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El fin no justifica los medios

octubre 6th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

¿Hizo bien el padre al sustraer la cámara con la prueba? NO

Legitimado por actuar en salvaguardar un bien mayor (la integridad de su hijo), el padre del niño agredido (en adelante Alfa) cometió un presunto hurto al quitarle el teléfono al presunto agresor (en adelante Beta). Acción que no es justa; comprensible tal vez. La legítima defensa, con toda la proporcionalidad que conlleva y tomada en el sentido paternalista, nos llevaría a pensar que Alfa tendría que haber grabado a Beta en plena fechoría, valiéndose de las artimañas que la tecnología ofrece, quizá un bocadillo trampa con una cámara adosada al pan. El Derecho le ampararía de haber cumplido los tres requisitos de una defensa legítima: repeler una agresión con medios proporcionales, hacerlo tras una provocación y no causar un mal mayor del que pretendía cometer el agresor.

Si dejáramos que todos los Alfas que tienen fundadas sospechas de algo acometieran contra los Betas por presuntos, entraríamos en la locura penal de lapidar a diez mil inocentes con la seguridad de que «alguno algo habrá hecho, aunque sea dejar la bicicleta en doble fila». En realidad Beta ha puesto en antecedentes a otros padres (en adelante Gammas) para que inicien un revisionismo histórico de patio de colegio que puede resultar muy peligroso. Aquello de róbale el móvil al compañero de tu hijo porque algo malo habrá hecho, o seguro que estará a punto de hacerlo. Elaboremos el teorema de los Gammas: «Todo niño inmerso en un aula experimenta un empuje de odio hacia fuera proporcional a la ira que desplaza el volumen de maldad que le rodea». En resumen: ¡cómo para fiarse de los compañeros! Los Alfa son de los que cuando dejan a su hijo en la puerta del colegio les despiden con indicaciones de comando: «Suerte hijo mío, que cumplas con tu misión. Y ahora sincronicemos nuestros relojes». En ese sentido hacen falta los Betas porque así les refuerzan la idea de que si el hombre es un lobo para el hombre, el niño es un cocodrilo en pantalón corto.

Es el pensamiento del recelo aplicado a las relaciones vecinales primarias. En realidad Alfa se vio despojado de la defensa adecuada, no hay protección jurídica si no se aportan las pruebas; las collejas de patio no dejan marca física, son pequeñas torturas chinas aplicadas en dosis físicamente soportables pero síquicamente insufribles. La bota malaya se inventó en un recreo, luego el uso la hizo menos cruel. Por supuesto tengamos en cuenta que Beta nunca habría confesado la tropelía si no aparece un juez que le llama tras visionar la grabación, (su papel de malo social tiene que cumplirlo con todas las consecuencias). El agravante de exhibición pública se le debería aplicara a Beta porque pudiendo quedarse en el hecho delictivo para regocijo propio, le añade publicidad en espacio abierto y común. Es como si Beta tuviera por finalidad la consecución de un diploma al mejor videocámara aficionado, cuando no hay calidad la crueldad suple el espectáculo; de ahí el cine gore.

Aquí se demuestra que hay instituciones como el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid que son perfectamente prescindibles. Si Alfa hubiera encontrado protección en el Defensor, Beta no habría llegado a grabar las agresiones. Parece que los niños son ingobernables y que algunos patios de colegio son peores que Fort Apache; con las zonas de sombra del Defensor del Menor se podría construir el mapa de la cara oculta de la Luna. Esta teoría no sé si es completa pero sé que es suficiente para explicar el caso en el que Alfa hurtó a Beta el teléfono móvil para defender un valor superior: su hijo. Siempre y cuando padres, profesores, sociedad, alfas, betas, gammas y Defensor del Menor hayan leído a Aldous Huxley, y crean en un mundo feliz.

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Se busca candidato apañado para puesto de relevancia

octubre 2nd, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Las páginas de elmundo.es son un hervidero de comentarios.Desde hace una semana se recogen las opiniones de los internautas que votan al candidato ideal del PSOE al Ayuntamiento de Madrid. Como Ferraz guarda mutismo, el pueblo soberano tiene que respirar por algún sitio. La nueva democracia virtual camina tres pueblos por delante de las estrategias de partido. Así está el termómetro del candidato, sólo falta que José Luis Uribarri le dé una explicación antropológica a las votaciones como cuando narraba Eurovisión. Hay candidatos lógicos: Zerolo, Marín, De la Vega. También poéticos: Pedro Duque, Ana Belén y el juez Grande-Marlaska, y finalmente los alternativos que dan un toque de color carnaval a la encuesta.
El look de Piratas del Caribe II de Pedro Zerolo -al que ayer saludó afectuosamente Rodríguez Zapatero en Alcorcón… – le sitúa en primer lugar: sus rizos de compañero de Jack Sparrow le dan puntos. Dicen que es «guapo, inteligente y encima gay», comentario que no deja de ser algo machista pero muy elogioso. Habría que saber cuántos suspiros ha costado apretar su casilla y cuántas salidas de armario contenidas hay detrás de la expresión «y encima gay». Además, Zerolo se ha quedado para aguantar la brocha (el suplente de Trinidad, Oscar Iglesias, ni está ni se le espera en la comunidad virtual). Si finalmente Zerolo aceptara la oferta de Sparrow para navegar con otro rumbo tras la pista del cofre del hombre muerto, los internautas se fijan en Manuel Marín. Del presidente del Congreso dicen que es el único político con fans (pudieran ser también los de Zerolo, en este caso se admite doble y hasta triple militancia político-afectiva). Marín tiene un no se qué que qué se yo, toque místico mezclado con barba de galán de comedia italiana, siempre al borde de enrojecerse. Debido a su prudencia gramatical y a su prosodia exquisita, es difícil imaginarlo desgañitado en un mitin, más bien llamaría la atención con el agitar de una alegre campanilla.

El tercero en discordia es José Bono, al que sus propias palabras le traicionaron cuando prometió no enfrentarse jamás a su amigo Alberto Ruiz-Gallardón. Cuando uno se instala en la epopeya cualquier promesa suena a juramento de Santa Gadea, y Bono no puede desdecirse haciendo suya la leyenda de las espadas toledanas del XVI: «No me saques sin razón pero no me envaines sin honor». Esto le pasa por convertirse en un personaje de Alatriste que se bajó de la pantalla como el protagonista de La rosa púrpura de El Cairo. Hasta es posible que se haya tapado los oídos cual Ulises y haya pedido que le amarren al mástil de la coherencia como hizo el héroe griego para evitar el canto de las sirenas. En otras palabras: haberlo pensado mejor, tío.

