Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
No comparto el entusiasmo de Constantino Mediavilla por el golf que se ha montado Esperanza Aguirre en el centro de Madrid, más que nada porque empaña su mandato e incumple con las promesas vecinales. Además, el resto de las instalaciones están fenomenal así que no encuentro motivo para cabrear al ciudadano con un campo de golf. Tampoco comparto la ?boutade? del candidato socialista que ha dicho que el golf es un deporte para pijos. Ciertamente no lo es, de hecho Constantino Mediavilla no lo es pero como todo converso reciente tiene que ser el más golfista de España. Debería tener en cuenta el candidato socialista que lo pijo es una marca universal que iguala a partidos políticos, un pijo lo puede tener cualquiera cerca,
Y me daría igual que fuera un campo de golf que una pista para carreras de caracoles, el caso es que se trata de una actividad privatizada por la que cobran y lo hacen en el suelo de lo que debe ser un parque público, en el corazón de Chamberí que rima con ?que sí?.
Por lo tanto y a riesgo de que me eche el jefe, a quién tengo en alta estima no por su habilidad bajo par sino por otros miles de motivos, me apunto a la lista de los que se quejan y de los que se han manifestado ante las puertas de las nuevas instalaciones. Y me arriesgo a que me llamen ?rojazo? como pasó aquel día, e incluso a que un respetable anciano me estampe su bastón sobre mi enorme cabeza. Hasta ahí podíamos llega; el anciano y yo. Y hasta ahí podríamos considerarlo respetable para rebautizarlo en animalito del Señor.
Que no son formas y alguien lo tiene que decir.
Que no.
¡Ea!
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Etiquetas: madridiario.es, opinion