Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Nada es casual, hasta en la improvisación más liviana hay un gesto premeditado, (esto lo sabe cualquiera que haya visto un ballet ruso o jugar últimamente al Barça). Pensemos que hay grandes cocineros de los acontecimientos casuales, esa gente que actúa sin ser vista, los señores de las sombras. Por eso, cuando más se habla de política, de encuestas, mítines y debates, Samuel Etoo metió su mano para que Dios le ayudara como hizo con Maradona, (y el milagro obró). Si no fuera por la recta final de la campaña electoral, la recuperación del Barça sería objeto de muchos comentarios. Podemos pensar que es una aparición mariana en un corner y llamar a unos pastorcillos para que testifiquen, o volver la vista sobre Angel María Villar que ha decidido animar la Liga. ¿Será Villar el que administra al Barcelona dosis de gerovital?, ¿Ejerce el presidente de la Federación Española de Fútbol de doctora Aslan y por eso un club que estaba a once puntos del Real Madrid ha rejuvenecido en plena cuaresma? La doctora rumana confirmó que con la procaína se podían hacer maravillas, igual Ángel María le ha copiado la fórmula. Ya lo decían los Beatles que con la ayuda de la amistad se puede llegar muy lejos.
Es cierto que el Real Madrid se ha cogido una pájara en el momento más inoportuno, (más que pájara es una avutarda debido a su gran tamaño), pero no menos llamativo es el estirón que ha pegado el Barcelona, una recuperación no exenta de paradojas circunstanciales. Es posible que todo se deba a una jugada de ?villar? a tres bandas: Real Madrid, FC Barcelona y presidente de la Federación. Ese movimiento táctico aprovecharía el ruido de la campaña electoral y pondría a Zapatero y a Rajoy como escudos. Mientras la gente se pregunta quién fue el cursi que sugirió el ejemplo de la niña a Rajoy, los temas del fútbol quedan en una retaguardia misteriosa. No están los mítines para hablar de la Liga porque hay demasiada tensión entre los candidatos, pero no estaría mal que Olga Viza le preguntara el lunes a Zapatero: ?¿oiga, señor presidente, lo de Samuel Etoo fue mano, o no??.
Un país que tiene pantallas de plasma en todos los salones es una nación con una conciencia crítica para analizar las jugadas de fútbol, (vale? también para seguir los debates en televisión). Pero, claro, si uno está en los bailes de Bermejo, en el bonobús, pendiente de las mangas de Zapatero que le quedan extra largas y de los gráficos de Rajoy que se le caen cuando menos conviene, por lógica no puede prestar atención a las repetición de la jugada.
Villar nos debe una explicación. Quizá su mala conciencia le llevó a ponerse la camiseta del Real Madrid, aunque en la foto se aprecia la indiferencia del converso que se ve obligado a abrazar la fe en la que no cree. Memorable instantánea en la que Cerezo también pica y se calza la elástica merengona. El presidente del Atlético de Madrid experimentó, durante un momento, la misma sensación de Raúl cuando dejó el Manzanares. Pero no nos volvamos locos: Cerezo es más colchonero que los patos del Manzanares, y ambos, (patos y Cerezo), están algo descolocados tras las obras de la M-30. Están que no se encuentran. Será que todo presidente y todo pato necesita un buen charco.
Dicen que Etoo metió la mano sin querer, por el mismo motivo Villar se puso la camiseta del Real Madrid en un acto improvisado. Son cosas que ocurren y que nadie se explica.
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