A mayor distancia le sigue un pelotón de personajes más o menos insólitos; a la cabeza destaca el juez Grande-Marlaska, que ha convertido los peldaños de la Audiencia Nacional en un anuncio de moda de otoño. Hay estilo, clase, elegancia y belleza urbana. Dicen que es el hombre de moda, en todos los sentidos: nadie sabe llevar mejor las chaquetas, ha roto con la imagen del magistrado reptil que ascendía en función de los años y las capas en su concha de galápago. Más de un votante de Zerolo ha puesto al juez de segunda opción. Con Grande-Marlaska en la Plaza de la Villa, la bandera luciría con el toque especial de la seda salvaje.

A continuación, Pepe Blanco, el central del PSOE, el hombre que propone y dispone. Su dicción no es del todo castiza, pero podría intentar convertirse en el primer alcalde de Madrid que diga «en efeto», y «efetivamente». Los votantes aprecian su capacidad maquiavélica de manejar el partido y de guardar el secreto del candidato como San Tarsicio defendió el cáliz ante los soldados del emperador Valeriano. En este sentido resulta un Alfonso Guerra pero sin ceja gótica. A Blanco le sigue Pedro Duque: los madrileños, hartos de agujeros subterráneos, suspiran por alguien que les lleve a las estrellas. Al menos una persona que entienda de agujeros negros para manejarnos por la M-30. Se premia la ingravidez como mensaje electoral.

María Teresa Fernández de la Vega, que puede resultar la gran tapada, también lo parece para los votantes de elmundo.es: se entiende mal que tenga tan baja intención de voto. Opinan de ella que es la presidenta de facto, podrían añadir también que de tacto: la mujer que dialoga con la curia y bandea inmigrantes. De la Vega es una institución al margen del cargo, ha conseguido ganarse el respeto de señora de bien, su sastre no tiene nada que envidiar al de Grande-Marlaska, ni mucho menos. El resto del pelotón lo componen Ana Belén (por sus continuas atenciones a la Puerta de Alcalá), el alcalde de Getafe Pedro Castro (sería bi-alcalde y finalmente capitalino) y Angel Gabilondo, (adjetivado como el hermanísimo).

Si quieren probar emociones más fuertes, dense una vuelta por el apartado de alternativos: ahí empatan El Fary con Carmen de Mairena, in-des-crip-ti-ble su parachoques labial neumático salchichero… pero se las tendrían que ver en unas primarias con la baronesa Thyssen «¡fenomenal, fenomenal!».

En caso de apuro, siempre nos quedará Pocholo, un intelectual con mochila y partidario de las noches blancas. Los más osados proponen a Federico Jiménez Losantos: el duelo con Gallardón echaría chispas. En caso de ganar, la ciudad amanecería más temprano a toque de diana obligatoria.

Dicen que es adrenalina pura, y aciertan.

Elija sus dos candidatos preferidos para la alcaldía a: www.elmundo.es/

MAS DE 21.000 VOTOS EN ‘www.elmundo.es’.

Pedro Zerolo (25.5%, es decir, una cuarta parte de los votos), Manuel Marín (13.5%), José Bono (11.6%), Fernando Grande-Marlaska (10.3%) y Pepe Blanco (9.4%), de izquierda a derecha en las imágenes. Ésta era la foto fija, ‘tomada’ anoche a las 22.30 horas (21.638 votos en ese momento), de la encuesta de ‘www.elmundo.es’ sobre el candidato ideal del PSOE a la Alcaldía de Madrid. Los 10 nombres a los que se puede votar fueron los destacados en un foro que se inició hace una semana. María Teresa Fernández de la Vega, Pedro Duque, Ana Belén, Angel Gabilondo y Pedro Castro son otros candidatos… aparte de la lista de ‘alternativos’ que comanda El Fary.

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No siempre el pasado fue mejor

septiembre 29th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un museo del Atlético de Madrid debería tener una vitrina vacía donde guardar respeto por los trofeos que nunca llegaron, por ejemplo la Copa de Europa que nos arrebató el Bayern de Munich. Un museo del Atlético debería tener un muro de las lamentaciones donde llorar las ocasiones perdidas, los goles cantados y todas esas veces en las que se nadó para morir en la orilla, pero con una gloria que ya quisieran otros equipos de presupuesto mayor.
Parodiando la pintada de mayo del 68: «Ellos tienen el gol, nosotros la poesía». Y, por supuesto, un cuarto de los vientos con el batir de las bufandas que en tiempos de crisis levantaron remolinos de melancolía; maldita sea la suerte que nos besó en la boca para luego dormir en casa de otro, maldita sea qué me hizo del Atlético, (no se conoce película en la que los indios hayan tenido un final feliz). No todo es la victoria, el Atlético es tan utópico que renuncia al oro como aquel gesto de Cyrano al entregar su bolsa. Ganar no es el fin.

Tampoco estaría mal poner unas vasijas como las que los romanos utilizaban para recoger las lágrimas en los duelos. Y mucho Atleti por todas partes, curiosa vocación que vuelve creyentes a los agnósticos aunque sea durante noventa minutos los fines de semana. En cada copa que brilla hay mil catarros cogidos en un asiento del Manzanares. Nadie ha llorado más sobre esos trofeos que los atléticos; los domingos por la noche, cuando la cosa salía mal, en los puentes de la M-30 he visto las caras de los exiliados cruzando la frontera por Hendaya. Recuerden aquel anuncio en el que el abuelo le contaba al nieto que muchos goles se fallaron, muchos partidos se perdieron, pero no hay nada igual a cuando el Atlético mete un gol.

En el sentido emocional del término el museo del Atlético de Madrid es equiparable con el de la Legión Extranjera: todos fueron valientes y entregaron su vida con honor. Por lo tanto se ruega un poco de silencio como cuando se pisa suelo sagrado. Es el único equipo en el mundo que regresó del infierno para sacarle la lengua a los ángeles (iba para una temporadita pero se quedó dos, quien desprecia el oro también desprecia el tiempo). Para que fuera un lugar de culto completo debiera permitir un columbario para depositar las cenizas de los aficionados que murieron en la fe de la resurrección en forma de victoria, ya que cayeron por el equipo que al menos la historia los recuerde con nombres y apellidos.

