diciembre 11th, 2013 - OPINION OTR/ Europa Press - Sin comentarios
(“OTR“/ EUROPA PRESS, miércoles 11 de diciembre 2013)
Rajoy tuvo una “niña” que sacó a relucir en un debate contra Zapatero, (nunca más se supo de ella, será q saca malas notas). Pero mucho antes de que conociéramos a la “niña” de Rajoy existió el Niño de Esperanza Aguirre. Cada año al llegar a estas fechas en la Puerta del Sol, sede de la Comunidad de Madrid, se montaba el Belén en su sentido mas literal. Las anécdotas se sucedían, a los cronistas nos divertían mucho pero al belenista que le tocaba instalar la recreación de la pequeña Judea no tanto. En los últimos años dejó de asistir a la inauguración del Belén porque siempre le caía un chorreo al pobre señor.
Otros dirigentes se habrían conformado con hacerse la foto de rigor pasando revista a las tropas de cerámica y a los patos del río, pero Aguirre sacaba su carácter de presidenta y hasta Herodes se agachaba en el castillo para que no le viera. En una ocasión le pareció que los Reyes Magos estaban demasiado cerca del nacimiento, hubo que retirarlos para que fueran “caminando” día a día hasta llegar a su destino marcado por la estrella fugaz. También las tuvo tiesas con el belenista porque los pastores iban demasiado abrigados en una zona cálida, y otro año era el Niño que ocupaba demasiado espacio, quedaba como un pequeño Godzila en pañales.
Pero nada, nada, comparable como aquella ocasión en la que Esperanza Aguirre se quedó pensando y dijo: aquí falta algo, ¡pero por favor… si no está la figura principal que siempre aparece junto al río!, ¡que la pongan inmediatamente! El sufrido belenista acudió al frasquito de sales mientras se preguntaba cómo era posible que en un Belén de cien metros cuadrados la presidenta hubiera echado a faltar a “esa” figura. Y mira que había detallitos dónde fijarse. Aquello quedó en anécdota, otra mas, pero lo mejor fue al día siguiente cuando Aguirre entró en el patio y exclamó: “¿Pero a quién se le ha ocurrido poner ese pedazo de bandera?, (en efecto, una bandera enorme cubría el faldón del perímetro). Un colaborador de la presidenta dijo de manera tímida: “ayer dijo usted que faltaba la bandera”. Y aquí la respuesta con tono cheli de Esperanza Aguirre: “¡qué bandera, qué bandera, yo dije que faltaba la lavandera, joder!”. De nuevo el belenista sacó el frasquito pero esta vez no era de sales, era de ron, lógico.
Este cuento de Navidad es cierto, no un sucedido como el de la cerillera. Hay quienes aseguran que otro año pidió que retiraran al Niño porque tenía unas cejas que parecía Gallardón… pero eso a falta de comprobar no deja de ser una leyenda urbana, una de esas cosas que se cuentan en Navidad.
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diciembre 10th, 2013 - ABC Madrid/ OPINION - Sin comentarios
(“ABC“/MADRID, martes 10 de diciembre, 2013)
Cuentan los que estuvieron este fin de semana en el centro de Madrid que había tal mogollón en la Plaza Mayor que ni Chencho se pudo perder de la mano del abuelo, y que acabaron en Preciados no por iniciativa propia si no arrastrados por la turbamulta que los desplazó. Desde que en los estudios de Samuel Bronston se rodó “La Caída del Imperio Romano” no se recordaba tal acumulación de extras; cambiemos romanos con lanza por gente con bolsas navideñas y se entenderá mejor esta migración que atascó la salida del metro hasta que la Policía borró la parada de Sol del mapa.
Fueron tres días seguidos de gente en tropel llenado las calles de colorido, ambiente navideño y algún que otro pisotón porque cuando mas de dos personas se tropiezan en la misma esquina alguna se lleva un cabezazo o un pisotón, (habitualmente suele ser quién esté peor de los juanetes de tal manera que al llegar a casa puedan decir que está “matado de los pies”, expresión bastante vulgar que describe un sentimiento de derrota). Los tres días fueron vividos con una intensidad apabullante como si no hubiera un mañana, como si la Puerta del Sol tuviera un imán que atrajera las mentes, como si hubiera la necesidad de vivir al límite la experiencia imposible de cruzar Arenal de lado a lado.
Una exageración, sin duda. Hasta dicen que el oso se tuvo que subir al madroño para no ser arrastrado y acabar calle Alcalá arriba. Por estas razones no se perdió Chencho como en la película aunque al abuelo le dio un subidón de coronarias que le llevó a tomarse la pastilla en un bar donde pidió un bocata de calamares pero ya no quedaban. De hecho no había cefalópodos en el Cantábrico para cubrir la demanda de calamares que hubo este puente en Madrid. Gran éxito de convocatoria, eso sí de “relaxing” nada de nada, imposible.
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diciembre 10th, 2013 - COLPISA/ VOCENTO - Sin comentarios
(“COLPISA“/VOCENTO, martes 10 de diciembre 2013)
En un discurso Azaña barruntaba un desastre social que tristemente luego se confirmaría, para el presidente de la II República “entre nosotros y la tribu no hay nada”. Ellos eran los diputados y la tribu el pueblo que estaba a kilómetros de distancia de las preocupaciones de sus señorías. Algo parecido reivindica Albert Rivera, un acercamiento a la política que venga precedido de un plan pedagógico, los políticos no vienen de Urano aunque la media los contemple como una casta extraña que solo habla para ellos en los periódicos y que están a años luz de la realidad cotidiana. Para encontrar al último presidente que iba a trabajar en transporte público nos tenemos que remontar a Leguina que en Madrid usaba el metro, ¡menuda excentricidad mezclarse con la plebe!
Entre los planes de futuro de TVE se contempla transmitir valores cívicos democráticos a través de Clan que es un canal dedicado a niños de hasta doce años. Aleccionar con dibujos animados siempre tuvo mucho peligro, en Polonia prohibieron los Teletubbies por considerarlos propagandistas de la homosexualidad, bien es verdad que antes el pastor evangelista estadounidense Jerry Falwell había señalado a Tinky Winky como “loca con bolso”. El asunto se puso serio cuando un oficial polaco encargó un informe sicológico sobre los Teletubbies. Tampoco faltaron quienes para liarla del todo compararon a los hermanos Kaczynski con personajes de la serie.
Aquí podrían transmitirse valores democráticos modificando los guiones de Bob Esponja, o de Dora “La Exploradora”. Un cuñado de Bob infiltrado en UGT-A entre rebujito y langostinos, Calamardo tomando café con el juez del caso Nóos, el señor Cangrejo metido en la puja por el aeropuerto de Ciudad Real, Gary “el caracol” tras la pista de los números de Lotería que juega Carlos Fabra, y Dora instalada en el bar del Congreso que es dónde los cubatas salen mas baratos. De esa manera los niños se podrían hacer una idea del mundo adulto y no se llevarían esos soponcios que tantos problemas causan en la adolescencia. Mezclar los personajes animados con los protagonistas de la actualidad podría ser un éxito, (o también el más clamoroso de los fracasos). A los niños no se les puede engañar porque distinguen perfectamente al héroe del villano, Urdangarin aunque se oculte en el fondo del mar no varía su condición porque los corruptos en remojo, a diferencia de los garbanzos, no mejoran su condición. Bárcenas en dibujo animado no sería apto para horario infantil, se quedaría en secundario de Maki Navaja “el último chorisso”.
A esos niños les quedaría conocer el destino de Bob Esponja y no sería otro que la presidencia del Gobierno. Ya se encargarán los guionistas de la serie de poner en la presidencia al personaje mas querido. Y en la vicepresidencia a la abeja Maya, por ejemplo. Va a ser como el NODO pero con notables valores democráticos, ya verán qué divertido.
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diciembre 8th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios
(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 8 de diciembre 2013)
A pesar de que Benedicto XVI dijo hace un par de años que en el pesebre no hubo mula ni buey seguimos comprando mulas y bueyes, ¡a fin de cuentas quién es un Papa, experto en Teología, para decirnos qué figuritas ponemos en nuestra casa! Y por comprar lo típico de la Navidad se atasca el centro de tal manera que todos los niños se convierten en Chencho, candidatos a perderse entre los puestos de la Plaza Mayor. Y los abuelos de los nervios porque como decía la greguería de Ramón: cada vez que anuncian por megafonía que se ha perdido un niño pienso que ese niño soy yo.
El Belén es una recreación doméstica que no respeta ni la Historia, ni el Arte, ni las proporciones debidas; por eso Herodes no cabe en el castillo y cae la nieve en un sitio tan cálido donde los peces no es que beban, ¡es que vuelven a beber! Eso dice la leyenda de las panderetas que se remonta a la noche de los tiempos y permite cantar hasta los que tienen un oído enfrente del otro. No es necesario buscarle lógica: por mucho que lo reflexiones Holanda no se ve desde Judea, se trata de otro absurdo de los villancicos.
Pero tampoco hace falta ponerse muy estrictos porque los nacimientos se ponen siempre en función de lo que quieren los niños, soberanos inocentes. No seamos ahora muy exquisitos porque salvando a los grandes belenistas los demás tiramos a trapaceros de montañas de cartón y ríos de papel de plata. Algún día Montoro nos cobrará el IBI del portal en función de los centímetros cuadrados y del número de pastorcillos que acuden a la convocatoria. Y De Guindos preguntará qué tipo de contrato tienen las lavanderas, si están dadas de alta en la Seguridad Social como empleadas fijas discontinuas. Tampoco descarten si el nacimiento es completamente español que el sindicato de pastorcillos se ponga en huelga entre el 24 de diciembre y el 7 de enero y solo quede un “caganet” de servicios mínimos.
Bien pensado montar un Belén en condiciones es harto complejo y no está exento de contradicciones, igual que nuestra biografía. Nadie sabe por qué San José cada año está mas alto, tampoco es pequeño misterio que el ángel de la anunciación no aparezca escayolado con los trompazos que se pega al caer desde el tejado. Y no digo nada de los Magos con sus pajes vestidos por el sastre ibicenco de los Locomía.
Es tal despropósito que si el personal reflexionara dejaría de atascar el centro en Navidad pero las luces callejeras nos atraen como mosquitos deslumbrados por los faros de un Pegaso. Es parte del mal del turrón que convierte el placer en lorzas y sobrepeso. Si solo fuera la mula y el buey lo que sobra para celebrar la Navidad lo podríamos dar por bueno.
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diciembre 7th, 2013 - el boletín - Sin comentarios
(“El Boletin“, jueves 5 de diciembre 2013)
Empecemos por lo importante: un abrazo a Pedrerol y a la gran familia que le acompaña. Ver al director de “Punto Pelota” hacer declaraciones en la calle porque no le dejaban pasar al estudio duele tanto como ver a otros periodistas de Canal Nou saliendo del negro al que fueron enviados hace una semana. La realidad es que los tiempos están cambiando, (para todos), y que el Periodismo se va a hacer puñetas. Sin entrar en corporativismo podemos extender este comentario a otros oficios dónde el trabajador sabe que hoy está pero nadie le garantiza que mañana le hayan desactivado la tarjeta de la empresa. En nombre de la reforma laboral se cometen no pocos atropellos.
Pedrerol es el último de ese drama empresarial que es Intereconomía donde no se pagan nóminas desde hace meses pero que continúa abierta y proyecta nuevos espacios, entre ellos uno con Jesús Quintero, tal y como presumía en Twitter otro de los nuevos fichajes de la cadena. Aunque parezca una locura Intereconomía no paga a unos pero ficha a otros, (demencial sarcasmo). Detrás de las caras conocidas hay un montón de seres anónimos que reclaman su soldada porque para eso han trabajado en la cadena de Julio Ariza, el empresario que no está según cuenta Pedrerol.
Dirán que cuando los medios de comunicación están en llamas escribimos que Roma se quema cuando la gran urbe es mucho mas que un periódico, o que una televisión. Y dirán que sólo escribimos de nuestros amigos cuando habría que hacer un homenaje cada día al parado anónimo que echan a la calle habiendo cumplido con su trabajo. Puede ser que padezcamos el síndrome de Estocolmo cuando se trata de hablar de nuestro oficio pero es que no conocemos otro, y ver a Pedrerol tirado en una acera no puede gustar a nadie empezando por la libertad que es la primera en sufrir las consecuencias del cierre de un medio, o la clausura abrupta de un programa con audiencia.
Si le pedimos larga vida al rock and roll deberíamos exigir con mas razón una larga vida al Periodismo que siempre ha sido contar el relato de lo que sucede para que otros tengan esa información; así de simple. El poder será mas incontrolable a medida que desaparezcan voces críticas; y en eso están. Noticia siempre fue contar lo que otro pagaría porque no se conociera.
Pedrerol sale por la puerta de atrás pero no le faltarán otras que se abran puesto que ha demostrado ser un buen espartano. Algún día también pasará la crisis de los medios pero miedo me da pensar en cómo quedará el solar, quienes estarán en pie y al servicio de qué intereses estarán esos medios. No es por corporativismo, insisto, es sólo preguntarse quién informará a la sociedad y en qué medida habremos perdido independencia, libertad y condición de ciudadano. Y Punto Pelota.
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diciembre 4th, 2013 - el boletín - Sin comentarios
(“EL BOLETIN“, miércoles 4 de diciembre 2013)
No puede morirse alguien tan lleno de vida, debería estar prohibido que personas como Fernando Argenta dejaran este mundo sin llegar a la condición de anciantos venerables. No he conocido a nadie tan apasionado por la radio, la música y la conversación como él. Recuerdo una tarde magnífica en su casa cuando me enseñó la guitarra eléctrica de sus años de popero español con “Mickey y los Tonys”.
Fernando Argenta era además un guasón sin fronteras que a todo le sacaba punta y con el que podías estar charlando años y siglos. Su labor al frente de “Clásicos Populares”, en RNE, ha sido de lo mejor que ha dado la radio española. Parecía imposible acercar a los clásicos y lo consiguió de manera notable, aún recuerdo la hilarante sección de “Si lo llego a saber compone su padre” que dedicaba a los autores que fracasaron, y también aquella otra de “Vida erótica de Félix Mendelssohn” que además de componer le daba a la muy bien a la batuta en su doble sentido.
Su paso por TVE con el “Conciertazo” le dio la fama pero también le quitó intimidad porque la gente le reconocía por la calle, y él era de los que creía que a los de la radio no se les debería poner cara nunca. En la tele dio unos registros de showman que fueron muy divertidos, como siempre volcado en la divulgación de la cultura musical, algo que en España es tan escaso como la honradez, la inocencia o la verdad. Si hacía falta se ponía una peluca, o disfrazaba a un grupo de niños, cualquier cosa con tal de disfrutar de los clásicos al alcance de la mano.
Siempre a su bola, siempre sacándole partido a la vida, Fernando Argenta se ha muerto porque habrá pensado que todo tiene un final, ocurre hasta en los mejores pentagramas. Ahora que no nos escucha no entiendo por qué no siguió colaborando en otras emisoras de radio cuando en la pública le dieron carta de jubilado, igual sería porque no encontró tiempo. De hecho no he conocido a nadie tan feliz como era Fernando Argenta; sin duda tendría preocupaciones como todo el mundo pero entre sus discos y sus recuerdos construyó un mundo particular digno de ser continuado.
Siempre fue un tipo genial, espero que en el cielo se encuentre con los músicos que tanto amó, entre ellos su padre Ataulfo Argenta. No somos un país de homenajes, mas bien de puñaladas en los ijares, y la memoria es frágil cuando se trata de recordar a los radiofonistas. En gloria esté Fernando, la misma que deja en la tierra dónde le recordamos con cariño hasta los que no distinguimos la clave de sol de una navaja suiza.
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diciembre 4th, 2013 - OPINION OTR/ Europa Press - Sin comentarios
(“OTR“/EUROPA PRESS, miércoles 4 de diciembre 2013)
Hasta la fecha los libros de memorias se escribían para descargar la conciencia de su autor y enlazar algunos cabos sueltos; era literatura de jacuzzi, agradable, benévola, para disfrutar entre chapoteos con el ombligo a remojo. Entre una autobiografía de político y el reportaje de una boda en “Hola” existían pocas diferencias, pero ese concepto de jabón viene y jabón va cambió. Las biografías que escriben los políticos, (o que en algunos casos les ayudan a escribir), son ajustes de cuentas cargados de minas que se colocan para que le estallen al aludido cuando pasa la mano por la página. Hay biografías en las que se reparte mas cera que en una película de Chaki Chán.
Pedro Solbes se desquita de Zapatero llamándole “tróspido” intelectual y peor gestor de la cosa pública. No lo hizo en su día para que la sangre no saliera por debajo de la puerta de La Moncloa como si fuera una reedición de lo que pasó en la sala de los abencerrajes de La Alhambra cuando decapitaron a treinta y seis miembros de aquella dinastía. Pero tampoco se iba a quedar con las ganas y le sacude en “Recuerdos” lo que siendo ministro no hizo por el debido respeto al presidente. Zapatero, por su parte, firma el acuse de recibo pero prefiere no entrar al trapo, lo que no impide que Miguel Sebastián y David Taguas se hayan quitado la chaqueta para participar en la bronca. En Twitter el que fuera responsable de la Oficina Económica de Moncloa le ha dicho de todo. La siguiente fase consistirá en decirle que le espera en la calle.
El género de memorias con recado también lo cultiva el ex presidente Aznar que aprovecha para repartirle mandobles a Rajoy en cada libro, Rajoy ya escamado no acudió a la presentación del último libro porque no quería que le diera Aznar collejas en público como hacía Mariví Bilbao con el personaje que no reciclaba vidrio. Lo peor es que las editoriales lo dan por bueno porque lo tienen por parte del espectáculo, así animan las ventas. No es descartable que en el futuro los libros de memorias los presenten dos autores a la vez, espalda contra espalda, caminando veinte pasos antes de darse la vuelta, (y naturalmente disparar hasta que solo uno de ellos quede en pie).
Se impone la venganza como subdivisión de género literario. Puede que se pierda profundidad y análisis en el texto pero en cambio ganan en espectáculo mediático. Puede que pocos recuerden el texto pero nadie olvidará las zancadillas que se reparten entre antiguos conmilitones. Es el circo romano pasado a letra de molde, uno lee con curiosidad malsana para saber si al final del libro queda alguien vivo.
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diciembre 3rd, 2013 - COLPISA/ VOCENTO - Sin comentarios
(“Las Provincias”/VOCENTO, martes 3 de diciembre 2013)
Entre el silencio de Cándido Méndez y la locuacidad del dimitido Fernández Sevilla se escribe la parábola del buen sindicalista: el que esté libre de pecado que arroje la primera gamba. Sin entrar en mayores debates teológicos cada cual establece dónde tiene su alma y dónde su interés gastronómico, pero utilizar el sindicato como excusa para colar facturas falsas es tan lamentable como parece, y tardar en dar explicaciones es peor.
El sindicalismo de Fernández Sevilla es la prolongación del señorito cacique por otros medios, bajo la apariencia de crítica con el poder establecido y la defensa de los trabajadores lo que ha habido es un contubernio con la Junta de Andalucía a la que se le colaban facturas falsas porque se tenían por impunes. El esperpento es tal que de haber seguido al frente de UGT-A se podría haber dado el caso de una mutación genética que diera como resultado al sindicalista traga-gambas como nueva especie de la evolución humana. Y hasta podría haber sido divertido que en su dieta sólo incluyera marisco si no fuera porque se le robó al trabajador de sus cuotas para organizar unas jornadas gastronómicas que eran la cumbre del taconeo y el rebujito, el despiporre avalado con la firma de la Junta. Trincar de las cuotas sindicales es altamente infame y más hacerlo sin atisbo de arrepentimiento, mostrando una falsa apariencia de líder de izquierdas que denuncia corrupción en la arrogante derechona instalada en el púlpito de la patronal.
Si continuamos con la parábola del buen sindicalista parece que Cándido Méndez se toma un tiempo largo antes de reflexionar en los sucesos acaecidos en UGT-A, es decir que el secretario general es de “digestión lenta” de los procesos internos que deberían tener otra manera de ser resueltos, salvo que espere a que la jueza Alaya se lo solvente por la vía judicial. Méndez parece un pollo asustado en corral ajeno pero todo lo que ocurre ha sido bajo su mandato, bajo sus órdenes y bajo su barba. No tiene vía de escapatoria, cree que ganando días va a solucionar el problema pero a cada nueva información otro disgusto para el secretario general.
El daño al movimiento sindical, al orgullo de los trabajadores, a la imagen de la izquierda que representa UGT no tiene precedentes; están por ver las consecuencias en forma de descrédito y de bajas en militancia. No admitir el daño pronto siempre ha tenido como consecuencia la huida hacia adelante que suele acabar mal. Por su parte a Fernández Sevilla, dimitido pero al que se le deben exigir explicaciones, le espera una próspera carrera de jurado en “Máster Chef” o como organizador de fiestas. Una vez jubilado el célebre Rodolfo Langostino que trabajaba para Pescanova le queda terreno libre como principal impulsor de la gambita roja de Huelva. Si se libra de la quema logrará por otras vías el lujo que tanto ansió cuando presumía de sindicalista ejemplar.
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diciembre 1st, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios
(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 1 de diciembre 2013)
Pensar es ofender, sin duda, y cuánto mas piense el ciudadano mayor será su insolencia. La Ley de Seguridad Ciudadana se dirige contra todo aquel que tenga la osadía de tocarle las narices al poder, en especial el ultraje al concepto de España. Se adentra la Ley en el peligroso terreno de la ética y del pensamiento que nunca han delinquido. Pudiera parecer que somos un pueblo bárbaro ingobernable al que hay que crujirle a multas pero todo lo contrario, es asombroso nuestra capacidad de aguante y mas cuando otros se apropian del concepto España con impunidad absoluta.
La Historia nos dice que siempre fue así, en lugar de buscar un estado laico con la división de poderes que ya tenían en Francia elegimos tirar del coche de caballos en el que regresaba el gran felón de Fernando VII y gritar algo que nos define muy bien: “¡vivan las caenas!”. De otra forma no se entiende nuestro XIX, ni cómo permanecimos al margen de cualquier atisbo de modernidad encerrados en un falso culto por la patria que no era otra cosa que un canto a la esclavitud y a los señoritos del pueblo; Delibes tiene completa vigencia hoy, existen los nuevos “santos inocentes”.
Si no fuéramos tan dóciles las ofensas a España que vivimos de manera constante nos hubieran hecho sacar a la fiera que llevamos dentro pero es gato doméstico. Ofenden a España los negocios de una infanta mucho mas que cien pancartas; ofenden los banqueros que engañaron a los ancianitos con preferentes, y los sindicalistas que facturaban como cursos de formación unas mariscadas de bandejas repletas que eran un homenaje a la gula y a la lujuria. Ofenden quienes congelan el sueldo a sus trabajadores porque tocan vacas flacas pero no se lo subieron cuando todo fueron beneficios, y los que cobraron comisiones por la visita del Papa a Valencia, y los alcaldes que recalifican y caen en delito urbanístico. Ofenden a España los gobernantes que confunden lo público con su bolsillo, los eurodiputados en primera, los diputados que salen a la carrera del Congreso porque comienza un puente. Ofenden a España los empresarios que han llevado al cierre a marcas tradicionalmente españolas por su mala gestión, y los que siendo presidentes autonómicos pudieron construirse un palacio millonario en Palma de Mallorca. Ofenden los duques de Salsa que facturaban sus merengues pachangueros al erario público, y los políticos que buscan la confrontación lingüística.
Pero lejos de darnos por ofendidos lo que hacemos es guardar silencio. Somos buena gente la verdad, pudiendo montar un Motín de Esquilache cada semana lo que hacemos es quejarnos en el ascensor. Demasiado poco para lo que hay que aguantar.
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noviembre 28th, 2013 - el boletín - Sin comentarios
(“EL BOLETIN“, jueves 28 de noviembre 2013)
Zapatero ha narrado su vida de presidente en un libro de memorias con el que no debe estar muy contento porque cada vez que hace una entrevista promocional la nieve cae de manera mansa sobre sus hombros. Es posible que no haya escritor que promocione su producto con menos entusiasmo que Zapatero aunque también es verdad que su vida en La Moncloa no ha debido ser una cosa de grandes carcajadas porque sobre la vertical de su cabeza se instaló la espada llamada “crisis” que él se negó a reconocer hasta que la espada se le hundió en todo el ego. Y fin de la cita.
Zapatero escritor es bastante penoso, no por lo que escribe que bien repasado está por parte de la editorial, si no porque no sabe vender el producto y provoca un rechazo nada mas empezar a responder preguntas. En lo que respecta al marketing tiene mucho que aprender de Belén Esteban que es número uno en ventas en España, lo cuál dice muy poco de los españoles que presumen de seguir a Punset y de ver los reportajes de La 2, (y al final ¡toma Esteban!). Zapatero es el payaso triste que sale con el acordeón a darnos el coñazo cuando todos estamos esperando a que vuelva la trapecista de muslos dorados para creer en un mundo mejor.
Esta mañana el ex presidente estuvo en la SER y allí aburrió a las ovejas que pastan en el EGM. Era tan cansina su prosodia, tan apagada su voz, tan sin discurso sus palabras que echabas de menos el anuncio de Rebeca de tiendas Aurgi. Prefiero que leerme las instrucciones de un paquete de bujías antes que adentrarme en las paradojas de este señor de León que vino al PSOE en horas bajas y que se marchó dejándolo unos zorros. De eso no habla, le interesa mas subrayar el complejo freudiano que tuvo con Ángela Merkel que lo trataba como a un niño pequeño.
Son las memorias del Prozac, las podría haber escrito con mas entusiasmo pero eligió ser escritor de melancolías agudas. Recuerda a la poesía de César Vallejo: perdonen la tristeza que en su caso sería perdonen el segundo mandato y perdonen que por mi culpa ganara Rajoy. Si al menos en las últimas páginas hubiera escrito mil veces: “Ángela Merkel es buena” el libro habría tenido un sentido. Pues no, el efecto disuasorio que diría Fernández Díaz, duque de la Valla, es demoledor.
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