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La saeta del retorno

marzo 27th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Para el año que viene el Gobierno va a tener que hablar con El Vaticano a ver si escalonan la Semana Santa. Ya sé que en justicia histórica los últimos días de Jesús transcurrieron como se cuenta en la Biblia pero la realidad nos dice que es la peor época del año para salir de vacaciones. Somos muchos, tenemos una gran cultura del automóvil, las carreteras son menguantes aunque la luna esté llena y ya la hemos liado. Pollo completo pero pollo a la Pantoja con tropezones de alquitrán.

Usando otra referencia histórica: lo de Moisés separando las aguas fue una excursión de amiguetes comparado con la operación retorno. Y algunos que optamos por el ferrocarril nos encontramos con que RENFE vuelve a ofrecer su peor cara cuando más la necesitas. Memorable el comentario del jefe de tren cuando llegué a la estación de Málaga “zi é qué las familiaŽs ze vienen con baúle y tó”. Durante el trayecto ni habilitaron más espacios para maletas, ni se preocuparon porque algunas rodaran por los pasillos. La culpa, ya se sabe “é de las familiaŽs”, (que lo incluyan como leyenda en los billetes).

De Málaga traigo una postal del alcalde Gallardón aclamado en la Virgen de la Paloma, (Gallardón es la mejor marca registrada que tenemos). También aplaudieron a Alvarez del Manzano pero porque tiene callo en la cofradía, es más “capillita”.

Cuentan amigos que a cien kilómetros de la capital y con la carretera llena Madrid era una utopía en la autovía, un espejismo de progreso, una meta inalcanzable.

De vuelta a casa entonamos el quejío seco de una saeta, el penar de lo cotidiano y el resumen de cuatro días apretados.
Las procesiones han terminado, continúa la penitencia.

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Franco a pie

marzo 17th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Franco fue un estorbo, pero no como estatua sino como dictador. Como mandatario fue una pesadilla que duró mil años concentrados en cuarenta tomos del calendario. Pero cuando hubo motivos para apearlo del pedestal, en vida, nadie tuvo narices de bajarlo y ahora han tenido que acudir a la estrategia del ataque “al alba y con fuerte viento de levante”. Han tenido que esperar a que se jubilara el último furriel de la Guardia Mora para atacar al tirano por la base. Prueba de que el franquismo sociológico continúa es que para desmontar la estatua han acudido al amparo de la madrugada.

Franco fue un dictador de la peor calaña que mandó al paredón a la mejor juventud de los años treinta (de uno y otro bando), pero el franquismo no se ha terminado de desmontar, ni mucho menos.

Pero una estatua a nadie le molesta, incluso el diablo tiene una en el Retiro. Si nos ponemos a hacer revisionismo histórico a fondo, no queda un cuadro sano en el Museo del Prado.

Franco ha muerto en la Castellana. Se me ocurre acudir a aquel anuncio en el que un vejete preguntaba: “¿y a todo esto, Franco qué dice?”.

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Nos quedamos sin boda

marzo 15th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Dicen los ingleses que no van a ofrecer imágenes de la boda entre la joven pareja Carlos y Camila, ni para nosotros ni para ellos, punto pelota. La Casa Real británica debe estar un poco hasta la coronilla de las chanzas que le sacan a los tortolitos y ha dicho que si nos queremos cachondear, que compremos una cinta con los carnavales de Cádiz.

Porque no está Cascos de ministro? si no, éstos se enteran. ¿Quién va a invocar el interés general de los europeos dispuestos a ver la boda comiendo pipas? ¿Alguien ha pensado en el llenazo que iban a tener los bares de copas ofreciendo distintos ángulos de la ceremonia?

Si instalan una pantalla gigante en el Bernabéu habría colas hasta Getafe (dicho sea sin la menor intención de tocar las narices), y además sería una forma de ver felices a los socios del Real Madrid. Algunas fuentes generalmente “mal informadas” dicen que los galácticos van a grabar unos episodios de ‘Aquí no hay quién viva’.

La boda es una lástima que nos la vayamos a perder porque desde Sisí no se conocía otro talle tan fino como el de Camila Parker. Igual luego la venden como un vídeo de naturaleza salvaje.

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Madrid en la memoria

marzo 11th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Me gusta la ciudad de los vivos y detesto la que hace espectáculo con los muertos. Antes que reformar la Constitución, no estaría de más plantearse una reforma del calendario para eludir pasar por el 11-M, que es fecha de infausto recuerdo. Aquel día del que hace un año la muerte llegó a Madrid muy barata, por el precio de un billete de tren, se segó la biografía de cientos de madrileños? y se mutiló la ilusión de muchos miles más.