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No siempre el pasado fue mejor

septiembre 28th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un museo del Atlético de Madrid debería tener una vitrina vacía donde guardar respeto por los trofeos que nunca llegaron, por ejemplo la Copa de Europa que nos arrebató el Bayern de Munich. Un museo del Atlético debería tener un muro de las lamentaciones donde llorar las ocasiones perdidas, los goles cantados y todas esas veces en las que se nadó para morir en la orilla, pero con una gloria que ya quisieran otros equipos de presupuesto mayor.
Parodiando la pintada de mayo del 68: «Ellos tienen el gol, nosotros la poesía». Y, por supuesto, un cuarto de los vientos con el batir de las bufandas que en tiempos de crisis levantaron remolinos de melancolía; maldita sea la suerte que nos besó en la boca para luego dormir en casa de otro, maldita sea qué me hizo del Atlético, (no se conoce película en la que los indios hayan tenido un final feliz). No todo es la victoria, el Atlético es tan utópico que renuncia al oro como aquel gesto de Cyrano al entregar su bolsa. Ganar no es el fin.

Tampoco estaría mal poner unas vasijas como las que los romanos utilizaban para recoger las lágrimas en los duelos. Y mucho Atleti por todas partes, curiosa vocación que vuelve creyentes a los agnósticos aunque sea durante noventa minutos los fines de semana. En cada copa que brilla hay mil catarros cogidos en un asiento del Manzanares. Nadie ha llorado más sobre esos trofeos que los atléticos; los domingos por la noche, cuando la cosa salía mal, en los puentes de la M-30 he visto las caras de los exiliados cruzando la frontera por Hendaya. Recuerden aquel anuncio en el que el abuelo le contaba al nieto que muchos goles se fallaron, muchos partidos se perdieron, pero no hay nada igual a cuando el Atlético mete un gol.

En el sentido emocional del término el museo del Atlético de Madrid es equiparable con el de la Legión Extranjera: todos fueron valientes y entregaron su vida con honor. Por lo tanto se ruega un poco de silencio como cuando se pisa suelo sagrado. Es el único equipo en el mundo que regresó del infierno para sacarle la lengua a los ángeles (iba para una temporadita pero se quedó dos, quien desprecia el oro también desprecia el tiempo). Para que fuera un lugar de culto completo debiera permitir un columbario para depositar las cenizas de los aficionados que murieron en la fe de la resurrección en forma de victoria, ya que cayeron por el equipo que al menos la historia los recuerde con nombres y apellidos.

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La realidad no es lo que parece, amigo

septiembre 21st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuarenta y ocho horas de intensivo debate regional dejan algunos apuntes que no se pueden pasar por alto. Ejemplo uno: lo que para cualquiera es un barracón mugriento para el consejero Peral se trata de «aulas educativas transitorias», asunto que provocó la chirigota matinal, incluida la guasa interna de la presidenta. Así se lo soltó Aguirre a Fernando Marín que poco más y se atraganta con el pleonasmo. Aplicado al campo de la automoción lo que usted tiene, amigo, no es un utilitario sino «un Rolls en situación transitoria».

Ejemplo dos: ¡la panocha! ayer la mentó Simancas igual que el lunes lo hizo la presidenta; es la hortaliza de moda en los debates, si no sabes de campos de maíz no te metas en política. Debemos concluir que la panocha es la unidad de medida en la Asamblea regional. Salvo en la panocha, en lo demás no estuvieron de acuerdo ni en la hora, reducida IU a presencia testimonial, ya que el debate fue Esperanza Aguirre y Rafael Simancas, como era previsible (aunque no tuvieras ni idea de panochas). De nuevo la realidad no coincide, viven en el mismo planeta pero son dos especies que han evolucionado distintas, Darwin fracasó. A la presidenta le faltó sacar el power point para explicar curvas de crecimiento, pero Simancas estuvo sólido, rocoso y espadachín. Por segundo día le debieron pitar los oídos a Zapatero, (fue el portavoz popular Beteta el que hizo el chiste: «cero Zapatero»), igual que al alcalde de Getafe sentado en la tribuna de invitados. Pedro Castro fue zarandeado dialécticamente en un momento en el que los leones amenazaron con saltar al público.

El humo de la batalla fagocitó la oferta de la presidenta para alcanzar un pacto sobre bulimia y anorexia, ¡para medir el peso corporal de sus señorías estaba el patio! Hubo meneíllo histórico y bíblico, el saliente Fernando Marín dijo que la presidenta haría un gran papel en un programa de monólogos y luego algo de su proximidad a los filisteos, (nota culta involuntaria porque no se refería a los que aparecen en los relieves del templo de Ramsés III en Tebas), y Simancas la comparó con el caballo de Atila, (que se llamaba Othar pero su nombre no tiene relieve en un debate del ladrillo). Aguirre estuvo amable con Marín pero a Simancas le comparó con «veintitrés seseñas juntas», que traducido a panochas debe ser una barbaridad a todas luces. El premio al trabajo en equipo se lo quedan Ruth Porta y Matilde Fernández, sólida fortaleza de Simancas ante la adversidad numérica, que forman un muro de contención.

Nota para quien corresponda: se entiende mal que en un debate donde el agua es importante, (recordemos que ayer se apuntó a la posibilidad de subir la frontera territorial hasta el río Ebro), se beba agua mineral embotellada. Sus señorías, el consejero Lamela sobre todo, piden agua al ujier y luego se dejan un tercio de botella sin consumir. Lo suyo es ofrecer agua del Canal de Isabel II que es la joya de la corona comunitaria, con esos culines abandonados se llenarían enormes albercas, sabe Dios cuántas panochas podríamos regar con lo que sus señorías desprecian. Si fuere necesario que doten a cada escaño con un grifo monomando, o en su defecto coloquen la nunca del todo ponderada frasca, ese objeto tan castizo que es el botijo de salón. ¿Para qué quiere uno la zona wifi cuando tiene sed?

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La realidad no es lo que parece, amigo

septiembre 21st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuarenta y ocho horas de intensivo debate regional dejan algunos apuntes que no se pueden pasar por alto. Ejemplo uno: lo que para cualquiera es un barracón mugriento para el consejero Peral se trata de «aulas educativas transitorias», asunto que provocó la chirigota matinal, incluida la guasa interna de la presidenta. Así se lo soltó Aguirre a Fernando Marín que poco más y se atraganta con el pleonasmo. Aplicado al campo de la automoción lo que usted tiene, amigo, no es un utilitario sino «un Rolls en situación transitoria».
Ejemplo dos: ¡la panocha! ayer la mentó Simancas igual que el lunes lo hizo la presidenta; es la hortaliza de moda en los debates, si no sabes de campos de maíz no te metas en política. Debemos concluir que la panocha es la unidad de medida en la Asamblea regional. Salvo en la panocha, en lo demás no estuvieron de acuerdo ni en la hora, reducida IU a presencia testimonial, ya que el debate fue Esperanza Aguirre y Rafael Simancas, como era previsible (aunque no tuvieras ni idea de panochas). De nuevo la realidad no coincide, viven en el mismo planeta pero son dos especies que han evolucionado distintas, Darwin fracasó. A la presidenta le faltó sacar el power point para explicar curvas de crecimiento, pero Simancas estuvo sólido, rocoso y espadachín. Por segundo día le debieron pitar los oídos a Zapatero, (fue el portavoz popular Beteta el que hizo el chiste: «cero Zapatero»), igual que al alcalde de Getafe sentado en la tribuna de invitados. Pedro Castro fue zarandeado dialécticamente en un momento en el que los leones amenazaron con saltar al público.

