Entradas etiquetadas como ‘deportes opinión’


El hombre blanco

mayo 13th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Mientras llega el momento de las elecciones al Real Madrid, Ramón Calderón ve pasar toros por el albero de Las Ventas; no fuma puros pero tampoco se le ve con prisa. Incluso las faenas más adornadas le pintan una emoción templada, para que se levante por un torero tendría que ser para saludarle en el estrecho callejón.Este palentino de buena planta es el hombre tranquilo, las antípodas de Juanito Navarro para entendernos, el abogado que le puede devolver el juicio al Real Madrid por la vía de la paciencia (que viene de Palencia también). Parece que es el camino adecuado una vez que hemos visto que quien ose entrar en el vestuario como un domador saldrá con la esquela redactada en brasileño.

En el encuentro digital de elmundo.es apuntó la fórmula matemática de su posible presidencia con dos ramas: uno que haga y otro que fiche. Matiz que recuerda aquello que decía Carlos Cano para defender su condición de granadino: «Hay una Andalucía que baila y otra que piensa». Aspira a ser Séneca en el palco del Bernabéu y cede el protagonismo en beneficio de un segundo que actúe como portavoz pasional del club y se tire el pisto de los fichajes.En ese papel quedarían niquelados dos tipos de bigote: Del Bosque y Schuster, currantes de los que fichan antes de salir a la calle.Si admitimos que el fútbol es un espectáculo, Ramón Calderón se reserva el papel de espectador (exactamente el mismo que tiene en el callejón del coso madrileño). Tal vez porque entiende el balón como un deporte que hay que gestionar como un negocio, y no al revés. En su favor cuenta con no estar afectado por la aluminosis que es la bacteria que corroe a los empresarios del ladrillo con los tobillos de cristal.

Calderón no es un mago, ni un encantador de serpientes, ni se va a vestir de hombre bala con una capa reflectante para que apreciemos su majestuoso vuelo; muy al contrario su programa electoral cabe en el dorso de un billete de metro. Por lo tanto mensaje corto y texto sencillo, lo demás son fuegos de artificio, pirotecnia china en estado puro. Conoce el club y sabe manejarse por la gran pirámide de Concha Espi-na, el año pasado obtuvo la Liga ACB como directivo de la división de baloncesto a la que ha sacado de la UCI y ahora se recupera en planta.

El torero alicantino Luis Francisco Esplá está empeñado en mostrarnos los toros como pura trigonometría y es posible que Calderón aplique estrategias de ajedrez al fútbol. Quizá por ahí venga la renovación de la Casa Blanca que se ha vuelto muy gris esta primavera, y no por tendencias de la moda sino por dejadez. Mientras llega el momento de las urnas, él sigue viendo pasar toros en San Isidro alejado de la bulla galáctica. En todo caso, galácticas serían las partidas de póquer con Raúl del Pozo de compañero, pero quizá ahí vayan de farol los dos. Una cosa es querer enderezar el rumbo del Madrid y otra creerse imbatible. Puede que sostenga las cartas como el legendario Wild Bill Hickock (el amigo de Búfalo Bill y de Calamity Jane), que aún disparado por la espalda no soltó la doble pareja de ases y ochos. Un tipo con suerte y buena mano.

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Alonso y la extraña familia

abril 1st, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ni el piloto español es Edipo, ni Briatore es Layo (el padre), por lo tanto Fernando Alonso no está obligado a matarlo como decía Freud, que era lo conveniente para alcanzar la madurez.Briatore es más que un rico, un mecenas, un vividor o un gurú de la vida sin freno. Se le recuerda por la pasarela que hizo en la boda de Ana Aznar acompañado de Heidi Klum sobre cuyos hombros flotaban las tiras de un traje vaporoso, bendito espejismo renacentista, y él con la mirada de un crupier manco. A Briatore (al que se le ha puesto cara de mascarón de proa de tanto Martini en el yate), le hubiese gustado que Fernando fuera a su imagen y golfanza, pero el chico tiene ideas propias y ganas de hacer carrera con otra escudería.

