Entradas en agosto, 2007


La parra

agosto 31st, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Decía el anuncio: ?hay otros mundos?, (lo cuál te lleva a pensar si estarás en el acertado). Menos mal que lo remataba: ?pero están en éste?, (es decir, que si no has encontrado un mundo mejor es porque eres un completo bobo, todo es ponerse a buscar y ya verás).

La presidenta regional parece estar instalada en el mundo de las ideas de Platón, y cuando baja a la realidad del mundo de las cosas no se encuentra, algo bien distinto a decir que esté perdida. A veces, andar extraviado es la mejor forma de descubrir un camino diferente y mejor. Si Jardiel escribió que Eloisa estaba debajo de un almendro, un dramaturgo moderno podría decir que Esperanza Aguirre está debajo de una parra, que es lugar de agradable sensación atmosférica. Bajo las parras el tiempo se detiene y la sombra se vuelve plácida; si las casas de protección oficial tuvieran parras en lugar de tendederos, la gente sería mucho más feliz.

Por eso la presidenta confundió a Tomás Gómez con un agente forestal. Un equívoco producto del ?parrismo?, nada a tener en cuenta, no es grave. En mi pueblo cuando alguien está con el ?parrismo? se le dice: ?¡lástima de hombre!?, y se le tiene compasión, eso sí con algo de cachondeo interno también, pero ya se sabe como son los pueblos de Andalucía.

Tendría su gracia que, llevada por el ?parrismo?, la presidenta creara el premio de poesía ?Tomás Gómez? y que fuera a parar a manos del poeta desconocido. Eso sí sería un acción poética en condiciones, como las que daban los autores de los setenta cuando irrumpían en el metro de París para leer en alto a Verlaine.
Hay cuerpos celestes, cuerpos danone, cuerpos soberbios y cuerpos transparentes.

¿Quién es Tomás Gómez?, se pregunta doña Esperanza. Y uno no se atreve a responder porque no es fácil acotar quienes somos, de dónde venimos y si habrá sitio para aparcar cerca del Calderón.
El ?parrismo? es la primera epidemia del curso 2007/2008, luego vendrán los constipados. En ambos casos no hay vacuna sino algo de prevención, y llegado el caso mucha paciencia.

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‘Le mal entendu’

agosto 30th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los que somos de la generación de Zapatero sabemos que con aquel bachiller que nos dieron no se puede vacilar mucho.
Con el griego que nos enseñaron no paras un taxi en Atenas, con el latín no pasarías del verbo sum (incluso hay quien confunde La guerra de las Galias con La Guerra de las Galaxias), y con el francés uno va justito en un bistró de Perpiñán. Al efecto se creó un negocio paralelo que fueron las academias de idiomas, pero Zapatero no debió ir, de ahí la petite confusión.

Monsieur le president se reunió en julio con Fillon pensando que con su francés podía tratar asuntos de Estado.

Negociar temas importantes en otra lengua tiene sus peligros obvios, luego llega le mal entendue. Imaginemos la escena: «Fran-çois, je suis Zapatier, ton ami», y Fillón ojiplático como en si fuera Toro Sentado charlando del Tomate con el general Custer. «¡Qué me dis, Zapatier!»… pudo haber sido peor, nos podían haber quemado unos camiones como hacían antes.

De ahí la importancia de la figura del traductor, que es la persona capaz de trasladar el pensamiento de un idioma a otro (incluso en caso de no haberlo). Luego pasa que uno cree que con charletas de ascensor se puede hablar del proceso de regularización de inmigrantes y el resultado es penoso, très patetique.

Hay que hacer como John Wayne que llevaba un indio con una chaqueta con flecos para que le fuera traduciendo a los apaches, y llegado el caso le servía para que supiera cuánto tardaba en llegar el tren con sólo poner la oreja en la vía. A ese indio lo mató el cine y el tren de alta velocidad.

El desencuentro idiomático avala la tesis de que mejor que nos llevemos mal con Bush, un diálogo entre Zapatero y el presidente estadounidense llevaría a que nos quitaran Cuba, otra vez. Por lo tanto, urge que Bush comience a estudiar español si quiere iniciar los contactos.

Con los momentos sublimes de la reunión con Fillon se hacen unos deuvedés que arrasarían en los quioscos, el coleccionable De bon rollit. Pero nos vamos a quedar con las ganas, es otro misterio más de este verano que dobla entre desmentidos y aclarados, como el Expediente X de la Biblioteca Nacional (¿es que hay investigadores que se comen las páginas de los códices, como las cabras?).

Pas de problème, se le echa la culpa a Regàs y sanseacabó, o a Fillon, que no se entera de nada el tío, y mira que se lo dijo bien clarit.

Con los presidentes y con las cabras hay que medir las palabras porque te pueden arruinar años de cultura de un solo bocado.

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Umbral

agosto 29th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El se hubiera redactado un obituario mejor que nadie: con estilo, con citas, lleno de anécdotas y fundamentalmente cachondo. Si en este oficio se aplicaran las estadísticas de la NBA, Umbral habría sido el jugador más regular, el que es capaz de sacar de la muñeca una frase que nadie espera y dejarte con la boca abierta. Sólo los elegidos pueden trabajar la columna diaria con honestidad y encima con sorpresa. Era, al mismo tiempo, obrero de las letras y artista de las mismas; escribía a los 70 con la insolencia de cuando llegó de Valladolid a beberse Madrid. Todos los que hemos venido de fuera hemos querido ser Umbral, aquel escritor de periódicos que asombraba con su enorme capacidad de contar la vida con sólo bajar a comprar el pan.
Un día Carmen Rigalt me contó que, asombrada por su capacidad sin límite, le había dicho «Paco escribes como meas», así a modo de homenaje hídrico, (la metáfora rigalina no le hizo gracia, porque semejante hallazgo se le tenía que haber ocurrido a él, que era el equilibrista de las definiciones). Pero es que además clavaba los adjetivos como el lanzador de cuchillos del circo, sorprendía con una línea como el mejor mago del mundo, y usaba exuberancia tropical, (que viene de tropo). Antes de que existiera Google, el gran buscador de internet, Umbral se había tomado el trabajo de ingerir las obras completas del 27; las tenía clasificadas como el entomólogo guarda en vitrinas a sus mariposas. Pero un autor sin su circunstancia es un muñeco de cera, por eso se preocupó en explorar en sus biografías hasta redactar catálogos imprescindibles de los escritores del siglo XX. Citaba a Ruano, a Ridruejo y a Lorca con la facilidad que recreaba una anécdota de misses. Y todo en un mundo propio donde convivían las siglas con los sustantivos.

Que me disculpen la osadía pero creó un estilo contagioso, se convirtió en una marca blanca de sí mismo. Y así como en Umbral había mucho de Quevedo, Umbral en la música es Joaquín Sabina, Umbral en la crónica canalla es Angel Antonio Herrera, Umbral en la tribuna del Congreso es Raúl del Pozo. Y vaya usted a saber si Umbral en los ruedos es José Tomás. Por lo tanto su energía literaria ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.

En el lenguaje taurino fue el columnista que se pasó la actualidad más cerca de la taleguilla sin mover los pies del suelo, (ETA, Gal, fondos reservados, choriceo malayo, y restos de serie que componen el PIB de la caverna nacional). Ya me hubiera gustado contar con él para que viniera a El Mundo en Portada, programa de televisión que cada noche hacemos en Veo TV, pero era mucho para ser un tertuliano. Sería como discutir de teología con San Agustín.

Va a ser difícil echarle de menos porque el legado en libros y en columnas publicadas en EL MUNDO, es impresionante. Sin él no se entiende Madrid; ya sé que su última voluntad es ser polvo, (de nuevo Quevedo), pero si tuvieran un par lo deberían enterrar en la cripta del Café Gijón, para que pudiera disfrutar de las piernas de las gachises que bajaran a verlo.

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Naufragios e incendios

agosto 28th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

No hay nada como alertar de una catástrofe para provocar otra, por eso Gallardón adelanta el naufragio de Rajoy para luego provocar el incendio del verano. Los satélites espaciales han captado el humo procedente de Grecia y también de la Casa de la Villa, (sede provisional del Ayuntamiento madrileño). Gallardón tiene tendencia a vivir el frenesí de la política de paso: de cargo en cargo y de despacho en despacho. El mes que viene inaugura sede monumental en el antiguo Palacio de Correos, un edificio para invitar a Sarkozy sin que le dé la nostalgia del Elíseo.
Los planos son espectaculares: vidrieras lustrosas, mármol en el patio de operaciones y espacios diáfanos. Igual se ha buscado un despacho cerca de la COPE para coincidir (en algo) con Jiménez Losantos, en el caso improbable de que salieran juntos a tomar café. Con el pedazo de despacho que va a tener Gallardón no sé para qué quiere ser el número dos de Rajoy, en todo caso sería entendible si fuera al revés. No se descarta que en el impresionante hall instale una caseta de tiro bajo el epígrafe de: «¿Quiere ayudar a Rajoy?, un euro, tres disparos», gana el que tumbe más patos que fuman puros.

El naufragio que acabó en incendio es otra de las consecuencias de la política del «quítate tú pá ponerme yo», (como escribió el salsero), o el resultado de presentarse a cenar en casa de Abraham García con una tortilla de patatas, por si acaso. Lo extraño es que al alcalde de Madrid le han sorprendido las reacciones de su jugada, medida con tiralíneas y pulso al ralentí; se cree víctima del principio de que toda buena acción no debe quedar sin su justo castigo. ¡Cómo no va a contar con él Rajoy, con lo gana elecciones que es él!, (dejemos a un lado el enojoso asunto de que se presentaba bajo las siglas del PP… bagatelas, está convencido de que él solito habría ganado cinco Tours con una bicicleta plegable). Camps, Barberá y Aguirre son unos amateurs de la política comparados con el súper alcalde Alberto. A su manera, el general Madbuh pretendió ayudar a su rey, Mohamed VI, en el verano de 1971 y provocó el asalto al palacio de Sjirat. Salvadas las distancias -no hay armas de por medio- en este caso el palacio, (el de Cibeles), no lo tiene Rajoy. El episodio de Sjirat acabó provocando la reacción contraria: el rey cortó cualquier intento de aperturismo y laminó a los disidentes, quizá en venganza por haber permanecido retenido durante tres horas en las letrinas, un lugar donde se mustia una corona. Madbuh calculó mal el impulso y en lugar de saltar la tapia se fue directamente al otro foso.

Si no lo ven claro en Génova, ellos se lo pierden, pensará. Y de nuevo entra en periodo lacónico de mustia melancolía principesca; según Ortega todo esfuerzo inútil provoca ese estado de ánimo. Debe ser muy incómodo vivir en el exilio interior, en ese mundo donde todos se equivocan menos uno. Para sus ambiciones la Castellana se queda estrecha, incluso algo modesto el nuevo Ayuntamiento.

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Sangre en el circo

agosto 27th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando los césares entraban en Roma triunfantes tenían por costumbre uncir al carro al jefe del pueblo enemigo derrotado, y más atrás llevaban una colección de animales exóticos capturados durante la campaña. Gracias a esa costumbre de arrastrar al perdedor los romanos conocieron a tipos muy extraños para lo que era la fisonomía mediterránea: vieron a guerreros altos, rubios, negros, barbudos y hasta pelirrojos. A mayor exotismo del capturado más gloria para el vencedor. Y si entraban con una jirafa, aquello era el paroxismo del entusiasmo popular.
Con los fichajes de futbolistas ocurre algo parecido; los presidentes de los clubes se convierten en césares de la opulencia hortera ilimitada, se endeudan hasta el infinito y más allá. Si en Roma asombraba el gesto huraño del capturado, aquí se jactan de escribir cifras que no caben en un cheque gigante.

Este verano hemos asistido a fichajes millonarios encadenados, el nuevo tapaba al reciente. Nos enseñan a los que acaban de comprar. ¿Qué hacen con el excedente de producción?, en un equipo no puede haber 100 millonarios en un banquillo. La máquina de picar carne humana funciona sólo con las últimas incorporaciones, tipos en su mayoría del género insulso que ni siquiera son capaces de decir algo original, (al menos podrían alquilarse un negro que les redactara unas sentidas palabras, lo de golpear al balón en el césped está muy visto). El gran best seller nacional es el libro de los fichajes, aquí todo el mundo sabe lo que ingresan los primeros espadas del balompié.

El fuego amenaza con liquidar los restos de Olimpia, cuna del deporte, aunque en realidad al concepto clásico de la competición lo han prostituido con engrudo de pasta de euro, cantidades tan mareantes como calcular la distancia entre dos puntos del sistema solar tomando como referencia el salario mínimo interprofesional. La estabilidad anímica del español radica en que corra la pelota, como si la rueda hubiera sido un gran invento sólo perfeccionado cuando un tipo creó el balón de fútbol.

Antonio Puerta, jugador del Sevilla, cayó redondo en el campo fulminado por el rayo de la enfermedad, y el suceso plantea si no ha ido muy lejos el circo moderno. Si, acaso, a los futbolistas se les exige que sean infalibles máquinas de triunfos. De su salud, de sus traumas sicológicos, respondan los presidentes que los fichan como se organiza el rito del pañuelo en una boda gitana: ¡es virgen, juega con nosotros! Una vez ido Jesús Gil nos queda esa forma de alegre trotar, (y pensar) a lo Imperioso.

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Vidrieras de Maumejan

agosto 26th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El alcalde se ha construido un palacio municipal; para entendernos, es algo más que una residencia administrativa. Sarkozy puede presumir de tener el Palacio del Elíseo y Gallardón de gobernar desde la opulencia capitalina madrileña. En realidad, ¿para qué quiere ayudar a Rajoy a ganar las elecciones, si él va a tener un despacho mejor? En todo caso debería ser Rajoy el que pidiera a Gallardón que le llevara de número dos al Ayuntamiento.

¡Cáspita con la nueva casa consistorial de Madrid! ¿Qué hubiéramos dicho si el Príncipe Felipe hubiera escogido al Palacio de Oriente como residencia oficial? Gallardón no oculta sus deseos de grandeza y de moqueta. Para semejante empresa deberá cambiar el oso y el madroño (símbolos del pasado) por un águila y una palmera de Dubai. Así, a lo grande.

Dicen que ha puesto mucho cristal y que le ha dado lustre a las vidrieras de Maujeman, que son el orgullo del arranque de escalera de Nuestra Señora de las Telecomunicaciones. Asomado a su balcón, puede experimentar lo mismo que Leonardo di Caprio en la proa del barco más grande del mundo, es el rey del mundo, con un par.

En el fondo no es más que una guerra de balcones: si la presidenta regional tiene uno en Sol (desde el que se proclamó la II República), él tiene otro en la Castellana desde el que se puede proclamar emperador del Imperio Popular y competir en la nueva entrega de la Guerra de las Galaxias. Por balcones, y por echarle cara, no será.

La soberbia del alcalde merece un edificio como éste. Aunque quizá se haya quedado corto. ¿Y poner su despacho en El Prado, entre cuadros de Velázquez y Goya? De esa forma su porte egregio pasaría a categoría de ego al óleo.

Repelente con balcones a la calle es una categoría social. Muy de señorito de derechas. Está tan sobrado que le van a poner el techo practicable, por si levita y quiere salir a dar una vuelta.

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Las lorzas locas

agosto 23rd, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Monsieur le president ha pasado unas vacaciones en Estados Unidos de escándalo, ?living la vida loca?: yates, lujo, y poderío. Todo por la cara porque para eso uno tiene amigos con tronío.
Sarkozy se ha encargado de hacernos llegar que se trata de un presidente que hace footing, por lo tanto en forma. No llega a la altura de campeón de Europa de culturismo, como Aznar ?el joven?, o como Putin que es un clon de los Village People, (torso desnudo y pantalón de cuero, como para compartir carroza con Jorge Javier Vázquez en el Día del Orgullo).
Gracias a París-Match hemos descubierto que el cuerpo de ?Sarko? tiene trampa, en la revista francesa le han suprimido una de las lorzas cuando remaba en piragua, (embarcación de tono menor, a Sisí Emperatriz jamás se le hubiera ocurrido subirse en semejante artefacto náutico que tan poco favorece a la silueta). Sin ánimo de molestar, la lorza presidencial tenía el tamaño de una cinta de lomo. Lo cuál no quiere decir que monsieur le president sea un pieza completo, ni que el horno de la constitución europea no esté para bollos. Que no; que me refiero a que Sarkozy tiene unos michelines como los que lucían las coristas de los sesenta que actuaban bajo el nombre de ?Las alegres chicas de Colsada?, (hoy respetables abuelas de familia algo metiditas en carnes).
Una manita de foto-shop y el president podría desfilar en el Crazy-Horse. La diferencia entre un despacho en el Elíseo y un despelote en Montmatre, es una foto amable y una lorza que se olvida.

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Gallardón se presenta

agosto 21st, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hay verdades que no las soterra ni Dulcinea, (aquella excavadora de nombre quijotesco que perforó la M-30). Hay ideas que están más fijas que las piedras del Coliseo de Roma. Y, hay personas más tenaces que un batallón de termitas con casco. Gallardón es el ejemplo de político con el timón más atornillado que se conozca: su ambición marcó un rumbo y de ahí no se apea ni medio grado a estribor. Ese empecinamiento le ha hecho muy ?popular? entre aquellos que no le votan y algo cuestionado por los suyos, desde la militancia a la cúpula regional del partido. Una cosa es ir de verso suelto y otra tocar las narices cada poco en cuánto.

A la Agencia EFE le ha vuelto a repetir que quiere ser diputado para ayudar a Rajoy. No hace falta tener un master en ideologías liberales para darse cuenta de que el alcalde de Madrid quiere situarse a la altura de Rajoy por si el candidato popular se despeña en las generales. Y, ya de paso, estar a la altura de Rato, Aguirre o cualquier otro que busque el liderazgo de la derecha española. Incluido algún presidente de empresa privatizada con deseos de entrar en política cargado de luces, (y de apagones).

En el PP están un tanto cansados del vedetismo del alcalde de Madrid y algunos piden un Congreso en el que vuelva a quedar claro su peso en el partido. Pero aunque lo volviera a perder, como ya ocurrió con la operación Cobo, Gallardón volvería al día siguiente a mostrar su firme disposición a apoyar a Rajoy. Es aquello de que nunca dejes que la realidad te estropee una buena noticia, o antes muerta que tristoncilla.
Nada haría pensar que es una ambición ilegítima, (en política todas lo son), salvo el detalle de que cuando habla de los ?grandes alcaldes de Madrid?, olvida a Álvarez del Manzano, y elogia a Tierno y a Barranco).
Si la operación Gallardón fuera un proyecto de la NASA podríamos decir que el cohete tiene algo raro antes de despegar.

Como estamos en agosto y tampoco es un mes de grandes debates políticos, podríamos pensar que Gallardón busca un cisma en su partido y una ruptura en toda regla, al menos crear una grieta por la que se vean las contradicciones. Y él quedar como un santo varón que dio lo mejor que tuvo pero fue aplastado por el poder de Aguirre. Ese victimismo le daría mucho atractivo entre aquellos que no le votarían nunca, pero cosas más extrañas hemos visto alrededor de este alcalde que cambió la vara por el ego y la prudencia por la opulencia, (por sus obras los conoceréis).

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La gira de Sarkozy

agosto 20th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La residencia de verano de los Bush tiene muchos motivos para ser evitada, sobre todo cuando uno viene de París y no tiene intención de comer mal. Por eso Cecilia se quitó de en medio con una excusa parda, lo importante era preservar el buen gusto y daba igual lo que dijera la prensa estadounidense. La Casa de los Bush debe oler a mantequilla de cacahuete a dos días de caballo, por lo tanto es una tragedia para el estómago. Al titular, (es decir al presidente de la República francesa), no le quedaron más narices que asistir encomendándose a San Bicarbonato que todo lo cura y decir que su santa estaba perjudicada por el aire acondicionado de los comercios.
Lo mejor fue la intervención en el jardín, Sarko con las manos en los bolsillos del pantalón vaquero y haciendo unas risas, parecía que pensaba: «tú serás el presidente de Estados Unidos pero yo soy Sarkozy, cuidadito chaval que me visto en el sastre de Napoleón». Y Bush reía porque los efectos secundarios de la mantequilla de cacahuete son espantosos.

Los hay que este verano siguen a José Tomás de plaza en plaza, sin desmerecer la obra del diestro de Galapagar que en Málaga estuvo «cumbre», me apunto a seguir la gira de Sarko. Incluso aventuro que al salir del rancho de los Bush llamó al cocinero de El Elíseo para decirle: «François, anda hazme la cena que estos tíos no tienen ni idea». Una gira que nos llevaría a un pedazo de barco y a un cortijo en condiciones y sin reparos, así como hay otros que negarían en la hoguera haber estado en el barco del Pocero, a Sarko le parece estupendo pasar las vacaciones de la mejor manera posible. Eso de tener amigos ricos, lejos de ser una indecencia es una comodidad porque son los que pagan los gastos, y a un rico norteamericano no hay cosa que le ponga más que ser amigo de un francés con posibles.

Sarko se levanta a la hora en la que la familia Bush aún duerme, él con el gorrito de Mickey y ella con el salto de cama de Wilma Picapiedra. Y después da unas carreritas por el bosque para ver el estado físico de la seguridad que le acompaña. No está tan sansón como Aznar que podría darle clases de abdominales al novio de Ana Obregón, pero para llevar pocos meses en la presidencia está hecho un jabato.

De esa forma volverá a París feliz y relajado. No me hagan mucho caso pero creo que en el bolsillo llevaba un cenicero robado a los Bush. Desde aquel ataque de risa de Yeltsin junto a Clinton, (provocado por otra comida lamentable), no se había vuelto a ver a nadie tan feliz en sede oficial.

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El contumaz topillo

agosto 16th, 2007 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A falta de canción del verano, (gracias a Dios), tenemos el baile del topillo. El vídeo lo han grabado en Villalar de los Comuneros, en Valladolid, y en él se puede ver al alcalde y resto de la corporación municipal zapateando el suelo con furia.
Como suele ocurrir con los grandes inventos, el baile del topillo es producto de la casualidad. Se habían gastado una pasta en un tractor, el arado sacatopillos, pero el invento resultó inútil. El topillo se escapaba igual que el Correcaminos huye del Coyote. Entonces el alcalde decidió perseguir a los que se fugaban a campo abierto, lo mismo que haría un seminarista con un ratón rebelde entre los muebles de la sacristía.

Cuando un problema no se puede atajar en condiciones lo más recomendable es darle unas cuantas patadas. ¿Qué es lo primero que hace todo el mundo cuando se le para el coche y antes de llamar a la grúa? Pues darle una patada a la rueda y que se joda.

Igual el baile del topillo le ha dado una idea a la ministra de Fomento: que no funcionan los trenes de cercanías… ¡a patadas con las vías del tren!, y ya puestos, a patadas con las centrales eléctricas hasta que vuelva la luz.

No es por malmeter, pero en las caras de los cientos de pasajeros que esperan el tren en Sants es fácil adivinar que son militantes y simpatizantes del Partido Popular, desplazados ex profeso para jorobar el verano de la ministra.

Tómese por topillos contumaces a los que protestan y a los que osan poner en duda el sistema de bienestar, porque no se lo merecen después de todo el esfuerzo invertido. Podría la señora ministra aparecer en El Prat y demostrar a los incívicos viajeros que aguardan cola lo que les ocurre a los topillos que estorban: podría ser una escena bíblica, como aquella otra expulsión de los mercaderes del templo.

Cuando uno pone los medios -es decir la máquina sacatopillos- pone también la voluntad, el trabajo y la firmeza, pero no consigue los resultados esperados, se acaba la crisis de las infraestructuras con el baile del topillo.

Por otra parte, es la mejor forma de soltar la adrenalina acumulada durante una tensa comparecencia parlamentaria. Un zapateado a tiempo libera estrés y mejora los niveles de colesterol en sangre.

El alcalde de Villalar de los Comuneros podría decir lo mismo que la señora Alvarez: «si fueran buenos topillos, no se dedicarían a ser tan catastrofistas». Los buenos topillos se dejan cazar por la apisonadora y no montan semejante lío en mitad de agosto. Todo, desde las vías del AVE hasta la paciencia ministerial, tiene un límite.

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