Entradas en enero, 2014


La real ficción

enero 7th, 2014 - COLPISA/ VOCENTO - Sin comentarios

(“COLPISA”/VOCENTO<, martes 7 de enero 2014)

​El Rey no es un viejo pero está cansado, los achaques se le reflejan en la cara que suele ser espejo del alma. Su comparecencia en la Pascua Militar fue un acto de fallido voluntarismo que transmitió la imagen contraria a lo que pretendía, al equivocarse en el discurso fracasó en el mensaje y al titubear la voz pareciera que también hablara apoyado en unas muletas. Actualizado el cuento no es que el rey esté desnudo, está cansado tanto por fuera como en su interior, por un lado tiene las heridas del quirófano que tardan en “soldar”, por otro un frente emocional abierto con la posible imputación de su hija Cristina y también porque su papel de mediador para crisis internas ha perdido fuelle.
Al rey se le ha acabado el discurso, tampoco parece que le sobren entusiastas que se lo compren, no tanto porque pierda espectadores en televisión de año en año, (insistir en la ejemplaridad y en la igualdad ante la Ley teniendo en la familia a un personaje tan singular como el todavía duque de Palma es un sarcasmo). El Rey se aferra a la corona y eso sí que es un “martirio”, término usado por el Jefe de la Casa; Spottorno debería tener en cuenta que existe un Príncipe joven que podría asumir funciones de representación para descargar a su padre de actos y representaciones que son incompatibles con su recuperación.
De la crisis económica saldremos algún día, falta saber cómo, pero de la crisis institucional acabaremos saliendo por cualquier sitio y como ha pasado en la Historia quizá por la puerta más insospechada, recordemos que unas municipales provocaron la salida de Alfonso XIII por Cartagena en el buque “Príncipe Alfonso”. Cuando el hartazgo alcanza niveles tóxicos termina reventando por cualquier parte y la ira puede dejar tocada la jefatura del Estado que no es cualquier cosa. La corona no es ajena a la pérdida de popularidad, en manos del Príncipe tiene la posibilidad de renovarse de manera ágil adaptándose a los nuevos tiempos.
“Martirio” es que el Rey tenga que seguir con una agenda que no hay médico que se la recomiende, y que se le obligue a continuar con un ritmo de audiencias y recepciones que poco favor hacen a su recuperación clínica. Al margen de lo que diga el juez Castro, con independencia de las posibles imputaciones a la infanta Cristina, el Rey tiene derecho a recuperarse fuera de las cámaras de televisión y a llevar una vida sosegada lejos de las agendas políticas. Todo lo no sea admitir su cansancio es caer en la trampa de la real ficción que cada vez cuenta con menos partidarios; eso sí que es un “martirio” cruel. El Rey Juan Carlos no es un cadete de Academia y aunque la abdicación le produzca urticaria mucho peor es tenerle pendiente de unas muletas dotadas de mucha tecnología pero que no disimulan agotamiento. “Martirio” y mala vida es la que le dan quienes lo suben a caballo para pasearlo como trofeo por los salones del Palacio de Oriente.

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Oficio de paje

enero 5th, 2014 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 5 de enero 2013)