Hasta el momento Briatore era el gran hipermecado donde el piloto encontraba abrazos, juergas, ofertas de temporada, preparación física, descanso en su granja africana, momentos Klum, consejos paternales y una familia artificial que es al amor lo que una muñeca hinchable a los monólogos. Luego descubrió que fuera del hiper Briatore había vida inteligente, amor, triunfo y una chica que le canta al oído siempre la misma canción. Todo lo que sea monopolio, también en materia afectiva, es tristeza asegurada.

Qué duda cabe de que el director deportivo de Renault sabe un montón de la vida muelle, es un gran coleccionista de amantes y lujos con carné de James Bond. De manera continua se dedica a desmentir a Gracián, que dejó escrito que la pena de la vida es que tuviera más días que placeres; en su caso no es así, tiene instalados grifos de champán-ciudad para que cualquier punto de la mansión sea una fiesta. Pero le falla el verbo y se sale fuera de las curvas (carnales) con la metáfora. En Australia ha dicho que «Naomi Campbell es más difícil de llevar que Fernando Alonso, a él le controlo a nivel profesional pero con ella tomaba ciertas decisiones emocionales».

Para un jockey todas las grupas llevan prisa, da a entender Briatore, como si Naomi fuera otro vehículo más diseñado para su éxito personal. Quizá eso explique su constante cambio de pareja, en realidad lo hace por renovar carrocerías y adaptarse a la estética del viento. Aplicado a personas es algo rancio, sobre todo cuando tiene edad de haber cortejado a Sara Montiel cuando rodaba en México con trenzas de india. Es posible que Fernando Alonso por los circuitos, más que correr, lo que haga sea huir de Briatore, aunque para su desgracia papá siempre está en el mismo sitio cuando la noria de los caballitos deja de dar vueltas. Por un simple cálculo de edad, Alonso tiene más capacidad de empezar una nueva vida, Briatore debe andar por sus últimas vueltas y entrando en boxes para reparar goteras. El asturiano se ha dado cuenta a tiempo de que o giraba el volante en otra dirección o terminaba como trofeo de caza en la finca africana, junto al traje de Heidi, un molde al vacío de las piernas de la Campbell y la colección de fotos de la extraña familia. Una cosa es que asuma su papel de conductor de cuádrigas y otra que pierda la personalidad en beneficio del patrón. Con cuatro ruedas se va muy deprisa pero con un cerebro independiente se llega mucho más lejos.

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Pepu, ese hombre

febrero 4th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando algunos dicen que Estudiantes es un equipo de patio de colegio están en lo cierto. El nuevo seleccionador nacional de baloncesto, José Vicente ‘Pepu’ Hernández conoce el basket desde la cuna, desde cuando llegó al Ramiro de Maeztu como alumno de parvulario y descubrió esas canchas del colegio al que en su día llegaban las notas del piano de Lorca, alumno de la vecina Residencia. Todo lo que ocurre en el recinto de la calle Serrano tiene un cuerpo especial, ya sea el baloncesto, la literatura o la música; Pepu aprendió rápido que el deporte sin cabeza ya son ganas de sudar sin sentido, por eso se hizo entrenador, que es la mejor forma de disfrutar sin padecer lesiones, aunque firmes menos autógrafos y la nómina abulte menos. Habitualmente los entrenadores son aves de paso, menos en Estudiantes donde a todo se le aplica (o aplicaba hasta el momento) un sentido más familiar de las relaciones. Después de entrenar a toda la escala social del club llegó al equipo ACB cuando se marchó Miguel Angel Martín, el Cura. Con una insolencia magistral le habló a Dios de tú y se metió en finales donde exigían pedigrí y buenas referencias.

