Entradas etiquetadas como ‘opinion’


Cenicienta llega tarde a casa

septiembre 7th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un estudio acerca de la vida que ocurre en Internet dice que España es el país que más bulos inventa, pero no le echen la culpa a Internet sino a nuestra capacidad de chisme que es muy alta. En el cuento la chica buena a la que habían cosido el traje unos ratones tenía que volver a casa a medianoche, ¡aquí no!, en España Cenicienta puede llegar mucho más tarde de las doce porque nuestra capacidad de inventar trolas no tiene límite.
También sucede que nos ponen la fama y otros cardan la ?pana?, por ejemplo en Marruecos se inventan que Aznar tiene un lío con la ministra de Justicia francesa, y la trola da la vuelta al mundo en ochenta cotilleos. Cuanto más increíble pueda parecer una historia mayor es su capacidad de propagación, por eso hay noticias falsas que se prenden sin rumbo fijo. En el fondo será porque nos gusta más el rumor que la noticia, a veces la realidad es demasiado triste y necesitamos creer en el monstruo de las siete cabezas. La mentira no existe, pero al crearla la convertimos en la parte interesante de la realidad; por ejemplo el Palacio de Linares en Madrid era un caserón oscuro hasta que alguien se inventó que había espíritus errantes. Aquella noticia nos dio categoría internacional durante un buen tiempo. Pero que no nos echen la culpa porque en Escocia se habían inventado mucho antes el ?monstruo del Lago Ness?, (asunto que fue portada del ?The Northern Chronicle? en 1930). Será porque sentimos una atracción hacia la noticia fascinante, algo tan atractivo e hipnotizador como encontrarse una anguila gigante en la superficie de un lago.
Esta semana decía Gabriel García Márquez que ya apenas lee crónicas que merezcan la pena en los periódicos porque escribir es una actividad que sale del alma, (y tiene razón porque nos pasamos el día narrando historias planas con personajes más planos aún). Alguien podría pensar que entonces la solución para mejorar las crónicas sería recurrir a las mentiras, y no sería cierto; bastaría con ponerle a la actualidad el mismo corazón que para describir el traje de Cenicienta.
La propagación de las noticias falsas se explica por el mismo sistema de la moneda falsa que expulsa a la buena, porque es algo más interesante. Tenía razón la protagonista de Johnny Guitar: ?miénteme, dime que me amas?. Nos apasiona un relato aún sabiendo que es una trola enorme, una trola descomunal, una mentira como para construir siete pisos dentro de ella. Por lo tanto no le echemos la culpa a Cenicienta de tenernos engañados cuando todos esperábamos a que volviera a casa a las doce; la chica de los bulos no tiene horario, ni normas, ni un padre conocido para su hijo. Hasta puede ser ministra de Justicia y no haber leído en su vida una noticia en Internet escrita en español.

Compartir:


Los guapos

septiembre 6th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Aznar dejó la política para convertirse en su hermano pequeño, en el guapo de la familia. Y luego aprendió inglés porque ese cuerpo no podía detenerse en fronteras, un palmito así no se puede esconder en un despacho con un ficus y una foto de los niños. De aquel presidente de Gobierno que llegó a La Moncloa algo fondón y con cara de opositor recién aprobado, nada queda, ahora su imagen es portada de revista de ?fitness?. Aznar es un anuncio de ?la chispa de la vida?, un catálogo de la buena vida y un potencial galán de damas sueltas. Precisamente por esta última condición le han metido en un lío de bombo y platillo. Pero un comunicado de FAES desactiva la maldad y le estropea el titular a José Blanco que estaba dispuesto a gritar vivan los novios por las calles de París. Además, la ministra de Justicia francesa reconoce que, a veces, se le inclinan los platillos de la balanza porque su vida es un cataclismo emocional, (cuestión que le honra, a ver si aquí el único que ha sido roquero es Bermejo que fue chico de conjunto yeyé). En Francia se acabaron los tiempos de los ministros al óleo, aquellos que parecían descendidos de un cuadro por la mano ?incorrupta? de la momia de Giscard D?Estaing. Ya decía Rousseau que quitar a los corazones el amor a lo bello era arrancarles el encanto de vivir. Y en la belleza de Rachida Dati hay mucha vida; es como para vivir con ella en un ático junto al Louvre y no bajar nunca al museo porque ella es todo lo que podría pintar un hombre.
Suárez era el guapo de una España que salía del NODO para que Victoria Prego la explicara en unos vídeos que son treinta años pero podrían ser treinta siglos debido al gran salto evolutivo del español, (ya no quedan personajes de la geografía del hambre como los que fotografiaba Alfonso en La Gran Vía). La transición, de verdad, comienza cuando Alfredo Mayo pasa de ser el galán imprescindible a convertirse en un señor mayor. Con los de la UCD las Cortes dejaban de oler a correaje falangista para oler a colonia comprada en duty-free. La transición fue el despertar de los guapos sin complejos; nos habían engañado con aquello del hombre y el oso versión Nicolás Redondo, (padre).
La fe en la belleza mueve montañas, por eso a Bono que es muy creyente le ha brotado pelo este verano. (No sólo esos milagros le ocurren a Berlusconi). El oficio de guapo es una carrera de cinco años, con postgrado, que se imparte en España en diferentes academias de gramática parda. Por eso no es de extrañar que cuando alguien rompe un jarrón enseguida nos echen la culpa a los españoles, aquí tenemos guapos como para llenar otro barco a América. Y Aznar hace tiempo que se trabaja la imagen de chico Martín en ?P.P. Confidencial?, versión vuelve el hombre, (Zapatero toma nota de cómo hay vida musculada después de La Moncloa). La culpa la tienen las noches con, o sin luna, en las que nacen rumores y se enamora hasta el lucero del Alba.

Compartir:


Ciudadano Levi

septiembre 4th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Con una simple frase se cambia el sentido de la campaña electoral del país más poderoso del mundo. Y esa frase no llega de un talibán, ni de un mata-tigres como Putin, ni del chulángano venezolano. La frase parte de una adolescente que dijo: ?mamá, siéntate, tenemos que hablar?, y en ese momento a la señora Palin le dio una temblequera de banquetilla y sintió la necesidad imperiosa de buscar asiento ante la dimisión repentina de músculos y cartílagos. En la Convención Republicana experimentan el llamado ?efecto mariposa?, o cómo un juego de adolescentes en Wasilla, (Alaska), tiene consecuencias políticas cinco meses después en Saint Paul (Minessota). Levi Johnston y Bristol Palin se pusieron a descubrirse mutuamente hasta que el final de la pasión los encontró desnudos y abrazados, tal cuál dicen las letras de las rancheras. Ninguno de los dos tomó medidas y de aquella situación embarazosa a este embarazo de cinco meses. Desde la famosa ?mano de Dios? de Maradona, ningún otro posible penalti había sido tan televisado.
De los miles de espermatozoides que ese día andaban sueltos por Wasilla, sólo uno alcanzó un óvulo sano: perteneciente a la hija de Sarah Palin. Laplace tenía razón: la casualidad matemática también existe y gobierna nuestros destinos. Y como el amor es ciego, y los espermatozoides no ven, aquella simple acción de adolescentes se complicó con el tiempo hasta llegar a ser portada. Naturalmente mamá Sarah ha solucionado el conflicto a la antigua: ?los niños se van a casar?. No sabemos qué opinión tiene el ciudadano Levi, pero es fácil imaginar su dócil entusiasmo al ver las fotos de la suegra disparando con un rifle, porque doña Sarah donde pone el ojo también va la intención. Es decir que no le quedaba otro camino a la pareja que pagar con vicaría sus pecados; mentarle el aborto o los preservativos a ?mamá Sarah? no es nada recomendable cuando ella limpia sus escopetas.
Levi Johnston pasará a la historia de los Estados Unidos por haber sido el chico más imprudente del Instituto de Wasilla, y así como Al Capone se perdió por no pagar a Hacienda, Johnston se va a perder por un espermatozoide anónimo que cumplió su función de placentero portador del código genético. Hay veces en las que las cosas se complican de una manera descomunal; seguro que Johnston no pensaba en el cañón de luz que iba a caer sobre él, como miembro de la familia Palin, en la Convención Demócrata, (ni en las nubes de confeti). Seguro que el chaval no tenía la cabeza en las cámaras de televisión cuando hacía maniobras en la oscuridad, allí en su pequeño pero fogoso pueblo de Alaska.
A Sarah Palin no le detiene el embarazo de su hija, lo que realmente le fastidia es que le llamen abuela a su temprana edad. Ya se puede cuidar Levi Johnston de no defraudar a la suegra que debe tener un carácter encantador. Levi ha entrado en la historia por la puerta de atrás de un coche aparcado en un cine. Hay películas que son un tostón.

