vale.

P.- ¿Crujen los alumnos?

R.- ¡Al revés!, algunos dicen que miden dos centímetros más (en realidad están igual).

P.- ¿El cuerpo es una cárcel?

R.- Si tienes sana la conexión cuerpo-mente es una herramienta.

P.- ¿La pasión nos libera?

R.- Sí, claro, por supuesto. Las pasiones liberan porque te sacan de ti.

P.- ¿Obsesiona el cuerpo sano?

R.- Vivimos en un mundo donde no se desarrolla el espíritu crítico. Me alegra que el culto al cuerpo se transforme en estar sano y en forma.

P.- ¿Dónde está el equilibrio?

R.- En cada persona, la medida está en función del equilibrio del resto de prioridades que tengas en tu vida.

P.- ¿Y para usted?

R.- El cuerpo tiene importancia, es un instrumento de trabajo, de vez en cuando poso como modelo.

P.- ¿No le preocupa en exceso?

R.- Tengo que dar gracias a Dios por lo que me ha dado mi padre y mi madre, y luego sé cuidarme.

P.- ¿Su vida es sana?

R.- Jamás he fumado o bebido. Pruebo una cerveza sin alcohol y me mareo.

P.- ¿Terrible la prueba del bañador?

R.- Sí, pero hay que verlo con cierta ternura. Si te quieres un poquito estarás bien, no serás una top pero tampoco harás el ridículo.

P.- ¿Por qué hay más apuntados a un gimnasio que a un taller de poesía?

R.- …Porque el reclamo estético es mayor que el intelectual, y porque no nos escuchamos a nosotros mismos.

P.- ¿Nos iría mejor?

R.- El cuerpo no te pide machacarte en un gimnasio sino poesía, música, un buen cuadro o contemplar el paisaje.

P.- ¿Mens sana in corpore in sepulto?

R.- No estoy de acuerdo para nada (risas).

P.- ¿Hubiera sido pirata o sirena?

R.- Sirena porque soy muy femenina.

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