No es Pat Riley, que es la versión transoceánica de Sergio Scariolo pero con dos vueltas más de corbata, ni tiene el porte de brigadier de Maljkovic ni las sienes plateadas de Lolo Sáinz, pero todo el mundo dice de él que es «un buen tío» (un título nobiliario que concede el pueblo llano a aquéllos que mejor les caen, nunca llegan a categoría de cuadro como los duques pero en vida lucen mucho más). Cuenta el antiguo presidente de la entidad, Alejandro González Varona, que Pepu no ha hecho otra cosa en su vida que no sea salir de casa e ir camino del Ramiro, primero como estudiante, luego como jugador y más tarde como entrenador. Y añade que cuando se cogió el famoso año sabático, que luego se redujo a un par de meses hasta que volvió al banquillo, se lo encontró cerca del Magariños y le preguntó extrañado: «¿Tú qué haces por aquí?».La respuesta fue antológica: «¡Joé, Alejandro, que he salido de casa y no sabía donde ir!». Es lo que se llama querencia al trabajo, le pasa a la cabra que tira al monte y al aficionado que tira para su cancha como llevado por la marea.

No hace falta ser adivino para intuir que va a estar en el banquillo de la selección muchos años, quizá tantos como Díaz Miguel (que alternó el deporte con la ropa de moda pero que nunca llegó a encontrar unas gafas que pesaran menos de cinco kilos y que no fueran modelo Hawai 5-0). Díaz Miguel dejó el listón en la plata de Los Angeles, ahora le toca a José Vicente crear un equipo que juegue como ángeles dorados. Si con un Seiscientos de patio de colegio fue capaz de disputar los grandes premios de la ACB a equipos que iban en vehículos con más caballos, ahora que tiene acceso a toda la cuadra puede sacar petróleo. Nada que sea un balón de basket o los problemas que puedan afectar a un jugador le es ajeno. Al baloncesto le hacen falta tipos como él para dejar de ser un deporte débil y volver a pegar a la gente a la pantalla. O al menos que resulte más divertido que la gala de los Goya.

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Di Stéfano ficha por el Madrid

enero 7th, 2006 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo mejor para vivir muchos años es que te vayan escribiendo necrológicas y que luego la realidad las devuelva al cajón del que salieron.El emperador japonés Hiro Hito fue un experto, su necrológica estuvo dando vueltas por las redacciones hasta que a él le dio la gana morirse bastantes meses después. Alfredo Di Stéfano conoce bien la tradición española del culto al finado y más si se redactan en Navidad. Primero el infarto, luego la operación con billete de ida pero condicionada la vuelta a que le pusieran un sello en el más allá, demasiadas pistas para los cuervecillos. Ya le habían encargado las misas gregorianas sin contar que a él le gusta más bien bailar suelto, y que puestos a elegir un himno podría ser la canción de Peret: «no estaba muerto, estaba tomando cañas».

Recuperado, sano y salvo, es posible que el fichaje estrella del verano sea el regreso de la saeta rubia al césped del Santiago Bernabéu. Si quieren espectáculo, técnica y maestría ahí le tienen.Otra cosa es la velocidad y la capacidad atlética pero está claro que jugadores más jóvenes y con gancho publicitario no consiguen crear afición. Vale que correrá poco pero al menos no engaña como otros que son fichados por su velocidad pero una vez firmado el contrato cambian la resistencia atlética por el trote de discoteca.Además, una charla de don Alfredo en el vestuario no tiene precio, es mucho más importante que una arenga previa. Eso sí, tendrían que dejarle fumar para que estuviera en su ambiente, las leyendas van siempre acompañadas de humo, en otro caso son asexuados y aburridos angelitos celestiales. Los médicos le han recomendado que haga ejercicio y que camine, ¡perfecto que lo haga por La Castellana! Llegada la tanda de penaltis tiene tanto peligro como el que más, en el momento sublime de lanzar a puerta todos los hombres somos iguales, (teorema de la democracia pelotera).Correr es de ladrones y de toreros malos, no está claro que para ser un gran jugador de fútbol haya que bajar del trapecio del circo con dos saltos mortales y salida hacia atrás. Aquí lo importante es manejar primero la cabeza y luego el balón.

