Brotes o botes verdes

octubre 22nd, 2013 - "Las Provincias" - Sin comentarios

(“LAS PROVINCIAS“/COLPISA, martes 22 de octubre 2013)

El entusiasmo del Gobierno por algunas cifras positivas ha llevado a algunos a lanzar las campanas al vuelo en señal de que se acabó la crisis como se acabó la guerra del 14; puede que no sea para tanto. Una cosa son los grandes indicadores de la economía y otra que el crédito fluya entre particulares o que las pequeñas y medianas empresas puedan recuperar la posición que tuvieron, por supuesto las que aún permanezcan en activo. El Gobierno ensancha los pulmones pero no afloja en impuestos.
Síntoma de la crisis es la propuesta del Instituto de Estudios Económicos, (la mente pensante de la CEOE), que reflexiona en alto retrasar la jubilación así como recortar la prestación por desempleo. La jubilación a los setenta años se antoja una barbaridad, está claro que a la CEOE le sale urticaria cada vez que aparecen unos jubilados beneficiándose de descuentos en los cruceros. A esa edad no todos llegan en las condiciones del cardenal Richelieu que presumía de tener “setenta años como todo el mundo”. Hay sectores laborales en los que a esas alturas uno no está para andamios, ni para conducir un transporte escolar, ni para patrullar en un coche policía. No todos somos cardenales como Richelieu.
La consigna gubernamental es pregonar a los cuatro vientos que lo peor ha pasado pero tampoco nos dicen cómo va a ser la salida porque si esperan que de nuevo sea el ladrillo el que nos redima entonces vamos dados. Con nuestra industria tocada es para preguntarnos dónde arranca el crecimiento, ya no queda como argumento ni el agujero del donuts. Se entiende que Rajoy hiciera un discurso “flower power” en la cumbre de Panamá pero sus buenas intenciones no llegan al común de los mortales porque no somos la gran mayoría silenciosa la que recuperamos nuestro dinero cuando sube la Bolsa, (que no deja de ser un juego empresarial del que estamos ausentes). Y no todo el mundo tiene ese minarete privilegiado desde el que Botín ve llegar las naves cargadas de oro y plata.
Al presidente del Gobierno, y a Montoro siempre tan risueño, habría que preguntarles si estamos mas cerca de pagar en las autovías o de una bajada de impuestos. Vistas las cosas con exceso de optimismo puede llevarnos a que algún fabricante cree la patente de la máquina de podar brotes verdes por si llegara el caso de que se adueñaran del jardín sin detener su aparatoso crecimiento. Podría ser otra manera de revitalizar la castigada industria nacional dónde ni el capitán Pescanova tiene hueco, ni los electrodomésticos Fagor, ni las pistas endiabladas del Scalextric.
Sería objeto de mucho comentario el disfraz de brote verde para el próximo Halloween: un traje a mitad de camino entre un zombi de película de Brad Pitt y el hombre lobo con la barba encrespada. Por supuesto con diseño Marca España, un modelo con mucho bote verde de pintura del que se encargaría Cecilia Giménez, la restauradora del ecce homo de Borja.

Compartir:


Bárcenas el perpetuo

octubre 20th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 20 de octubre 2013)

