Entradas en julio, 2008


Un verano de récords

julio 31st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Comienza agosto y aquí el que se aburra es porque quiere, por un lado tenemos los Juegos y por otro la competencia que les hace la economía. Unos lucharán por ser los más rápidos de la pista; y la inflación por llegar más alto que nunca. Ya veremos quién obtiene más medallas: si Gemma Mengual subiendo pierna en la piscina o Solbes con sus números rojos.

De repente todo se ha vuelto récord y plusmarca, (no podemos conformarnos con un lugar discreto en la Historia). Al tiempo que llueven trofeos y medallas: fútbol, baloncesto, ciclismo y tenis, el déficit público se dispara y todos a galopar, hasta los cojos corren detrás del Euribor que se les escapa.

Una leche, que diría Gloria Fuertes si viviera para pasmarse ante el nuevo vídeo del Atlético de Madrid, (ella que era muy forofa de la causa rojiblanca). Se nota que estamos en crisis porque el video no es de gran calidad emotiva, más bien uno siente compasión por las ovejas que cuida el paisano al que le han regalado la camiseta del equipo de Cerezo. Igual son merinas blancas.

Este verano no hay motivos para repachingarse en la hamaca; al revés, todo es vértigo. Leer el periódico al borde del mar puede ser un deporte de riesgo; uno puede pasmarse con las caídas de la Bolsa o rugir ante el túnel de la crisis. Todo en España es susceptible de empeoramiento menos nuestra capacidad para romper techos y superar récords. Aunque Miguel Sebastián nos quiera poner a 80 por hora, lo nuestro es ir como cohetes hasta pulverizar marcas, ya sean éstas económicas o deportivas. Nos va en la sangre.

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El fin de la opulencia

julio 31st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Compradores compulsivos, hijos de la generación del gasto, hipnotizados hipotecados, manirrotos con cuatro manos de cien dedos, clientes del lujo superfluo, alegres consumidores de energía? arrepentíos porque ha llegado vuestra hora. Un ángel con traje de inspector os llevará hasta la presencia de Miguel Sebastián y éste os pedirá cuentas de vuestro gasto corriente. ¡Ay de aquel que se haya dejado encendida una luz al salir de casa!, no habrá consuelo para los que lloren sobre una multa por exceso de velocidad. Es el fin de la opulencia, Miguel Sebastián anuncia el nuevo catecismo de los tiempos modernos, se puede vivir con menos kilowatios, sabido es que no hay nada más inflacionario que las luces del castillo de Herodes en un belén.
Yo pecador, me confieso ante Vos; admito que alguna vez he cometido pecadillos veniales contra el consumo. Pero me pregunto si podemos vivir con las nuevas normas de Industria, ¿cómo es posible que hayamos derrochado tanto? Se me plantea una cuestión de conciencia. Se trata de un problema teológico-tecnocrático, (aquí querría ver a Milton Friedman); la parte científica nos la han explicado y responde a un inmediato recorte de energía, pero ahora hace falta un proceso de convicción interior que roza con la reeducación de la ciudadanía. Y, puesto que se trata de medidas de choque, nada mejor que aprovechar que se jubila Jose Antonio Maldonado y poner al padre Gabriel Amorth en TVE. En lugar del tiempo, que es una materia sobre la que cada uno tiene formada su opinión y luego el cielo decide, sacamos al padre Amorth que pasa por ser el mejor exorcista del mundo. La idea es arrancar el demonio del consumo que todos los españoles llevamos dentro, lograr que entremos en convulsión ante la pantalla y así hasta arrojar la maldad en forma de recibos de la VISA. En términos económicos sería lograr una fusión entre la necesidad y la virtud.
El objetivo es conseguir que cuando el satélite haga la foto nocturna, España no parezca una continua feria iluminada de la que parte el humo de los churros hacia la ?lejosfera? sideral. Acostumbrarnos a que cuando veamos a un mogollón de gente en bicicleta que galopan por la autovía, no es que se trate de una etapa de la Vuelta Ciclista a España sino de trabajadores que se aproximan a la ciudad. Es decir: que se va a enterar el jeque porque se le va a terminar el ingreso, se le va a mustiar el moño del turbante. En un gesto quijotesco le podemos devolver unos cuantos barriles de petróleo a Chávez: ?tenga, gracias, de parte de Zapatero; éstos nos han sobrado hoy?. Ya que todo es razonable, llegará la cartilla de ?razonamiento?; para empezar tenemos dos bombillas, a partir de ahí que cada uno salve su alma como pueda.

