Entradas en marzo, 2011


El recortado

marzo 31st, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando uno es empresario de pompas fúnebres siempre tiene la esperanza de que le hagan un descuento llegado el día del óbito, lo que se conoce en lenguaje comercial por “un detallito de la casa”. Salvando las distancias con el sector de la fosa, al presidente del Gobierno también le han aplicado un descuento en calidad de socio prioritario del club. José Blanco, aquel que pone y quita a Zapatero de los carteles, ha evaluado las intervenciones del presidente en quince en la presente campaña electoral, ni una más. Son un treinta por ciento menos de intervenciones que hace cuatro años, pero que nadie piense mal y ponga en duda que el PSOE intenta ocultar el candidato, al revés se hace por una política de austeridad que también se aplica a los mítines de José Luis.
Está claro que Blanco cree que las encuestas le dan tan “sobrados” que no hay necesidad de sacar a Zapatero con insistencia. Un mal pensado podría concluir que allá dónde vaya el presidente desvirtúa el mitin local, o autonómico, y lo chafa con su presencia en el atril. Sólo desde una óptica de envidia cósmica y universal se podría entender ese temor. Quizá también desde la visión de un cargo regional que tiemble ante la presencia de Zapatero en el mitin porque si el presidente se juega sus cuitas con Rajoy, el candidato y su lista al completo se juegan la tibia el 22 de mayo. Una lesión inoportuna en política te deja fuera del terreno de juego durante cuatro años, un periodo en el que desespera ver desde la oposición cómo crece la yerba.
Quede claro que el recorte en las apariciones de Zapatero es algo beneficioso tanto para el ahorro de Co2 que emita el coche oficial como en discursos perfectamente prescindibles. Se entiende así haber pasado del concepto “tonterías las justas” al teorema “rebajamos el precio pero no la calidad”. Con Blanco todo son ventajas.

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Las listas y los listos

marzo 30th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A mes y medio de las elecciones autonómicas y municipales el gran debate no es si Zapatero se marcha, o hará lo que diga Botín. Hay otro debate bajo la mesa que afecta a miles de candidatos públicos que aspiran a renovar mandato pero están sujetos a lo que diga el partido. Ahora es cuándo se nota la maquinaria que quita y pone. Ya lo decía Bono, (inventor de la greguería política moderna), que para triunfar en un partido sólo hace falta ser amigo de Blanco o de Soraya, y esta vez no le va a faltar razón.
Cuentan que algunos altos cargos han dejado de tomar café en el bar habitual y rehúsan las reuniones familiares por si alguien les preguntara algo cuya respuesta fuera poco oportuna y llegara a oídos de los que hacen las listas. La idea es que si Zapatero se juega la cabeza en estas elecciones, (por mucho que lo traten de disimular diciendo que no son unas primarias), pero hay una legión de anónimos candidatos que se juegan la tibia. La política se ha convertido en una manera de ganar pan y a muchos se les aparta de la lista y tendrían que buscarse un trabajo, algo que para ellos representaría un espanto por el desconocimiento que tienen de la vida civil. Tanto inaugurar plazas y aceras para luego darse cuenta cada cuatro años de que entre ellos, (los electos), y la sociedad hay una distancia considerable hasta para recorrerla en coche de cristales oscuros.
Nadie se ha ocupado de los últimos de la lista, todos hablamos de Zapatero, de Rubalcaba, de Carmen Chacón, ¿pero qué pasa con los concejales que se juegan el momio?, ¿Y con los que aspiran a una dirección general, la que sea, en una consejería de poco tránsito? Es indudable que para ellos esta primavera se convierte en un drama a todo color, por las noches se les ve ensayar como el “ecce homo” que sale a hombros en semana santa. Están en un sin vivir, dudan si comprar la discografía completa de Amaral, o aprender las recetas para cocinar un faisán con poca grasa. A ellos me refiero, a los que nunca se reunirán con grandes empresarios, ni con emprendedores. Esos que defienden su renovación de cargo como el niño que estrena zapatos de primera comunión y que ponen la sonrisa beática de los que presumen de mirada limpia. Estampa retocada de la España de Cánovas y Sagasta que inventó el concepto de cesantes y enviaba a la calle cada cierto tiempo a toda la administración. Con sus pequeñas historias se podría hacer una comedia de enredo con siete puertas, tantas como tiene el despacho de un presidente autonómico. Puertas por la que entran y salen asesores que han de renovar su cargo.
Listas y listos pendientes de una llamada de teléfono. Ahí los tienen: los que están dispuestos a perder el honor pero nunca, (nunca), el coche oficial.