Compartir:


La octava víctima

septiembre 1st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los asesinos no respetan vidas ni horarios. A las cuatro de la madrugada un cuchillo zanjó las venas de la noche a la altura de la calle Covarrubias, pleno barrio de Chamberí, en el silencio del último día de agosto. Las venas de los inocentes cuando se parten gritan manchas secas a los cuatro lados de la pared y luego escalan al techo; allí hubo escándalo de saña y odio de doble filo cogido por el mango. Ella tenía 53 años, toda una vida por delante pero un marido que se le puso en medio, (de conformarse la autoría a este sujeto habría que quitarle la condición civil de viudo de su víctima para dejarlo en simple matarife de compañía). Para las estadísticas es la octava mujer que muere, presuntamente en manos de su pareja, en Madrid en lo que va de año. Ella es un número pero sus hijos nunca dejarán de considerarla su madre; lloran hoy algo que nunca tenía que haber sucedido. Ellos también han resultado heridos por la mano del asesino porque donde se mata a una inocente mueren también mil ilusiones de todos los que le querían.
De nuevo los vecinos reconocen que la pareja vivía en tensión y que, en ocasiones, escuchaban los gritos de las peleas, unas voces a las que sus oídos se habían acostumbrado como los pájaros a las tormentas. Esos vecinos hacen corros hoy en las calles del distrito de Chamberí, un poco por saber, un poco por informarse y también algo por el morbo de ponerle cara a una mujer muerta. Durante un tiempo se preguntarán si ellos no podían haber hecho algo más por evitar este crimen.
Para la octava víctima de la violencia machista en Madrid no ha habido un teléfono que marcar, ni una persona a la que pedir ayuda. Las medidas de protección son insuficientes, y así mientras el Ministerio de la Igualdad inventa números mágicos el contador de los verdugos sigue sumando: 8-0, (y acabamos de empezar septiembre). Un mes que ella no verá porque para la última víctima todas las paredes de su casa eran tapias de cementerio y todas las miradas de su marido un pelotón de fusilamiento a la espera de recibir la orden de ?fuego?. Ella, como casi todas las víctimas de esta violencia, se sabía condenada por un tribunal especial.
Hoy es día de regreso al trabajo, de contar batallitas del verano, de juramentos ante el espejo por esos kilos de más. Hoy no era el día para que la víctima número ocho hiciera el trayecto entre el tanatorio de la M-30 y La Almudena. Todavía un sol alto y caluroso nos indica que nos quedan algunos días del verano. Ella, la número ocho, tenía esta mañana una cita con el resto de su vida, pero le ha sido imposible acudir. Malditos sean los canallas que hacen puntería sobre la piel sana

Compartir:


Criados en la opulencia del consumo

agosto 31st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Es verdad que Solbes tocó la trompeta alertando de la crisis, pero de momento aquí seguimos en el bosque porque nadie se cree que vaya a venir el lobo de la recesión a mordernos los tobillos. En el bosque hay un ambientazo de verbena que en nada recuerda a un periodo de tristeza económica. Quizá vivamos la repetición de ?los alegres años veinte?, una manera de cantar, beber y bailar el charleston, (luego ya vendrá la crisis). Si un marciano hubiera viajado por España con su platillo este verano, habría visto colas en los restaurantes de lujo de Marbella y Mallorca, atascos de veleros para volver al pantalán, tipos que aceleran como si la gasolina fuera gratis, listas para comprar el último teléfono móvil que es plano y mola mucho, millones de pantallas de alta definición para ver los Juegos de Pekín. No hay elementos externos que nos hagan pensar que este verano el común de la sociedad se ha comportado distinto al año pasado.
Puede que la vaca haya empezado a perder volumen pero sus efectos de castigo bíblico todavía no los hemos terminado de asimilar; criados en la sociedad de la opulencia parece que nos cuesta recortar el gasto doméstico, nos negamos a ceder poder adquisitivo en nuestro cotidiano. Todo nos parece imprescindible, el español medio no está por la labor de hacer una lista de asuntos de primera necesidad porque, como buenos caprichosos, lo queremos tener todo y de última generación. Igual que respiramos veinte veces al minuto, necesitamos pensar en consumo otras tantas veces al minuto; esa es la proporción ?felicidad media/gasto real?. El marciano volador podría exclamar: ?¡caramba, cuántos socios tiene el club Puerta de Hierro!?, y pasmarse del nivel de vida de un país que se estanca en su crecimiento pero no pierde la fe en sí mismo. No es que todos seamos ricos miembros de un club elitista, lo que pasa es que no queremos volver a ser pobres porque nos da pavor, guardamos perfecta memoria de aquella España cateta que aparecía en el NODO muy satisfecha por cultivar calabazas gigantes. Ahora que podemos ser protagonistas de las películas de Hollywood no nos vamos a conformar con volver a los planos del NODO y que nos entreguen una lavadora en El Pardo por el premio a la natalidad. Tenemos las cartillas de racionamiento y el siglo XIX a dos generaciones, demasiado cerca. La trampa es que vivimos en la sociedad del tener: y si no viajas, no gastas, no consumes, no veraneas, no cenas en sitio visible? no eres. Por lo tanto el personal antes que ?parecer pobre? acepta serlo pero sin que los efectos se vayan a notar; hasta que los vecinos no saquen la bandera blanca ante el avance de las hipotecas, no estamos dispuestos a reconocer nuestras bajas en el combate contra la ruina. Heridos, magullados sí, pero muy dignos también.
Es verdad que las turbulencias del IPC se notan, es cierto que cada día conocemos a más personas que han pasado por la ronda de reconocimiento en las colas del INEM, (todos contra la pared y con la tarjeta en alto), pero vistos desde fuera nadie diría que hemos rebajado nuestros niveles de exigencia ni un comino.
No hay restaurante famoso de Madrid, o Barcelona, que haya tenido que poner un cartel de cerrado por ?defunción económica de la clientela?. Aquí hay muchos que están dispuestos a perder la dignidad antes que el estatus, me refiero a esos alegres gastadores del verano del 2008, insumisos de la inflación, esos que dejan propinas en el café como decía Solbes. Al PP le conviene que aparezcan muchos pobres en la foto para decir que España sólo fue rica con Aznar, pero ya nadie tiene un disfraz de indigente. Por eso consumen de manera irreflexiva, porque se quieren olvidar de su pasado.

Compartir:


Un rayo en el monte

agosto 31st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuentan las crónicas que un rayo ha prendido parte de la sierra de Quilamas. No era el rayo de Miguel Hernández porque éste ha quemado la tierra y no ha regado los espíritus. He vuelto a ver la serie ?Cosmos?, de Carl Sagan; este Premio Nobel siempre creyó que el hombre podía cambiar, (a peor), su destino. Ahí están los rusos que acaban de inventar el padre de todos los misiles, un artefacto que puede reventar a miles de personas a miles de kilómetros, (como si la destrucción a distancia fuera más higiénica). Hemos llegado al momento clave en el que somos capaces de destruirnos pero incapaces de dar de comer a toda la población mundial. Esta misma semana la OMS alertaba de que las desigualdades matan, pero ciertos informes parece que los gobernantes los escoden en el cajón de los papeles molestos.
Sagan mostraba en el calendario cósmico un aspecto breve que es la presencia del ser humano, apenas ocupamos los últimos minutos del día 31 de diciembre. Es cierto que tenemos capacidad para modificar el medio ambiente, pero también es verdad que la naturaleza tiene sus caprichos, por ejemplo el rayo que prendió un monte. El cielo nos envía algunos sustos para que tomemos nota.
En la antigüedad cuando Dios quería opinar lo que hacía era prender una zarza, pero desde que Zapatero creó un cuerpo para intervenciones en zonas catastróficas ni Dios se atreve a hacer fuego donde no está permitido. Ni aunque pruebes la condición de ángel con certificado celestial te permiten hacer una barbacoa en zonas no restringidas, y con razón porque es el hombre el que prende la cerilla y el diablo el que se encarga de soplar los matojos secos. Así que entre unas locuras que cometemos, ya sean misiles, guerras o caza de ballenas, (en Japón han reconocido que mataron a cuatro mil quinientas ballenas para realizar un estudio científico acerca de la masa corporal), nos vamos jorobando mutuamente. Y, de vez en cuando, la naturaleza se venga y nos manda un rayo que nos parte, o una ola gigante, o una sequía que momifica las hojas de los cactus.
El jefe del poblado de Astérix, el bardo Abraracourcix, se pasó la vida temiendo que el cielo se desplomara sobre su cabeza, cosa que nunca ocurrió, pero tampoco hay que retar demasiado a los elementos porque un meteorito inesperado puede provocar mucho dolor de cabeza. De momento nos envía pequeñas señales de peligro, pero todo tiene un límite. No es bueno despertar a los dioses de la siesta, suelen tener muy mal perder. Pero estos humanos que no aprendemos nunca, vivimos en una eterna adolescencia que lanza misiles como lanzaría piedras contra su propio tejado.