Pisará el césped de nuevo, a su joven edad y lo suyo es que lo hiciera del brazo de una rubia de ocasión, (cualquiera de la escudería de Ronaldo ahora que le ha dado por promocionar los pompis de Copacabana, unas nalgas que cumplen con la normativa ISO de gran calidad). Decir que Di Stéfano es viejo es una blasfemia, tanto como insinuar que Sean Connery no es James Bond o que Antonio Resines no tiene pelo. ¡Habladurías!, las obviedades ni se comentan porque te hacen perder mucho tiempo. Con el fichaje Florentino se apuntaría un tanto en la renovación del espectáculo, ya luego le imitarán otros. Dos minutos de Cruyff dan para varias generaciones de comentarios de café. Y ahí están Miguel Reina, Quini, Luis Aragonés y otros ilustres veteranos que podrían dar un cursillo de pundonor. Incluso Mágico González con las botas cambiadas de pie tiene más clase que algunos ricos y famosos. Vestirá don Alfredo de blanco pero no para dar clase de arpa con San Pedro sino para repartir juego y leña, de blanco y en domingo como antes se casaban las novias.

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El sufrido público

octubre 29th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lorca hizo una obra con el nombre de El Público donde aparecían caballos y pesadillas. Al público futbolero no tiene por qué gustarle el teatro, ni Lorca, ni los caballos, con sufrir las pesadillas tiene bastante. Ahora que vienen las tardes oscuras y los cielos bajos, ahora que sopla el vientecito racheado, es cuando hay que tener mucha afición para ir a un campo de fútbol.No es por señalar pero hay estadios muchos de la Castilla ulterior donde hace falta tener fe y creencias en valores superiores para soportar 90 minutos con empate a cero y un par de ocasiones de gol. O el Vicente Calderón, esa fábrica de sueños y de lágrimas donde a veces sale el genio pero las más de las noches te las puedes pasar frotando la lámpara. La definición de tristeza es salir del campo del Atlético, después de haber palmado, y meterse en un atasco en la M-30 mientras llueve, es de noche y te acuerdas de que mañana es lunes y hay que madrugar.
El público es siempre ejemplar, y el del fútbol casi celestial.Si los árbitros se quejan porque a sus hijos les dicen procacidades, ¿qué pueden decir al hijo de un espectador que sale de casa con el termo caliente, la manta, y el gorrito de lana? Es muy triste acabar hablando con el vendedor de cervezas de nimiedades mientras en el campo no pasa nada, tanto como comer las pipas que te ha ofrecido otro lobo solitario. Las cáscaras en el suelo son la alfombra que tejen los desesperados. Pagar por un abono el precio de una herencia para disfrutar tanto como un enanito de jardín no es rentable. A vista de presidente y junta directiva: al sufrido espectador que le den dos capas de pomada, es muy bonito contemplar un campo desde el palco con calefacción y bajo techo, pero no todo en esta vida son bailes de azafata y trajes de Armani. Desde el Coliseo romano hasta la fecha ha habido grandes descubrimientos científicos pero todavía a nadie se le ha ocurrido cómo calentar la piedra húmeda en beneficio de las posaderas propias. Los constipados futboleros acaban con más gente que la gripe del pollo, mientras la OMS guarda un sospechoso silencio. Es muy fácil ser aficionado en Brasil, donde la garotada aprieta carnes contra la camiseta y todos los saques de banda son saques de samba, pero hay que echarle narices para cumplir con el abono en los campos españoles cuando llega el tiempo de las castañas.

No es por desanimar pero este fin de semana han dicho que entra otra borrasca, a lo Corcuera: patada en la atmósfera y adelante sin pedir permiso. Son los días que le gustan a la abuela de la fabada y al oso del anuncio que resbala por la nieve. Además, es puente de difuntos, mal presagio. Hay días tan plomizos que incluso invitan a ver Cine de Barrio con esas películas de la edad en la que Sara Montiel ejercía de viagra viviente. Si al menos en los campos se viera un gol, o un pase en condiciones, o una jugada magistral. Cuando los entrenadores aplican la táctica destrozan la épica y uno va al fútbol para ver heroicidades, no jugadas de alto estado mayor. Lo mejor es hacer como Ronaldo: al campo sólo por contrato, según el brasileño donde esté un buen sofá, (para meter goles en casa), que se quite el frío de mausoleo de la grada.