Bárcenas tiene altas cuotas de popularidad curiosamente “pagadas” por aquellos que se empeñan en silenciarle. Parece de locos la peculiar estrategia que sirve a Bárcenas como altavoz sin salir de Soto del Real, recuerda a La Vida de Brian cuando el soldado le descubre haciendo una pintada con faltas de ortografía y tras regañarle porque ni el verbo ni el sujeto concordaban le obliga a escribir cien veces “romanos iros a casa”, (y de tal manera amanece pintado el palacio del gobernador). Algo parecido ha hecho Cospedal al darle sitio y pantalla en un juicio que fue un duelo de pulgadas y de malas pulgas.
Bárcenas no se apea de sus declaraciones, mantiene la imagen de contable duro con traje, corbata y pañuelo en el bolsillo. Si no fuera porque la señal de la televisión venía desde la cárcel podríamos pensar que estaba en su despacho de Génova. Esa condición de guardián de las llaves le otorga un poder en el PP que recorre la espina dorsal de sus peores y mejores años. El peligro que tiene es la memoria que maneja y le lleva a recordar cantidades y secretarios generales que pasaron mientras él permanecía de repartidor de sobres.
El juez dirá si miente o cuenta la verdad pero de momento gana el duelo de imagen frente a Cospedal a la que se le veía arrepentida por haber llegado a un juicio que despierta una curiosidad que va desde lo político a la crónica rosa. Prueba de la tensión es el tropiezo inoportuno que tuvo a la salida del juzgado toledano, si no llega a encontrarse con el árbol se hubiera dejado las rodillas en el asfalto. En cambio nadie diría que Bárcenas tras declarar ante la cámara se quitaría el traje y volvería a sus quehaceres de preso y quién sabe si al socorrido chándal que igual sirve para acudir a un taller penitenciario que para jugar a baloncesto.
Bárcenas es perpetuo: aparece cuando le daban por amortizado, siempre igual de impoluto. Bárcenas no pierde la memoria ni las formas, no tartamudea, no tiene la cara demacrada, parece que acaba de salir de un spa en lugar de haber dormido en una celda común, en un cuarto infame si lo comparamos con los hoteles a los que estaba acostumbrado.
La demanda de Cospedal es para salvaguardar su honor manchado por las palabras de Bárcenas, una apuesta que sólo puede saldarse con victoria porque en otro caso se le volvería el tiro en contra. En el PP insisten en señalar la condición de mentiroso de su antiguo contable pero aún resuenan las palabras de Rajoy cuando dijo que todo era mentira salvo algunas cosas que se han publicado. Esas “cosas” son las que dan solidez a la posición de Bárcenas.

Compartir:


La enfermedad que sabe a cobre

octubre 19th, 2013 - Rafa en la prensa - Sin comentarios

(“COLPISA“, VOCENTO, sábado 19 de octubre 2013)
Autor: Antonio PANIAGUA

Al periodista Rafael Martínez-Simancas le dieron hace casi dos años una mala noticia. La ecografía mostraba unas manchas preocupantes que acabaron revelando su peor faz: un linfoma, un cáncer en la sangre. Desde entones hasta mayo de 2012 el escritor e informador ha pasado por seis sesiones de quimioterapia y visitado cinco veces el quirófano.

Cuando le confirmaron que padecía un linfoma no Hodking tipo B folicular grado 3 se le quedó cara de pánfilo. No entendía el galimatías. Después le explicaron que su cáncer era de “evolución lenta pero enormemente agresivo”. Su primera reacción fue pensar por qué precisamente él. Y a continuación se hundió en el desconsuelo, en “un paisaje lunar en que eres el único habitante”. Pero una vez superado el primer golpe, Martínez-Simancas ha hilvanado un relato valiente y bienhumorado sobre su lucha personal contra el cáncer. El resultado es el libro ‘Sótano octavo’ (Ediciones B), con el que intenta ayudar a otros pacientes que se encuentran en el mismo trance.

Nada más saber que padecía un linfoma, Martínez-Simancas tomó conciencia de su soledad. “A partir de ese momento la vida ya no es igual. Te condiciona, te obliga a pasar por unas revisiones periódicas, a controles de sangre casi semanales, con el temor siempre a una posible reincidencia”, asegura.

