Debe ser jodido que tu padre haya sido una figura del toreo, tu madre una tonadillera de tronío, tus hermanos dos tíos guapos y a tí te llamen Paquirrín. Debe ser jodido comer pollo a la Pantoja y compartir sofá con Julián Muñoz mientras contemplas cómo un león se come a una cebra a cámara lenta.
En el caso de este sujeto la OMS recomienda llevar mascarilla siempre, aunque se rebajen los niveles de alerta.
Pero La Sexta le ha fichado para evitar una fuga de talentos. Al fin podrá presumir de hace algo en la vida aparte de correr de la mano con novias de las que descorchan mirindas con el chichi y luego se despelotan en las revistas donde lo cuentan “todo”.
Ahora nacerá el nuevo Paquirrín, esa cuota de ciudadano cero que se permite el sistema antes de entrar en Alerta 6 que sería una pandemia de tontería mundial.
Lo realmente rompedor hubiera sido que a Paquirrin lo hubiera fichado la Academia, entonces hablaríamos de Don Paquirrín.
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