El humo de la batalla fagocitó la oferta de la presidenta para alcanzar un pacto sobre bulimia y anorexia, ¡para medir el peso corporal de sus señorías estaba el patio! Hubo meneíllo histórico y bíblico, el saliente Fernando Marín dijo que la presidenta haría un gran papel en un programa de monólogos y luego algo de su proximidad a los filisteos, (nota culta involuntaria porque no se refería a los que aparecen en los relieves del templo de Ramsés III en Tebas), y Simancas la comparó con el caballo de Atila, (que se llamaba Othar pero su nombre no tiene relieve en un debate del ladrillo). Aguirre estuvo amable con Marín pero a Simancas le comparó con «veintitrés seseñas juntas», que traducido a panochas debe ser una barbaridad a todas luces. El premio al trabajo en equipo se lo quedan Ruth Porta y Matilde Fernández, sólida fortaleza de Simancas ante la adversidad numérica, que forman un muro de contención.

Nota para quien corresponda: se entiende mal que en un debate donde el agua es importante, (recordemos que ayer se apuntó a la posibilidad de subir la frontera territorial hasta el río Ebro), se beba agua mineral embotellada. Sus señorías, el consejero Lamela sobre todo, piden agua al ujier y luego se dejan un tercio de botella sin consumir. Lo suyo es ofrecer agua del Canal de Isabel II que es la joya de la corona comunitaria, con esos culines abandonados se llenarían enormes albercas, sabe Dios cuántas panochas podríamos regar con lo que sus señorías desprecian. Si fuere necesario que doten a cada escaño con un grifo monomando, o en su defecto coloquen la nunca del todo ponderada frasca, ese objeto tan castizo que es el botijo de salón. ¿Para qué quiere uno la zona wifi cuando tiene sed?

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Debate sobre el estado de ella misma

septiembre 20th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Se acabó el verano, ya no hay diputados regionales morenos (salvo Cristina Cifuentes, que tiene el lustre garantizado por la gloria de Dior). La variedad cromática del diputado madrileño no sale del traje gris o el azul, por lo tanto ellas aportan el color y la novedad a la Asamblea regional. Nada más ver la chaqueta rosa chicle de Ana Botella me vino a la cabeza la frase de Andrés Montes: «La vida puede ser maravillosa». En cambio, el alcalde de Madrid prefirió llegar con la campana y marcharse tras la bendición, le agradeció a la presidenta el apoyo olímpico y ella le comentó que le hubiera gustado hablar del teatro (el que iba a llevar su nombre en El Escorial, no el de Rubianes).

Los pasillos de la Asamblea tienen más vida que mil discursos, en ellos se organizan procesiones detrás de los personajes más solicitados, son romerías de las declaraciones que forman corrillos aquí o allá, sólo falta un vendedor de lotería que vocifere el número. Esperanza Aguirre se lleva el premio en caminar más lento, todo el mundo quería hablar con ella, y eso que la verticalidad le costaba un triunfo subida a unos tacones descomunales, doble plataforma como las hamburguesas de luxe; una cosa es hacer política sin red y otra desde el andamio verbal. Un exceso, una subida de adrenalina por la parte del tacón y un distanciamiento del suelo asaz peligroso según los principios que dejó Newton. Pero ni un solo gesto de dolor, el discurso y sus formas fueron de balance conseguido y a mí esto se me va a quedar pequeño. La presidenta está muy castiza, algo cheli cuando respondía a las risas de la oposición, muy «¡a que voy pa allá, muñeco!». A pesar de que el discurso fue de larga duración (un calentamiento de Castro para entendernos), no hubo cansancio aparente.

Otros de los misterios que se repiten al llegar septiembre es por qué José Ricardo Martínez y Javier López van siempre juntos: la acción sindical no obliga al trabajo en pareja. Más discreta estuvo la delegada del Gobierno, Soledad Mestre, que vestía de blanco, que siempre es el color de la paz hasta que no se demuestre lo contrario. Compartía asiento en la tribuna junto al Defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, que tiene el rictus del que ya le han contado todos los discursos y ha conseguido adoptar una posición de atenta escucha que se puede ver en algunos libros de relajación oriental. Andaba un poco despistada Inés Sabanés al llegar, pero téngase en cuenta que está bajo el efecto de la que fue a Sevilla y al regreso encontró a otro en su asiento. Una mañana de anécdotas para la izquierda, como cuando Fernando Marín pasó delante de Angel Pérez y volvió sobre sus pasos: «Perdona, no te había visto». Éramos pocos y no nos reconocemos.

El Gobierno de Esperanza Aguirre está en plena expansión, y no lo digo por la tripa de Lucía Figar, que avanza en la ingravidez, sino porque la presidenta se refirió al río Ebro, («¡no fastidies que piensa ampliar los límites de la Comunidad por el norte!», se escuchó). No, por el momento está subida al balance triunfal y al tacón superior. Ya metidos en el fragor del discurso, Aguirre sacó una caja de capones para que se los dieran a Zapatero, pero nada como cuando aludió al cultivo del maíz. El agua que consume una panocha fue lo que más elevó el nivel de decibelios parlamentarios, la repanocha regional.

Fue un mal día para Piolín, la presidenta anunció que le va a dar el pase al parque de la Warner, pero Piolín no estaba entre los invitados y no encontró respuesta. El parque temático en el que tanta fe tuvo Gallardón no le interesa, será que para emociones fuertes ya tiene bastante en su partido. Para esta mañana, cuando se reanude el debate, se espera que haya fuego cruzado, menos saludos y más al grano. Los tacones de la presidenta no le valen hoy, ni los enormes pendientes que al balanceo de la lectura le iban dando la razón a todo lo que decía, a modo de botafumeiro complaciente.

