Entradas etiquetadas como ‘opinion’


El consejero desaconsejado

marzo 14th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado señor Fisas… consejero de Cultura y Deporte: le han colado un gol por toda la escuadra, un tiro oblicuo y con efecto contrario. No está bonito contratar ilegales para que le hagan limpieza en el Palacio de Deportes, que una cosa es el espíritu olímpico que a todos nos envuelve y otra pasar «olímpicamente» de la normativa laboral vigente. Dice usted que no los volverá a contratar, claro, entre otras cosas porque los expulsarán por tener menos papeles que una liebre. Y luego dirán que el Gobierno de Zapatero persigue a la Comunidad de Madrid con saña cuando la verdad es que a veces se lo ponen a huevo.
El asunto es un poco de los hermanos Marx: la parte contratante de la primera parte hace lo propio con un empresario (segunda parte contratante) que a su vez contrata a unos trabajadores sin papeles (tercera parte contratante). Se crea así una cadena laboral que afecta a todos los firmantes y los convierte en pasajeros de una misma metedura de pata. Groucho Marx lo diría más deprisa y fumándose un puro; la policía lo ha hecho más lento y comprobando pasaportes: el resultado es el mismo. Dicho en lenguaje más académico, es el llamado efecto mariposa de la política regional: cuando un empresario ligado con la administración, aunque sea por contrato puntual de obra, pone a barrer a un ilegal el ligero polvillo que levanta éste se convierte en huracán cuando llega al despacho del consejero.

Ahora ya conocemos los orígenes de ese ventarrón que azotó los cristales de su despacho, y sólo los suyos, en una tarde de calma en la calle Alcalá. O mucho me equivoco o le va a tocar dar explicaciones en la Asamblea de Vallecas acerca de este malentendido pegajoso, turbio, incómodo e inoportuno. Además, la empresa contratada no era la primera vez que trabajaba con la Consejería, por lo tanto habrá que explicar los orígenes de esa bonita amistad.No vale pedir excusas como un caballero que acaba de manchar el traje de una dama con su gin-tonic, tal y como pasa en las películas inglesas.

Si esta Semana Santa vemos penitentes con una escoba en lugar de con una cruz al hombro, sabremos que los ha enviado usted a expiar sus pecados: serán los que le aconsejaron la empresa de limpieza. A partir de ahora seguro que usted exigirá papeles en regla, certificado de buena gente, uñas limpias, radiografía del alma, ADN en condiciones, garantía de caries y prueba de orina (hecha in situ para que no le engañen con el sexo).

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¿Quién tiene mi porciento?

marzo 13th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

DESPUÉS de que CiU retirase la querella contra Maragall y que el PP hiciera tres cuartos de lo mismo con la moción de censura, el ciudadano de a pie (conocido como “paganini” por su afición a apoquinar impuestos) se pregunta si todo no habrá sido un tejemaneje entre iguales. Aquí nadie aclara quién ni cómo se ha llevado el tres por ciento de las obras públicas, pero la clase política salva los muebles de la inundación antes de que lleguen las nubes. “¡Tongo!” se ha escuchado desde una de las esquinas de España, país invertebrado para todo menos para poner la mano. La verdad es que el asunto mosquea, aquí huele a Rinconete y Cortadillo en su versión de Trinconcete y Raspadillo agencia de colocación de marrones y cobro de porcentajes. Por debajo de la economía real circula una sumergida que proporciona pingües beneficios. Lo que han descubierto en Marbella es otro agujero negro pero lleno de petróleo, dólares, piratas y cobradores de maletín. Un nuevo caso digno de Torrente si no fuera porque las detenciones son reales y los implicados muy conocidos en la sociedad de la Costa del Sol. Aquí nos encontramos de nuevo con otro arcano: en Marbella se ha vivido durante años con un nivel de renta ficticio que proporcionaban los ingresos de cualquier índole. Gil, que para sus asuntos tenía cierto sentido del humor, podía haber montado un parque temático de la “cosa nostra”. Según parece los había de toda clase y jaez: calabresa, rusa, centroeuropea, árabe, asiática y nacional. Todos ellos se cruzaban en sus potentes coches con su correspondiente rubia de bote y pagaban al contado en una catarata de lujo interminable, gastaban incluso cuando no tenían necesidad. El ciudadano atado a la nómina y cogido por los perendengues de Hacienda sospecha que hay otra vida mejor que ésta y que no necesariamente tiene que morir para conocerla. Es la vida al margen de la legalidad de los comisionistas, los mafiosos y los que trincan sin pudor alguno aquello que no es suyo. Y lo peor de todo es la sensación de que nunca sabremos qué parte del producto nacional bruto la forma ese dinero oscuro. Por el bien de la confianza en la clase política y en el respeto que nos debemos todos deberían aclararse las sospechas. Lo peor que podría pasar es que en el Carmel echaran cemento sin dar explicaciones y sobre las comisiones pusieran consenso sin más palabras. Era Sabina el que cantaba “¿quién me ha robado el mes de abril?”, poco hurto parece según están las cosas, más bien parece que nos han levantado varias hojas del calendario. El mamoneo nacional es la corruptela del baratillo, lo que circula sin que lo veamos, la mano que entorpece la cuna.

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Madrid en la memoria

marzo 11th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Me gusta la ciudad de los vivos y detesto la que hace espectáculo con los muertos. Antes que reformar la Constitución, no estaría de más plantearse una reforma del calendario para eludir pasar por el 11-M, que es fecha de infausto recuerdo. Aquel día del que hace un año la muerte llegó a Madrid muy barata, por el precio de un billete de tren, se segó la biografía de cientos de madrileños? y se mutiló la ilusión de muchos miles más.

Todavía los hay que dependen de ansiolíticos para descansar, los que tienen que buscar ayuda psicológica, los que han perdido toda esperanza. A ellos me refiero. Por ellos no hay derecho a convertir el aniversario en feria mediática de la sangre.

Duele marzo, aunque tímidamente salga el sol y las temperaturas se recuperen. Duele porque todavía las heridas no han cicatrizado y porque los políticos no se ponen de acuerdo.

Madrid en la memoria es una postal de unas vías por las que nunca llegará ese tren en el que íbamos todos. El hueco es un vacío en el estómago, mariposas negras que chocan contra sus paredes.

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Cuestión de piel

marzo 11th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimados padres de familia: la Comunidad de Madrid, previa consulta a las más altas magistraturas, se ha puesto de su parte en el conflicto del piercing de sus hijos: «¡Niño que no y se acabó!».Al menos mientras sean menores de edad y dependan de la custodia familiar. El asunto había llegado tan lejos que algunos chicos se gastaban más en ferretería que en ropa, horadándose las partes blandas de su anatomía hasta el límite de un faquir. No quiero extenderme en la descripción del proceso, pero en las escrituras sagradas con menos ya te hacían mártir, no era necesario llegar a tanto: agujas que abren surcos, marcas a fuego, hierros incandescentes, bisturís afilados. Eso se acabó mientras el niño sea niño; cuando cumpla la mayoría de edad es libre para dejar de ser adulto y convertirse en caja de herramientas. Hasta los gusanos se transforman en algo más agradable.
Todas las edades han tenido un punto rebelde, lo que pasa es que cada generación tiene que adoptar una seña de identidad que la distinga de las anteriores. Se trata de un proceso iniciático hacia la madurez de forma inconsciente; los que hayan visto muchas películas de sioux lo entenderán a la primera: consiste en pintarse colores de guerra. Quizá en su generación lo rompedor fueron los pantalones campana tipo Travolta, y en la anterior el pelo largo y un novio inglés, y en la anterior fumar por la calle.Lo del piercing es lo que toca hoy. La Comunidad trata de evitar que se haga negocio con la salud de los adolescentes y que éstos no sufran las consecuencias de por vida. Su madre se liberó de tener que reivindicar su causa generacional al dejar de ir sentada de lado en una vespa, y su padre en cuanto se quitó los pantalones campana; ninguno de los dos tuvo mayores consecuencias salvo la coña cuando enseñan el álbum de fotos familiar. En cambio, sus hijos horadados llevarán de por vida la marca que le hizo un matarife para ponerle un anillo de watusi en el esfínter nasal.

Corta parece que se queda la Comunidad de Madrid. Ya puestos a regular el conflicto intergeneracional, debería crear doña Esperanza una Consejería de Adolescentes con una dirección general de Mis primeros granitos, otra de Mis padres no me entienden y una tercera de No sé por qué no puedo hacer fiestas en casa, ¡jó!. O nos ponemos en serio o para ese viaje no hacían falta alforjas. Solucionado este conflicto que nos tenía tan preocupados vayamos ahora a buscar remedio a otros parecidos, la maquinaria de la educación debe permanecer alerta.

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El manta del automóvil

marzo 10th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Amigo que quieres vender un coche en la calle: nos han fastidiado a los dos. A ti porque no te van a permitir anunciar las maravillas de tu bólido y a mí, porque debo ser el único ciudadano que se lee todo lo que dicen los carteles de venta. La literatura de cartelito me produce una gran emoción. Primero, por el diseño, luego por las horas que se echan pensando en el texto y, finalmente, por el mensaje. Vender una burra coja como si fuera un deportivo de importación tiene mucho arte y esta ciudad es experta en colar trolas a módico precio, la cultura del Rastro marca mucho. Me fascina cuando dice «duerme en garaje», ahí me lo imagino tapado con una mantita de lana. El colmo del paroxismo es cuando leo «me venden» como si el coche hablara para dar pena, y ya si incluye alguna falta de ortografía soy capaz de arañarme la cara de la emoción.
Sucede (no lo digo por usted que es vendedor ocasional) que hay mucho listillo que ocupa asfalto con un verdadero negocio paralelo.Y el Ayuntamiento, que no es tonto, se ha coscado del top auto, del manta del automóvil que se produce en calles, a las que sólo les falta cambiar el nombre por el de una marca de coches. Y, por lo tanto, van a prohibir que algunos pasen por humildes particulares cuando en realidad enmascaran un negocio que no paga impuestos.No creo que haya madrileño que tenga la imperiosa necesidad de desprenderse de cinco coches a la vez, salvo que sea un concursante del Un, Dos, Tres, (pero hace tanto tiempo que se acabó el programa, que no es posible). Ahí entra el razonable mosqueo de los concesionarios oficiales que trabajan dentro de la legalidad. Aunque, eso sí, abandonando todo tipo de literatura entorno al coche usado, algo que es lamentable.

Su coche no puede ser el toro de Osborne plantado en un mismo sitio porque las vías públicas son de todos y nadie puede hacerse una parcelita en un rincón de Madrid. Hay algunos que dejaron el coche cuando Franco tenía flebitis y todavía no han pasado a quitarle el polvo. Si repasa sus fotos de primera comunión, verá que ya entonces estaban aparcados frente al portal de su casa. Llenando las calles de coches forrados con carteles de venta también se contribuye a una contaminación visual. Primero fueron a por los luminosos horribles que estropeaban la mirada, sobre todo los de depilaciones y callistas (con juanetes fluorescentes) y ahora van a por los ilegales de las cuatro ruedas. Aunque la literatura popular se resienta.

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Oficio de muerto

marzo 7th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cerca de dos mil personas están a la espera de que alguien las identifique en una morgue de Phuket. Para que un muerto no moleste debe tener su DNI, que para ellos es una lápida donde diga lugar y fecha de nacimiento, fecha de defunción y alguna cosa más. En España somos artistas de lo macabro, nos va el epitafio como a otros les va el fado. En el libro de Carandell se recordaba aquella tumba que decía “aquí yace Lino. Por un peo aquí me veo”, o esa otra de una niña: “Laurita, te fuiste con apenas un año. Tan pequeña y ya dando disgustos a tus padres”.

Si uno quiere saber de dónde viene tiene que darse una vuelta por los cementerios, si quiere saber a dónde vamos tiene que preguntar a los especuladores del suelo.

El Ayuntamiento de Madrid está harto de enterrar a gente de gorra y van a revisar la declaración de la renta de los familiares del difunto. Aquí hay mucho que paga el plazo del “deuvedé” antes que el ataúd de la tita. Y no es plan que el Ayuntamiento financie el todo terreno a los deudos.

Lo suyo sería que los pobres, muy pobres, cuando intuyeran el final de sus días se fueran hacia la Almudena en autobús. A ser posible con el sayón y el crucifijo entre los dedos. Si al final de la jornada no cascan entre los supervivientes, pueden hacer una orgía (siempre se ha ligado mucho en los duelos).

El muerto debería ser más vigilante de la normativa municipal, o en todo caso abrir en el más allá un plan de ahorro, para que cuando vayamos para allá por lo menos tengamos donde caernos vivos.

A ver si ahora la muerte va a ser un impedimento para frenar el entusiasmo recaudatorio de los concejales de Hacienda.