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Medidas valientes

marzo 29th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuestionar el nivel de gasto de las autonomías no es cuestionar el modelo autonómico si no tratar de mejorarlo para que no sea el ciudadano el que siempre paga. Tampoco es osado cuestionar la solidaridad entre regiones para que no sean los ciudadanos los que sufran las diferencias de trato. Un estado autonómico como el que tenemos es insostenible en primer lugar porque faltan recursos y también porque se están amparando desniveles sociales puesto que un español tiene distintos derechos en función de la comunidad en la que resida.
El pasado viernes el presidente del Gobierno planteó en Bruselas un pacto de Estado que recortara el gasto regional y para eso la administración central tendría que dar ejemplo de que también se aplica el cuento. No podemos ser el país de los treinta mil coches oficiales, trescientos de ellos adscritos a la Junta de Andalucía que encabeza el despilfarro en cuánto a vehículos a disposición de altos cargos se refiere. La estadística se eleva cuándo se añaden los asesores que trabajan para presidentes autonómicos, alcaldes y, (por supuesto), gobierno central.
Zapatero pide un gran pacto para limitar el gasto en las autonomías pero debería antes señalar cuáles son las funciones que se duplican, y triplican, en la mayoría de los casos. Es reiterativo señalar que hay diecisiete consejeros de Cultura, y luego otros tantos concejales de la misma materia en cada municipio. Igual pasa con la Sanidad que los ciudadanos sostienen de manera triple: local, regional y estatal. La idea del presidente del Gobierno es un mero brindis al sol si no se afronta el concepto del modelo de Estado en profundidad, con algo de rigor y alejado de la cuestión electoral que nos engulle en apenas mes y medio. Se supone que para lanzar una idea de tal calibre tenía que haber dialogado antes con la oposición para convencerles de la bondad de su proyecto, y más en concreto con el Partido Popular que gobierna en muchas comunidades autónomas. En otro caso la propuesta se quedará en una mera declaración de intenciones que, como tantas, no pasará de ser ocurrencia provocada por las prisas del presidente por mostrar mano dura en Bruselas que luego se vuelve indefinida gestión cuándo regresa a Madrid.
Aconsejar recortes pero no aplicárselos a uno mismo cuándo gobierna no es creíble. En este gobierno de los diecisiete portavoces hay algunos que pasarán a la historia por su condición de mudos, ¿Alguien ha escuchado a Cristina Garmendia decir algo en los últimos dos meses?, ¿Y a Rosa Aguilar algo que no sea quejarse por la contaminación que provocan los ayuntamientos? Todo eso incide en la idea perversa de que vamos tirando del momio hasta que los ciudadanos se harten.