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Regresa el último comunista

septiembre 17th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El ex alcalde de Córdoba, ex secretario general del PCE, ex coordinador general de Izquierda Unida y, por fin, pensador y escritor de impecable oratoria, mantiene invariable una ideología por la que es respetado en la arena política. Rafael Martínez Simancas le entrevista con motivo de su nuevo libro, ?El tiempo y la memoria?. A sus 64 años, se muestra más polémico que nunca: piensa que si los juicios de Franco son nulos, habría que someter al Rey a referéndum? Sostiene que Felipe González es la X del GAL? Reprocha a Zapatero su gesto ante la bandera de EEUU? Y más: ?Dios no existe?
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Julio Anguita como Ulises ha vuelto al destino del que partió, de nuevo vive en la misma calle de su infancia cordobesa y, como el griego, está de acuerdo en que es mejor el viaje que la meta, por lo tanto hagamos parada pero no pongamos punto y final porque su voluntad es seguir luchando por la utopía inherente a la izquierda.

El entorno de la calle del Pozo era el de un barrio humilde con vecinas vocingleras e historias de posguerra, cuentos de aparecidos mezclados con héroes de tebeo; a un lado un bar de gente de mala vida y al otro una iglesia, campanas contra navajas, incienso mezclado con tabaco, canciones de la radio y amores prohibidos. Crónica de una España más pacata y de luto perenne; allí vivió también Carmela, la vecina que dejó puesta la mesa caliente para sus hijos y su marido y luego se tiró al río Guadalquivir.

En ?El tiempo y la memoria? (editorial La Esfera de los Libros), Julio Anguita da un repaso a su biografía más próxima y a la política que le llevó a la alcaldía de Córdoba, a encabezar el proyecto de Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía, y más tarde a la secretaría general del PCE y a ser coordinador general de Izquierda Unida. Todos estos años de prudente silencio se rompen hoy en forma de libro.

Pregunta. ¿La memoria pesa?

Respuesta. Durante este tiempo no abandoné nunca la memoria pero ahora me he instalado en ella como un vigía que busca respuestas.

P. ¿Qué tal se está de vigía?

R. He encontrado respuestas a lo que está pasando ahora en el entorno en el que me moví, en concreto en IU. También reflexiono sobre la unidad europea, veo lo que hacen otros dirigentes de otras fuerzas políticas, pienso en el conjunto de la izquierda.

P. ¿Reflexiones en la recta final?

R. No estoy aquí como el elefante que vuelve para morir, no está en mis planes morir sino volver (no a cargo político, ¡que todo el mundo esté tranquilo!), regresar a una actividad distinta pero en el mismo eje. Sigo siendo un combatiente.

P. ¿Contento con su vida?

R. Vida no hay más que una y desde algunos puntos filosóficos es un sinsentido. Una vez instalados en ella?

P. ¿Desde Calderón a Julio Anguita, «los sueños, sueños son»?

R. Soy de los que piensa, como Jacques Monod, que «somos hijos del azar». Cuando morimos volvemos a ese pozo en el que hemos estado toda una eternidad, pero una vez en este mundo creo que puede haber un destello donde la gente no sufra y no tenga que pelear por comer.

P. ¿Dónde están los personajes de su calle?

R. Las vecinas murieron, yo tenía 10, 11 años, y ellas 40 y tantos. Murieron todos salvo los que éramos niños.

P. ¿En la infancia hay más ruidos?

R. Sí, ahora mi calle es más silenciosa, apenas salen los niños. Nosotros estábamos con la pelota pendientes de que llegara el municipal porque nos la quitaba.

P. Haberle dicho: «¡Cuidado que seré su alcalde!»?

R. (Risas) ¡Joder!, ¡quién lo hubiera podido saber!

P. ¿Esperaba levantar tanto interés con su libro anterior, Corazón Rojo?

R. ¡No!, de verdad que no. Accedí porque quería abrir un camino para llegar a este libro de ahora. Es posible que sea el paso hacia otro libro de la historia de Izquierda Unida en sus documentos.

P. ¿Por qué dosificar el esfuerzo?

R. Estamos acostumbrados a la política de use y tire y yo quiero crear un caldo de cultivo. La izquierda española necesita sentarse a reflexionar.

P. ¿Más que la derecha?

R. Quien tiene que reflexionar es la izquierda. Quien asume que las cosas no se deben cambiar es la derecha.

P. ¿Dónde cruje la izquierda?

R. Se ha agotado el ciclo reivindicativo y el reto es entrar en uno creativo. El trantrán de las elecciones nos impide que surja un germen nuevo.

P. Por ser comunista le llamarán totalitario.

R. Sería la misma ligereza (que yo no cometo) si alguien dijera que todos los de derechas vivieron de Franco, igual de excluyente. O que por ser de derechas explotaron obreros.

P. ¿Qué son los comunistas?

R. Los comunistas somos una teoría política organizada que está al servicio de la transformación social pero permanentemente puestos al día de los últimos acontecimientos. El capital ha cambiado, el gran fracaso del movimiento sindical es prolongar un discurso que no se mantiene con la época. La izquierda no puede ser la aplicación de una consigna que no está avalada con la práctica.

P. ¿A quién se dirige cuando habla de la izquierda?

R. Lo hago para personas que medio quieran pensar, no para los que se despachan con ligerezas.

P. ¿Cuándo se siente un caballero del XIX en la era del .com?

R. Sólo soy una parte de una corriente de pensamiento que se ha ido formando y quiere explicarse a golpe de racionamiento didáctico, no de insulto.

P. ¿Cuántas veces se ha sentido un extraño?

R. Cuando en un mitin me han dicho: «Dale caña», entonces me he parado y he preguntado ¿a quién y por qué? Mi oratoria no es un circo en el que ensañarse con el adversario.

P. ¿Por qué el libro se llama El tiempo y la memoria?

R. Porque son los dos instrumentos con los que me he instalado en esta parte de mi vida. El tiempo lleva objetos enriquecidos y sin memoria no hay Historia, sin Historia no hay ni presente ni futuro. Y digo más: sin memoria no hay seres humanos, sólo zombis altamente tecnificados. La memoria no es una estantería sino un eterno presente.

P. ¿Incluida la memoria histórica?

R. También. Cuando hablo o escribo artículos lo hago con el bagaje del pasado en mi cabeza, cómo pensaron Lennin, Marx o Gramsci, incluso lo que pensaban mis adversarios.

P. ¿La memoria histórica es arrojadiza?

R. Sin que nadie se dé por herido: los dirigentes del PP saben en el fondo de sus conciencias que vienen de aquella época (el franquismo), pero se les murió el padre. No lo digo yo sino Esperanza Aguirre cuando afirma que la II República trajo todas las desgracias que vimos con el franquismo: oiga usted señora, no culpe a la República de lo que hizo el franquismo. Y no invoque a la Revolución de Asturias porque antes la derecha conspiró con el general Sanjurjo y antes sus referentes sociopolíticos les decían a los jornaleros: «¡Comed República!» cuando pedían trabajo. Yo me pregunto si la quema de conventos justificó un golpe de Estado fascista y el atropello de la legalidad. Callen ustedes.