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Doña Leti de los hielos

marzo 6th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

ME había comprado un aparato de contar olas de frío pero se estropeó porque no estaba hecho para soportar tanto meneo de frigorías, así que ya no sé si estamos en ola o en valle, si son coletazos o prolegómenos, si son galgos o podencos cervantinos. Lo que me ha pasado es el colmo del muñeco de nieve: que se te congelen los mocos. Y miro alrededor y tampoco logro encontrar un gramo de cariño que deshiele: la política está turbia, la sociedad mosqueada, el mundo cojo, Bush es muy desagradable y para colmo Amenábar luce poco el Oscar. A este chico parece que le han dado un premio de rasque y gane en el supermercado del barrio, los premios de cine si no se envuelven en glamour son como pisapapeles de ministerio. Allá donde no hay túnel o agujero se encuentra un diálogo de sordos, o un acuerdo imposible, o unas ganas locas por mentar la familia del contrario. España ha pasado de estar lleno de vecinos a plagarse de contrarios, será por eso que cada vez hay menos gente que salude en el portal o que sonría en el autobús. Me resisto a pensar que la vida sea un laberinto de trampas donde pides agua y te dan hiel para luego desenvocar en un valle de lágrimas donde huele fatal porque todo el mundo se ha quitado los zapatos. Hasta las hormigas sueñan con tener alas y ser un día mariposas, hay que aspirar a lo máximo para conseguir una pequeña cuota de felicidad, (y que dure lo que haga falta, no seamos tan mezquinos para creer que los cuentos de hadas tienen un número ilimitado de páginas). Entre los hielos del invierno que amenazan con ser nieves perpetuas me encuentro con la lozanía de la Princesa de Asturias que está en todas partes y dando lustre al apellido de princesa. Ella que es periodista, por lo tanto compañera, conoce cómo somos en el oficio, así que no creo que le extrañe la fijación que le han tomado. Se ha escrito de su extremada delgadez, de su mirada triste; nada de eso parece cierto. Doña Leti es una princesa al estilo de Joaquín Sabina, llena de encanto, muy alejada de esas candidatas criadas para dormir un día en palacio, es tan “real” que por eso le queda bien un príncipe al lado. Si los norteamericanos insisten en la idea de que cualquier ciudadano de su país puede aspirar a la Casa Blanca, con doña Leti hemos aprendido que cualquier chica que haya comido fabada puede tornar su sangre en azul. Los monárquicos de toda la vida se apuntan a la conspiración de la dieta pero a mí esta señora, princesa por amor, me parece un ejemplo de cómo ser feliz y parecerlo. Va siempre con la actitud de una joven que acude con su novio a un concierto de rock aunque le toque ir vestida para un desfile militar. Su vigor de lustre a una reliquia como es la monarquía, ella es el punto cálido en este calendario de días fríos y cielos bajos.

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Por amor al arte

marzo 4th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimada Fundación… Juan March, cualquiera que tenga memoria y antigüedad suficientes en el censo reconoce que cuando en Madrid no existían ni el museo Thyssen, ni el Reina Sofía, para ver cuadros originales había que acercarse a la calle Castelló. Por la Fundación han pasado desde dibujos de Rembrandt y Durero a piezas traídas del Petit Palais parisino. En cualquier momento del año puedes encontrarte con un Kandinsky de cerca o con obras del museo de Wupertal en un continuo trajín de las artes. En aquella época en la que para ver un cuadro extranjero tenías que mirar la lámina de un libro, la Fundación era un rompeolas en la secarrona cultural de Madrid, ciudad que salía de la pereza de la dictadura para adentrarse en los laberintos de la modernidad.Cada tarde da cobijo también a la música que retransmite Radio Clásica; estos días se dedican a Luigi Boccherini, ese italiano que pasó cuarenta años de su vida aquí como adelantado de la movida madrileña. Y aquí murió tratando de hacer lo posible por seguir vivo. El Madrid del XIX debió estar cargado de emociones fuertes.
Además de la música y la pintura, las becas son otra de las joyas de la corona de la Fundación, numerosos jóvenes han podido acabar sus estudios gracias a esos complementos económicos que se conceden a los talentos privilegiados para que no terminen en un camino perdido. Al mecenas hay que reconocerle los méritos para que continúe en la labor de ayuda a la causa cultural. A lo largo de estos 30 años ni ha bajado la calidad ni ha descendido el entusiasmo; aún hoy y con la competencia que existe, la Fundación Juan March es una referencia activa. Y todo por amor al arte, porque lo habitual en el rico es la tacañería y no el entusiasmo por la cultura, y por supuesto menos aún en el nuevo rico que considera a la cigala de Puerto Banús como el mayor tesoro que su paladar alcanza.

La especulación del suelo y las tentaciones por construir en el Barrio de Salamanca no se han dado con la sede de la Fundación que bien podría haber emigrado a otros puntos. Por lo tanto, los madrileños le debemos una gratitud de fidelidad con la causa ciudadana; para un especulador de suelo no hay otro arte que no sea el del ladrillo. En todo este tiempo la Fundación ha resistido las tentaciones de la carne y del cheque, ha soportado los cantos de sirenas vestidas de Dior. Incluso sin ofenderse ante los que pronuncian Marx en lugar de March; quede claro que son marchistas y no marxistas. O en todo caso marxistas pero de Groucho.

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Bombero ocasional

marzo 3rd, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimada Elvira Rodríguez, en este crudo invierno de Madrid las chispas saltan en todas partes; no sólo se quema el edificio Windsor, también hay pirómanos con carnet de partido que cuando los dejan solos incendian rastrojos con el viento en contra (tan torpes son que se echan el humo en la cara). Por lo tanto, Acebes lo tuvo claro y le mandó coger el hatillo de los conflictos, y para Majadahonda a poner orden donde no hay concierto, a tomar el timón antes de que el barco cruja y a cantar las cuarenta a los díscolos. Misión arriesgada donde las haya, porque a pesar de contar con los beneplácitos de Génova corre usted el riesgo de entrar como elefante en cacharrería. Aunque si fue capaz de entenderse con el Medio Ambiente, se supone que no le asustarán aullidos de lobos escocidos. Con su designación, el partido entiende que hay que enviar a una persona solvente, con gran capacidad de trabajo para arreglar el marroncito interno. Y de voluntad y esfuerzo a usted no le da clase nadie.
Animo porque la misión se antoja interesante; después del traspiés del tresporciento de Maragall no se pueden consentir más sombras sobre la clase política, la gente comienza a mirar a sus alcaldes como secundarios de una película de gansteres y no es plan de que paguen justos lo que otros pecadores cobran en comisión.No es tanto un problema interno de su partido (que también), sino de imagen hacia el exterior. La sensibilidad del votante cuando se trata de un pueblo está al nivel de los pétalos de una rosa, nada más tocarla se puede echar a perder. Ya nos irá contando cómo se pilota una crisis local para que no llegue a drama nacional, cómo distribuye responsabilidades y dispersa afectos, por qué planta va a comenzar a repartir espuma. Cómo lo va a hacer para que no parezca que le ha quitado los poderes al alcalde Foxá, que ha reaccionado con un gesto británico al enterarse de su nombramiento. Ni se le ha movido un músculo de la cara.

Misión hasta que pasen los hielos, tanto la escarcha política como las heladas del termómetro. Cuando llegue la primavera habrá terminado su trabajo y se dará paso a las elecciones locales, el término gestora tiene un carácter provisional por definición.A pesar de las bajas temperaturas en su despacho van a estar calentitos; aplique el criterio de censar polluelos para reconducir díscolos: uno a uno y con mucho amor. Sólo un político es capaz de entender a otro de su especie. Una curiosidad: ¿usted vive en Majadahonda o lo suyo es ser bombero ocasional?

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Competencia desleal

marzo 1st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Esto no se hace, ¿de qué vamos a vivir los que nos dedicamos a contar cosas? La realidad nos desborda, es mucho más rica, tiene mayores matices y no presenta límite. Por un lado tenemos el “poltergeist” del edificio Windsor y su inagotable catarata de informaciones cruzadas: cuando no es un fantasma es una caja fuerte, o una grúa que se posa (nunca se cae). Y por otra parte la acusación de Maragall de que algunos al cazo le llaman tres por ciento.

Con semejante catarata de informaciones disparatadas cualquier otra cosa es secundaria, hasta que pierda el Real Madrid (en fútbol y en baloncesto). Para colmo, Amenabar ha ganado el Oscar, así que se han quedado algunos con la mala baba en el tintero; ya estaban dispuestos a crugirle por delante y por detrás, pero no han tenido suerte. En España la literatura del fracaso siempre ha tenido mucho éxito, el despelleje con la navaja cabritera ha proporcionado grandes momentos de ira y sangre.

El sindicato de periodistas atados a la columna debería hacer una reclamación. Ya sólo nos falta que el Comité de Sabios de TVE asesore la demolición del edificio Windsor para estar empantanados quince años. Ganas dan de cantar el “aquí no hay quien viva”. Para lo que hemos quedado algunos?

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