La quimioterapia tiene consecuencias ambivalentes: arrasa con células sanas y malignas. Se lo dijo una doctora a Simancas con un toque de candor: “te ponemos malito para luego poder curarte”. Aparte de los daños y efectos secundarios, lo malo es que el “chute de quimio” le dejaba al escritor un sabor metálico en la boca. “La quimio cambia el sabor de las cosas, sobre todo del agua, que empieza a saber a metal. Ahora no puedo soportar el olor del embutido ni del jamón. Hay gente, sin embargo, que lo lleva muy bien”. Dice la verdad Martínez-Simancas cuando asevera que hasta una tortuga puede parecer ágil al lado de un paciente enganchado a ese gotero que libera un líquido naranja. La exministra de Exteriores Ana Palacio le confió al autor que después de una de esas sesiones se encontraba como si hubiera aterrizado en Marte.

Cuando a uno le diagnostican un cáncer, aparte de ese descenso al “sótano octavo”, el enfermo se tiene que armar de paciencia ante las preguntas absurdas que le plantean los amigos. Desde “¿te sientes mal?” a “¿quieres unas flores?”, las inquietudes de los allegados por el bienestar del paciente rozan el humor surrealista.

Lidón, la mujer de Martínez-Simancas, se hizo con una carpeta color lima para guardar los papeles de la enfermedad, los informes, las altas, los análisis y citaciones. Pronto la carpeta empezó a engordar y se hizo tan voluminosa que necesitó apartados y archivadores, de modo que unos documentos remitían a otros y crecían como las matrioskas. En esta historia clínica improvisada están recogidos la aparición en el cuello del primer ganglio centinela, gracias al cual se sabe la tipología del linfoma, la operación para extirpar un melanoma o el expediente en que le prescribían la realización de un autotrasplante de médula ósea. Como dice el propio afectado, a punto estaba de adquirir un ‘bono-quirófano’.

Pese a que no es el mejor lugar para hacer conocidos, en el hospital se acaban haciendo buenos amigos. El periodista conoció en el hospital La Paz de Madrid a un hombre extraordinario. Se llamaba Víctor, era octogenario, tenía leucemia y estaba muy enamorado de su esposa, una mujer con la mente desvaída por el alzhéimer. De su pensión vivían él, su mujer, su hija, el marido y dos hijas. Víctor murió y dejó como legado a Martínez-Simancas una de sus piedras, porque le gustaba coleccionar minerales. “Quería morirse y lo logró a pesar de que dejaba aquí a la mujer que más le había gustado en su vida y que, tocada por el alzhéimer, le olvidaría muy pronto por desgracia. Los girasoles no viven mucho tiempo”, escribe el autor.

También ha conocido Simancas a médicos y enfermeras dignos de un homenaje. Ha abusado de la confianza de María Alcocer, una buena doctora y amiga reencontrada al cabo de los años a quien Simancas asaetaba a preguntas sobre sus síntomas y evolución.

Estando postrado en la cama y siendo asiduo visitante de la sala de hematología, uno aprende a apreciar el valor de las pequeñas cosas. Desde la alegría por el viernes que preludia el fin de semana hasta el gusto por vestir un pijama propio y no esos trapos tan desangelados que el hospital procura a los pacientes. El testimonio de Rafael Martínez -Simancas acaba con su autotrasplante y la recepción de una “médula tierna”. Lo que acontece después está aún por escribir.

Compartir:


Cemento y olvido

octubre 19th, 2013 - ABC Madrid/ OPINION - Sin comentarios

(“ABC“/MADRID, sábado 19 de octubre 2013)