Todavía los hay que dependen de ansiolíticos para descansar, los que tienen que buscar ayuda psicológica, los que han perdido toda esperanza. A ellos me refiero. Por ellos no hay derecho a convertir el aniversario en feria mediática de la sangre.

Duele marzo, aunque tímidamente salga el sol y las temperaturas se recuperen. Duele porque todavía las heridas no han cicatrizado y porque los políticos no se ponen de acuerdo.

Madrid en la memoria es una postal de unas vías por las que nunca llegará ese tren en el que íbamos todos. El hueco es un vacío en el estómago, mariposas negras que chocan contra sus paredes.

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Oficio de muerto

marzo 7th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cerca de dos mil personas están a la espera de que alguien las identifique en una morgue de Phuket. Para que un muerto no moleste debe tener su DNI, que para ellos es una lápida donde diga lugar y fecha de nacimiento, fecha de defunción y alguna cosa más. En España somos artistas de lo macabro, nos va el epitafio como a otros les va el fado. En el libro de Carandell se recordaba aquella tumba que decía “aquí yace Lino. Por un peo aquí me veo”, o esa otra de una niña: “Laurita, te fuiste con apenas un año. Tan pequeña y ya dando disgustos a tus padres”.

Si uno quiere saber de dónde viene tiene que darse una vuelta por los cementerios, si quiere saber a dónde vamos tiene que preguntar a los especuladores del suelo.

El Ayuntamiento de Madrid está harto de enterrar a gente de gorra y van a revisar la declaración de la renta de los familiares del difunto. Aquí hay mucho que paga el plazo del “deuvedé” antes que el ataúd de la tita. Y no es plan que el Ayuntamiento financie el todo terreno a los deudos.

Lo suyo sería que los pobres, muy pobres, cuando intuyeran el final de sus días se fueran hacia la Almudena en autobús. A ser posible con el sayón y el crucifijo entre los dedos. Si al final de la jornada no cascan entre los supervivientes, pueden hacer una orgía (siempre se ha ligado mucho en los duelos).

El muerto debería ser más vigilante de la normativa municipal, o en todo caso abrir en el más allá un plan de ahorro, para que cuando vayamos para allá por lo menos tengamos donde caernos vivos.

A ver si ahora la muerte va a ser un impedimento para frenar el entusiasmo recaudatorio de los concejales de Hacienda.

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Competencia desleal

marzo 1st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Esto no se hace, ¿de qué vamos a vivir los que nos dedicamos a contar cosas? La realidad nos desborda, es mucho más rica, tiene mayores matices y no presenta límite. Por un lado tenemos el “poltergeist” del edificio Windsor y su inagotable catarata de informaciones cruzadas: cuando no es un fantasma es una caja fuerte, o una grúa que se posa (nunca se cae). Y por otra parte la acusación de Maragall de que algunos al cazo le llaman tres por ciento.

Con semejante catarata de informaciones disparatadas cualquier otra cosa es secundaria, hasta que pierda el Real Madrid (en fútbol y en baloncesto). Para colmo, Amenabar ha ganado el Oscar, así que se han quedado algunos con la mala baba en el tintero; ya estaban dispuestos a crugirle por delante y por detrás, pero no han tenido suerte. En España la literatura del fracaso siempre ha tenido mucho éxito, el despelleje con la navaja cabritera ha proporcionado grandes momentos de ira y sangre.

El sindicato de periodistas atados a la columna debería hacer una reclamación. Ya sólo nos falta que el Comité de Sabios de TVE asesore la demolición del edificio Windsor para estar empantanados quince años. Ganas dan de cantar el “aquí no hay quien viva”. Para lo que hemos quedado algunos?

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Fantasmas en la city

febrero 23rd, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Sólo faltaba que detrás de las imágenes fantasmagóricas del edificio Windsor apareciera una puerta secreta. Como diría un castizo: “¡atiza!”. El gigante más avanzado de la arquitectura moderna tenía los tobillos de barro como Aquiles: cualquiera con una ganzúa podía reventar el candado y entrar por la puerta falsa. No hacía falta tener un master en Revientapuertas por la MBA del Dioni; bastaba una orquilla de pelo, o un clip desdoblado.

A Gallardón se le complica la operación normalidad que había montado la misma mañana del domingo de ceniza. Ahora los loquitos de los ectoplasmas, los enamorados de las voces raras y los fantasmas se dan cita en la esquina de Orense con Raimundo Fernández Villaverde como hace tiempo lo hicieron en el Palacio de Linares. Cada cual da su versión más insólita: si son difuntos, sin son ánimas del purgatorio, peligrosos agentes de Ben Laden, seguidores de la secta de la octava llama o membrillos comunes con ganas de liarla.

Cuanto antes se sepa la verdad, mejor para Gallardón y para los ciudadanos que asistimos atónitos al espectáculo interminable de la demolición. Los que definieron el barrio como Zona Kafka se quedaron cortos. O dan pronto la clave o terminan encontrando el cuarto milagro de Fátima entre los cascotes humeantes.

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Perdido en Chueca

febrero 19th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La ópera prima de Sofía Coppola fue una película con Bill Murray que se llamó ‘Lost in traslation’. La historia iba de un actor perdido en Tokio en todos los sentidos: perdido con los nombres de las calles, con el protocolo oriental y con las mujeres (cosa habitual).

Sin ser la hija de Francis Ford Coppola y nieta de Carmine Coppola, uno puede experimentar la fortuna de perderse en Madrid. Bien está que hayan rehabilitado el barrio de Chueca, bien está que hayan dejado las fachadas más estupendas que se recuerdan desde los tiempos en los que servía copas Perico Chicote en La Gran Vía? pero no estaría de más que volvieran a poner carteles con el nombre de las calles.

Sucede que había quedado a comer con un amigo francés, le petit Constantine para los allegados, y se perdió en el laberinto de las aceitunas. No entendía ni patata. Le petit Constantine buscaba rótulos con el nombre de las calles y era incapaz de llegar hasta Barbieri. Sólo la intervención de la divina providencia pudo acabar con el conflicto, dos angelitos alados le guiaron (no sin antes hacerle arrepentirse de sus múltiples pecados terrenales).

No estaría mal que volvieran a poner los nombres.
No pasa nada por coger una escalera y cuatro clavos.
Chueca no es Manhattan, pero también los hombres se pierden.

Insto a quien corresponda a que se explique o en su defecto a que construya un carril “sólo torpes”. No hace falta ir a Tokio para sentirse “lost in Chueca”.

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La Galaxia se descompone

febrero 16th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La semana pasada cayó un meteorito del cielo, un pedrusco que ahora guarda un ciudadano en su casa (hasta que se le caigan las uñas y se vuelva traslúcido por la contaminación). Luego vino el frío y ahora un paréntesis en el hielo que volverá la semana que viene; fenómenos meteorológicos nada extraños si comparamos el calendario político.

Serán las cosas del invierno, pero en el capó de mi coche he visto una enorme cagarruta de color azul. Puesto en contacto con un equipo de expertos de la NASA, las hipótesis pueden ser varias: a) que la cagarruta proceda de una cagalera de marciano, b) que sea parte del meteorito, c) que sea un fenómeno paranormal, d) que los marcianos hayan elegido el capó de mi coche como campo de tiro. En cualquiera de las posibilidades, me cuentan estos ufólogos de reconocido prestigio, lo mejor es huir de la zona y limpiar el coche cuanto antes.

También es posible que el meteorito fuera la estrella de Ibarretxe, una avanzadilla de su presencia. La pregunta es quiénes son los pajes y qué regalos nos han traído.

Mientras se aclara el misterio de las cagarrutas azules que vienen del espacio, es recomendable y hasta prudente mirar arriba antes de cruzar la calle. No sea que nos “descogorcie” los restos del marciano, una vez haya tirado de la cadena.

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La paciencia de Madrid

febrero 13th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Vale, tenemos que admitirlo, en una reencarnación anterior los madrileños fuimos seres perversos, malvados, crueles e insaciables. Por lo tanto lo que hacemos en esta vida, en esta ciudad, es purgar nuestros males. Y a raíz de las cosas que nos ocurren, nuestras ofensas parece que fueron muy graves. De otra manera no se entiende que vivamos en la ciudad de los peligros, capital de las sirenas, costa de las penas. Madrid villa y corte (de cortafuegos). Si nos ponemos a hacer un repaso mental y urgente nos salen más calamidades de las que puede soportar una generación. Si nuestros padres y abuelos conocieron las bombas en la Gran Vía y en la Casa de Campo, nosotros hemos visto la sangre del terrorismo, el humo islámico, la ira de Dios y la cólera de Alá.

El último episodio es el incendio de la Torre Windsor. Madrid ha tenido estampas de Beirut, de Bagdad asediado, de Roma con Nerón y ahora de Manhattan sin Central Park, de Coloso en Llamas sin el puente de Brooklyn. El infortunio no nos ha permitido ni descansar un sábado por la noche. Debe esta ciudad un homenaje continuo a sus bomberos, a sus ambulancias, a todos los que prestan su vida a la urgencia de los demás. Sólo faltaba que el Titanic hubiera partido del lago del Retiro.

Madrid mantiene la sonrisa a pesar de todo, admirable. Mira al futuro con deseos olímpicos y con sueños de paz. Se merece un podio, una medalla de oro, una primavera suave, un mejor vivir, un cariño del tiempo. Cualquier cosa para secar las lágrimas y el hollín de los hijos inocentes de la ciudad asediada.

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