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Armada y peligrosa

marzo 24th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No vamos a por Gadafi y no estamos en un conflicto bélico si no en una “misión” según dice Trinidad Jiménez. La ministra puntualiza que no es exactamente una guerra, lo cuál nos lleva a la siguiente paradoja: quizá tampoco ella sea una ministra. No parece que las cualidades del conde de Metternich se hayan reencarnado en nuestra titular de Exteriores que pretende hacernos creer que lanzar pepinos contra la residencia de Gadafi es parte de ver la vida en clave happy-flower. Lo siguiente será intentarnos convencer de que nuestros F-18 no van artillados si no que portan misiles con el virus de la paz, (cárguese la suerte en la zeta al leer la palabra tal y como le gusta hacer al presidente del Gobierno).
En cuánto se acaben las operaciones en suelo Libio ya sabemos quién será la primera ministra de Exteriores en tomar el té en la jaima del sátrapa. Es la ventaja de hacer política internacional sin complejos: igual te apuntas a una coalición multilingüe para asuntos bélicos que te desmarcas por peteneras.
Si realmente estamos de “misiones” en Libia habrá que concluir que se nos ha ido la mano en llevarles el ejemplo a tortazos. No son unas misiones muy recomendables estas de las que presume Jiménez para captar vocaciones tardías. Y todo este ejercicio de perífrasis en el alambre es para evitar referencias con Irak, y hasta es posible que para tapar la mala conciencia del presidente del Gobierno que se ve inmerso en una operación de guerra junto a los Estados Unidos, (a estas alturas se pregunta por qué se quedó sentado al paso de aquella bandera). Igual que fue al té de la oración acabará en West Point en un juramento de bandera para adultos.
Jiménez y Zapatero no quieren atrapar a Gadafi si no bajarle la pensión como a todo el mundo. Pues haber empezado por ahí y nos habríamos ahorrado unos euros en el despliegue.

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Aquí no hay quién viva

marzo 23rd, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No hay teatro de guiñol que les supere. Si se contempla las tensas relaciones de convivencia entre los llamados líderes internacionales se verán grandes semejanzas con la serie en la que Avelino se pelea con la parienta. Cámbiese a la señora de los rizos siempre malhumorada por cualquiera de los presentes en la escena internacional y dará como resultado una comedia de enredo muy divertida que se podría llamar “escenas de matrimonio… de conveniencia”.
El ataque a Libia no ha podido ser más dañino para la imagen de acción unida de la OTAN y de las tropas de Estados Unidos. En cuatro días se han lanzado un ciento de misiles y se ha resquebrajado la unidad de acción. Es ahora cuándo se entiende por qué se tardaron cinco semanas en tomar una decisión, porque unos y otros no se soportan y porque en el fondo contra Gadafi vivíamos mejor. Un sátrapa que tiene pozos de petróleo e inversiones en países europeos es alguien a tener en cuenta, no se trata de un abducido por Alá que clama voces en el desierto. Gadafi es parte de la llamada diplomacia del petróleo, demasiado rico como para no tenerle en cuenta.
Da la impresión de que Sarkozy se ha lanzado a la piscina del Elíseo pero sin agua, y con él los que le han apoyado entre ellos nuestro entusiasta presidente que en la acción militar contra Libia ha encontrado una causa suprema. Es de esperar que en los próximos meses Zapatero se dedique a liberar el mundo de cuántos sátrapas lo gobiernan y cuando acabe esa ímproba tarea que haga lo propio con el paro en España. Otros se han echado a la vera del camino, caso de Berlusconi al que este conflicto le viene bien para desviar la atención de sus “velinas”. Cameron ha encontrado su causa perdida. Merkel su momento para pensar en clave electoral. Obama admite que ha entrado en un jardín… y nuestro líder muestra el firme convencimiento de quién se tiene por zorro del desierto. Todo bajo la atenta mirada de Putin quién a través del antiguo, pero nunca desmantelado KGB, controla el norte de África mucho más de lo que puedan hacer los agentes de la CIA que se enteran poco.
Esta guerra que excede al mandato de la ONU en el que no se decía nada de bombardear Trípoli, demuestra la floja red que mantiene las relaciones internacionales que cada día son más parecidas a la historia de una escalera que a las enseñanzas de Metternich. Se hablan a gritos y se entienden a gestos, y son incapaces de mantener un objetivo militar durante cuatro días sin que se les descomponga la coalición.
Gadafi espera con su túnica y el paraguas a que acabe este temporal de desavenencias. “Ya escampará”, ha dicho.

