Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
En el patio del “fumeque” de la Asamblea había corros de diputados socialistas que leían un papel y luego echaban el humo hacia arriba; sólo les faltaba decir “agua” y disolverse como los del top manta cuando vienen los municipales. Ese patio al que sus señorías acuden a echar el pitillito estaba el miércoles muy animado. El documento que tenia categoría de subversivo es una queja en cuatro folios inspirada por el diputado regional César Giner en el que se pide un Plan Estratégico para el 2011.
El “no me resigno” de Esperanza Aguirre pronunciado hace un año en el Casino de Madrid ha pasado a las filas socialistas. No se resignan a ser comparsas que pasan una legislatura abandonados por Ferraz. Están hartos de ser los que reman en galeras para que un día el césar, Zapatero, visite la embarcación para hacer esquí acuático y tirarse el rollo. Al grupo socialista en la Asamblea de Madrid le hubiera gustado discutir el documento pero la portavoz Maru Menéndez dijo aquello tan “aznarí” de “ahora no toca”. El cabreo en el patio del “fumeque” era porque sus compañeros en el Ayuntamiento de Madrid sí pudieron debatir el pasado lunes. Agravio legislativo le llaman.
El informe Giner es un texto crítico con Ferraz, (ya decía Leguina: “pobre del PSM tan lejos de Dios y tan cerca de Ferraz”), y exige una mayor autonomía de decisión. Los socialistas no están por la labor del “niño, vota y calla”. Los conjurados, como la novela de Leguina, piensan que Leire es un nombre que “envenena sus sueños”.
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