P. ¿Le sorprende la virulenta pelea por la memoria histórica?

R. Hay mucho folklore en ambos lados. Si piensan que hubo tanta represión (que la hubo) y piden que se condene al franquismo y sus juicios queden nulos, por mi parte de acuerdo, pero entonces pidan también que Juan Carlos se someta a un referéndum.

P. ¿Por qué reivindicarla ahora?

R. En España vivimos una gran tragedia y algunas cosas las olvidamos. Los que dominaban de verdad se dieron cuenta de que podían perder el poder, me refiero al poder que había detrás de Franco: la banca española, la jerarquía católica y las grandes familias.

P. Muchos hablan bien de usted, ¿qué ha hecho mal en su vida para que esto ocurra?

R. (Risas) ¡Eso mismo!, creo que si hay gente que me respeta es porque he procurado ser fiel a lo que pienso. Nunca he insultado de manera soez, cuando dije que Felipe González era la X del GAL hice una imputación que todavía sostengo.

P. ¿Qué datos tiene?

R. Se los daré cuando pueda hacerlo, se lo prometo. Es la imputación que hace una personalidad delante de mí y en un comedor con testigos. Y no es cualquiera el que imputaba, no lo digo a humo de pajas.

P. ¿Una época que Zapatero ha sabido superar?

R. Zapatero la ha heredado, ¿por qué se ha tratado con este mimo al señor Vera?, ¿por qué el manto sobre Barrionuevo? El GAL es una cuestión de Estado con gravísimas y altísimas responsabilidades.

P. Le amaron mucho pero votaban a otro.

R. Es la coartada de esta España farisaica. Cuando me decían: «¡Qué magnífico y qué serio es usted, pero no le voto!», les decía que ellos tendrían otra idea política. Y si añadían: «No tengo ideas políticas», respondía muy serio: «No me cuente usted historias, ya tiene usted bastante con engañarse y no querer ver». No he mentido, hablé con claridad y prediqué con el ejemplo.

P. ¿La gente es responsable aunque intenten evitarlo?

R. Sí señor, a la gente no le interesan los buenos ejemplos porque se ven obligados a cumplirlos. Hay un punto en el que el granuja no les gusta pero tienen un guiño con él.

P. ¿El granuja es un nivel cualificado de mando?

R. Aquí se conculca la norma constantemente, el día en el que estallará una revolución en España es cuando se cumpla la ley. Se hundirían los pilares del sistema, es la alianza de concupiscencias.

P. ¿Es un político fuera de lo normal?

R. Es que yo soy político.

P. ¿Y los otros?

R. Muchos otros (no todos) están en política. Estoy en política porque soy comunista, no puedo cambiar la camiseta, estaré equivocado o no pero es mi equipo.

P. ¿Por qué ser comunista hoy? ¿Camina en dirección contraria?

R. El mundo tiene que ser cambiado, no me gusta como está (también hay cosas que no me gustan que se hicieron en nombre del comunismo). Esta sociedad no es la mía, no me interesan sus neuras, ni sus enajenaciones en el consumo, ni sus silencios.

P. Hablemos de los errores?

R. Le dije al presidente de China en una cena que no estaba de acuerdo con la matanza de Thianammen. Nadie, ni siquiera los del PP se atrevieron a decírselo.

P. ¿Le preocupa la salud de Fidel Castro o la de Cuba?

R. La revolución cubana no es de los cubanos, es mía también, me siento responsable. En lo biológico tocará un día que Castro tenga que morir, los albaceas de la revolución tienen que ser los cubanos, no el partido o el Ejército. Que Estados Unidos sea la mayor democracia del mundo es la mayor mentira que he oído en mi vida.

P. No es muy partidario de Estados Unidos.

R. Todas las administraciones norteamericanas, desde Bush hacia atrás incluido Roosevelt, han sido unos piratas.

P. ¿Sabe que se ganará pocas simpatías defendiendo a Fidel?

R. Yo no estoy aquí para ser simpático sino para decir lo que pienso. Hay cosas de Fidel con las que no estoy de acuerdo, soy el único dirigente que le pidió a Castro que no fusilara a unos militares. ¿De qué me tengo que avergonzar?

P. ¿Se habría quedado sentado al paso de la bandera de Estados Unidos, como Zapatero?

R. Eso como aquél que le daba una patada a un gato y decía: «¡Esto es lo que hago yo con los tigres!». Seamos serios: la bandera es la de un país y te tienes que poner de pie, pero después no mandes tropas a Afganistán, ¡coño!

P. Disculpe por el sopetón ¿sinceramente, hay futuro en IU?

R. (Pausa) IU ha agotado todas sus posibilidades con este proyecto. Es el momento en el que debe plantearse qué sentido tiene y cómo conectar con el futuro, sabiendo que habrá travesía por el desierto.

P. ¿Hubo pinza?

R. Nunca nadie en un debate la ha podido sostener delante de mí porque saco los documentos que la desmontan.

P. ¿En el año 96 le pidieron que apoyara a González?, recordemos que Aznar tardó dos meses en formar gobierno.

R. Se filtraron opiniones en las que se decía que como Aznar no conseguía reunir apoyos la combinación ideal era un trinomio: PSOE+CiU+IU. Es cuando escribo un artículo en el que denuncio que el PSOE quería negociar programa con CiU pero no con nosotros. Además, Felipe nunca ha querido nada de Izquierda Unida, a la que ha definido como «los cutres comunistas».

P. ¿Le pedirán que vuelva?

R. Es imposible: ni tengo la edad de entonces, ni estoy dispuesto a hacer el papel del Mio Cid frente a las mesnadas mientras ellos juegan a los dados. Pero? ni me lo van a pedir porque ya no hay ni ganas de pedir.

P. ¿Cuál es su opinión acerca del Estatuto andaluz?

R. Me asombra cuando el Estatuto plantea que Andalucía se ha formado en torno al Guadalquivir, eliminan a la otra Andalucía. Es la visión cristiana de Alfonso X frente a la Andalucía que no se sometió porque era morisca. Otra vez la visión españolista y esta vez apoyada por IU en el preámbulo. Andalucía es también Granada, Málaga, Almería y Córdoba. En absoluto es la Andalucía católica, ¡se quieren enterar! es un preámbulo hecho desde Sevilla (no desde la que quiero mucho, sino desde la «Sevillí»), la que ignoró la expulsión de otros españoles. Yo soy también nazarí y morisco y también de la marisma.