Compartir:


Los congelados

agosto 30th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Una nevera es un tigre que ruge con la tripa vacía, por eso venden arcones de congelados en los que la gente mete la cabeza y desafía al bicho como Ángel Cristo antes de ser ?ecce homo?. Mucho se ha estudiado el organizado caos el universo, (David Bohm decía que todo sucede por un orden implicado, por eso las estrellas no se descuelgan como un montacargas). Y Aristóteles, que no tenía nevera, sostenía que todo objeto tiene un lugar en el orden de las cosas. Al griego le quería ver yo metiendo los congelados del pedido de la vuelta de vacaciones, ahí es cuando uno se siente del todo ?peri-patético?. El ser humano está capacitado para afrontar una serie de acciones complejas, (incluido enamorarse), pero no puede superar el concepto nevera llena. De repente uno se ve rodeado de bandejitas de plástico con muslos de pollo que no encajan con las croquetas de los niños y, entonces, tiene que priorizar: ¿dejo a mis hijos sin cena o le soplo al pavo con un abanico para que no se descongele? Somos menos intuitivos que las moscas. Según el Instituto de Tecnología de California la mosca de la fruta huye del peligro porque es capaz de salir por alas en cuando capta la amenaza. Y lo hace a los cien milisegundos después de ?mosquearse? porque alguien desenfundó el bote del spray. Escuchan el ?plop? y ellas hacen ?fly? muy buenas. Seguro que cuando las moscas tengan nevera inventarán un sistema para introducir los congelados en poco tiempo. A medida que subía mi escala de desesperación se me ocurrió pensar qué consejo me darían los políticos. Seguro que a Solbes le parecería mal que los niños cenen croquetas congeladas porque los niños son muy inflacionistas. A Miguel Sebastián no le quise preguntar porque me regañaría por tener congelador, hay que volver a las fresqueras y a colgar el chorizo de la viga. A Cristóbal Montoro no se me ocurrió preguntarle porque seguro que tiene una explicación a por qué no cabe el pedido de la vuelta de vacaciones en la nevera. A Rajoy, tampoco, no le iba a estropear las vacaciones por esta tontería doméstica. Zapatero sería partidario de que hiciera una alianza de las congelaciones y compartiera viandas con el resto de vecinos. Rubalcaba vería en todo una maniobra sospechosa de conexiones insospechadas. Esperanza Aguirre no diría nada porque como ella es liberal? que cada uno de las apañe con su ?frigidaire?. Conclusión: hay cuestiones cotidianas para las que no tenemos respuesta. Ya nos gustaría ser ágiles como la ?drosophila melanogaster?, (mosca de la fruta) pero no, a nosotros siempre nos golpearía el matamoscas en la cabeza por lentos. Y, mientras escribo, las croquetas me miran con cara de sudor, pero para ellas no tengo una respuesta adecuada. Lo siento, no soy una mosca.