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Made in Libia

marzo 20th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Gadafi, el Lady Gaga de África, es un friki como tantos pero con la diferencia de que domina el petróleo. Contra él se ha levantado una aparente alianza internacional que cuenta con el respaldo de Naciones Unidas pero en la que no está Alemania porque la señora Merkel no quiere la guerra que busca monsieur Sarkozy. Tampoco es que la comunidad internacional se haya empleado a fondo, le han dado cinco semanas de ventaja para que aniquilara a los rebeldes y aumentara el ejército de mercenarios contratados en el entorno del Sahara. La OTAN es un paquidermo que presenta residuales dosis de vida apenas perceptibles cuando se trata de la defensa de los derechos humanos.
Gadafi es un dirigente rico y hasta la fecha muy bien relacionado, no falta en su álbum dirigente internacional conocido que no acudiera a la jaima para hacerle la pelota, (entre ellos Zapatero que ha cambiado el concepto de alianza de civilizaciones por cuatro aviones F-18 enviados a bases en Italia). Ban Ki Moon sugirió que los responsables de los ataques a la población civil fueran sometidos a la justicia, pero Gadafi no creo que se encuentre entre ellos porque su defensa en el tribunal llamaría a testificar a todos los que están en la agenda de su móvil y ninguno de ellos baja de categoría de líder político o empresario poderoso. La diplomacia del petróleo tiene estas contradicciones que nos llevan a abrazar a jeques tiranos en función de unos barriles de petróleo.
Gadafi es un problema suelto y también sometido a la zona de exclusión aérea, mientras le quede un paraguas seguirá apareciendo en televisión para dar la murga con sus consignas. Una solución seria enviarlo a la isla de los famosos para que compitiera con Ben Alí, Mubarack y Paquirrín que es el chico de moda en la gran pantalla. No va a ser fácil esta misión que tiene por objeto acabar con un tirano pero salvaguardar su régimen para que podamos seguir extrayendo crudo sin que se note mucho la diferencia. Ni Hilary Clinton lo tiene claro, sospecho que está más del lado de la Merkel que de Sarkozy al que le hace falta una buena causa para aumentar una popularidad anoréxica. Y en medio Zapatero que afronta la recta final de su mandato sin tener claro si volverá a ser el candidato de su partido pero que no duda al repetir una foto bélica como las que criticaba a Aznar. En este intercambio de disparos el pueblo libio permanece ajeno, rehén de su historia, cautivos entre su líder, las fuerzas aliadas y una guerra civil de la que no se ocupará nunca la ONU.
Para desactivar la catástrofe hace falta coger al hijo de Gadafi, a ese chulángano de discoteca que tiene las claves de un conflicto made in Libia.

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Sujetos pasivos

marzo 17th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Algunos comportamientos no cambian ni aunque estén sometidos a la radiación nuclear, entre ellos la pose altiva y distante que adquiere el cargo público una vez se ve dentro de la engrasada maquinaria del momio. De ahí que se conviertan en sujetos pasivos de la realidad que ejerce sobre ellos una presión indirecta que les lleva a pensar que la dimisión es como la muerte: una cosa que siempre les pasa a los demás. Casos como el del Ministro de Defensa alemán que dimitió tras haber admitido que copió la tesis doctoral son estudiados como fenómenos parapsicológicos en el entorno de la política europea. Lo normal es aguantar el tipo mientras el jefe te guarde las espaldas.
La distancia que hay entre Karl-Theodor zu Guttenberg, (Ministro de Defensa de Alemania), y Joana Ortega, (actual vicepresidenta de la Generalitat de Cataluña), es abismal. Joana Ortega ha tenido que reconocer que no es licenciada en Sicología puesto que le faltan “asignatura y media”, pero de momento no hay colegio de sicólogos a falta de asignatura y media. Y achaca la señora Ortega este engorroso asunto a un fallo de “transcripción” como si fuera culpa de un troyano del programa Windows. Tampoco nos tenemos que remontar muy atrás para leer la metedura de pata del todavía consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid que negó la existencia del metrobús como si fuera una provocación demoníaca. Y, en lugar de asumir el marrón, pedir disculpas y fijarse en Guttenberg, lo que hizo el señor Echeverría es decir que su cargo depende de la presidenta, (claro, eso ya lo sabíamos). Pero de coger el metrobús para salir del gobierno regional ni hablamos.
Lo de Guttenberg no deja de ser una actitud aislada y, por lo que vemos, no ha contagiado a nadie más. Aquellos que hacen trampas en su vida política pueden seguir tranquilos, aquí no ha pasado nada.

