Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Como la crisis ha pasado, como las aguas han vuelto a su cauce en Melilla, se supone que la visita del Ministro del Interior a Rabat irá por otros derroteros. Lo suyo es que Rubalcaba hubiera visitado Rabat hace diez días pero esto le pasa por sacar billetes de bajo coste, uno nunca vuela cuando quiere si no cuando hay plazas, Y, puesto que según el Gobierno español, ya no hay crisis fronteriza, el Ministro podría haber cancelado el viaje pero
en las compañías de bajo coste penalizan por devolver el billete. Moratinos fue más listo y ni acudió a la agencia de viajes no le fueran a dar un billete con escala en Melilla.
Rubalcaba es un gran conversador, por lo tanto la ausencia de conflicto no significa que la visita pierda sustancia, al revés. Ya verán cómo se las ingenia para que Mohamed VI tome partido en el culebrón del verano que no es otro que las primarias en el socialismo madrileño. Ahí les veo a los dos, en Palacio mano a mano entre alfombras “rabatíes”, discutiendo los pros y contras de cada candidato. Después de ver “La Noria”, Mohamed VI tendrá formada su opinión y es de suponer que se incline por Trinidad Jiménez porque las monarquías son conservadoras y se basan en el “aparato”. Igual le sugiere a Rubalcaba que le diga a Zapatero que en caso de perder las primarias Trinidad Jiménez podría ser embajadora en Rabat. También es muy propio de reyes recoger a los miembros de otras monarquías en el exilio, y Lissavetzky tiene perfil de secundario en “Lawrence de Arabia”. La televisión interactiva lleva a que temas muy alejados del espectador reclamen su atención, estoy convencido de que en el todo Rabat no se habla de otra cosa. Los comerciantes del zoco apuestan al nombre del ganador de las primarias socialistas en Madrid, y entre vaso de té y vaso de té se van animando como si fuera la previa del un Barça-Madrid. Lógicamente el tema también ha llegado al Palacio, y en la corte tienen su candidato puesto que Lavapies es la tercera frontera de Marruecos con España, después de Ceuta y Melilla.
Ya que oficialmente no hay conflicto, Rubalcaba y el rey de Marruecos hablarán de los fichajes de Mouriño, de la casa de Moratinos en Francia, o del nieto de Carmen Cervera que ha salido lustroso. Es decir, las cosas normales que tratan dos amigos cuando coinciden en verano. Ah, también hablarán del tiempo porque los vecinos siempre hablan de eso cuando coinciden en el ascensor.
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