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El cura volador, (¡Dios qué récord más absurdo!).

julio 30th, 2008 - General - Sin comentarios

cura-volador.JPG¿Es que en este mundo no hay una cabeza sana?, en Brasil han encontrado los restos del llamado “cura volador”, un mosén aficionado a la aviación y a las locuras. Adelir di Carli pretendía batir un récord elevándose ayudado por mil globos de helio. Y lo que hizo es desaparecer como el que se agarra a la cola de una ballena.

La autoridad “impertinente” debería haber prohibido esta locura. No por elevarse más se tiene a Dios más cerca, a fin de cuentas Gasol es sólo un buen jugador, un enorme jugador, pero no un santo.

El “cura volador” se dejó los piños, y su vida, en el intento.

Hay cosas que son mejor no probar. Es decir que por mucho que bostece el león no es conveniente meter la cabeza dentro de su boca porque un ataque de hipo lo tiene cualquiera.

Ojo con las locuras porque tienen sus consecuencias.

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El cura volador

julio 30th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ya lo dijo Teresa de Ávila que Dios podría andar también entre pucheros, pero donde no está es en las cabezas huecas. En Brasil han localizado los restos de Adelir di Carli, el cura que pretendía superar un récord de vuelo con globos. Lo trágico es que el mosén se ha matado en el intento, y lo terrible es que nadie le hubiera impedido su locura.
Las autoridades aéreas son muy estrictos con los permisos de vuelos, y las autoridades terráqueas deberían prohibir que una persona pretenda elevarse ayudado por mil globos de helio y atado a una silla que ofrecía menos seguridad que una acción de Martinsa-Fadesa, ¿cómo es posible que dejaran a este hombre que pagara con su vida una temeridad semejante?
El cura volador es la metáfora de una sociedad que está como una cabra y que se pasma ante los récords absurdos. Hace poco dieron por televisión imágenes de una persona que había ganado el concurso de comer perritos calientes. El ganador aparecía congestionado y probablemente al borde de la arcada. Lo más normal es que se hubiera atragantado con un trozo de pan y no viviera para contarlo.
Lo absurdo es una categoría que tiene mucho predicamento social. Y, me temo, que dentro de poco veremos a otro trastornado que intenta batir el récord de los globos de helio. Entonces volverán las cámaras a cubrir semejante portento, aquí no importa una vida sino mantener el espectáculo.
Mosén di Carli subió a los cielos como Elías, pero no iba en un carro de fuego sino en una temeridad hinchada. Pero la fortuna se vuelve suflé vulnerable cuando la apuesta es una locura.

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Gente encantadora

julio 29th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo habitual es que la gente venga ?borde? de serie, basta con darse una vuelta por los aeropuertos para apreciar como la bilis forma parte del ADN del español medio. Por eso se agradecen los gestos de bonhomía, de vez en cuando te sonríen desde un mostrador cuando no encuentras el pasaporte porque el niño lo ha escondido entre las galletas. Seremos un pueblo divertido en los carteles para turistas, pero el gesto cejijunto no se nos quita de encima desde la pérdida de las Colonias; es parte del ?remordimiento español? que es una forma de no-vida que vuelve a la gente longeva. Igual que los quesos se conservan en aceite, hay españoles a los que el mal genio les da una enorme capacidad de regeneración celular.
Por eso destaca la simpatía del rey Juan Carlos que lleva años en la cabeza de las listas de las personas más agradables. Esta edición le ha ganado Iker Casillas, pero el rey lleva mucho tiempo parando balones sin que se le conozca un mal gesto, nadie como él para zanjar una crisis diplomática. A pesar de que Hugo Chávez llegó con una hora de retraso a Marivent, allí estaba el rey con su traje, encantado de la vida, dejándose dar un ?tapatá? en el hombro. Fuera de protocolo se cruzó el coche del presidente venezolano de pitón a pitón, (es decir, de faro a faro), y acudió a abrirle la puerta por el lado de los fotógrafos, arriesgándose a la cornada porque Chávez tiene divisa de bravo. Tan admirable es el buen humor del rey que le colocó una camiseta con el ?¿por qué no te callas??, con la que Chávez ha vuelto a Caracas más feliz que el Ricardito. Eso es habilidad y lo demás sucursales.
En una librería de viejo encontré un libro con prólogo del doctor Marañón: ?El Rey Huraño?, escrito por Lucas Dubretón en 1945, en el que se le hace una autopsia en frío a Enrique IV de Castilla, aquel Trastámara que tenía el sobretítulo de ?mala follá? y que hizo de su reinado un espanto y de su carácter agrio una seña de identidad. Tan mal cartel tenía que el Papa Nicolás V le declaró ?impotencia perpetua pero con carácter relativo?, porque a Blanca I de Navarra no la consumó sino que la consumió en aburridas charlas de amigas. Luego casó con Juana de Portugal y sus problemas se enderezaron porque tuvieron una hija: Juana. Pero la gente decía que la princesa tenía el copyright de Beltrán de la Cueva, (de ahí ?la Beltraneja?).
Nada que ver con el talante positivo de nuestro rey actual. Juan Carlos ha conseguido darle la vuelta a la ira de Chávez y el muy ingenuo se ha marchado tan feliz con una camiseta de mercadillo. Por apenas seis euros ha solucionado un conflicto de Estado, si luego le dio una ensaimada para la familia y un poco de sobrasada para el viaje de vuelta, habrá que felicitar al rey por torear con la mano izquierda al que tiene fama de empitonar por ese lado. Y si llega a venir Obama le coloca la barca de palillos que han hecho los nietos en el cole.