Uno empieza a creer que en la sucesión de interminables parches de Avenida de América mas que un coordinador de obras lo que hace falta es un director de orquesta. Es difícil entender que nunca terminen de arreglar aquello y lo que un día es un cambio de carriles al día siguiente es una acera cortada o unas vallas metálicas que obligan a caminar en fila india. Un director de orquesta al menos conseguiría que los ruidos fueran coordinados y no sufrieran los vecinos un agotamiento sin fin.
Avenida de América es la puerta natural de entrada de los turistas que llegan en coche desde Barajas, hace las funciones de la antigua Puerta de Alcalá. Lo primero que ven los turistas es un caos que recuerda a aquel Madrid de Gallardón donde las calles se pusieron al revés como un calcetín, todas de golpe. De aquel caos donde caían atrapados los ingenuos mal informados queda este pequeño reducto, (una aldea gala sin Astérix), de Avenida de América con una pirámide sumergida llamada “intercambiador” que no termina nunca de cambiar. Solo nos falta que saquen a los viajeros a la superficie en cápsulas como hicieron con los mineros chilenos.
Estas obras llevan camino de ganar en longevidad a las que hubo en la Puerta del Sol en tiempos de Magdalena Álvarez de ministra, y quién sabe si terminarán conectando a través de un túnel secreto con alguna localidad de China. Con menos tierra removida se han construido murallas, viaductos y puentes kilométricos. Por lo tanto pongamos un director de orquesta para que por lo menos este galimatías urbano tenga sentido y esté afinado, además de crear un premio Job para los vecinos atrapados sin ver la paz del asfalto.

Compartir:


El comando langostino

octubre 17th, 2013 - el boletín - Sin comentarios

(“EL BOLETIN“, jueves 17 de octubre 2013)

La jueza Alaya me recuerda a Carl Sagan cuando caminaba por el calendario cósmico en la serie “Cosmos”. Sagan nos enseñaba cuándo se había formado la tierra y cuántos meses y días tardó en aparecer el hombre en un laberinto complejo. A la jueza le ocurre igual: cada vez que se abre una nueva rama de la instrucción el calendario de ese gran robo institucional se complica. El calendario cósmico de Sagan se puede consultar en Internet, la instrucción de la jueza la seguimos cada día en los periódicos.
Hasta el momento la jueza iba y venía con su maleta de ruedas en la que debe ir parte del sumario. Ahora le han puesto escolta policial por culpa de la irrupción del “comando langostino”, (formado por sindicalistas liberados que acudieron a la puerta del juzgado a proferir amenazas). Una triste gracia porque ella iba y venía en taxi sin tener que dar mayores explicaciones.
Lo de la escolta se entiende pero también deberían haberle puesto un sherpa para que le lleve el troly que cada día debe pesar mas y que amenaza con pasarle factura a sus vértebras. Un guardaespaldas no está mal pero estaría mejor un porteador que le librara del dolor de espalda.
El “comando langostino” no cejará en su empeño de insultar a la jueza porque les ha reventado una manera de vivir a base de poner el cazo, eran unos expertos en pelar gambitas de Huelva con una mano y en sostener la copita de manzanilla en la otra. Con semejante troupe va a tener que lidiar hasta que acabe con el sumario, y de paso termine con ese colectivo de jetas que facturaban noches de bohemia y flamenco como si fueran cursos de formación. Llevaban tantos lustros acostumbrados al pillaje que les han reventado el momio que tenían por eterno. Cada cuál con sus responsabilidad pero el “comando langostino” se había instalado en el gratis total como hacen los señoritos rancios cuando van a la Feria. Igual que ellos creyeron que todo se podía comprar y todo se podía comer, hasta que llegó Alaya y los cogió a unos con los carrillos llenos y a otros en el local de alterne agitando el hielo en el gin-tonic. Los cogió en plena decadencia de un imperio que tenían por indestructible, el olor a gambas de sus dedos les deja en muy mala posición, por eso gritan.

Compartir:


González y Durán

octubre 16th, 2013 - el boletín - Sin comentarios

(“EL BOLETIN“, miércoles 16 de octubre 2013)

Ignacio González está satisfecho porque Rajoy se ha comprometido a revisar el modelo de financiación pero el presidente del gobierno madrileño “no se resigna” como decía su antecesora en el cargo y vigila de cerca la balanza fiscal a la que pide mas trasparencia y “menos cocina”. Montoro, creo que eso va por usted.
González ha activado un intenso plan mediático que le lleva por televisiones y desayunos informativos, de una manera nada inocente se ha convertido en la voz de los que no se piensan callar cuando se trata de abordar el reparto de dinero entre las comunidades autónomas. Ese debate le separa de Eurovegas y le da paso a primera línea de la política nacional porque se convierte en el cabecilla de una rebelión que ha prendido también en Extremadura, Castilla y León, y Galicia. La consigna pudiera ser: solidaridad sí pero privilegios no, y eso parece chocar con los cromos que trajo Alicia Sánchez Camacho y que ofreció a Rajoy como intercambio para poder “negociar” en Cataluña.
Madrid se convierte en el contrapeso de una fuerza que Rajoy tiene algo despendolada por esa costumbre de dejar que los problemas maceren a fuego lento. Hasta alguien tan moderado, (casi siempre), como Durán le ha espetado esta mañana que se puede encontrar con una declaración de independencia unilateral votada por el Parlamento catalán. Al escucharlo Rajoy ha dado un respingo en el escaño y se ha colocado la chaqueta en señal de que no le llegaba el agua al cuello.
En este momento hay dos velocidades: la que Mas le imprime a la propuesta soberanista y la que Rajoy cree que se debe dar. En medio existe un vacío legal y fiscal que es vigilado de cerca por Madrid que se ha cansado de ser la Cenicienta perpetua de todos los repartos. Pedirle agilidad a Rajoy es un atrevimiento, en todo caso habría que saber en manos de quién ha delegado la solución de este problema. No sé cómo va la agenda del presidente pero en su caso estaría haciendo hueco para comer hoy con Durán i Lleida porque lo que le ha soltado en el Congreso ha sido una carga de profundidad.
Y Montoro ya sabe: sus pasos son vigilados desde la Puerta del Sol con especial atención, no tanto por copiar su elegante manera de pisar la moqueta si no porque en Sol y calles adyacentes tienen un master en trileros y timadores con estampitas.

Compartir:


Vendo por necesidad

octubre 16th, 2013 - ABC Madrid/ OPINION - Sin comentarios

(“ABC“/MADRID, miércoles 16 de octubre 2013)

Busquemos en las viejas fotos de la Puerta del Sol, en las instantáneas de Alfonso y variarán los personajes pero siempre aparecerá un hombre anuncio de los de “compro oro”. Un indicador de la crisis que se les ha pasado a los hombres de negro son estas personas que reparten publicidad y se solapan unos a otros con las mejores ofertas. Por lógica su número ha aumentado, por lógica la necesidad también. Cuando Gallardón era alcalde los quiso prohibir pero Aguirre se opuso porque a nadie hacían mal; también hay quién dijo con sorna que le quitaran también la publicidad a los futbolistas de las camisetas.
La crisis es la que lleva a los madrileños a vender cadenas, anillos y medallas que aún teniendo un alto valor sentimental se les puede rascar unos euros al peso. Ya lo decía “El Quijote” que los duelos con pan son menos y si por despejar el cajón nos damos una pequeña alegría pues bienvenida sea. Nunca nos darán lo que pensábamos que podía valer pero en ese negocio, como en todo, el precio está sujeto a la oferta y a la demanda: cuantos mas sean los vendedores mas baja la recompensa.
No hace mucho, en los estertores de la opulencia aquella en la que vivimos hasta caer en la crisis, se instaló una máquina en el Palace para comprar lingotes de oro. Se creyó que era un buen negocio pero la tuvieron que quitar porque no funcionó. Ese hotel centenario que ha visto de todo: espías, revolucionarios, artistas, conspiraciones, golpistas y negociadores en la noche del 23-F, no contempló colas de turistas ricos llevándose oro en sus maletines, (todo lo mas que se llevaron fue turrón de Casa Mira cuando llegaba la Navidad).
El aumento por cinco de las casas de compra de oro y plata indica que de momento seguimos instalados en la penuria. Señal de recuperación será cuando cierre alguna y en su lugar abra una floristería pero esas flores aún no están plantadas.

Compartir:


Un regalo

octubre 16th, 2013 - OPINION OTR/ Europa Press - Sin comentarios

(“OTR“/EUROPA PRESS, miércoles 16 de octubre 2013)

María de Villota tenía muchas ganas de vivir, muy por encima de la media que bosteza e ignora su presente, una fuerza que surgía de haber sido superviviente a un naufragio tremendo que le costó un ojo pero que le pudo haber dejado en el sitio. María salió de las anestesias y gritó que había que aprovechar la luz para no caer en la sombra de la desesperación porque un enfermo no es mas que una persona que lucha por recuperar la salud, nunca alguien que se rinda. Tantas ganas de vivir tenía que días después de su muerte ha aparecido su libro “La vida es un regalo” que ya es un testamento a compartir con otros. Me consta de la vitalidad y de la luz de María porque compartimos el mismo cirujano plástico en La Paz, el doctor César Casado y su equipo que consiguen milagros en situaciones muy complicadas. El cráneo de María era un puzle que supieron encajar con maestría.
María de Villota se ha perdido la presentación de su libro y yo he perdido la oportunidad de conocerla porque me consta que a César Casado le hubiera gustado que coincidiéramos, no tanto porque compartiéramos la pasión por los coches, (en mi caso inexistente), si no porque la vida nos ha dado cornadas parecidas y de ellas hemos intentado salir reforzados. Tengo la rara sensación de haber sido amigo de María sin haber cruzado una palabra, a fin de cuentas la amistad la elegimos cuando y de la manera que nos da la gana. Nunca he coleccionado cromos de futbolistas, ni he tenido carpetas forradas para ir al colegio pero sí que encontré en el rostro de esta piloto a una persona en quien confiar.
El concepto de regalo lo deberíamos tener presente cada mañana que ganamos un día mas: un premio tan impresionante como un Nobel que nos es dado en razón de respirar y estar vivos. Y, también es una enorme cura de humildad. A todos los que se creen poderosos, imbatibles, dueños de su vida: banqueros, políticos de alto nivel, egoístas de oficio, les daba un paseo por la planta de oncología infantil de cualquier hospital y luego les dejaba un rato meditando entre sus juguetes.
Tenía razón María de Villota cuando sentenció que la vida es un regalo, la suya fue también ejemplo de superación y al final cruzó meta no por delante de un Ferrari si no por delante de muchos que no se han enterado de que la felicidad es pequeña pero hay que disfrutarla a lo grande, a pasitos cortos. Igual que esos parches de colores con los que retaba al mundo desde una sonrisa especial, la de una campeona.

Compartir:


Geometría bailable

octubre 15th, 2013 - COLPISA/ VOCENTO - Sin comentarios

(“COLPISA“/VOCENTO, miércoles 15 de octubre 2013

La mecha la prendió la presidenta del PP catalán la semana pasada cuando pidió un trato singular para Cataluña, por lo tanto la pirotecnia estaba mas que justificada entre los barones del PP que entraron en la reunión de Génova echando chispas como los dragones que desfilan cuando llega el fin de año del calendario chino. Encendidos era poco, algunos como el presidente madrileño entraron en plena fase de ebullición, echando lava volcánica y de tinta por los cuatro costados. También el presidente extremeño que recordaba el valor de la solidaridad territorial y así hasta completar una larga fila de dirigentes dolidos por lo mucho que aportan y lo poco que ellos estiman recibir. Montoro tuvo que hacer de bombero en la sala y Rajoy prometer un imposible: contentar a los presentes.
Lo que le pedían los barones a su presidente es que tomara una decisión, sencillamente que hiciera política tal y como le han reclamado estos días tanto Aznar como Piqué. Rajoy, tan dado a macerar los problemas hasta que florecen amapolas salvajes, tenía que dar contento a todo el mundo y eso en época de escasez es una utopía inalcanzable. Lo que hace Rajoy es dar una patada hacia adelante al problema y que el balón ruede pero de momento no hay mayor compromiso que el de tratar de mejorar algo que está cojo y camina de manera inestable. A finales de diciembre tendrá que tomar, (esta vez sí), una decisión política y habrá heridos por desagravio comparativo. De aquí a entonces Alicia Sánchez Camacho volverá a reclamar lo que estima en justicia y el presidente madrileño recordará que Zapatero asfixiaba a la región pero Montoro le tiene puesta la pierna encima. Que el acuerdo sea un bálsamo de felicidad es algo metafísicamente incierto; si lo consigue habría que darle el año que viene el Nobel de Economía. Antes veríamos entrar al famoso camello por el ojo de una aguja.
Como todo tsunami el descontento por el reparto de fondos territoriales ha deteriorado las relaciones de Rajoy con Ignacio González en quién ha encontrado a un contumaz opositor que no se calla como era costumbre de su predecesora, Esperanza Aguirre. González convertido en la réplica de Sánchez Camacho puede ser una “mosca testicular” en las reuniones de Génova, la gota que colme el vaso de la paciencia de Rajoy. Sin Eurovegas a la vista y sin permiso para fumar la grieta de la lealtad puede tomar un tamaño considerable.
De momento el presidente dice que no hay pacto y que no tiene cromos que cambiar con Cataluña. La prueba del nueve es dejar que pasen estos meses y veremos cómo se lo toman los barones regionales del PP que han reorientado sus catalejos hacia Moncloa y desde su puesto de observación no van a dejar pasar ni media. En ese tiempo llegarán señales de Cataluña y asistiremos a ese baile que Zapatero bautizó como “geometría variable”. Igual dijo “bailable” porque siempre algún pie se termina pisando.

Compartir:


Tarifa Botella

octubre 15th, 2013 - ABC Madrid/ OPINION - Sin comentarios

(“ABC“/MADRID, lunes 15 de octubre 2013)

El gen liberal del que presumía la alcaldesa de Madrid ha debido sufrir alguna mutación de origen desconocido, y si hace unos días era prioritario el carnet de músico callejero mas tarde vino la normativa contra las “macetas suicidas” en los balcones, los que hacen malabarismos en los semáforos, los que piden por vicio y los que limpian cristales, (“contra los que los ensucian no dice nada”, añadía burlón Ángel Pérez, de IU, en el último pleno).
Ahora toca regular el precio del taxi hasta el aeropuerto que se sitúa en 30 euros y se menosprecia la capacidad del taxista por hacer una carrera mas larga o la habilidad del pasajero para lograr un pacto de mejor precio. Considere tanto conductor como usuario que en el asiento del copiloto se sienta un enviado de la alcaldesa que vigila la correcta aplicación de la normativa. ¿Treinta euros revisables o para toda la vida?, en ese caso dentro de unos años podría ser mas barato el taxi a Barajas que el metro. Imaginemos que el acuerdo se hubiera cerrado en la época en la que se pagaba en reales.
Pero no nos quedemos ahí: ¿por qué no una tarifa cerrada a los que van a los museos?, ¿y una tarifa por pasar delante del Ayuntamiento cuando está iluminado? Si nos ponemos a cerrar precios también uno cuando uno sale del Calderón y ha ganado el Atleti, y otro cuando ha perdido. Porque no es lo mismo subirse en un taxi cuando se han cortado dos orejas en Las Ventas que cuando ha sido una tarde “inmejorable”, (de las que no se pueden mejorar).
Habrá que esperar el informe de los expertos sobre los que se ha basado la señora Botella para llegar a la tarifa definitiva, “al tarifón” que se nos viene encima, ¿eso da derecho a elegir entre tertulia o música? No son pocas las dudas que levanta la Tarifa Botella.

Compartir: