Entradas etiquetadas como ‘opinion’


La seguridad ciudadana

agosto 19th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Una vez llenaron una parte de la ciudad con cámaras de vigilancia, (el interior de los cajeros), y nos pareció bien. Luego las pusieron en la Plaza Mayor, (por lo de los carteristas), y nos pareció bien. Más tarde las plantaron en los exteriores de casi todos los edificios oficiales, y nos pareció muy bien. Hay cámaras en gasolineras, hoteles, restaurantes, mercerías, metro, churrerías y tiendas de todo a euro? y nos parece muy bien.

Pero luego un cenutrio le da una paliza a una persona que pasaba por allí, a un hombre bueno que quiso mediar en una agresión, y entonces esas imágenes no tienen ningún valor para un juez. O, como mucho, tienen el valor testimonial de una persona que presenció la agresión a Jesús Neira de un tal Antonio Puertas, (que tiene un master en brutalidades urbanas).

Las imágenes captadas por los videos callejeros sirven para alimentar a las distintas cadenas de televisión cuando quieren ponerse en plan Sherlock Holmes, y punto. Cinco tipos debaten en una mesa y otro anónimo pone la sangre. Es decir que gracias a esas cámaras tenemos los mejores planos de cómo actúan los carteristas en la Plaza Mayor, de cómo se van sin pagar en algunas gasolineras y de cómo pegan palizas a ciudadanos honrados.

Tenemos una inmensa democracia televisada que no nos proporciona más seguridad pero sí mayores índices de audiencia. Más horas de grabación no significan mejor atención ciudadana. Aquí el negocio lo han hecho los fabricantes de las cámaras y los que venden las cintas.

A Neira le han dado una paliza y la hemos visto por televisión. Lamentable espectáculo de ira ciudadana. Esa paliza en diferido no le resta culpa al agresor, (muy al contrario), pero ya verán cómo la defensa se las arregla para decir que la cámara que grababa tenía el objetivo sucio. Eso: muy sucio. Igual que si grabaran unos planos de ‘Gorilas en la niebla’.

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Igual me lo pensaba dos veces

agosto 17th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si uno mete la cabeza en la boca del tigre tiene muchas posibilidades de acabar mal el día. Antonio Puertas, el agresor de Jesús Neira, era un animal enfurecido; después de tirar al suelo a la novia estaba tan cargado de ira como para tumbar a un toro de un puñetazo. Era más que un sietemachos, más que un quebrantador de huesos. La cabeza de Puertas era una máquina al servicio del mal, una bala perdida, un sable batiéndose en la oscuridad. Jesús Neira trató de aplacar con palabras a quién no entiende de buenas intenciones, y ahí pasó de auxiliador a malherido. La Ley nos puede exigir el deber de socorro para acudir en ayuda de quién está en peligro pero no nos puede convertir en mártires si la situación nos supera. El Código Penal, en sus artículos 195 y 196 habla de prestar ayuda en caso de no poner en riesgo la vida propia; y de lo especialmente obligados que están a prestar socorro los profesionales de la seguridad. Jesús Neira no es un policía, ni un judoka con varias vueltas de cinturón negro en su cintura; es nada menos que un honesto ciudadano. Lo que hizo fue recriminar, verbalmente, a un tipo físicamente más poderoso y que echaba espuma por la boca. En las imágenes de la cámara de seguridad se puede ver cómo Puertas arremete contra él en un combate que ni siquiera fue desigual; es que no hubo. Jesús Neira no participó en un intercambio de golpes, se convirtió en una víctima del fuego que desprendía el tal Puertas. No se puede prestar ayuda sin evaluar posibles daños secundarios. El Código Penal no defiende con mucho entusiasmo a los que acuden en auxilio y se la juegan. Ya puede trabajar el Ministerio de la Igualdad en ese sentido y pasar de las buenas palabras a las acciones prácticas. En caso de topar con un sicópata acelerado, con uno de esos iracundos de mirada ensangrentada, pasado oscuro y futuro entre rejas, es mejor avisar a la policía que tienen sus protocolos para calmar a estos sujetos que a duras penas razonan porque se extirparon el músculo de la piedad. El maltratador que actúa dominado por la ira no tiene reparos; cien veces que el profesor Neira le hubiera recriminado el comportamiento a Puertas, cien patadas que este bruto le habría dado por la espalda. Y, para colmo, la novia le da cobertura moral diciendo que no había pelea entre ellos y que Puertas es un tipo angelical que tiene sus momentos, como todos. El colmo de la farsa sería que tanto novia como agresor terminen reclamando a Jesús Neira una indemnización por interferir en asuntos ajenos. El profesor Neira hizo lo que hubieran, (o hubiéramos), hecho muchos: mediar en la reyerta, pero a partir de ese vídeo atroz ya existen razones para pensárselo dos veces. No hay Ley que aplique una condena proporcional, y rápida, al agresor de una situación parecida. Tampoco se entiende que existan cámaras de seguridad que sólo valen para repetir las imágenes de atracos y agresiones. De momento la seguridad del Estado donde pone el ojo no pone más que la cinta de vídeo, (poco más). La red de cámaras vale para alimentar de imágenes a una democracia televisada que se asusta de lo que ocurre en la calle. Una ley más fuerte contra el maltratador; y a la vez una defensa más activa de las personas que han salido en auxilio serían de gran eficacia. Por desgracia el ejemplo de Jesús Neira va a retraer a otras personas en circunstancias parecidas, pero a nadie se le puede exigir que sea un ?Cascorro? anónimo que ponga en peligro su físico. Las lagunas de la Ley no las deben solventar los ciudadanos con sangre. No se puede pretender que los transeúntes que veamos una agresión actuemos como Tarsicio, aquel niño romano que pagó con su vida la defensa de la eucaristía.

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La Feria del Barro

agosto 17th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los niños de costa hacen castillos de arena, los de interior juegan con barro; en ambos casos se trata de creatividad en estado puro. No importa tanto las figuras que se consigan, ni la calidad artística, cuenta más el hecho de que uno cuando mete las manos en arcilla es inmensamente feliz. Es más, podríamos decir que el paso de la edad temprana a la adulta es cuando uno toma conciencia de estar manchado, (maldita sociedad que nos quiere pulcros). Luego sólo unos pocos continúan por la ruta de los artistas, independientes seres de cuerpo y mente.
La Feria del Barro es el paraíso de la expresión infantil, y uno supone que también la felicidad de los adultos. Si crearan un espacio donde las personas mayores pudieran meter sus dedos en el barro, sin temor a ser mirados como locos, el éxito estaría garantizado. En esta sociedad de las prisas hacen falta lugares para la creación y clínicas donde te rasquen la espalda, (un paso más allá de los masajes terapéuticos que tanta aceptación tienen). Uno nunca sabe qué ideas se le pueden ocurrir cuando moldea con un torno, de la masa fría pueden salir versos, palabras, ocurrencias. Acaso el ?no pensamiento? es posible cuando las manos pasan a la acción y la mente se desconecta. No es verdad que estemos hechos de barro, estamos confeccionados con ideas que salieron del barro; donde dice sentimiento ponga usted arcilla y se encontrará con un hombre vivo.
Machado le cantó a las moscas de colegio, a esos pequeños pilotos que distraían la atención infantil. Con las medidas de higiene en los colegios es raro encontrarse a una mosca que asista a un dictado, (aunque todavía las hay que prefieren una clase de matemáticas); moscas curiosas que van de tanatorio o de cumpleaños, según tengan la tarde. Pero nadie le ha hecho una copla al barro que nos parió, parte de esa tierra de la que venimos y, sin duda allí acabaremos para que otros niños nos hagan pasta de su ilusión.
Cuanto más se mancha uno, más feliz es. No es una regla científica sino una reflexión a pie de barro, una idea con delantal, una de esas cosas que se le ocurren a uno cuando tiene las uñas llenas de tierra húmeda. La Declaración de Derechos Humanos debería contemplar un apartado de obligados juegos con arcilla, una forma de canalizar la creatividad que elimine ciertas dosis de violencia en las personas. No hay pueblo sin gente, y mientras esa gente sea feliz y pueda crear un botijo, mejor, mucho mejor que se lancen a crear balas. El metal produce daños irreversibles, ya sea en forma de munición, de cuchillo o de espadas. En cambio no se conoce que el barro haya dañado más que a los dedos gordos cuando se nos ha caído un cenicero encima, (por eso dicen que es malo fumar). Pero mucho peor es no modelar las ideas. Un artesano no tiene edad; igual que los sueños.

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La presión

agosto 16th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Zapatero puede decir de Trichet lo mismo que el entrenador de Judo del equipo de Cuba de los árbitros de Pekín. Ronaldo Veitía, al ver cómo le quitaban la medalla de oro a Yalennis Castillo, sentenció: ?estos chinos son unos hijos de??. ¿Quiere eso decir que Veitía ofendiera a la noble historia del pueblo chino, (que por cierto tanto colaboró en Cuba cuando la construcción del ferrocarril)?, ¿Quiere eso decir que Veitía se cisca en Confucio, Mencio y Xunzi, notables filósofos chinos? Pues sí, es probable.
El entrenador cubano había planteado un combate largo, de desgaste, y con la emoción de dejarlo todo al último ataque. Los árbitros no vieron las acciones de Yalennis y, en cambio, le dieron el triunfo agónico a la judoka china Yang Xiuli, (?chanchi piruli?, que es la traducción fonética de su nombre). Entonces el entrenador cubano lanzó el exabrupto que, de momento, va camino de llevarse la medalla de oro al juego sucio. Pero debemos esperar que lo superen, sin duda, todavía quedan más pruebas y la bilis es una sustancia que nunca deja de generar un hígado sano. Ronaldo Veitía volverá a la isla con su medalla a la lengua sucia; se la ha ganado pero todo tiene su explicación. En su queja también está la venganza de los cubanos que durante años se han manejado con bicicletas regaladas en su día por el régimen de Jiang Zemin. Unas bicicletas que pesan como un coche de caballos con pedales y sin marchas. Con esos piñones no se levanta un régimen.
La presión libera a esa verdad que llevamos dentro pero que se contiene gracias a los buenos modales; ya sea una presión olímpica o una crisis de balances contables. Llevado por la presión económica, Zapatero ha interrumpido sus vacaciones para dar solemnidad oficial a lo que ya se nota en la calle: que este año nos quedamos sin la medalla de oro al mérito al crecimiento ejemplar. La culpa la tiene Trichet por no bajar los tipos. El presidente del Banco Central Europeo actúa como un juez chino que nos arrebata el mérito y nos hace perder posiciones en el medallero. Porque España ha hecho los deberes, es más fuerte que el resto de competidores europeos y Solbes es un experto en hacer llaves de judo a la inflación.
Ronaldo Veitía no tuvo que interrumpir nada para dar explicaciones, le valió la sala de prensa para matizar sus palabras. En el fondo, reconoció, quería ofrecer la victoria a su familia y al comandante. Y, cuando uno juega con la presión de Castro, la suegra, la memoria del cuartel de Moncada y así hasta llegar a José Martí, es mucha presión. Es como si a Zapatero se tuviera que hacer cargo de la política económica del conde duque de Olivares. Ahí tiene razón Veitía: así no hay quién gane, (ni quién gobierne). Al final, cubanos y españoles, nos vamos a acordar de la madre del chino.

