Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Gallardón ha pintado de colores a la mano de Hércules para que se nos vea la intención desde el cielo, de ahí la marea humana que montó un enorme puzzle en La Castellana para impresionar a los miembros del COI. A vista de pájaro Madrid construyó un mosaico para que se contemplara desde la “lejosfera”, igual que una moderna “Gran Muralla”, (construcción de la que se tenía la idea cierta de que era visible desde la “lefosera” hasta que subió el astronauta chino, Yang Liwei, y dijo que no se veía ni patata desde allí arriba). Liwei fue recibido muy mal al llegar a su país porque había hecho añicos una “corazonada” milenaria, ¡qué poco le hubiera costado seguir con el cuento!, con los mitos no se juega como dice Jodorowsky. Ahora mismo ser un “Liwei” en Madrid está muy mal visto así que lo que toca es apostar por esta semana de las corazonadas y de lo olímpicamente cardiosaludable. Por eso se vieron ayer rivales políticos aparcar las diferencias y hacer la ola juntos en Cibeles; la política también tiene un lado infantil que lleva a algunos a entusiasmarse con el salto de la comba.
Las cartulinas tuvieron un doble uso: como iconos de un deseo y como paraguas de una realidad porque el cielo tornó color Chicago momentos antes de la hora prevista. Los manuales de iniciación en español para ingleses dicen que la lluvia en Sevilla es pura maravilla pero nada dicen de la llovizna en Madrid cuando se presenta inoportuna y coñazo. A Bisbal le importan poco las tormentas porque ya trae el pelo rizado de casa.
Si aplicamos “el efecto mariposa” a la corazonada, (el suave batir de las mariposas asiáticas provoca huracanes en el Caribe), con los saltos de Bisbal vamos a dejar Copenhague como un solar. Una mano abierta nunca es una amenaza, salvo para la rubia de King-Kong que miraba con recelo la actitud amable de su gorila favorito.
Gallardón ha puesto al cielo como testigo y cuál Escarlata O´Hara puede decir que nunca más volverá a pasar hambre, siempre y cuando el COI convierta su decisión que es “fallo” en acierto para Madrid. También Don Juan llamó al cielo pero no le oyó
pero es otro relato muy distinto, no mentemos a Zorrilla que ayer no fue Día de Difuntos.
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