P. ¿Sigue creyendo en la utopía?

R. Sin ella no hubiera habido ni cristianismo, ni budismo, ni marxismo, ni socialismo, ni comunismo (capitalismo sí porque no le hace falta).

P. Durante una etapa muy importante de su vida fue creyente, ¿dónde está su Dios?

R. Mi Dios fue perdiendo entidad, en el que yo creía cuando iba a la iglesia de San Lorenzo o al convento del Carmen era un Dios católico, luego fue un Dios distante, después era el que estaba detrás del big-bang? ya no creo ni en eso. Dios no existe, es un drama que tenemos que asumir.

P. ¿Una persona como usted no se merecía una charla con Dios?

R. Si existiera? este verano en la plaza de Ciudad Rodrigo (Salamanca) vi como pasaba un ser deforme. Pensé que si Dios existiera le preguntaría: ¿Por qué lo consientes?

P. ¿Córdoba de noche es su reino?, si puedo hablar de reino ante un republicano.

R. Marx habló del reino de la necesidad y del reino de la libertad. Me gusta pasear porque Córdoba es para la noche, con olores y espacios sensoriales. Cuando paseo la mente se me queda en barbecho.

P. ¿Gourmet de la vida sencilla?

R. ¡Unos huevos fritos comme il faut, con sus ajos y un poco de tomate frito natural!

P. ¿Si lo hace suena el móvil de su cardiólogo?

R. Los puedo comer no de manera exagerada. Huevos fritos dos a la semana aunque me puedo tirar 15 días sin probarlos.

P. ¿Se ha dado cuenta de que sigue su propio ramadán?

R. ¡Ah, si! (risas), ¡es verdad!

P. ¿La etapa de la alcaldía fue la más feliz?

R. Fue más excitante porque al final las obras se hacían, estabas creando. En política o se crea o se marcha uno a jugar al dominó. También disfruté cuando se creó IU.

P. ¿Alguien hará una película sobre su vida?

R. Bastaría con que corrigieran algo Narazín, de Buñuel.

P. ¿Cuál sería el actor que haría de Julio Anguita?

R. (Piensa) Me presenta usted un reto.

P. ¿Le parece Robert de Niro?

R. Sí, estoy de acuerdo.

P. ¿Y quién sería ella?

R. ¿Ella? Una mujer con rostro cambiante pero la misma mujer siempre.

P. Mire: en eso es conservador?

R. Sí, sí, pero ¡qué quieres!

«El tiempo y la memoria», de la editorial La Esfera de los Libros, acaba de salir a la venta.

Su opinión sobre…

AMARGAR Y NO DAR
Zapatero. ?Debimos coincidir en el Parlamento, pero no lo recuerdo, y me adelanto a los politólogos de la Villa y Corte que dirán que le he llamado un ?don nadie?; no. Lo que digo es que yo no frecuentaba copas ni tertulias con los demás diputados. Como presidente creo que gobierna a golpe de titulares y a lo que le informa un equipo que explora en lo que la progresía dice (para mí el concepto de progresía es muy negativo, un progre es uno de izquierda con mala conciencia). Zapatero juega a amagar pero no dar, trae tropas de Irak pero las manda a Afganistán?.

Rajoy. ?Veo difícil que llegue a la Moncloa, hace oposición de estar todo el día con la escopeta cargada matando moscas, eso no sirve. Para que el PP vuelva al Gobierno, si tuvieran seriedad y no estuvieran pendientes de las elecciones inmediatas, tendrían que prepararse para dentro de ocho o 12 años?.

PAREJA DE DOMINÓ
Aznar. ?La última vez que nos vimos fue en Córdoba. Sonó el teléfono; era Javier Arenas, con su tono optimista que me pregunta: ?Julio, ¿qué vas a hacer el domingo??. Y le detallé varios compromisos. Y entonces responde de manera jocosa: ?¡Magnífico, porque lo que te propongo es para el sábado!… (se rió porque me había hecho trampa). Está aquí José María y quiere hablar contigo. Era el año 2001 y él era el presidente del Gobierno. Acudimos los tres, acompañados de nuestras respectivas esposas y compañeras. Es curioso: ahí fue donde Aznar me dijo que Ana Botella quería entrar en política, (antes de que Gallardón anunciara que la iba a llevar en las listas del Ayuntamiento de Madrid). Me preguntó qué le parecía y le dije que Ana, por ser la mujer del presidente del Gobierno, no tiene más derechos que nadie, pero tampoco menos. Y esa frase es la que ella acuñó cuando hizo oficial su entrada en política (?). La comida terminó con una anécdota, porque a los postres apareció un dominó. Aznar y yo fuimos pareja y ganamos. Por lo tanto ?y disculpe el lector la broma?, por una tarde fui pareja de Aznar?.
MÁS OPINIONES

Gaspar Llamazares. ?Tenía una oportunidad (y no sé si la sigue teniendo) de iniciar el proceso de replanteamiento de IU, volver al proyecto primitivo y actualizarlo?.

Diego López Garrido. ?Es el gran traidor, lo digo aquí y lo mantengo. Él fue consciente de que estaba laminando a IU y trabajó, a conciencia, a favor del PSOE. Es el personaje emblemático de la traición en política, no tanto porque se marchara sino por cómo lo hizo, después de haber creado la cizaña y de haberse saltado la disciplina que ahora invoca en el PSOE. Incluso mintió en declaraciones. Han pasado años y es una opinión que puedo demostrar con datos?.

Gerardo Iglesias. ?Es de una gran honestidad política, se volvió a la mina hasta que lo apartó una enfermedad en la columna vertebral (alguna vez le tuve que poner una inyección en una reunión porque no podía con el dolor). Los altos cargos políticos a los que luego hay que buscarles acomodo en otros sitios deberían aprender del ejemplo de este minero? y de paso, de este humilde maestro de escuela?.

Jordi Pujol. ?Fui muy duro con él, incluso Rafael Ribó y Jordi Guillot me dijeron que ?no fuera tan duro, porque aquí la gente le vota?, y les dije ?pues no traerme?. No estoy de acuerdo con el nacionalismo que creó?.

Arzalluz. ?Aunque una vez le critiqué y él me lanzó un exabrupto, nos llevamos bien. Me gusta la gente clara que va por derecho. Hicimos una apuesta de ver a quién ponían más verde y ambos mantenemos que hemos ganado. Es un prurito vanidoso?.