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Vista Triste

marzo 10th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

De color malva, (mal-va la cosa), lo tienen que ver en el PSOE para suspender el señalado mitin de Vista Alegre. En primer lugar porque no saben si Zapatero es el candidato, el presidente saliente, el repetidor sin ganas, o un viajero del espacio que pasaba por aquí. Lo de Rubalcaba se pasa, afortunadamente porque la fiebre tiende a remitir, lo que es clínicamente grave es lo de Zapatero al que se le empieza a poner cara de secundario en el vídeo de “Thriller”.
Blanco se ha dado cuenta de esas pronunciadas ojeras electorales que indican defensas bajas y ha ejercido el papel que más le gusta, el del doctor Blanco-House. Ha sido él quién ha desmantelado Vista Alegre y le ha dado la mañana libre al jefe, con un par. Es cierto que no están los tiempos para fruslerías y que alguien tiene que reconocer lo que pasa. Blanco-House es el contrapeso al cuadro de palmeros que le ríen las gracias al presidente del Gobierno en lugar de ponerle la realidad delante como si fuera un espejo, ya sea en forma de encuesta del CIS, o el resumen de las llamadas de los oyentes que llaman a la radio. Decía el martes Esperanza Aguirre en un chat que era ella de Mouriño “a muerte” porque comunica muy bien, y es posible que esa idea la haya copiado el Ministro de Fomento que sigue ejerciendo de secretario general socialista en la sombra; Ferraz soy yo, puedo afirmar sin falsa modestia.
Si alguna posibilidad le queda al PSOE es dejarse de alegres vistas y mirar la realidad con toda su crudeza descarnada. Al desconvocado Zapatero le dejan el papel de reina infantil en estas Fallas, muy representativo pero sin autoridad ni para llamar a un taxi. La última pegatina que sobraba de las carreteras se la ha plantado Blanco-House al cartel de Vista Alegre: “función suspendida por indisposición del trapecista. Rogamos disculpen las molestias”.

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Torrente y realidad

marzo 8th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La nueva Ley de Igualdad de Trato consagra el principio de primero denunciemos y luego ya veremos si tiene usted tiempo para demostrar su inocencia. Ya lo decía la reina en “Alicia en el País de las Maravillas!”: “primero la sentencia y luego el veredicto!”, (o lo que es lo mismo: no dejemos que la realidad nos estropee una buena noticia). Si usted tiene un inmueble para alquilar y decide no aceptar la oferta de alguien que pesa más de cien kilos, (no por su volumen si no porque tiene otra propuesta mejor de un tercero), el descartado puede esgrimir que usted le discriminó porque pensó que no cabía en el montacargas. Y lo curioso es que no será el señor orondo el que tenga que aportar las pruebas si no usted en razón de propietario discriminante.
Otro tanto le puede pasar a un abogado de oficio que se niegue en razón de sus creencias a defender la causa de uno filonazi, también le pueden denunciar por eso. O al profesional del Periodismo que al abordar un documental sobre el narcotráfico le puedan acusar de apología de las redes internacionales de droga porque se excedió en el detalle. Estas son las incongruencias de la Ley de Igualdad de Trato que se suma a otras incongruencias varias que vivimos en los últimos tiempos, por ejemplo ser denunciado por aproximarse al conductor que nos antecede con intenciones “libidinosas”, entre ellas rozar su parte trasera. Esto último que se lo digan a los que aguantan atascos interminables para llegar por la mañana a su puesto de trabajo, me refiero a ese grupo que ya se conformarían con avanzar a la cuarta parte de lo que dice la pegatina de 110.
Hay veces en las que cuesta trabajo distinguir entre la promoción de la nueva entrega de Torrente y la realidad. Uno nunca sabe en qué momento está escuchando a Leire Pajín o a Paquirrín, y entran dudas razonables de sí el Gobierno se ha echado en manos los guionistas de los Monty Python porque cada semana se acumulan tres despropósitos nuevos. Sin duda que a Santiago Segura le viene muy bien para vender la nueva entrega de su detective casposo pero no es de recibo para el ciudadano tener sobresaltos innecesarios cada tanto en poco.
Ya verán qué risa cuándo un ciudadano ruso nos denuncie porque hemos rechazado de manera fehaciente que nos bese en los morros, (costumbre local que él quiere mantener a toda costa), o cuándo alguien diga que le han considerado feo teniendo en cuenta que su abuela le tiene por guapo y estiloso. Lo siguiente será una “fuga de cuerpos”, los guapos no van a aguantar ser considerados iguales a los demás. Para eso son guapos y se gastan en gimnasios y cremas lo que no está escrito. Ante usted un nuevo frente dialéctico se despliega, escalofríos dan sólo de pensarlo.