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La inmunidad

agosto 11th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El sentimiento olímpico sirve para vender zapatillas de marca, pero fracasa en su idea de hermanar a los pueblos. El buen rollito no se lo tragan ni los cien mil chinos que hacían la coreografía inaugural, ¡anda ya con la suelta de palomas blancas! El ejemplo de no influido por la ceremonia es Putin que estuvo en el ?Nido del Pájaro? pero se le quedó el pico frío. Veinticuatro horas después mandaba bombardear Georgia. Se acostó hombre de paz y se levantó hecho una fiera, apenas le hizo efecto unas horas la pócima de estadista mundial, está comprobado que con esa dosis no mejora. Ni el abrazo que le dio el competidor georgiano, Nino Salukvadze, a su oponte ruso pudo ablandar la decisión del primer ministro de Moscú. Mucho tiempo en los despachos del KGB marcan carácter y este sujeto tiene todo el aspecto de haber mandado cachear a Caperucita por sospechosa de ser poco ?roja?. El camarada Vladimir es de esos que cuando ven pasar la antorcha Olímpica le dan ganas de quemar unos cuantos libros. Ya que está la llama prendida, aprovechemos que la gente trota en una misma dirección. Sólo es cuestión de persuadirles de manera contundente.
La inmunidad no es sólo parlamentaria o diplomática, también existe la inmunidad ante los buenos propósitos y hay gente capaz de montar una guerra sólo porque les han mirado mal. Que se lo digan a la mujer que humea con las piernas rotas ante su casa derruida en Gori, o a la familia de Alexander Litvinenko, o a la de la escritora Anna Politkóvskaya. De haberlo conocido Jesús Gil le habría fichado para el banquillo del Atlético de Madrid en aquellas temporadas en las que un entrenador recién nombrado recibía la dimisión antes de abrir el grifo del agua caliente.
Este mismo personaje que pone en peligro el equilibrio mundial y que se enfrenta a la OTAN con la osadía de un macarra tatuado, en su día fue propuesto para el Nobel de la Paz por un centro de estudios de biocombustibles de Zurich. Pretendían premiar sus trabajos en el desarrollo de fuentes de energía basadas en la nanotecnología. Es aquello de ama a tus chips pero odia a tus vecinos. Haberle dado el Nobel de la Paz habría sido como premiar a Jack El Destripador por puntualidad e higiene.
En Pekín se quitó la chaqueta porque sentía calor, algo insólito en un hombre de natural gélido y reservado. Su extraña sordera para los llamamientos a la paz le convierten en un personaje al margen de la legalidad; Putin es la Belén Esteban del G8. No se le ha visto sonreír nunca en público, tampoco se le conoce debilidad alguna. Su mente está ocupada veinticuatro horas en maquinar la represión. Es peligroso porque tiene inmunidad que él convierte en impunidad bélica. En caso de cruzarse con él en una calle es recomendable cambiar de acera. Un tipo así destroza todo lo que ocupa.

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María San Cipriano

agosto 10th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando se tienen 18 años no es edad para morir, y menos por culpa de un presunto novio que jamás llegó a entender a María, (sólo desde el desprecio más profundo se programa una agresión). En la tele han dado las imágenes de dónde apareció su cuerpo sin vida, pero no las he visto completas porque no me gusta ver la obra de un caníbal, conmigo que no cuente el presunto-novio-homicida para entrar en detalles. En muchas ocasiones, (también en ésta), los medios con la excusa de informar lo que hacemos es ponerle un marco de plata a los mordiscos de una hiena. Por eso tampoco me gusta ver a los vecinos que cantan excelencias de la pareja, ni a los que ahora no se explican lo que puede haber pasado. Un violento con capacidad para matar a otro, en general más débil y con menos capacidad de responder a la agresión, no se improvisa. El oficio de caníbal tiene sus técnicas, sus tácticas, su puesta en escena y su capacidad para alejarse del lugar del crimen como el que nunca ha estado allí. Por lo tanto los amigos y la familia del presunto-novio-homicida, (cuyo nombre no me da la gana escribir), algo debían saber del comportamiento de este sujeto. Si tiramos del hilo de su biografía, llegaremos a las agresiones que cometía contra sus compañeros de colegio, y ahí se encuadran ?gafotas, gorditos, pelotas y chivatos?. La capacidad de desprecio de un agresor no conoce límites. Las autoridades civiles piden, ahora, que se denuncien los malos tratos en cuanto empiezan a aflorar. Esas mismas autoridades son responsables de no hacer test de comportamiento emocional en colegios y empresas. Igual que a los cazadores se les piden una serie de pruebas para obtener la licencia, a los que inician una relación sentimental se les debería someter a un test. El elevado número de mujeres muertas en España, víctimas de la violencia de alguien a quién quisieron bien, demuestra que no todo el mundo puede tener pareja, hay quién no da la talla y luego vemos sus actuaciones en las páginas de sucesos. Hemos inventado rádares que controlan la velocidad, aparatos que miden el alcohol en sangre. Podemos conocer el estado de la presión arterial, y hasta el índice de azúcar con sólo un pinchazo en un dedo, prueba que te pueden hacer en una farmacia. En cambio somos absolutamente indefensos contra la violencia, y no se entiende. Hemos alcanzado un estado de putrefacción mental que urge la actuación de sicólogos con experiencia. Maria San Cipriano no tendría que estar muerta porque ese ?¿hombre?? no merecía haberle conocido. El sentimiento amor es algo que él no se merecía, sencillamente por canalla.