El mundo se divide entre los que hacen paquetes y los que los abren con cierta ansiedad de caníbal acelerado. Siempre que me preguntan: “¿Se lo envuelvo?” respondo sí porque aunque sea un bolígrafo sólo por contemplar el arte de envolverlo que a su vez resulta un tratado de papiroflexia cotidiana. A veces es mas valioso el envoltorio que el objeto que va dentro, a Unamuno le gustaba la cocotología y escribió un tratado sobre ella.
Las bolsas y las prisas, (¡innecesarias prisas!), le han hecho mucho daño a los paquetes que contienen los regalos. Por supuesto hay que desconfiar de aquellas personas que te espetan en la cara que como no tenían tiempo no han podido mas que meter un libro dentro de un sobre y te lo dan con la urgencia de entrega de un cartero. No existe el oficio de hacedor de paquetes y doblador de cosas pero debería crearse porque se va a perder una tradición comercial muy antigua, (igual que se perdieron los pendolistas). De pequeño recuerdo el mimo con el que el pastelero envolvía la ensaimada que compraba mi madre para que la comiera en el recreo, aquel hombre sabio había trabajado desde la masa al envoltorio pasando por el agua y calibrando el tiempo del horno, era un artesano completo. Su habilidad con las ensaimadas competía con la destreza de mi madre a la hora de forrar libros, otra costumbre caída en el olvido.
A estas horas, en alguna cueva escondida, los pajes trabajan sin descanso envolviendo regalos para personas que no conocen. Los Reyes Magos tienen la misión de acertar con las peticiones que han recibido pero los pajes tienen la obligación de poner la magia a un paquete de cartón y, además, dejarlo junto a la chimenea. Un paquete cuesta mucho hacerlo pero se puede abrir de mala manera en poco tiempo y cargarse el momento porque regalo es también el envoltorio, el que no lo quiera ver es muy torpe. Ahí se demuestra el cariño del paje real que teniendo solo una noche, (la de hoy), no escatime su tiempo con tal de que el lazo quede bonito y en la dirección adecuada.
Los que abren paquetes a lo bruto no tienen en cuenta el tiempo que les han dedicado. Hasta un niño pequeño retira el papel con sumo cuidado para no estropear lo que intuye que está dentro. Al contrario que los Reyes Magos los pajes no tienen nombre, la historia les relegó como secundarios sin frase pero si no es por ellos esta noche en lugar de regalos les iban a dejar un acuse de recibo y el horario de la oficina de Correos para que se pasen a recoger el envío. En sus manos quedan depositadas nuestras esperanzas aunque sea el socorrido y tradicional paquete de calcetines de todos los años.

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Ideas propias

enero 2nd, 2014 - el boletín - Sin comentarios

(“EL BOLETIN“, jueves 2 de enero 2014)

Por si acaso, por si alguno decide desmandarse y pensar por su cuenta en el PP recuerdan que hay que apoyar con votos lo que venía en el programa electoral, nada de discrepancias y mucho menos abrir debates que se tienen por ociosos a pesar de la importancia de los argumentos que tratan. Lo acaba de recordar el portavoz en el Senado, Manuel Barreiro, el voto es una gracia divina y no debe andar en manos de monaguillos zangolotinos. Una norma que se comenta en voz alta para que nadie crea que queda a salvo, a ver si Cifuentes, Monago o Villalobos se creen que tienen derecho a voto secreto.
Todo parte de lo que parece son quejas de Gallardón a Rajoy porque le escaman tantas voces en contra y cree que mas que ir contra la Ley del Aborto lo que hacen es cuestionar su posición política. A sagaz no hay quién le gane a Gallardón; en política te juzgan por lo que haces y también por cómo lo haces, si pensaba que iba a salir en hombros del Congreso me parece que se ha equivocado bastante. Ese papel de víctima Gallardón sabe explotarlo mejor que nadie, recordemos que en el tiempo que desciende un ascensor de la séptima planta a la primera estuvo a punto de dejar la política, o al menos así se lo dijo a Esperanza Aguirre, pero luego se arrepintió y puso cara de chico bueno que iba a ayudar a Mariano en lo que hiciera falta. En realidad Gallardón nunca ha dejado de ayudarse a sí mismo porque su ego está al nivel de su ombligo y éste es mayor que un agujero negro en la galaxia. El ministro que iba de “liberalote” es el mismo que en su día pidió el secuestro de un número de “Cambio 16” y el que se reía de Aguirre por considerarla un dinosaurio liberal. Este ministro es el que aupó la progresía bien pensante porque les daba mamandurrias culturales cuando estuvo en la Comunidad y en el Ayuntamiento.
Aquello de la soberanía que reside en el pueblo y que el escaño es del diputado y no de su jefe de filas es otro chiste que nos han contado y que tiene poca gracia. A la hora de la verdad todos a votar lo que diga la mano que mece las urnas, y si te pones tonto te sacan de las listas como le van a hacer a Vidal Qadras con el Parlamento Europeo.
Libertad, sí claro, pero solo para algunas cosas puntuales y ninguna de ellas con importancia significativa. Al tiempo que Gallardón no convierta la votación de la Ley del Aborto en un plebiscito para ver cómo está si tronío en Génova. Cospedal ya puede tomar nota y de paso preguntar cuántas veces se han visto Gallardón y Arenas en los últimos días, aquí huele a maniobras en la oscuridad a pesar de que estamos en días entrañables en los que llegan mensajes de absurda camaradería al teléfono móvil.
Tener ideas propias nunca estuvo bien visto, era cosa de disidentes, de mal agradecidos, de casposos, aquí se impone seguir al dedo y hablar pero bajito.

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