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Premio al mejor disfraz de carnaval

marzo 6th, 2011 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ante el carnaval sólo caben dos posturas: aquellos que disfrutan vistiéndose de otro/a, y aquellos que jamás se pondrían una nariz postiza porque se tienen por gente respetable. Los políticos, (muy a su pesar), pertenecen a la primera categoría, a la de quienes no queriendo hacer un papel terminan representado otro que en el que no creen.
En este carnaval hemos visto a Zapatero disfrazado de reformista y de social cuándo no hace un año protagonizó los mayores recortes sociales que se conocen. También se lleva el traje de antinuclear de Miguel Sebastián aunque luego tuviera que aceptar que nuestra dependencia energética es excesivamente elevada del exterior. Y el tde hombre invisible de Rubalcaba que le permite traslucirse cuándo se habla de quién será el sucesor del presidente. O el de Leire Pajín que es un disfraz que vale igual para encuentros planetarios que para una gala de los Goya.
Tampoco se pierdan el disfraz de Griñán cuándo quiere ir de inocente-inocente en el caso de los eres fraudulentos, confeccionado con telas refractarias a las peticiones para crear una comisión de investigación por fuerte que arrecien las críticas. Los buenos disfraces tienen que aguantar una buena fiesta sin estropearse, y a ser posible resistir el paso del tiempo para cuándo salgan del baúl al año siguiente.
En el bando de las gaviotas también tenemos disfraces divertidos en este carnaval, por ejemplo el de Camps sin chaqueta en la convención del PP en la que se pactó luchar contra la corrupción. Tampoco es manco el de Ana Mato, redactora de un código ético tan poco usado como desconocido. O el de Rajoy de domador de distintas fieras que amenazan con estropear la función.
Pero por encima de estos disfraces: llamativos, curiosos, creativos y simpáticos, está el disfraz de carnaval de gente corriente. Tiene el inconveniente de que es para todo el año, no se puede renunciar a él, y ha de aceptar que le den sustos con la gasolina, el IPC, los créditos, el empleo, los planes energéticos cambiantes y hasta con los programas en los que se anuncia a los candidatos para Eurovisión. El disfraz de ciudadano no tiene ninguna gracia, no te dejan pasar con él en las recepciones oficiales, no tienes derecho a prebendas parlamentarias, ni autonómicas, ni municipales. Es un traje de soldado raso sin derecho a reclamación, de peón de brega, de gente corriente. El suyo es un carnaval tristón, sin música ni fiesta en los grandes salones. Pero muy a su pesar paga a los músicos con los que sus representantes bailan la conga. No es un gran disfraz pero debería recibir todos los premios por aguantar el escándalo de una fiesta a la que no fue invitado.

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