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La “Vidilla” Olímpica

agosto 9th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Federer es un triste, por eso ha elegido un hotel de cinco estrellas para alojarse en Pekín. No así Nadal que se ha quedado en la Villa Olímpica; ahí se nota quién es el número uno del mundo. La residencia de los atletas es una mezcla entre un campamento para adolescentes, la mili, y un crucero para solteros; lo del espíritu olímpico está muy bien pero la carne mortal está hecha para disfrutar de pequeñas metas placenteras. Una de esas maravillas es el intercambio de culturas y el roce multirracial, asunto de notable importancia cuando se trata de cuerpos que han trabajado la perfección. Una fiesta de atletas es como si las esculturas del taller de Lisipo salieran a tomar unos zumos, (memorable es su atleta rascándose el antebrazo).
Federer prefiere la decadencia de un salón con el hombre del piano, un ocaso para ricos en los que Litz suena a Richard Clayderman, en cambio Nadal desayuna con el equipo de boley-playa brasileño. Con perdón: otra cosa. La residencia de los atletas tiene mucho de ?Vidilla? Olímpica, con faunos con pies de tanguista y sirenas de piscina, con amazonas que tiran con arco, gigantes de la canasta, acróbatas del suelo liso y ninfas de danza acuática sincronizada. Seguro que Fernando Alonso cedía gustoso parte de la potencia de su coche para quedarse con un solo caballo y participar en hípica. Medallero aparte, en una residencia con atletas jóvenes hay mucho movimiento en horizontal, llegada la noche hasta los jueces de silla pierden el rigor de la mirada. En ningún otro sitio es más fácil el ligue, allí sólo tienes que preguntar: ?¿esprintas o resistencia??, y luego surge un diálogo fluido.
Decía Ramón que en los hoteles de cinco estrellas te cambian cinco toallas cada cinco minutos. Federer va a ser el más limpio de Pekín pero el Barón de Coubertain no destacaba a la higiene como virtud de los competidores. Con menos toallas se puede ser el número uno, caso de Nadal que podrá intercambiar gel y cremas con las majas que ayer desfilaban en ceremonia inaugural y de sonrisa plena. No todo en esta vida va a estar sujeto al cronómetro, también cuenta la participación que es un sustantivo que incluye el conocimiento y la proximidad. Esos mismos cohetes que lucieron en la inauguración también brillan en las fiestas privadas de los barracones. Ya que Nadal está en China tendrá que hacer honor a los inventores de la pólvora y disfrutar del ?carpe diem? en terreno que presume de milenario. Luego vendrán las prisas de las despedidas y esa loca costumbre de anotar teléfonos en servilletas.
Aparte del oro, la plata y el bronce, en Pekín hay otros objetivos que conquistar. Más allá del himno y el aplauso están los trofeos que se murmuran en la oreja y los premios que se quedan en la piel. La pasión tiene sus reglas, sus finalistas, y premia a los audaces.