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Milagro económico

julio 28th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ahora que la vidente de El Escorial está cuestionada por hacer ?birlibirlú? con dos espejitos y un sobre de ?petazetas? en la boca, hay que cambiar de santo y seguir los pasos de Juan Villalonga. El ex presidente de Telefónica, el compañero de clase más listo de Aznar, ha trincado del Valencia FC lo que no estaba en los escritos en quince días. Sin ser un Ronaldinho, ni un joven de los que pelotean en las canchas populares del barrio de La Boca en Buenos Aires, Villalonga ha cobrado diez millones de euros en concepto de indemnización. ¿Es o no milagroso que alguien gane semejante pastón en tan escaso lapso de tiempo?, lo que debería hacer Solbes es fichar a Villalonga como consultor y escuchar las ideas que le pueda proponer. Con diez Villalonga escoñamos el fútbol nacional pero reflotamos la economía, (todo tiene su efecto secundario). Ni Schumpeter podía haber pensando en un empresario tan arriesgado y creativo.
El caso es que cuando Villalonga era un prohombre de las finanzas madrileñas nadie le vio con una insignia del Valencia en la solapa, y mucho menos que le pusiera la bandera del club al enorme yate que en su día fue del finado Azcárraga Milmo. Pero igual es que no nos hemos fijado bien y en el mástil del ?Eco? llegó a lucir la bandera del valencianismo, y de ahí que surgiera la idea de hacer la Copa de América en la ciudad del Turia. Pero es que tampoco los aficionados que comen bocadillo en el descanso y pagan el abono anual con notable esfuerzo, recuerdan a Juan Villalonga desgañitado cuando el equipo racaneaba en triunfos. Bien es verdad que en una economía de mercado cualquier compra/venta es posible, pero algo debe tener el fútbol cuando se da en él la mayor densidad de friqui-empresario por metro cuadrado de césped. Manuel Lopera, tras años de llorar por el club y de llenar el despacho de estampitas de santo, le ha puesto precio a los sueños y que el dinero alivie lo que la incertidumbre del resultado no logra mejorar. La mayoría son tan extraños y tan peculiares que no me extrañaría que a la próxima reunión de la Liga Profesional fueran convocados, cada uno con su espada láser. Por eso me gustan Ramón Calderón y Enrique Cerezo, porque ya salen ricos de casa y no tienen que cambiar de sastre para salir en la fama. El resto son unos zorrotrocos de poltrona y zapatos marrón de rejilla con calcetín gris perla.
El mejor fichaje de la pretemporada no es Cristiano Ronaldo, ese chulángano con aspecto de tanguista que se deja querer, sino Juan Villalonga que sin arriesgar la tibia ha cobrado como diez veces un ?Ronaldo?, que es la unidad de medida de los grandes cracks del área. Y sin quitarse la corbata, ni sudar, ni hacer abdominales por la mañana. La economía española está peor que nunca pero el fútbol está como siempre. Es aquello de compre a un directivo por lo que vale y véndalo por lo que él dice que vale, sin duda que hará un buen negocio. ¡Villalonga selección!

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El muerto que estaba vivo

julio 27th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A una pareja de británicos les han condenado por fingir la muerte de él para cobrar el seguro, (ella). La policía ha llegado a la conclusión de que para que mister Darwin llevara cinco años muerto, tosía demasiado fuerte. Se les acabó el chollo y regreso a la vida de los mortales, vía cárcel.
Sucede que los presuntos muertos tienen una vida estupenda, España está llena de casos judiciales no resueltos y en los que se sospecha que el finado tiene una vida placentera, (Paesa, por ejemplo, del que se llegaron a publicar esquelas y luego aparecieron fotos suyas). Pero la condición de presunto fiambre excede la fama de los delincuentes de cuello blanco; esta semana en Madrid ha habido una trama de presunto suicida literario. Se trata del singular autor Luís Melero, (un tipo al que la fama le persigue pero él siempre ha sido más rápido), un taimado personaje de las letras andaluzas que se cree la reencarnación de Federico. Melero cuenta sus años, bastantes, por decepciones. Y todos sus fantasmas mezclados con manías persecutorias de primer orden, (está convencido de que su editora Blanca Rosa Roca le odia, de que su íntimo amigo Luís Algorri le ha defraudado y así hasta la eternidad de la mala leche). Su boca lava no arroja más que piedras de estupidez y hay que tener ojo no te vaya a dar con una de ellas.
Pues el tal autor escribió esta semana un largo correo en el que anunciaba su inminente suicidio puesto que la editora le estafa, los amigos le dan la espalda, y el mundo en general tiene una deuda con él. Correo no exento de momentos hilarantes, como cuando le dice a su sobrino que se haga con un ordenador que tiene en una caja en el cuarto de baño, (ahora sabemos dónde se inspira tan insigne literato). Y, tras maldecir a cuántas personas vivas se ha cruzado en su camino, incluidos revisores de la RENFE y monjas claretianas, se dispuso a morir. Pero no hubo tal muerte y, al cabo de dos días, Melero resucitó en forma de email. Lo contó en su blog y alguien le escribió debajo: ?¿pero tú no te habías suicidado ayer, so gilipollas??. Gracias al cielo que no hubo tragedia y que podemos contar con los insultos de este hombre para un tiempo; no hay nada más gratificante que tener un cabronazo de turno, alguien que se queje de manera constante y que te haga ver que por mal que estés, él siempre se encontrará peor. Recuerda el chiste de los dos que van por la selva y uno le dice al otro: ?¡joder, qué día, a ti se te muere tu padre y yo pierdo el tapón de la cantimplora!?.
Melero escribió un libro magistral, único: ?La Desbandá?. Es ahora cuando entiendo que es su biografía, la ?desbandá? que han dado sus amigos. Lástima de hombre.

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Los invisibles de Serrano

julio 26th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Son esos que abultan en la acera, bien de rodillas, con niño en brazos o de estatuas con purpurina plateada. Esos que piden con carteles llenos de faltas de ortografía y que se cuelan en la ?milla de oro? antes de que abran las tiendas, (hasta es posible que en las más caras tengan a dos pobres en la puerta porque visten mucho y dan ese toque de distinción que es el contraste con la miseria). Cuando el chofer llega con la marquesa, él le abre la puerta y le acompaña hasta la joyería bien con un paraguas porque llueve, o bien con un gesto de apartar pordosieros como moscas. Ellos, que ya lo saben, agitan el muñón e invocan el Dios se lo pague. La marquesa, o mujer de constructor todavía no en crisis, apenas les mira a la cara aunque les conoce por el bulto; si tienen suerte dejará unas monedas. Después de tan cristiana acción ella pensará que no hay quién salga de La Moraleja con tanto pedigüeño que anda suelto por la ciudad. Pero a su manera cumplen con la función de darle lustre a las aceras de las calles caras de la capital, cuánto peor pinta tenga el pobre mayor sentimiento de poder experimentará el comprador. Son personajes de ?El hambre en Madrid? que pintó José Aparicio y en el que se reflejaba la hambruna de 1811 y 1812. Luego los recogió Valle Inclán y más tarde Umbral. No son protagonistas de novela pero tienen categoría de seres literarios, cada uno de ellos con una historia personal que valdría para llenar varios libros. A ellos les tocó el Gordo de la Lotería de la mala suerte y les cayó una ruina en condiciones, permanente, sin solución; una condena que a duras penas les permite ganar el pan aunque suden el calor por la frente. Duermen como gatos entre cartones y comen deprisa como un ratón que sabe le pueden quitar el queso. De vez en cuando la policía les mueve de la acera pero no por solucionar su problema sino por limpiar la calle de trastos inservibles, y ellos se marchan cojitrancos, tirando de un carrito de la compra que hace las funciones de casa. No tienen ni zorra idea de qué es el Ibex pero ya han notado la crisis en el sonido del plato, caen menos monedas porque cuando el rico se ajusta el cinturón no está para caridades. En alguna ocasión he escuchado al abuelo decir al nieto: ?si no estudias y trabajas, te verás pidiendo como este hombre?. No están censados, ni tienen sindicato que les defienda. Son tan de la calle como las palomas y los gorriones. Eso sí, respetan el territorio y cada uno ocupa su esquina, o su tienda, con respeto a la antigüedad que siempre es un grado. Un día no vuelven y hay quién dice que les tocó una herencia pero en realidad nadie preguntará por ellos. Un pobre con otro pobre se tapa. No tienen ni nombre, ni cara, ni lápida. Son gente; tipos de la calle.

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Madrid al sur

julio 25th, 2008 - General - 1 Comentario

Mi cabeza es una locura con ventanas que encajan mal cuando hay humedad, (carácter le llaman). Cada vez que me marcho de Madrid se me olvida su estampa y vuelvo a mirarla como el que se va a comprar una postal para el recuerdo, me quedo con la última imagen igual que el emigrante de las fotos en blanco y negro. Madrid, (esa ciudad que ahora se aleja), es centro y yo tengo mi norte en el sur, es una cuestión de cambio de polaridad. Me marcho sin dolor porque sabe que volveré a ella, al reencuentro con sus días y sus calles. Pero me gusta más la ciudad que contaron Valle y Umbral, la de Gómez de la Serna y Barea que la ciudad de los túneles.

Los poetas no tienen residencia, no sé si seré poeta pero seguro que no tengo residencia. Luego ya veremos, quizá vuelva, o en todo caso me quedaré con esta postal de la última mirada, de cuando Madrid es pequeña y está al alcance de la mano. Parece un cuadro, uno de esos que están hechos con los santos óleos de creyentes en ellos mismos.

Hay que tomar distancia, luego todo queda más a mano, en el recuerdo todo está a un paso. Y ser poeta ligero de baúles y conciencia.

Madrid, hasta otra.

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La novia

julio 25th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Probablemente la lectura de Adam Smith le produciría urticaria a Maialen Zuazo, la novia de Arkaitz Goikoetxea, (el amo del Comando Vizcaya), sobre todo cuando se refería a la división del trabajo como motor de la productividad. La pareja era muy liberal para la causa de ETA; él organizaba los atentados, ella le echaba una mano por la noche, los perpetraban juntos, y luego la chica se iba a trabajar a ETB donde ejercía de ayudante de realización. Maialen trabajaba en informativos y es muy probable que editara las imágenes con las que se ilustró el atentado a la casa cuartel de Legutiano. Hiena de noche, inocente informadora de día.
Hay que tener el ombligo reforzado con una chapa de cromoniquel-molibdeno para manejar las imágenes de una matanza que has ayudado a construir, sin que el estómago se tumbe hacia la lógica arcada inmediata. Maialen al ser preguntada por las ?hazañas? de Arkaitz podrá responder, como en aquel anuncio de caramelos: ?¡las cosas que tiene mi novio!?, y mostrar su inocencia en razón del puesto sentimental que ocupa, es aquello de los trapos ensangrentados se lavan en casa. Más que una miembro ?legal? de la banda, (puesto que no estaba fichada), era una ?liberal? que distinguía el crimen de la información y sabía comportarse en ambos escenarios sin desentonar. A poco que uno haya leído historias de criminales en serie notará que son gente de pulsaciones lentas, alterarse o tener ataques de ira no son compatibles con su negocio. Uno puede colarse en un supermercado delante de un sicópata de ETA, e incluso obtener su ayuda en caso de ser una ancianita que desea cruzar la acera, y ellos no emitirán gruñido alguno; saben cómo distinguir la vida corriente de la acción criminal.
Es fácil pensar en Maialen visionando desde su puesto de trabajo las imágenes de la explosión de Legutiano con exquisita frialdad de forense rumano. Es posible que las burbujas del champán le subieran por la nariz en un reflujo gástrico que le provocara cosquillas en la nariz. Hasta que la policía no encontró sus huellas digitales en un coche no se ha podido confirmar su condición de ?novia de la muerte?; una categoría ganada a base de goma dos y de complicidad con su pareja. Maialen y Arkaitz están unidos por la pólvora y hasta que una sentencia judicial los separe en prisiones alejadas. Pero entre ellos hay un juramento como el que viene en la letra del bolero de Álvaro Carrillo, y como tal no se les olvida la relación que mantienen y que les da la vida aunque a otros le cueste su muerte.
Condición de novia es ser cómplice de su pareja y aceptar algunas cosas con más entusiasmo que otras. También saber perdonar los defectos del contrario, e incluso aceptarlos como beneficios propios. Tan intoxicada está que nunca le preguntó por aquellas manchas rojas en las camisas, ni por qué cogía la pistola cuando sonaba la puerta; lo achacaría a un exceso de trabajo de Arkaitz. Y luego un beso para olvidar la jornada laboral: un beso tornillo, un beso metralla.

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