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Carlos Jiménez con bola de hierro

septiembre 3rd, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Partamos de un hecho objetivo: Estudiantes es el mejor club de baloncesto de España, pero admitamos que algunos, a riesgo de perder el paraíso, quieran buscar acomodo en otros equipos. Desde que un primo de Adán lanzó un hueso de mamut a lo alto de un nido y dio origen al baloncesto, el trasvase de jugadores estudiantiles al Madrid ha sido largo, extenso, doloroso para el club pero también inagotable, constante, beneficioso para los jugadores y para las arcas estudiantiles. Recordemos que en uno de los momentos en los que el equipo estuvo peor, el Real Madrid compró a Alberto Herreros y aquel dinerito hizo milagros.
La última bronca está servida a cuenta de Carlos Jiménez, jugador señero del club de la calle de Serrano que quiere hacer mudanza a Chamartín. Lo curioso de este asunto es que un trabajador lo tiene complicado cuando se quiere marchar, es un pájaro en jaula de oro. No basta con su voluntad de salir, ni con sus buenas palabras. De repente el que había sido un santo y seña se convierte en un tipo extraño al que se le niega el pan y la sal, (esto es: su pasado y su valía). Retener a un trabajador contra su voluntad, además de un secuestro laboral, es una memez. Nadie le puede poner puertas al campo, si se quiere ir del equipo tarde o temprano lo hará. La diferencia está en los modos y en la forma de responder de la directiva. Una vez que las canciones de Joaquín Sabina nos tienen enseñado que no hay amor que 100 años dure, (todo lo más, 19 días y 500 noches), ni pasión que no se oxide como un muelle, deberíamos acostumbrarnos a que también los jugadores quieran cambiar de aires. La misión del aficionado es apoyar, la de la directiva defender un club y la del jugador velar por sus intereses: si cruzamos esos argumentos nos sale un batiburrillo insufrible. Ni los jugadores son forofos, ni los socios pueden llevar un club, ni su presidente actuar como un señorito de plantación.

Otra cosa sería poner un hierro candente a los jugadores en el glúteo con el escudo de cada entidad, pero no creo que estuvieran por la labor, más que nada por lo que escuece. Dice el presidente estudiantil, Fernando Bermúdez, que estudia romper relaciones diplomáticas con el Madrid. Sería curioso porque ahora con Ramón Calderón de presidente es cuando mejor han ido las relaciones; no se le conoce enemigo a Calderón, que es persona de temple y señor de palabra. En el pasado hubo razones para caminar en peregrinación con antorchas hasta la calle Concha Espina y liar una como en el final de Frankestein, pero si entonces no se hizo ¿por qué ahora?

El Estu es un club donde se forma la mejor cantera de España.El Madrid es otra cosa, galaxia aparte, juega la otra Liga. Carlos Jiménez quiere probarse vestido de blanco. ¿Quién lo impedirá? Igual que lo hicieron los hermanos Martín, Reyes, Antúnez, Orenga, etc Volvamos a la idea inicial: Estudiantes es el mejor club de baloncesto, y si no que le dé un catarro a John Pinone, pero algunos osan enfrentarse a la lógica, (dementes hasta en sus últimos actos), y se quieren ir. Insólito, pero real (Madrid).No vamos a estar pidiendo libertad para los presos de Guantánamo y, a la vez, una bola de hierro para el tobillo de Carlos Jiménez.

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¡Qué verde era mi Open!

julio 18th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A Tiger Woods no se le conoce otra sonrisa que no sea la de la victoria, ayer tardó en hacerlo, fue justo cuando su madre cambió la pierna de posición en la silla. Hasta ese momento Woods era un obrero del golf con el mono de trabajo y mamá una espectadora de escayola. Es posible que la estética ayude en estos casos, él era el único vestido para ganar: con un chaleco antienvidias que le daba un aspecto de Denzel Washington en misión secreta del Pentágono. Por su parte Olazábal llevaba un jersey amarillo para triunfar en un concierto de los Hombres G (hizo lo que pudo contra el Titán) , y Colin Montgomerie iba de secundario de La Casa de la Pradera, (su aspecto de bonachón le sitúa directamente en la barra del bar, con una pinta en la mano, narrando cómo aquella bola no botó como debería).
El Abierto Británico es un festival para los ojos, un lugar de estética imbatible donde el público se apasiona como si Raúl fuera a tirar un penalti en el Bernabéu. El old course de Saint Andrews es la demostración palmaria de que Inglaterra es la cuna de la democracia: todo tan ordenado, tan apropiado, hasta la gaviota (o avutarda real), piaba a su debido tiempo. Y para un espectador que osó sacar su máquina con flash, Woods le recriminó para que luego el resto del público le abucheara con cortesía parlamentaria. El golf es el único deporte en el que un jugador puede poner al respetable en su sitio: detrás de una cuerda o en la copa de un pino. Mientras que el Tour de Francia muestra un país desde el aire cargado de historia, castillos y carreteras románticas, el campo de Saint Andrews es una evocación permanente a los fotogramas de Elia Kazan en Esplendor en la hierba, un lugar paradisiaco donde sólo falta Natalie Wood y un diligente mayordomo cruzando la pradera con una bandeja de té (quemándose sin duda las yemas de los dedos pero embutido en su flema británica que le prohíbe quejarse jamás). Para nuestra desgracia, en España, no podemos lucir campos tan históricos, ni carreteras tan hermosas.Ya llegará la Vuelta Ciclista a mostrar nuestros secarrales y rastrojos quemados por las distintas parabólicas mundiales. No tenemos ni el verde, ni el mayordomo, ni el castillo con fantasma.La Casa Club de Saint Andrews debe haberla construido el mismo arquitecto que hizo la mansión de Psicosis.

Tiger hizo lo que ponía en su papel: ganar. Tan clara estaba la cosa que el grabador de la bandeja de plata, un octogenario y diligente artesano, se colocó su monóculo de sexador de pollos para inscribir el nombre del jugador norteamericano mucho antes de que los jueces cantaran victoria. Entonces Tiger se quitó la gorra e invitó a Olazábal a desmonterarse en gesto taurino de complicidad (somos del mismo sindicato). El resto se puede adivinar mirando su amplia, combada y profunda sonrisa. Y eso que por la mañana habían dicho que estaba acabado, ahora el profeta le ha alquilado una madriguera a un topo para pasar las vacaciones en el old course.

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El anuncio de Laporta

julio 16th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un aeropuerto es un lugar muy aburrido donde por culpa de la iluminación y la asepsia todos parecemos muslos de pavo envasados al vacío con un maletín en el pico, demasiado impersonal; al menos en los aeródromos antiguos se celebraba misa al aire libre los domingos.La culpa la tienen, una vez más, los que confían sus vacaciones a los mayoristas. Y como no hay pasajeros románticos tampoco quedan estampas entrañables. En un aeropuerto en tránsito se pueden hacer pocas cosas, parece que la decoración estuviera destinada a anestesiar los sentidos; en todo caso se puede rodar un anuncio. La versión brasileña es festiva, con música de samba y Ronaldo haciendo cabriolas entre los carritos de las maletas.La versión pija sería parecida a la que rodó Enrique Iglesias cuando se quita el smoking para colarse por la boca del tigre por dónde meten las maletas. La versión española, digna de un fotograma de Cine de barrio, la perpetró Joan Laporta con aire de ofendido pasajero al que le tienen hasta la tarjeta de embarque con las medidas de seguridad. La versión española tenía que ser mezcla del despelote de Enrique Iglesias con alguna escena inspirada en La escopeta nacional: ¡qué no me dejan pasar, aquí mismo me quito la ropa con dos narices!, ¡usted no sabe quién soy yo! El presidente del Barça solucionó el problema como se haría en un tebeo de Mortadelo y Filemón; de poco le sirvieron las excusas de los guardias, ni las peticiones para que soltara lastre en la bandeja anexa. Está visto que cuando el genio aflora no hay máquina que se le resista.
Perdió una ocasión de oro para lucir una ropa interior con los colores del equipo, eso hubiera sido un golpe de efecto insuperable, en cambio optó por un ataque verbal contra todo lo que se mueve incluido el escalafón celestial. Dicen que creó un ripio en consonante en el que relacionaba cuernos, hartazgo, soberbia, rabia, ajos, sapos y culebras. Es posible que el gesto enrabietado del culé sea tomado como ejemplo, y este verano la gente entienda por «hacer un Laporta» al acto de despojarse de vestimenta para entrar en los chiringuitos donde compartir cerveza con las moscas, y entre aperitivos radioactivos, (allí donde las panzas prominentes alertan de que estamos rodeados de vigilantes de la paella).También es posible que Laporta haya tenido una idea original para combatir la ola de calor, cuando el termómetro aprieta ni las reglas de estética se respetan: fuera corbata, cinturón, pantalones, zapatos y así hasta llegar al hombre que hay tras la cebolla que viste a un ejecutivo.

La rabia y la vanidad le pierden. Si hace lo mismo pero sin acudir al diccionario de charcos y culebras habría quedado como un marqués.Además, después del incidente se arriesga a que sus jugadores vayan haciendo lo mismo por los aeropuertos del mundo, ¡con lo que cuesta que un futbolista se coloque la corbata con desgana! Florentino Pérez no lo hubiera hecho jamás, hasta en el yate navega sin descomponer la figura. Nos queda la duda de saber si el arco de seguridad estaba calibrado para detectar metales o era una alarma para prevenir de la presencia de gente desagradable.Echemos la culpa al calor que desbarata las seseras.

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El príncipe borde

julio 7th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Alberto de Mónaco, conocido por su escasa capacidad negociadora, su vida disipada, su pasado extraño y su futuro incierto como rey de la apuesta, ayer se convirtió en paladín de la oratoria.Como si fuera un concejal encabronado, el heredero al trono más pequeño del mundo (a excepción hecha de Disneylandia) hizo la pregunta impertinente del año. Tuvo su minuto de gloria a costa de helar la sangre a la delegación española, que no esperaba una pregunta relacionada con el terrorismo en boca de ganso.

El príncipe borde de Europa, el que se ha forjado una oscura leyenda en las revistas del corazón y en las fiestas más alocadas, se convirtió en un preocupado seguidor de Al Qaeda, ETA y cuantas bandas de asesinos puedan actuar en España. A su majadería se le podía haber respondido con otra más gorda, con alguna alusión a los casinos, a los príncipes de opereta, a la monarquía en escala -que es a los reyes soberanos lo que Spielberg a las funciones de fin de curso de colegio de monjas-. Pudiera parecer que a partir de ahora Alberto de Mónaco se va a convertir en un especialista en la lucha contra el terrorismo, pero todos los indicios nos llevan a pensar que en breve lo veremos en un barco, viento en popa a toda vela, disfrutando del orgullo de su corona.

Hemos tenido que ir a Singapur para confirmar una terrible sospecha: el príncipe azul destiñe, y cuando llega el momento tiene una mala leche de espanto. La candidatura de Madrid 2012 iba preparada para todo menos para que le lanzara un penalti este sujeto hasta el momento callado, taimado, esquivo y hasta un poco muñegote.Nos ha hecho falta llegar hasta las costas asiáticas para saber que cuando Su Alteza veía correr coches desde la ventana de palacio, cuando posaba en las revistas del corazón con aburrimiento histórico, cuando festejaba día sí y noche también en los ambientes más selectos, en realidad forjaba una conciencia crítica que ayer nos mostró con todos sus dientes.

Ya puestos a quedar mal podía haber preguntado si en todos los hoteles de París tienen bidé, o si en Londres se come tan mal como dice Chirac. Pero no, tuvo que lanzar sus dardos contra nuestra ilusión. A la espera de que se compre 100 euros de desierto y se pierda, nos queda la impresión de que habló para siempre.Fue tan insólito como si Marujita Díaz interviniese ante el pleno de Naciones Unidas preguntando por el Protocolo de Kioto.

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‘L’eau’ de Kournikova

junio 25th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Al contemplar la foto de Nadal mordiendo la ensaladera de Roland Garros (por favor pronunciar las erres como lo haría Edith Piaf) me vinieron a la cabeza Santana, Orantes, Gimeno; no tanto porque tuvieran parecida forma de jugar sino semejanzas en la dentadura.¡Qué boca tan llena de dientes! Imagino al maestro joyero echado en oración: ¡éste me jode la ensaladera!, razones tenía el buen hombre para temer por su obra de arte. Por regla general y aplicado al tenis: ellos tienen mejores dientes pero ellas lucen mejor tipo, la cita la he encontrado en el Diccionario de Perogrullo.
Y como la gente se fija primero en el chasis que en los molares resulta palmario que las tenistas del siglo XXI son bellezas en calcetín corto, cuerpos del deseo light. Algo de selección visual debe existir cuando todas las tenistas de la parte alta del escalafón son unos bellezones apabullantes. La última en incorporarse es Maria Sharapova, el producto mejor acabado de la perestroika. Podía haber sido espía del KGB en alguna película de James Bond pero eligió salir a batirse el cobre con una raqueta.También están las hermanas Williams que son iconos de fertilidad (en sus muslos hay energía para repoblar Australia llegado el caso) y Anna Kournikova. A esa última no se le conoce mayor premio deportivo que Enrique Iglesias, pero la verdad es que la chica es un lujo plateado sobre cualquier pista (incluso en las de tierra batida). Su currículo profesional cabe en una servilleta de un bar de Miami Beach y por detrás te puede anotar el móvil.Kournikova habría sido la novia favorita de Al Capone pero sus biografías no coincidieron en el tiempo. Ha preferido entrar a formar parte de la familia Iglesias, esa gen hispana cuyo árbol genealógico hay que repasar junto a cinco antropólogos.

Kournikova nos haría un favor contribuyendo al carajal hereditario si esperase unos años para casarse con el hijo pequeño del doctor Iglesias Puga. Así Julio tendría un hermano menor casado con la ex novia de su hijo que le podría dar hermanos-sobrinos nietos a los que llevaría 100 años y 200 discos de oro. Kournikova es tan profesional que vende lo que toca. La propuesta sería llevarla de torneos de exhibición para que sudara lo suficiente como para vender ese líquido en pequeños botes de perfume.

L\’eau de Kournikova es lo máximo a lo que puede aspirar un mitómano (y también a que Fernando Alonso le atropelle en un entrenamiento).Si el tenis fuera una religión tanto Sharapova como Kournikova serían vestales cuidadoras de la llama eterna. En Wimbledon (pronunciar con la boca llena de sopas) se han quejado porque Mari-Shap grita, eso es tan canelo como decir que la Orquesta Sinfónica de Berlín mete ruido.

¡Pamplinas de berzotas y analfabetos musicales! El personal está como loco por ver cómo sube a la red. Mucho peor es sacar la lengua para aparcar el coche o meterse el dedo en las fosas nasales; cada uno tiene sus manías personales y elimina tensión y toxinas como puede. Tú adelante Mari-Shap, eres lo mejor de una tarde de tórrido verano, y al que no le guste que se ponga tapones o siga los concursos de arado con tractor en La 2, tan soporíferos como ver crecer una planta.

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