Víctor Ríos. ?Ha sido mi mano derecha y también la izquierda. Víctor en política es capaz de volar, y en política es necesario crear a riesgo de que te llamen heterodoxo. Es el autor de todo el proyecto de Iniciativa per Catalunya que se aprobó pero luego fue cambiado. Y también autor de un magnífico documento con las tensiones en IU cuando Nueva Izquierda planteaba sus diferencias, texto muy aplaudido que a los cuatro días fue saltado olímpicamente. En la izquierda hay una cultura que es un cáncer: reunirse, aprobar un documento y luego marcharse de allí para que todo siga igual.

Rosa Aguilar. ?Es una magnífica portavoz de un proyecto que hiciese el colectivo. Tiene cualidades de parlamentaria, cualidades teatrales en el sentido magnífico, pero el discurso tienen que hacérselo. Solamente con la aparición teatral no se sostiene?

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La asignatura pendiente

septiembre 16th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La Federación Española de Fútbol se parece mucho al salón de los Simpson, y Luis Aragonés el Homer descreído, aquel personaje que tiene «la difícil tarea de sobrevivir en el mundo real». Todo lo que ocurre en derredor a la Federación es más previsible que un homenaje a Carmen Sevilla, y por extensión todos los partidos que juega el combinado español parecen viejas películas de Cine de barrio. Todo es muy antiguo, muy tedioso, monolítico y hasta letal. Excelsos jugadores en sus respectivos equipos cuando llegan a la concentración sufren el empuje de 100 años de soledad sobre sus hombros, la llamada artrosis del aburrimiento colectivo. A Luis Aragonés se le ha puesto cara de ventanillero con visera y manguitos, aburrido actor condenado a representar un drama en el que no cree.

El culmen del surrealismo es que anuncia su dimisión y apenas es noticia, pero a las escasas horas se desdice y tampoco es noticia. Es tan triste como si Homer Simpson dijera en casa que se marcha con un travesti a Marsella y ni siquiera el perro se levantase para decirle adiós. Algo nefando hemos hecho; si la reencarnación fuera cierta podríamos pensar que los argentinos, brasileños, italianos o alemanes, fueron españoles en su vida anterior, (de esa forma compensa el cielo las miserias soportadas en esta primera vida futbolera). A este paso, más que regalar entradas para ver a la selección lo que van a tener que hacer es que la visita al campo sea rotativa y obligatoria, como al que le toca cumplir en una mesa electoral.

Dice Lissavetzky que el fútbol es la «asignatura pendiente del deporte español», se queda corto si se refiere a la selección. El combinado nacional arrastra la melancolía por la pérdida de las colonias del 98, y hasta es posible que también algo de añoranza por Fernando Poo. Nuestra selección es una anacronía en pantalón corto, un dislate con himno, una manera de sufrimiento colectivo. Herida que se abre cuando se compara con la alegría que dan otros deportes, tal vez el baloncesto. La diferencia entre los futbolistas y los baloncestistas es que los primeros van con cara de lunes al trabajo y los segundos con el desaliño propio de un fin de semana. Si encima ganaran campeonatos y disputaran finales, (aunque fueran más aburridos que un baile de madelman), habría que soportarlos.

A Luis ya le da igual estar dentro que fuera, y los españoles nos hemos tenido que buscar la doble nacionalidad sentimental para disfrutar con otros equipos que no son el nuestro. A efectos deportivos y futboleros somos unos exiliados a voluntad, o mejor dicho por necesidad de buscar emociones. La selección española es menú sin derecho a postre mientras que las demás dan hasta copa y puro, ahí está la sutil diferencia. Si emitieran los partidos en blanco y negro sería un efecto anestesiante positivo, al menos con Iribar y Pirri había otro ambiente. Hemos llegado a tal situación que de someter la continuidad de la selección española de fútbol a referéndum el resultado sería espeluznante. Por eso Luis no puede dejar el tabaco. Normal.

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La oportuna casualidad

septiembre 5th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A menudo las cañerías del cuerpo suenan y uno no las tiene en cuenta porque nos creemos de hierro fundido cuando somos barro ligero, pero de manera laboriosa las termitas de la enfermedad hacen su trabajo. Hoy atacan un órgano, mañana se reproducen en otra parte, al día siguiente se cuelan por la sangre. Pocas veces se tiene la fortuna de dar con el origen de la enfermedad y poder atajarla a tiempo; que ocurra dos veces en un mismo apellido es pura casualidad, el azar de la buenaventura, algo digno de congreso científico. Loyola de Palacio está ingresada en Houston para que los médicos le revisen algo que dio la cara de manera absurda, pero feliz para ella. Durante estas vacaciones salió con su pequeña embarcación, antes de regresar a puerto se agachó para izar el ancla y fue cuando notó un pinchazo no común en la espalda, por eso acudió al médico pensando que era un dolor cualquiera. Cada uno conoce mejor que nadie las claves de su organismo, otra cosa es que le demos importancia. De no haber lanzado la queja a tiempo las puñeteras termitas de la enfermedad, los bichos que trabajan contra el organismo que les da de comer, (además de cabritas desagradecidas), habrían minado las bisagras de su esqueleto para dejarlo en seria amenaza de ruina. Ya pueden las hermanas Palacio doblar el sueldo a sus respectivos ángeles de la guarda, e invitarlos a cenar, con baile, orquesta y fuegos artificiales hasta el amanecer. Ana salió de un susto parecido con férrea voluntad, era consciente de que le hacía falta tiempo para terminar de leer muchos libros, y es verdad que a ellos se ha dedicado entre avión y avión, (los toma como los demás el café caliente: a menudo y de forma pausada). Lejos de creer en los milagros, porque para eso hace falta ser inocente pastorcillo y toparse con la cueva adecuada, lo que sí es verdad es que hay gente con estrella oportuna. Por desgracia cuando la enfermedad da la cara es en cuanto te ha vencido, y entonces te mantea como a un pelele de feria, te lleva de lado a lado de la calle y se ríe de tus ambiciones. La enfermedad grave tiende a manifestarse cuando sus efectivos son muy numerosos y la batalla está perdida, es un toro bravo en un pasillo. Por lo tanto habría que investigar en el diálogo de las termitas de la salud para conocer sus intenciones. Si los aliados consiguieron desvelar el secreto de los códigos de los nazis, todavía es más interesante saber cómo funcionan los elementos que nos atacan. Los que conocen bien a Loyola de Palacio saben de su energía, ¡que sepan en aquel hospital que cuando Loyola ponga un pie en el suelo podrán gritar: «Somos Houston y tenemos un problema»! Ya nos explicará cómo fue capaz de distinguir que aquel crujido no era el del ancla.

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