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Champán francés

agosto 7th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si quieres ver una ruina date una vuelta por el piano bar de un hotel de lujo, allí sólo es de lujo el arte del pianista, lo demás es decadencia de las carnes y ocaso de los días. Un morir en vida a base de estiramientos faciales y de crema para los pies. Federer, el tenista, se ha buscado un hotelazo en Pekín para no pisar la Villa Olímpica, entre otras cosas porque teme encontrarse con Nadal.
El tenista español entiende mejor que Federer el concepto ?vidilla olímpica?, y de ahí que se haya querido mezclar con el resto de deportistas. Nadal le ha arrebatado el número uno del mundo a Federer porque sabe estar en el mejor sitio: tanto en el campo como en la vida. No es igual compartir las tardes de piano bar con unas jubiladas mitómanas que le van a dar el coñazo a Federer hasta la desesperación, que pasar ese mismo tiempo ampliando conocimientos con el equipo de voley-playa de Brasil. O enseñar a una corredora de cien metros la diferencia entre un corzo y un caballo trotón. Mozart dejó hermosas partituras par las tardes de hotel de cinco estrellas, pero también hay culos que son una obra de arte, de ahí que se entienda mejor la residencia elegida por Nadal.
Mucho champán francés y mucha suite de cama endoselada pero nada es comparable con sostener la bandeja de plástico del desayuno junto a bigarda olímpica. Ni aunque sea a costa de tomar un bio con sabor a tiza.
Nadal es un monstruo, antes de que lleguen las medallas él se ha colocado en el podio. En los Juegos se trata de superar récords y allí está, en Pekín, dispuesto a darlo todo en ?el resto?.

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Un rico sin complejos

agosto 6th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

George Soros es un rico de los que dibujaba Serafín en sus viñetas, un tipo que se ha forrado a base de especular y de ir de pirata de las bolsas mundiales. En reciente entrevista, Soros ha demostrado que no tiene hígado, ni estómago, ni corazón; todas esas vísceras se las tuvo que extirpar para seguir haciendo negocios a discreción.
George Soros proclama sin rubor que el estado del bienestar se ha acabado, y aquí no pasa nada. Para ser justos alguien debería decir que hay que expropiar a los ricos y juzgarlos por abuso de propiedades; pero no hay sindicatos capaces de responder con la misma moneda. Al revés, cuestionan el estado del bienestar y nos quedamos sentados a ver cómo nos desmontan el chiringuito.
Los ricos como Soros, lo que no pueden soportar es que la gente pueda tener acceso a un cierto nivel de vida. Está claro que su negocio es cuánto más gente peor, yo mejor. De otra forma no se puede entender su forma de actuar.
No hay Premio Nobel a la Repugnancia pero en caso de existir habría que dárselo a este sujeto que proclama, sin rubor alguno, la supresión de los derechos adquiridos por los trabajadores y ni se pispa el muy cretino. De alguna manera en Europa, con eso de las 65 horas, le ha dado la razón.
Estos ricos son los que justifican la mala fama y alimentan las revoluciones. Igual que ogros comen personas y eructan maleficios.

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Masa encefálica

agosto 5th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los muertos por arma de bala dejan la calle en cuarentena hasta que llega el juez a levantar el cadáver, y entonces los vecinos se aproximan a las cámaras de televisión para decir que les extraña que ocurran esas cosas porque el suyo es un barrio tranquilo. (Hay tantos testigos como marcas de chándal). Si conocían a la víctima o al agresor, entonces hacen un canto a lo buena personas que eran y cómo pedían el café con dos de azúcar en el bar.

Pero siempre hay un rastro de masa encefálica que tiende a secarse entre las ruedas de los coches aparcados, parte de lo que se queda después de que el SAMUR levante la tienda de campaña amarilla. Es la huella del crimen, y en Madrid tenemos un exceso de crímenes recientes. El calor y la noche le dan a los disparos el tono de las novelas negras pero aquí mueren blancos y chinos. De alguna parte han debido salir las armas y los ?desalmados? que aprietan los gatillos.

Da la impresión de que uno puede matar, o ser matado, con total impunidad pero en cambio le multarán por ir a 72 km/h por un túnel de la M-30. El día en el que esos radares sean capaces de detectar delincuentes, entonces serán útiles para la comunidad.

Ojo porque en las noches estrelladas cruza el cielo una bala perdida y es capaz de herir a dos transeúntes en la calle Luchana. También la muerte llega de rebote y toca el hombro que nadie espera.

Con la masa encefálica seca se escribe el nombre del crimen.

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