Miguel Sebastián ha dicho que habilitará los pasillos militares para que la aviación civil recorte distancias, para abaratar costes. Y nos podemos felicitar por ello. Nada hay que temer salvo que regrese el Barón Rojo para lanzarse en picado sobre la memoria histórica de Garzón “El Justiciero”.
Pero lo GENIAL, atentos, reside en el siguiente argumento: Miguel Sebastián ha descubierto la línea recta. Nos hemos pasado años dando vueltas sobre objetivos que estaban a la vista. Hemos dado inútiles rodeos para que diera tiempo a servir el café en los aviones. Joder, que todo está más cerca de lo que parece.
Podríamos hablar de distancias, de carreteras que se deben estirar, de estiramientos varios, y de ministros con o sin cartera. Pero la propuesta es contar historias de aviones. Empiezo yo: una vez descubrí a un tipo que se ponía cinta aislante en un baño de un avión rumbo a La Habana. ¿Increíble?, cierto.
Adelante, hoy vamos por lo recto, (con perdón).
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