A veces ha ocurrido que han pensado en mí como “la persona adecuada”. Si tenemos en cuenta que se trataba de actividades muy diversas podemos concluir que cualquier persona vale para todo. Lo curioso es que cuánto mayor énfasis ponían en la frase, mayor congoja provocaban en mí. Igual le pasó lo mismo al capitán del Titanic, nadie dudaba de que se tratara de la persona adecuada pero se dio un terrible barrigazo contra un enorme cubito de hielo, y al fondo del mar lo que otros tenían por poderoso insumergible. La humanidad está llena de fracasos provocados por las personas adecuadas. Me da la impresión de que cuando quieren que te “comas un marrón” lo que hacen es nombrarte, vía digital, la persona adecuada y ya se quitan la responsabilidad de encima para trasladártela completamente a tí. Es un agobio ser la persona adecuada. Yo me conformo con el ser hombre del momento y, quizá, una buena compañía en días azules. Lo otro no es “otro” sino una mala vida que nos damos con una peor excusa.
Será cabronazo Yahveh cuando le dijo a Moisés que era la persona adecuada para cruzar las aguas… quedó fatal: sus amigos pensaron que lo hacía porque no sabía nadar.
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‘Adecuado’, parece ser, fue Mariano Rajoy cuando el de bigote primigenio le nombró ‘vía digital’ o mediante ‘Soge-Cable’ para tan alta magistratura gaviotera. Aun hoy, inmerso en el marrón, sigue buscando sus días azules. Pero esos sólo los tiene Pepiño, por ello dirige la RENFE.
La vida es una cuesta donde subimos con muchas dificultades, pero bajamos a lo bestia y sin frenos.
No creo que haya bicho viviente, que no experimente las ‘visquisitudes’ que nos da este puñetero vivir.
Afortunadamente la equidistancia que nos van dando los años nos hacen salvar con éxito los escollos.
díficil labor la de contentar a todos y casi nunca tiene éxito.
Los Jahvéses, Buddas y Aláses si están, estarán ‘desconjonciados’ y regocijados en una nube y diciendo ¡Pobres diablos!
¿Visicitud, María, viene de vicio y de virtud?, entonces sí.
Dios no existe, y si existiera hay que pedirle el libro de reclamaciones. Dios es una excusa para no tomar decisiones.
Te juro, Carlos, que cuando escribía esta entrada no pensaba en Mariano Rajoy. Me puedes creer, o no.
En todo caso más que elegirlo lo que le hicieron fue condenarlo a la melancolía. Eso le pasa por listo.
Lo sé, tengo mala conciencia. Es que no me quito de la cabeza las dos razones que adujo* este verano para no marcharse: Por patriotismo -¡Ja!- y porque tras tantos años excedente le costaría ponerse al día en el Registro de ‘su’ Propiedad.
*Obviamente, esto no lo hizo en público (ni en Público).
A mi Rajoy casi me da pena, pero también me dan pena muchos otros.
Hoy nos hemos levantado con la campaña de México, para la gripe A y ponen la foto de Esperanza Aguirre besándose con Gallardón, primero pensé esto es cosa de Gobierno, pero parece que no.
mas tardé pensé quien sabe, a lo mejor estos dos son altamente infecciosos.
Es un comentario sin mala uva, si acaso sólo un poco de triste ironía
No los tengo por altamente infecciones sino por incompatibles, y es posible que los incompatibles emitan chispas cuando se rozan, o se besan.
Es verdad que la gripe A elimina el contacto pero me niego a dejar de besar, es más ahora con mayor ímpetu. A Gallardón, no, me da cosa, le veo demasiado cursilíneo. Ya ves, María.
Yo no besaría a ninguno de los dos, no les conozco y en casa nos prohibían hablar con desconocidos. No todos tenemos los mismos gustos y yo no censuro a nadie en esta cuestión.
Lo que si me molesta es aquello de ‘Consejos vendo para mi no tengo’ que parece estar poniendo en práctica el partido.
Si todos pensáramos igual, no habría sino 1 periódico y la cosa sería algo monótona.