Compartir:


Peón blanco

agosto 25th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Obama se ha fijado en Aito García Reneses y se ha dado cuenta de que un banquillo tiene profundidad si lo sabes mover bien, por eso ha fichado al senador Joseph Biden de ?coach?, para que le anime el equipo que va a competir en la final de las elecciones norteamericanas. Es un movimiento de ajedrez que opta por colocar delante al peón blanco y dejar atrás a la reina Hilary a la que le pueden salir telarañas en su posición, (ella que iba de imprescindible y para volver a la Casa Blanca se va a tener que colgar una tarjeta de visitante). Con Biden parece que el equipo Obama se refuerza en los rebotes internacionales y consigue meter presión en el centro del campo a los republicanos puesto que el senador es católico reconocido. Obama parece que se ha dado cuenta de que no basta con ser Kobe Bryant para ganar el partido, no siempre los árbitros son tan amables con los que cometen pasos de salida.
El candidato demócrata corre el riesgo de creerse ganador virtual y, según la teoría de Jose María García aplicada al fútbol: ?equipo que perdona, equipo que pierde?. Su gabinete de comunicación, eficaz y ruidoso, nos ha colocado la imagen de Obama en todas las posiciones posibles. Le hemos visto con su familia, con sus amigos, de traje elegante y de camisa remangada de mitin, hemos sufrido una Obama-sobre-dosis con todos sus efectos secundarios. Sólo les ha faltado repartir un Obama-Presley, disfrazado de roquero de Memphis para colocarlo en el salpicadero del coche. Es decir que sabemos poco del ideario del candidato pero mucho de lo bien que canta el ?aumba-baluba-balam-bambú?, y con eso podría forjarse una carrera como artista y firmar muchas galas en una gira por Europa, (Madrid excluido), pero no sirve para llegar a la presidencia del país más importante del mundo. Conocemos muy bien la música de Obama pero desconocemos su letra, y ahí tiene mucho donde rimar: Irak, Guantánamo, política exterior, seguridad nacional, etc?
Hasta llegar el senador Biden los otros entrenadores del equipo de Obama se habían relajado bastante proyectando una imagen de McCain como el ?yayo? que iba de retirada, y por el desprecio al rival no se consiguen más que ridículos tan olímpicos como históricos. Esos mismos son los que se conformaron con ganar a Hillary, y ya con eso estaba el cielo abierto y las calles hacia la estatua de Lincoln sembradas de pétalos de rosas. Como póster, ideal, pero como realidad complicada. Como si el rascar y el votar sólo fuera empezar. Pero una vez más, no. Obama ha captado que cuando todo son aplausos a tu alrededor hay que cambiar de palmeros porque te llevan al fracaso.
Para jugar este último cuarto que acabará en noviembre, Obama ficha a Biden que votó a favor de la intervención en Irak. El camino hacia la victoria hace extraños compañeros de viaje en los últimos minutos de juego.

Compartir:


Un profundo respeto por las víctimas

agosto 24th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hay ocasiones en las que uno preferiría decir que trabaja de pianista en un burdel antes que reconocerse como periodista. Hay ocasiones en las que este noble oficio de contar las cosas pasa la línea del decoro. Familiares de las víctimas del accidente de Spanair han denunciado que algunos periodistas se han colado en los hospitales haciéndose pasar por personas próximas a los heridos, y también lo han hecho en la morgue de IFEMA. De nuevo nos podemos preguntar dónde está la línea entre informar y caer en el morbo, pero ese debate habrá que dejarlo para otra ocasión. Lo que ahora toca es pedir por la pronta recuperación de los heridos y consolar a las familias de los fallecidos. Una de las formas de cariño es el silencio, el mismo que hemos visto repetido en los distintos sepelios. Me gustaría que supiéramos acompañar pero callados, no entiendo qué aporta al sagrado derecho de informar ver cómo una persona llora ante la cámara.
La tragedia del avión de Spanair ha liquidado el verano. Podríamos sacar como consecuencia que somos un pueblo con enormes ganas de vivir porque hemos convivido con demasiadas catástrofes. También hay que destacar la serenidad de las familias, la prudencia que han tenido y que va un paso más allá de la buena educación. Han sido ejemplares pese a que la compañía tardó en dar la lista de pasajeros, han reaccionado a la perfección cuando les han llevado de un lugar a otro, han sido capaces de identificar a sus seres queridos a pesar de tener los ojos anegados en lágrimas. Ellos, los que callan y miran al suelo, merecen nuestro respeto. El mejor homenaje es dejar que lloren en privado y que administren su duelo como mejor quieran expresarlo.
Lloraban ayer las subcampeonas olímpicas de natación sincronizada después de haber ofrecido su medalla al cielo. Una vez más el pueblo ha sabido estar a la altura de las circunstancias, desde el norte hasta el sur no ha habido más que concentraciones calladas y funerales tristes. A veces también hay una lotería negra que toca a los inocentes sin que ellos supieran que llevaban décimos en el sorteo. Lo que ha ocurrido en Barajas nos ha dejado rotos a todos porque cuando se produce una tragedia colectiva nadie queda inmune.
Deberíamos aprender que no hay exclusivas cuando se trata de contar el trabajo de la muerte. Poco a poco iremos recuperando la confianza, cada uno pagará por la responsabilidad que le ha tocado, los expertos sacarán sus conclusiones. Pero no estaría mal corregir algunas cosas del lenguaje, por ejemplo dejar de llamar ?Terminal? a las salas de un aeropuerto. Y, también, que el mejor homenaje es un prudente respeto.

Compartir:


El Humo

agosto 23rd, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En Barajas humea la cola de una gran ballena muerta, y los cetáceos no son de río. Algo muy extraño ocurre entorno al caso del avión de Spanair accidentado. Todo lo que no es claridad es humo que se extiende sin permiso, y cada vez más denso. Primero era un motor en llamas, luego no hubo tal, y ahora alguien urde la sospecha sobre el piloto porque la sospecha es otra forma de agitar el humo. En esa niebla de la confusión, y de manera más retorcida que amasijos de hierro, comparecen responsables de la compañía que ponen cara de humo, también. A ninguno de ellos le compraría usted un coche de segunda mano, pero sí los que iban en ese vuelo fatídico les compraron un billete. Se ponen detrás de una mesa con una corbata negra y no saben responder a las preguntas, con su manera de hablar pesarosa nos lanzan botes de humo para que lloremos. Y, humo es también, cuando nos distraen con los protocolos de mantenimiento de la aeronave y con las conversaciones de luto que recoge una caja negra. En toda esta desventura hay niebla densa con personajes de ciénaga que retrasan la publicación de la lista de pasajeros porque intentan cambiar la realidad para que no les afecte. Si pueden le echarán la culpa al mecánico que apretó el último tornillo, o al empleado de mantenimiento que pasó la aspiradora. Ellos, los de la corbata negra y la conciencia de igual color, intentan irse de rositas por el marco legal. Dudoso empresario es el que anota en beneficios lo que debería ir en la cuenta de la seguridad. De nuevo el humo. Dicen que es una compañía que tenía un futuro muy complicado, (el presente ya lo hemos visto), pero extraña que el Gobierno no haya actuado sobre ella con el rigor del que hizo gala en otros casos, como en el de Air Madrid. Hasta los hospitales se han acercado los bomberos para preguntar por los heridos, bomberos con la cara oscura del humo. En Ifema hay un pabellón de lágrimas negras. Y las familias se reúnen en un hotel al que se accede por una puerta giratoria muy oscura. Dicen que pilotos y tripulantes de cabina, compañeros de los desaparecidos en Barajas, antes de despegar tragan humo y luego intentan no toser para no asustar al pasaje. Pero ellos también sienten la inseguridad de lo que no está claro. Al final de una pista del aeropuerto de Madrid hay una ballena que asoma la cola junto a un río, imagen de una postal atroz que pone fin al verano. Alrededor un pasto quemado y algunos coches de policía. Esos ejecutivos de Spanair deberían contar lo que callan, que no debe ser poco. Mientras, todo lo que digan es vender humo y más humo. Le echan la culpa a los arcanos mayores como si el mantenimiento de una flota de aviones estuviera en manos de Dios, pero la caja de los billetes en manos de los hombres.

Compartir: