A petición de una “usuaria” habitual de este blog, incluyo foto de un duro trabajo que me tocó hacer para “El Magazine” de El Mundo. Lorenzo Silva, genial escritor y estupendo tipo, rechazó hacer el trabajo de enterrador en La Almudena para contarlo más tarde en el papel. Y allà que fui yo, con mis huesos, nunca mejor dicho. Ocurrió hace un par de años.
Fue un trabajo curioso, muy alejado del pánico que se supone rodea a la muerte, con unos compañeros de cuadrilla que eran unos tipos sensibles, callados y muy trabajadores.
La primera consecuencia es que no somos nada, o poca cosa. La segunda es que, (cosa mÃa), habrÃa que prohibir los cementerios por insalubres y llegar a la cremación obligatoria. Y, lo último, que no hay nada más triste que enterrar a alguien a quién nadie acompaña…
La foto, (de Ricardo Cases), está tomada en la sección de niños del siglo XIX, se estaba limpiando para recoger restos y dejar sitio para nuevos moradores.
No somos gran cosa, la verdad, y con los huesos al aire mucho menos. Nada de vanidad, nada de interés, nada de nada. Lo más tierno fue encontrarme con una placa de una madre que le decÃa a su hijo: “nunca te olvidaré”. La habÃa escrito hace más de cien años. Yo tampoco lo olvidaré, lo prometo.
Y, puestos a dialogar: ¿tanto nos asusta la muerte?, ¿no somos un poco quejicas puesto que será un trámite obligado a todo vivo? Ya saben: el hombre es el único mono triste porque sabe que va a morir.
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LA NOCHE MENOS PENSADA Perdone mi intromisión en el comentario de esta noticia, le escribo pidiendo solidaridad, como Usted sabrá RNE ha eliminado LA NOCHE MENOS PENSADA, el programa de mayor nivel cultural de la radio española, que ha sido sustituido por otro de Ãnfima calidad, en la lÃnea de deriva de los medios públicos estatales. Hay un blog salvemoslanochemenospensada.blogspot.com en el que un grupo grande de personas se han unido para que este programa vuelva a la programación y a ocupar el lugar que se merece. Si le parece bien puede darse una vuelta por el blog dónde ya han firmado en un apartado YO FIRMO PORQUE colegas como Manu Leguineche, Susana Olmo, colaboradores del programa etc. Y si le parece bien solidarizarse por esta causa firmando en el manifiesto y/o escribiendo en el YFPQ Atentamente y gracias. Bea
me adhiero a su peticion. Conocà al Manolo Hurtado cuando trabajábamos en la desaparecida Radiocadena Española, he estado en ese programa y siempre me pareció un espacio encantador y necesario en la noche de la radio. Firmaré el manifiesto, y un abrazo para HH que es un gran tipo
Querido Rafa, aún estoy despertándome del ‘atolondramiento’ del que me haces portador.
Pués sÃ, estoy con lo de la ‘cremá’, la pira o la fogata. Me acuerdo de dos galleguiñas paseando por Padrón -esto es real, porque lo vivà en directo-. Una le comenta a la otra: ¿qué te sucede, filliña, que te veo un poco mal? La última le responde: es que con esto de la quemadura estoy fatal. A lo que la primera, extrañada, le inquiere: ¿quieres que te lleve al ambulatorio?. ¿Ambula-qué? Si de donde vengo es de quemar a mi marido en el tanatorio.
Entre mis últimas voluntades -espero que ningún malaje haga de mi capa su sayo- figura la de la cremación, sin tanatorio, sin duelo, sin flores, sin esquelas, sin… acreedores. Está escrito ante fedatario público.
Carlos: eso no quiere decir que pretendas ahorrarte la celebración, que te veo un poco “agarrado”. Vale que ni esquelas, ni llantos, ni flores, pero al menos déjanos pagado el desayuno. Con los amigos siempre hay que tener un detalle.
Te nombro testaferro plenipotenciario del susodicho almuerzo, aunque sea en el Ritz. Malo será que no deje 100 euritos para tal fin.
Agarrado es el chotis o una pelea de pulpos. FÃjate si soy desprendido, que hasta llevo el combustible puesto. Esto es, en vez de quemado seré ‘flambeado’, gracias al ‘agua’ de color natural de las Highlands-Speyside.
Saludos, pájaro… de buen agÃŒero, a pesar del Kun.
“Hay que hacer de todo en la vida” tú ya bien has cumplido esta máxima haciendo de enterrador. No nos deberÃa espantar tanto la muerte pero nos espanta. Más que a la propia una teme a la de sus seres queridos, me verÃa incapaz de superar algunas muertes….
¡¡¡Celebremos la vida y las cosas por las que tanto merece la pena vivir!!!
Por ejemplo, por las puertas que nos quedan por abrir…
Victoria.
Eso, Victoria, volvamos a las puertas pero con cuidado de no cogernos los deditos donde más duele. Y eso de que en esta vida hay que hacer de todo no estoy tan de acuerdo, no me gustarÃa ser ni solemne, ni protocolario, ni rey.
Toda la razón, hay que acabar con los cementerios por tétricos y aburridos (por mucho que se empeñen en las pelÃculas de miedo, nunca pasa nada). La cremación parece lo más razonable, siempre que el Estado prohÃba entregar las cenizas a la familia ¡!claro!! que, con la emoción del momento, empiezan a recordar al difunto y pensar dónde esparcir las cenizas para liberarse de toda culpa por las faenas que le hicieron al pobre en vida y al final, pasa lo que pasa, que terminan en el Coto de Doña Ana, en las Marismas de Huelva o, en el peor de los casos, en las narices de algún desgraciado que disfruta de un paseo por cualquier paraje y ¡qué mal fario!!! â?Š
Terminar también con la penosa práctica de pagar en vida el propio entierro (en cómodos plazos ¡horror!!!).
Yo creo que al igual que invertidos dinero en vivir mejor, gastemos también un poco de â??saludâ?? y ¡a disfrutar!!; no sé, beber un poco, fumar, darse al colesterol, lo que se nos ocurra â?Š Seguiremos igual de monos pero algo menos tristes ¿no? â?Š
Necesito saber más de esa experiencia surrealista, ¿dónde está lo que escribiste, cuál era la intención del extraño reportaje, cuánto pesa un cráneo??
Y preguntas por qué nos asusta tanto la muerte… Uff, ese nunca te olvidaré lo dice todo. Me ha traspasado el tuétano. La propia muerte creo que hay que ir preparándola, asumiéndola, visualizándola, desmitificándola. Tenemos toda la vida para hacerlo…
Ah, y me solidarizo con La noche menos pensada, un gran programa que espero vuelva pronto.
Bárbara: todo eso está escrito en El Magazine de “El Mundo”, y creo que lo guardé en mi página, si pones el enlace aparece.
Un cráneo pesa poco, la verdad, siempre que le quites la carga emocional. Creo que escribà que al final somos muebles dentro de otro mueble, la caja fúnebre.
A mà también me impresionó esa inscripción porque habÃan pasado más de cien años.
Lo peor fue bajar a una sepultura de cuatro metros y trabajar con la pala, hacÃa un calor “de muerte” abajo mientras que arriba en Madrid, mes de octubre, el resto de la cuadrilla tiritaba. Ellos le llaman calor orgánico y puede ser.
Lo peor: ver restos de guata de almohada mezclados con la tierra y las hojas secas. En cuanto a olores, no huele a nada raro porque llevan una eternidad bajo tierra. Es una sensación parecida a cuando cambias a una planta de maceta y notas la humedad de sus raÃces.
La muerte llega, de repente, sin que nos haya dado tiempo a preparar un master. Y punto. O como dicen ahora: punto com.
Lo primero que me vino a la mind fue:
La hija de Juan Simon el enterrador
Cuando acabé mi condena
me và muy solo y perdido.
Ella se murió de pena
y yo que la causa he sido
Se que murió siendo buena
Ya, sé que soy más antigua que las pirámides, pero eso que me llevo.
Hace falta mucha frialdad para esa labor. No pienso en ella, pero si siento su aliento gélido en mi nuca. Sólo le pido que venga silenciosa y súbita, si es durante el sueño, mejor.
Ahra lo que es la poesÃa, no se la encuentro por parte alguna
Pues le doy buena razón a Victoria, qué caramba, que hay que hacer “casi” de todo.
Os sorprenderÃa saber cuánto es el costo de un ataúd. Un cajón de 4 lados más un fondo, todo de aglomerado, una tapa de idéntico material con molduras en poliuretano, rollo de espuma de baja densidad (15kg) y tela de chinz /pseudo-damasco (la más barata) para revestir el interior, herrajes varios: bisagras, cerradura, cruz de zamak, asas. Acabado en barniz de poliéster-poliuretano en alto brillo (30-50 gr./m2). Todo por 120 euros. Ahora, pensad en lo que cobra la funeraria de turno.
Sin contar el resto de partidas que compone un sepelio, está claro que “estirar la pata es un chollo” para algunos.
Carlos: te voy a dar un premio por haber escrito la mejor respuesta en un blog que he leÃdo, ¡en mi vida!, ¿Cómo tienes todos esos datos?, ¿cómo los describes con tanto detalle?, genial, sencillamente genial.
Ya ves, MarÃa, no tiene ningún lado poética. Ahora pensaré en otro tema que sea más alegre y que anime al personal a escribir de manera tan estupenda como vosotros lo hacéis. Dejadme pensar un rato, no mucho…
Llámame tonta, pero puesta boca abajo la hemeroteca de El Mundo, no he encontrado el artÃculo, crónica u/o reportaje. He curioseado un poco, eso sÃ. Hay que ver la de cosas que has escrito y la de gente variopinta que has entrevistado…
Y muerta me has dejado Carlos con su excelso conocimiento del tema ataúdes…
Pues tienes razón porque yo tampoco lo encuentro, incomprensiblemente no lo subà a la página. Si aparece una entrevista con el enterrador jubilado de La Almudena que es dos años anterior a ese reportaje, un hombre que dejó un titular acojonante: “los vivos somos muertos de permiso”. Pero creo que tengo el texto original en word en el ordendor de casa, lo buscaré, o en todo caso escaneo El Magazine. Lamento haberte hecho buscar en el proceloso mundo del “pretérito imperfecto”, aunque espero que hayas podido leer algo que fuera curioso, al menos.
Te doy mi palabra pero tú dame tiempo.
Jamás he trabajado -vade retro- en una funeraria.
Conozco el asunto por dos vÃas. Años ha, fuà proveedor de espuma de poliuretano (en rollo), entre otros, a ‘fabricantes de pijamas’.
Hoy soy Ingeniero de ventas -sector viruta prensada, léase mobiliario-. Muchos de mis clientes tienen o han tenido funerarias. Por eso sé cómo funciona el temita de los chalets de 1 m2, ésos que no venden las inmobiliarias pero al que sà nos mandarán los bancos.